La Facultad de Medicina recibe a los mejores estudiantes y los exhorta a realizar su máximo esfuerzo
La misión de la Facultad de Medicina es formar recursos humanos de alto nivel, y quienes ahora se incorporan a esta maravillosa profesión, representan a los mejores alumnos del bachillerato de la UNAM y del concurso de selección; por ello, hacemos votos para que el interés, la convicción, el compromiso y la vocación que los han traído continué así”, dijo el doctor José Narro Robles, director de la institución, a los alumnos de nuevo ingreso. Después de darles la bienvenida a esta Facultad con tradición centenaria en el adiestramiento de médicos, les habló de vocación de servicio y esfuerzo decidido y constante en su mensaje de bienvenida al ciclo escolar 2005-2006, tanto a la carrera de médico cirujano como a la de investigación biomédica básica, en la ceremonia que presidió junto al director del Instituto de Investigaciones Biomédicas, Juan Pedro Laclette, profesores eméritos y el cuerpo directivo de la FM. En este acto oficial, realizado el 4 de agosto, el profesor emérito, doctor Octavio Rivero Serrano, en su conferencia magistral, también les habló de la práctica actual de la medicina y de la que habrán de ejercer, esto luego de la entrega de medallas a 76 alumnos que obtuvieron los mejores promedios de los grupos Núcleos de Calidad Educativa (NUCE) de primer año durante el ciclo escolar 2004-2005.
En este primer acercamiento, el doctor Narro Robles resaltó que la Facultad cuenta con los mejores maestros de medicina del país, instalaciones apropiadas, los mejores servicios, las más importantes sedes hospitalarias, extraordinarios investigadores y muy buenos trabajadores académicos y administrativos que dan brillo y prestigio a la institución junto a los grandes maestros de la medicina y los actuales profesores eméritos. Esta generación, compuesta por mil de los mejores alumnos, provenientes en su mayoría de la educación media superior de la UNAM y del concurso de selección, llega a una extraordinaria profesión, pero sin duda difícil, porque requiere de un estudio sistemático y permanente que exige estar siempre actualizado, porque los enfermos requieren de lo que hoy se sabe, explicó el funcionario. Así, informó que uno de cada dos alumnos de primer ingreso no aprueba, debido a que el esfuerzo que hicieron en el bachillerato no fue suficiente para la licenciatura; se requiere más, por tal razón, los invitó a realizar su mejor esfuerzo para cambiar esa estadística; además dijo que tres cuartas partes de ellos culminan sus estudios, por lo que la Facultad tiene los niveles de titulación más altos, y pidió que ayuden para que también mejore esa cifra al final de sus estudios. El doctor Narro Robles concluyó su participación con un bello pensamiento, pronunciado en 1933 por el entonces director de la Escuela de Medicina, Ignacio Chávez, a jóvenes del bachillerato que aspiraban a ingresar a la carrera, para finalmente desearles éxito y recordarles que existen grandes maestros que imparten cátedra y trabajan en los hospitales y en investigación, y que junto a la presente administración y al esfuerzo decidido de cada alumno emprenderán la aventura de adiestrarlos como médicos. Conferencia magistral
En su oportunidad, el doctor Rivero Serrano inició su charla al recordar a la generación 2006 que ahora pertenece a una las más prestigiadas universidades, considerada de las 150 mejores del mundo y la primera en Iberoamérica. De esta manera, resaltó que la UNAM permite a quien la vive no sólo adiestrarse en su disciplina sino que le hace posible el acceso a otros conocimientos y a enriquecerse con manifestaciones culturales de muy diversa índole; el resultado para quien aproveche esta diversidad será ser un médico bueno y culto, que generalmente es ético, y se sabe que este tipo de profesional puede hacer una mejor práctica médica. El punto central de su conferencia fue la situación actual de la medicina, asunto que consideró deben conocer desde ahora los futuros galenos. Así, explicó que los adelantos de la medicina en los últimos 50 años en biología molecular, inmunología, bioquímica y los más recientes de genética, mediante el descubrimiento del genoma humano, prometen cambios muy importantes en los conocimientos médicos que les tocará aplicar para el manejo de sus enfermos. Además alertó que los profesionales del futuro que no conozcan el origen de los padecimientos y su tratamiento con la aplicación de las ciencias genómicas no podrán ser buenos médicos; para poder ejercer adecuadamente tienen que saber anatomía, fisiología, bioquímica, bacteriología, anatomía patológica y todas las otras ciencias que han construido el conocimiento médico actual, y deberán tener también las múltiples destrezas que el galeno de hoy tiene: estudio clínico personal del enfermo, manejo de la radiología, de la endoscopia y de los diversos análisis de laboratorio con que hoy se puede construir un diagnóstico, los cuales seguirán siendo indispensables para ejercer una buena medicina. Sin embargo, enfatizó que existe una gran diversidad de recursos tecnológicos para el diagnóstico y tratamiento de los padecimientos, pero el abuso de los mismos encarece la medicina y existe la posibilidad de perjudicar al enfermo; cuando se estudia al paciente sólo mediante esos recursos se puede también debilitar un elemento fundamental del ejercicio profesional: la relación médico-paciente, en la cual descansa la confianza del enfermo hacia su médico, donde se da el fenómeno de solidaridad de éste con el sufrimiento de su paciente; la pérdida de esa relación explica la tendencia actual de las demandas a los médicos.
“Ustedes deberán aprender a utilizar racionalmente esos recursos, es necesario que conozcan a fondo todas las posibilidades que la medicina actual ofrece; aunque ejerzan la medicina general deberán conocerlas también para saber cuándo utilizarlas. Para que comprendan lo mucho que necesitan estudiar les diré que cuando yo aprendí farmacología en 1948, las sustancias activas no llegaban a 100, en la actualidad el médico debe conocer alrededor de mil”, dijo el profesor emérito. Asimismo, fue muy claro al señalar que en el ejercicio de la medicina deben tener presente que todas las acciones han de estar encaminadas a beneficiar al enfermo, una medicina ética se basa en eso, y en evitar todo lo que pueda perjudicarle; deben ser justos en sus decisiones y equitativos en la impartición de sus acciones médicas, esto último ha de ser considerado de vital importancia pues van a ejercer la medicina en un país donde más del 50 por ciento de sus habitantes sufren algún grado de pobreza; deberán procurar la salud de los pacientes independientemente de las posibilidades de remuneración que tengan. Además, enfático, señaló que para ser buenos médicos es necesaria una verdadera vocación, la enseñanza de la medicina se ha expandido tanto que quienes pretendan adquirir conocimientos médicos no pueden conformarse con lo aprendido al asistir a clases, es necesario estudiar y leer largas horas para estar al día en los conocimientos, lo cual será así por toda su vida de médicos; por otra parte las destrezas y habilidades se han multiplicado tanto que los alumnos deben enfrentarse pronto a ejercicios clínicos con objeto de familiarizarse con las múltiples opciones de recursos que utiliza la medicina hoy. Para cerrar su participación, el doctor Rivero Serrano dijo a los futuros médicos que si aprovechan todo lo que ofrece la UNAM llegarán a ser los médicos que se necesitan; grandes conocedores, hábiles en las destrezas clínicas, solidarios con el sufrimiento de los enfermos y dispuestos a servir con el pensamiento de que todas sus acciones estén dedicadas a beneficiar. “Les deseo que lleguen a ser médicos sabios, hábiles y solidarios con el sufrimiento de sus semejantes”, concluyó. |
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