Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 abril 2005
Facultad de Medicina UNAM

Medicina genómica, conocimiento de enfermedades y bioterrorismo

  • Ántrax, peste bubónica y tularemia
Doctor Paul Keim

Como parte del Convenio de Colaboración entre el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) y el Traslational Genomics Research Institute de Phoenix Arizona, Estados Unidos, el doctor Paul Keim, director e investigador de la división de genómica de patógenos de esta última, impartió la conferencia magistral titulada “Aportaciones de la medicina genómica contra el bioterrorismo: ántrax, peste bubónica y tularemia”, organizada por el Inmegen y la Sociedad Mexicana de Medicina Genómica (Somegen) el pasado 29 de marzo.

La vinculación del Instituto con diversas instituciones públicas y privadas, nacionales e internacionales, que benefician a los estudiantes especializados en medicina genómica, permite alianzas que fortalecen día con día el trabajo en este campo. El doctor Gerardo Jiménez Sánchez, director general del mismo y presidente de la Sociedad, dio la bienvenida y expresó su agradecimiento a “una estrella de la investigación científica”; señaló asimismo que “es a quien recurre el Federal Bureau of Investigation (FBI) cuando hay ataques de bioterrorismo en el Senado, la Casa Blanca o cualquier sitio de los Estados Unidos. Realizó el diagnóstico del primer paciente infectado con ántrax en Florida hace algunos años, y es la autoridad en el mundo de la genómica de patógenos”. Además, reconoció que ha desarrollado una impresionante tecnología para identificar huellas digitales y genómicas de diferentes patógenos con asombrosa precisión.

El doctor Paul Keim, líder del grupo responsable de la identificación de microorganismos durante los ataques de bioterrorismo en Japón (1993) y Estados Unidos (2001), dijo que la medicina genómica es un arma muy poderosa que puede ser utilizada en el tratamiento de enfermedades, en especial las infecciosas, lo que permite establecer medidas específicas de detección y tratamiento que mejoren la salud de la población y disminuyan los costos de atención, ya que se pueden realizar ensayos y diagnósticos dirigidos a poblaciones y situaciones específicas.

Durante la conferencia realizada en la Academia Nacional de Medicina, el director de Genómica de Patógenos del Instituto TGen detalló la labor realizada por su grupo de trabajo y la forma en que los patógenos han sido utilizados como armas biológicas, y consideró al ántrax el patógeno bacteriano más importante, seguido por la peste. Afirmó que los dos se han detectado tanto en Estados Unidos como en México, particularmente a lo largo de la frontera. “Ambos patógenos son interesantes desde el punto de vista de salud pública, pero también potencialmente para el futuro, y en el caso de Estados Unidos para el pasado, como armas biológicas”. Debido a que los ataques bioterroristas tienen muy diversas formas y razones, manifestó que es necesario anticipar el patógeno y el método porque puede ser un importante avance, y para ello es fundamental establecer líneas de comunicación entre los científicos y el gobierno para actuar de manera oportuna.

Expresó que existen patógenos en hospitales (estafilococo dorado o Escherichia coli) que requieren análisis, incluso cuando no son formas de ataque, y se pueden aprovechar los esfuerzos en el campo de la genómica para identificarlos y estudiar sus efectos sobre la salud de la población debido a que pueden afectar a miles de personas en cualquier país.

Declaró que la genómica es un área de investigación fundamental, ya que “el análisis genómico establece los cimientos” de la investigación, y que lo fundamental es tomar las secuencias genómicas y convertir la información en conocimiento aplicable que tenga efecto en la salud pública; para ello consideró importante entender a los patógenos, poblaciones y estructura de las mismas.

El doctor Keim, quien junto con otros investigadores del Instituto TGen colabora como profesor del Curso de Posgrado titulado Aplicación Genómica en Pediatría que imparte el Inmegen y que es el primero en su género en América Latina, precisó que un principio fundamental es saber sí se trata de un brote natural, un brote causado por algún tipo de actividad delictiva asociada con bioterrorismo o un delito común que pudiera ser perpetrado por algún miembro de la sociedad. Entender la estructura poblacional ayuda a diferenciar los tipos de posibilidades con un análisis diagnóstico para reconocer las variantes en el genoma, y mencionó que la primera es el “número de repeticiones de tandems, que se utilizan para la genotipificación, determinación de huellas digitales genómicas e identificación forense y criminal, secuencias repetitivas que mutan y aumentan el número de repeticiones, o bien disminuyen mediante un proceso mutacional que puede ocurrir rápidamente y dar información de poblaciones muy jóvenes”, y la segunda son las repeticiones de un solo nucleótido que son puntuales y ocurren a un ritmo lento.

Explicó que el ántrax crece dentro de algunos animales como una bacteria vegetativa y cuando regresa al ambiente forma esporas que son la parte más importante del patógeno y de la ecología. Para los aspectos de bioterrorismo de patógenos, el ántrax se convierte en una importante arma biológica, ya que permanece viable por décadas y cuando se inhala ocasiona la enfermedad y se dispersa en todo el mundo: “Se requiere trabajo adicional sobre la ecología de las esporas para saber si la longevidad está correlacionada con la capacidad para dispersarse”. Añadió que la peste es una enfermedad que causa epidemias y ataca a poblaciones, afortunadamente ya no constituye un problema a nivel mundial gracias a la intervención de los antibióticos.

“El análisis genómico es extremadamente poderoso y cambia muy rápido, es una herramienta que se puede utilizar para desarrollar ensayos diagnósticos aplicables que incluyen la teoría de estudio de las poblaciones, y después se debe tener la capacidad para interpretar significativamente esta información. La genómica es la plataforma, pero se requieren muchos más pasos para traducir esta información en un producto útil para la sociedad.” Resaltó que los especialistas deben interactuar diariamente con los epidemiólogos para beneficiar la salud en todo el mundo y que se establezca comunicación.

Durante la conferencia resaltó que existen otros patógenos mucho más importantes que se han presentado en hospitales y que también pueden matar a muchas personas.

Para concluir, el doctor Jiménez Sánchez enfatizó que las aplicaciones de la genómica tradicional de estudio de patógenos están fuera del ámbito del bioterrorismo, y que al Inmegen le interesa establecer relaciones que permitan utilizar herramientas para identificar huellas genómicas y aplicarlas en las enfermedades nosocomiales, pediatría e infecciones en la población adulta. Este tipo de tecnología reconoce rápido y en forma específica bacterias que afectan a muchos pacientes en nuestro país, pero la importancia fundamental es identificar bacterias en cultivos importados de diferentes partes del mundo, “... de tal forma que esta tecnología va mucho más allá de la identificación de patógenos en bioterrorismo que sin duda es una de las aportaciones más importantes del doctor Keim, pero la parte que estudiamos desarrollar conjuntamente es la aplicada a la clínica y a la salud pública, que es un área de trabajo del Inmegen.”

De igual forma, el titular informó que el Instituto ha fortalecido la vinculación con la licenciatura en ciencias genómicas impartida por la UNAM, donde se ocupa de la docencia en el área de medicina genómica y que pretende la formación de recursos humanos bien capacitados.