LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO (UNAM)
PIONERA EN AMÉRICA LATINA Y LÍDER REGIONAL EN LA FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS PARA LA SALUD

La historia de la Facultad de Medicina se inicia en el siglo XVI, cuando el emperador de Alemania Carlos V (Carlos I de España) expidió una orden real para crear la Real y Pontificia Universidad de México el 20 de septiembre de 1551.

El primer diploma médico de México fue otorgado el 10 de agosto de 1553, el cual fue originalmente expedido por la Universidad de Lérida en España a Juan Blanco de Alcázar.

En 1528 entró en funciones el primer protomédico de la Nueva España (Juan López), a quien se le encargó velar por el buen ejercicio y enseñanza de la medicina y de las otras artes y profesiones afines, así como vigilar todo aquello que estaba en conexión con la higiene y la salubridad pública.

El 21 de junio de 1578 se aprobó la primera Cátedra de Medicina (Cátedra Prima) y dicha cátedra, en la Real y Pontificia Universidad de México, fue inaugurada el 7 de enero de 1579, siendo la más antigua en el continente americano. Al abrirse la segunda cátedra (Vísperas de Medicina) en 1599, se planteó un programa paralelo que era en su naturaleza más apegado a la tradición del galeno-hipocratismo-renacentista, el de la Cátedra Prima.

En 1621 se agregaron dos cátedras más: la de Anatomía y Cirugía, dictadas en latín para médicos y en castellano para cirujanos así como la de Methodo Medendi.  La única cátedra agregada a las anteriores durante el resto del siglo XVII y todo el XVIII fue la de Astrología y Matemáticas, creada en la Facultad de Medicina en 1638. A mediados del mismo siglo se impuso un modelo teórico-práctico que incluyó la disección en cadáver.

A partir de 1646 se constituyó el Real Protomedicato como tribunal que ejercía varias funciones: decidir cuáles eran los libros de texto, tener la potestad de imponer castigos y examinar a los que querían ejercer la medicina, la farmacia, la obstetricia y la flebotomía; a los que aprobaban el “juicio final“ les expedían una licencia con la que tenían la potestad de atender pacientes en la calle y podían ejercer la práctica médica remunerada. En suma, este tribunal cuidaba del buen ejercicio de las artes profesionales de médicos, cirujanos, parteros, hernistas, oculistas, algebristas, flebotomianos, farmacéuticos y droguistas.

En 1768, utilizando los espacios, enfermos y cadáveres del Hospital de Naturales, se creó la Real Escuela de Cirugía y el Anfiteatro Anatómico o Cátedra de Anatomía Práctica, donde se impartieron clases de anatomía descriptiva, fisiología y clínica quirúrgica.

Poco antes del fin del régimen colonial en 1805, se fundó la última e importante cátedra: la de Clínica, encomendada a su promotor el doctor Luis Montaña, figura de primer orden en la historia de la medicina mexicana.

En 1821 la Real y Pontificia Universidad de México se convirtió en Nacional.  La reforma de la educación que implementó Valentín Gómez Farías en 1833, con seis Establecimientos de Ciencias, unió los estudios médicos y quirúrgicos. Con la creación de Ciencias Médica el 23 de octubre de 1833 se empieza a escribir la historia moderna de la Facultad de Medicina.

A un año de su creación, el Establecimiento de Ciencias Médicas fue incorporado como Escuela de Medicina a la Universidad reinstalada por el entonces Presidente de México, general Antonio López de Santa Anna (1794-1876). La escuela inició un peregrinaje a través de diferentes  locales y esquemas administrativos siendo, sucesivamente, Colegio de Medicina, Escuela de Medicina del Distrito Federal y, como Escuela Nacional de Medicina, a partir de 1842, fecha en que de manera definitiva se instala en el antiguo Palacio de la Inquisición.

Paulatinamente se incorporaron nuevas áreas de conocimiento y las primeras especialidades. La histología apareció en 1882; la bacteriología y la anatomía patológica en 1888; en este mismo año se abrieron por primera vez cursos de perfeccionamiento en enfermedades mentales, dermatología y oftalmología. El Hospital de San Andrés fue instalado en 1779, y en 1905, enfermos, médicos y demás personal se trasladaron al nuevo Hospital General. Las radicales modificaciones del Hospital Juárez por esa misma época y la inauguración del Manicomio General en 1910 ofrecieron a esta Escuela campos clínicos modernos y bien equipados que permitieron la excelencia en la enseñanza clínica.

De la Escuela Nacional de Medicina surgen, desde 1903, los estudios formales de odontología que fraguarían en la Escuela y Facultad de Odontología y, a partir de 1911, se imparte la carrera de enfermería, de cuyo cuerpo docente surgiría, más adelante, la Escuela de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La misma Escuela Nacional de Medicina implantó diversas modalidades educativas que habrían de perdurar a lo largo de los años. Gracias a ellas, el Hospital de San Andrés primero y, después, el Hospital General de México se convirtieron en hospitales-escuela con el compromiso compartido con el Estado de facilitar sus instalaciones sanitarias para que sirvieran de campos clínicos y darles a sus médicos adscritos la categoría de profesores universitarios. Esta visión estratégica se convirtió en modelo de educación pública seguido por casi todas las escuelas de medicina del país y, con ello, el sector salud y el sector educativo iniciaron alianzas que los han fortalecido mutuamente y que han permanecido hasta nuestros días.

El Plan de Estudios de 1906 marca la directriz para incorporar el nuevo conocimiento médico biológico y darle un peso específico a la práctica clínica.

En el Plan de Estudios publicado en 1915 se hicieron modificaciones significativas: la duración de la carrera pasó de cinco a seis años, este último como internado hospitalario.

En 1929 se obtuvo la autonomía, conocida actualmente como Universidad Nacional Autónoma de México. En el mismo periodo se confirió una dirección diferente y novedosa a la filosofía educativa. Se rescató la fisiología experimental y su importancia en la formación del espíritu científico del médico y se dio prioridad a las prácticas de laboratorio. Quedaba claro desde ese momento que el desarrollo de una cultura biológica profunda con la aplicación del método científico era un imperativo en la formación del médico.

En 1933 la Escuela Nacional de Medicina tomó temporalmente el nombre de Facultad de Ciencias Médicas y abarcó las Escuelas de Odontología, Enfermería y Obstetricia. En cuanto al Plan de Estudios, se hizo efectivo el año de internado en hospitales y en 1936 un semestre de servicio social en áreas rurales, carentes de atención médica.

En 1951 se propuso y se aprobó la creación de un Departamento de Estudios para Posgraduados en Medicina. En la misma época, se tomó la decisión de construir el edificio de la entonces Escuela Nacional de Medicina en los terrenos de la ahora Ciudad Universitaria y en 1956 fueron inaugurados los cursos de medicina con un nuevo Plan de Estudios.

En 1960, al existir cursos de posgrado, con la aprobación del H. Consejo Universitario, Escuela Nacional de Medicina se convirtió en Facultad de Medicina.

En los años noventa, fue aprobado el Plan Único de Estudios de la carrera de médico cirujano y posteriormente el Plan Único de Especialidades Médicas y la incorporación de la Licenciatura en Investigación Biomédica Básica. Y el 7 de octubre de 2009, el H. Consejo Técnico aprobó las modificaciones al plan de estudios que fue implementado en el 2010.

Otras acciones importantes que ha realizado la Facultad son:

  1. Plan de Estudios Combinados en Medicina (PECEM) (2011) que expide el Diploma de Médico Cirujano con el grado de Doctor en Medicina
  2. Licenciatura en Fisioterapia (2011)
  3. Licenciatura en Ciencia Forense (2012)
  4. Proyecto de Licenciatura en Neurociencias (Pendiente)