CEREMONIA DE BIENVENIDA A LA GENERACIÓN 2007 La Facultad de Medicina abre sus puertas a una nueva generación de estudiantes
En su primer acercamiento, los alumnos que ingresaron a la carrera de médico cirujano en esta Facultad de Medicina fueron recibidos el pasado 31 de julio con una ceremonia de bienvenida, efectuada en el auditorio principal, donde escucharon los consejos de una destacada profesora, así como las recomendaciones del doctor José Narro Robles, director de la institución, para el mejor éxito de sus estudios. Para abrir la ceremonia la doctora Josefina Tejera Laguna, destacada médica internista del Hospital General de México, calificó a la generación 2007 de afortunados por su ingreso a esta honorable y noble Facultad, con planes de estudio cuidadosamente elaborados en los que participa el profesorado, conocedor de las necesidades y exigencias actuales, que permiten obtener una educación completa y de muy buen nivel en las diferentes ramas. La Facultad, dijo, abre los brazos para cobijarlos en ese conjunto de edificios y jardines; en su regazo, constituido por sus aulas, que se extienden hasta los diferentes consultorios de centros de salud y hospitales, así como las salas de internamiento de estos últimos, para forjarlos como verdaderos médicos. Pero también espera adquieran su conocimiento teórico mediante los libros y revistas médicas y, al lado de sus maestros, aprendan a conducirse con honestidad, rectitud, responsabilidad, veracidad, sapiencia y, sobre todo, con el sentimiento de afecto, compasión y respeto con que deben tratar al personaje más importante de la medicina: el enfermo. A él, hay que aprender a escudarlo con paciencia, tratar de entender su angustia, su desasosiego, y ayudarlo hasta donde sea posible a recuperar el estado de salud, físico y mental, así como consolarlo en ocasiones y ayudarlo a bien morir; éste es uno de los más importantes consejos que ofreció a la generación la doctora Tejera Laguna, con 40 años de dedicación a la docencia y a la clínica médica. También reconoció que
esta profesión no es fácil, pues la medicina, como ciencia,
cuesta muchas horas de desvelo, estudio e investigación, y como
arte, una práctica diaria constante y entusiasta, así
que todo es indispensable para alcanzar la excelencia. Esta ceremonia, presidida por el doctor Narro Robles, acompañado por los profesores eméritos Octavio Rivero Serrano y Enrique Piña Garza, así como secretarios, coordinadores y jefes de departamento, reunidos en el auditorio Raoul Fournier con la generación 2007, se trasmitió al numeroso grupo de padres de familia que los acompañaron desde otros dos auditorios de la Facultad. En su mensaje de bienvenida, Narro Robles les habló del significado y satisfacción de pertenecer a la Universidad Nacional Autónoma de México, que se distingue en el país y en Latinoamérica por ser la mejor, porque cuenta con más de 450 años de historia y tradición. La grandeza de la UNAM, dijo, se deriva de lo que hoy representa en la formación de recursos humanos, pues cuenta con más de 70 licenciaturas; una gran variedad en programas de posgrado; la mejor planta académica, muchos de cuyos componentes han sido acreedores a importantes premios nacionales e internacionales de ciencias, humanidades y artes; otros más, destacados miembros de sociedades científicas y humanísticas mexicanas; por la producción científica en todos los campos, y su desempeño en la difusión cultural. Además subrayó que dentro de la Universidad llegan a una extraordinaria escuela de medicina, también la mejor en el campo, forjada a lo largo de 427 años, pues en 1579 empezó la formación de médicos. En este punto habló del significado de estar en esta profesión y abordó asuntos de interés para quienes iniciarán el próximo 28 de agosto del presente año su adiestramiento en este campo. Esta aventura de ser médico, explicó, no va a estar libre de dificultades y sinsabores, pero si cumplen lo que se propusieron: servir, estudiar, prepararse, ayudar a sus semejantes, van a tener enormes satisfacciones, como la sonrisa de un niño que por el trabajo de ustedes se recupera; la palabra de agradecimiento de una mujer que dio a luz y en cuyo proceso de parto ustedes ayudaron, o la mirada de un familiar agradecido por lo que hicieron por su ser querido, entre muchas otras. “Ésta es una bellísima profesión, así que quienes decidan permanecer van a tener que aceptar un código de conducta muy estricto, que se rige por principios éticos y por compromisos ilimitados, pues la carrera médica tiene historia, valores y principios que defiende permanentemente; que además implica y demanda muchísimo; a la ‘casa médica’ se entra pero ya no se sale, pues nunca se termina de estudiar, toda vez que la medicina está en constante evolución.” El director de la Facultad también les manifestó que para su adiestramiento encontrarán una actitud profesional de extraordinarios académicos que “nos esforzamos por trasmitirles conocimiento, experiencia, valores y principios, porque prepararse como médicos no nada más es aprender el conocimiento científico, implica humanismo, y es ahí donde radica ese arte de ser médico y el arte de curar”. Además recalcó que el camino para ser médico no es fácil y tendrán que estudiar mucho más que antes, porque aunque son los mejores estudiantes de la Universidad, reflejado en su promedio, tendrán que esforzarse cada vez más, pues no basta con presentarse y estar atento a la clase, estudiar los apuntes, hay que ir a los libros y a las revistas médicas; en pocas palabras, hacer un esfuerzo mucho mayor, porque se sabe que uno de cada dos alumnos no es promovido a segundo año. Por estas razones, “requerimos asegurarle a la sociedad que los médicos egresados de esta Facultad están bien adiestrados, lo cual dependerá mucho de cada uno de ustedes, porque aquí hay muy buenas instalaciones, buenos profesores, buen ambiente, pero el secreto está en cada uno, así que requerimos su compromiso para el estudio, el trabajo, la voluntad, y un esfuerzo sistemático para lograr su éxito académico”. Para concluir, el doctor Narro Robles reafirmó el compromiso de la presente administración y del cuerpo académico para ayudar a su formación médica, no sólo durante su estancia en la Facultad, sino también en la clínica, frente al paciente y, por supuesto, hasta el final de su adiestramiento con la titulación, para que después, con su ejercicio profesional “ayudemos a este país a mejorar los niveles de salud y, con ello, pongamos en alto el nombre la Universidad Nacional Autónoma de México y de su Facultad de Medicina”. Con esta ceremonia, la generación 2007 inició una entusiasta participación en el Programa de Actividades de Bienvenida, realizado del 31 de julio al 5 de agosto. Iniciará su adiestramiento formal dentro del ciclo escolar 2006-2007 a partir del 28 de agosto. |