Seminario Permanente sobre Medio Ambiente y Salud El tabaquismo pasivo y sus repercusiones en la salud M.
en C. Guadalupe Ponciano Rodríguez,
Los efectos del tabaco sobre el organismo se han descrito con amplitud, actualmente se considera como la principal causa prevenible de mortalidad a nivel mundial. Aunque existe gran cantidad de información sobre los efectos de esta adicción en la salud de los fumadores involuntarios o pasivos han sido motivo de controversia. El tabaquismo involuntario se define como la exposición de un individuo no fumador al humo de tabaco ambiental (HTA), que es la mezcla de humo de tabaco apical (el que atraviesa el filtro del cigarrillo), el humo de tabaco distal (que se genera en la colilla) y el humo que exhala el fumador. Se ha demostrado que el contenido de partículas, carcinógenos y nicotina es mayor en el humo de tabaco distal, lo que se refleja en la composición del HTA que se halla en la atmósfera de las habitaciones en las qu se encuentran uno o más fumadores. La primera etapa para definir el riesgo que tiene la población expuesta al HTA es la evaluación de las exposiciones a este agente mediante el estudio de diversos biomarcadores. Como marcadores de la exposición al humo de tabaco se han utilizado la nicotina, el tiocianato, el monóxido de carbono, aductos de DNA, y proteínas y cotinina, es el biomarcador más utilizado, ya que permite tener una determinación precisa de la exposición al HTA y puede medirse en diferentes fluidos corporales, como suero, saliva, lágrimas, orina, líquido amniótico, leche y semen. Mediante biomarcadores como los antes mencionados ha sido posible evaluar los efectos del tabaquismo pasivo; en el aparato respiratoio se observa que los adultos fumadores pasivos tienen una reducción de la función pulmonar y un mayor número de infecciones respiratorias. Los niños expuestos al HTA presentaron un mayor riesgo de desarrollar infecciones respiratorias del tracto inferior, como neumonías y bronquitis, también presentan una mayor prevalencia de síntomas respiratorios como tos, tos productiva, sibilancias y flema crónica. Se calcula, por ejemplo, que en Estados Unidos, de 150 mil a 3 mil casos de neumonía en niños menores de 18 meses son producidos por el tabaquismo pasivo. Asimismo, se ha observado que los niños asmáticos expuestos al tabaco presentan una exacerbación importante de su sintomatología y un mayor número de crisis. Por otra parte, la otitis media serosa es estadísticamente más frecuente en hijos de padres fumadores. El riesgo de desarrollar cáncer pulmonar en fumadores involuntarios es mayor que en los sujetos no expuestos al HTA; en estudios epidemiológicos de esposas de fumadores se ha encontrado también un incremento de cáncer cervicouterino y de mama, aunque en estos dos últimos tipos de neoplasias malignas existen resultados contradictorios. En niños expuestos al HTA se ha reportado una asociación consistente en varios estudios de cohortes y de casos y controles con leucemia linfoblástica aguda. Al igual que en el fumador activo, los efectos de tabaquismo pasivo son sistémicos y los podemos encontrar en diversos sitios del organismo. En el aparato reproductivo, por ejemplo, se han observado alteraciones de niveles hormonales, disminución de la fecundidad, incremento de abortos y mortalidad perinatal en fumadoras involuntarias; asimismo, se presenta una disminución de 30 a 200 grm. en el peso de los hijos de estas mujeres, así como una menor longitud corporal y circunferencia cefálica. Los infantes expuestos al humo de tabaco en su primer año de vida incrementan su riesgo de presentar el síndrome de muerte infantil súbita. En el sexo masculino, se ha encontrado una disminución en la mortalidad e incremento de alteraciones estructurales de los espermatozoides. Aunque el aspecto de las malformaciones congénitas relacionadas con la exposición del HTA continua siendo un tema de controversia, existen estudios que han demostrado una asociación con fisuras orales, defectos de cierre del tubo neural y cardiopatías congénitas. El tabaquismo pasivo también se ha asociado con un incremento en el riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria, a través de los mecanismos ya establecidos para fumadores activos, como son: aterosclerosis (perfil de lípidos), trombosis (agregación plaquetaria), espasmo de las coronarias, arritmia cardíaca, alteraciones del endotelio arterial y venoso, reducción de la oxigenación sanguínea e incremento del fibrinógeno. En México se han hecho pocas investigaciones para evaluar la exposición al HTA mediante marcadores biológicos, en nuestro grupo de trabajo hemos realizado estudios en niños, con la cotinina urinaria como marcador de la exposición al humo de tabaco. En nuestro último trabajo comparamos la exposición al humo de tabaco en un grupo de niños (120) de 1° a 4° años de primaria contra la de un grupo de 91 niños asistentes a la consulta de la Unidad de Pediatía del Hospital General "Dr. Manuel Gea González", encontramos que los nivels de cotinina urinaria eran estadísticamente mayores en los niños del hospital y que esto se correlacionaba con síntomas respiratorios como tos crónica, sibilancias y flema. Concluimos que la exposición al HTA es muy frecuente en México, por esto es importante evaluar sus efectos en la salud de las poblaciones expuestas, especialmente en grupos susceptibles de habitantes de ciudades muy contaminadas como la de México. Asimismo, es necesario generar datos que fortalezcan las estrategias para la protección de los no fumadores tanto en el hogar como en sitios de trabajo y edificios públicos. Por otra parte, los médicos pediatras deben tomar en consideración la exposición al HTA en el niño como un factor de riesgo para padecimientos respiratorios y otras enfermedades mediante un interrogatorio minucioso al elaborar la historia clínica, y brindar el mejor consejo a los padres para dejar de fumar, al menos en contaco con el niño. También consideramos que se debe proporcionar más información sobre los riesgos del tabaquismo involuntario a la población en general y especialmente a padres de familia. Cada vez se acumulan más evidencias de los efectos adversos del tabaquismo involuntario; es entonces necesario proteger la salud de los no fumadors y evitar su exposición al humo de tabaco ambiental.
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