Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 agosto 2005
Facultad de Medicina UNAM

PRIMER CONGRESO NACIONAL UNIVERSITARIO DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA

Vocación Social y Servicio Académico

  • Un éxito académico y logístico

El comité organizador dirigido por la doctora María Elisa Celis y un equipo de siete coordinadores, llevó a cabo el evento con una Comisión Académica de 27 especialistas; la Comisión de Finanzas; la Comisión de Promoción y Difusión, conjuntado por 15 personas y la Comisión de Logística compuesto por 27 elementos que la integraron.

Durante tres días se realizó el programa en siete auditorios de la UNAM, la Facultad de Medicina aportó los auditorios “Dr. Raoul Fournier Villada”, “Dr. Fernando Ocaranza”, “Dr. Alberto Guevara Rojas”, “Dr. Ramón de la Fuente Muñiz” y el Aula Magna de Anatomía. Así como, el Auditorio “Javier Barros Sierra”, de la Facultad de Ingeniería y el Auditorio “Alfonso Caso”, de la Dirección General de Estudios de Posgrado. Se abordaron 23 temas generales, 112 mesas de trabajo, cuatro sesiones plenarias, tres conferencias magistrales, dos mesas redondas, una sesión de 20 carteles con cuatro temas generales y un evento cultural.

La doctora María Elisa Celis, directora general de Orientación y Servicios Educativos y coordinadora del Congreso, habló sobre la juventud y la problemática del sistema educativo nacional que enfrenta hoy, ante la oportunidad de los jóvenes y sus preocupaciones. Representa mejores alternativas de desarrollo y mejor empleo, así como una razón para ser considerados en el terreno de la movilidad social, al estar mejor capacitados y habilitados para encarar la competencia que se ha venido estableciendo a partir de la nueva composición geopolítica y económica en el mundo. El país tiene que preparar a sus nuevas generaciones, por tanto la orientación educativa adquiere un papel fundamental como proceso educativo, en las sociedades modernas con objeto de brindarles herramientas intelectuales que les permitan conocer, aprender y construir formas de vida satisfactorias a partir de sus potencialidades pedagógicas, psicológicas y socioeconómicas.

El ejercicio de la orientación educativa debe descansar en la formación de recursos humanos dotados de un gran sentido de responsabilidad y tolerancia, con una formación profesional que les permita la oportunidad de prepararse de manera integral e incorporarse a la vida productiva del país. Los organizadores, conscientes de que este Congreso vendrá a significarse por el impacto que tendrá no sólo en la revisión de la situación que guarda la orientación educativa en el ámbito nacional, sino en la definición de políticas y estrategias para afrontar los cambios y los nuevos retos que la sociedad plantea, ha diseñado un Programa de Actividades Académicas, con la participación de expertos y especialistas en diversos campos y disciplinas de prestigio en el ámbito nacional, así como de instituciones y especialistas en la materia, que nos permitirá intercambiar experiencias, y aprender a mejorar los programas y servicios que se ofrecen a los estudiantes.

La doctora Celis agradeció a todo el personal de la Dirección General de Orientación y Servicios Educativos, en especial al personal académico que generosamente colaboró desde hace más de un año en la organización de este Congreso e hizo votos para alcanzar el objetivo planteado en beneficio de los estudiantes y de las instituciones: “Sean todos bienvenidos y gracias por su asistencia.”

Por su parte, el maestro José Antonio Vela Capdevila, secretario de Servicios a la Comunidad UNAM, realizó el protocolo inaugural. “Siendo las 9:55 horas del día 29 de junio de 2005, declaro formalmente inaugurado este Primer Congreso Nacional Universitario de Orientación Educativa, deseándoles a ustedes el mayor de los éxitos, muchas felicidades y no me resta más que agradecerles su presencia...”

Conferencia magistral
“CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE...”

El polémico avance de la “globalización” se manifiesta ante una generación que ha vivido en un marco económico, político y social, donde el desempleo, la agudización de la pobreza y la inadecuada distribución de la riqueza son los indicadores “duros” que ubican a los jóvenes universitarios en una educación de cambios profundos.

Los universitarios que se inscriben hoy estarán egresando en 2012, cuando la población tenga una cifra escalofriante de más 2 mil millones de habitantes en el mundo, los nuevos profesionales tendrán que resolver e investigar el problema derivado de la pobreza extrema y la escasez del agua. La pregunta es sí México necesitará más médicos, psicólogos, sociólogos, tecnólogos o ingenieros que puedan generar soluciones en una sociedad con problemas distintos o una nueva generación de profesionales con interés por la cultura democrática global. Así pues, la orientación educativa debe encarar otra formación hacia la seguridad alimentaria, la ciudadanía y la gobernabilidad, las políticas públicas, la geonómica, la innovación educativa, la generación y el uso de energía, así como la educación: ambiental, para la democracia, dirigida hacia la solidaridad, para la paz, para la igualdad y la cívica.

Lo anterior lo afirmó la doctora Alma Herrera Márquez, quien dictó la conferencia magistral “La movilidad estudiantil y tendencias de la educación superior”, manifestó su preocupación por el perfil de valores que los jóvenes universitarios manifiestan en el presente y que en el futuro tendrán que afrontar nuestro destino.

Con una amplia semblanza curricular en la cátedra universitaria y académica, perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores nivel I, corresponsable de la cátedra UNESCO La Universidad y la Integración Regional y de la Comisión Académica de la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe, la doctora Herrera inició el ciclo del Primer Congreso Nacional Universitario de Orientación Educativa, Vocación Social y Servicio Académico, dentro de un programa amplio de foros y mesas de trabajo, durante tres días en distintos auditorios de la UNAM.

La doctora Herrera también reflexionó sobre el papel del orientador educativo, “dado que en la mayoría de los casos, el primer contacto con los jóvenes que toman la decisión de trazar proyectos sobre equidad a largo alcance y los aportan a un proyecto universitario dentro de un entorno que, de acuerdo con los datos ‘duros’ del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática y de la Encuesta Nacional de la Juventud, indican que el mayor número de desempleados está precisamente entre los estudiantes universitarios”.

La pregunta es: ¿Quiénes son los jóvenes que tienen estudios universitarios en cualquier nivel?, para esto se realizó, una encuesta con el fin de obtener un perfil de valores entre 3 mil universitarios de tres universidades públicas y poder caracterizar el perfil y los rasgos culturales. Sin embargo, en 1990 se estudió algo parecido en la reflexión de la Asociación Mundial de Futuribles, con el criterio de que el mundo vive un proceso de “globalización” que avanza en “piloto automático”.

Tal encuesta arrojó los siguientes resultados: para los jóvenes de América Latina y el Caribe, lo más importante dentro de sus valores fueron la libertad, el empleo, el trabajo, el dinero, la posesión de bienes materiales y la religión, en contraste con los de América del Norte, donde en primer término están las posesiones materiales, los ingresos elevados, la libertad personal, la salud y el empleo; en tanto que en Europa occidental son: la paz, la igualdad social, la familia, el empleo, el trabajo y la tolerancia cultural, y para Europa del Oeste son: la libertad, el empleo, el trabajo, el dinero, la salud y la posesión de bienes materiales.

Así las cosas, en México los valores más significativos son: la familia, la salud, la educación, la libertad, el amor, el vivir y sobrevivir, el desarrollo personal, la paz, los valores morales, la vivienda y el vestido, en contraste con los valores menos importantes para estos jóvenes entre quienes se realizó la encuesta: la democracia, la protección al ambiente, la participación política, el nacionalismo, la seguridad social, la tolerancia cultural, la solidaridad y el respeto a la ley y el orden. Los jóvenes que participaron en el estudio nacieron, crecieron y han vivido y conformado una perspectiva de un mundo global; este grupo de jóvenes nacieron a fines de los años setentas y a principios de los ochentas, y los caracterizamos, agrega, como la primera generación de mexicanos globalizados, donde el carácter de internacionalización ocupa un lugar fundamental y que ha vivido en el marco de una crisis económica, de desempleo y de agudización de la pobreza.