Regresa
Existe
un aprendizaje semioculto y un tanto inconsciente al que todos estamos
sujetos. Es un aprendizaje por observación, copia, aceptación
y modificación. De alguna forma modula muchas de nuestras
conductas y actitudes hacia la vida. Este es el aprendizaje social.
Todos
conocemos de hijos que hablan igual que sus padres, que tienen las
mismas expresiones, que mueven sus manos en forma parecida y que
se comportan en forma similar. Vieron a sus padres hacerlo, encontraron
en ello aceptación y reproducen esas maneras en ellos mismos,
claro esta, con sus variantes. Pero de alguna forma actitudes y
conductas entre padres e hijos se parecen, y a veces, mucho. Estas
formas de comportamiento no son el producto de una carga genética
o temperamental, son simplemente el producto de un aprendizaje familiar.
Del
ambiente en que nos desenvolvemos copiamos valores, actitudes y
conductas. No tengas malas amistades, nos dijeron siempre
nuestros padres, temiendo que tomáramos valores distintos
a los exhibidos familiarmente. Al paso del tiempo aprendemos a comportarnos
de acuerdo a nuestras conveniencias y al hacerlo, reproducimos y
modificamos de nuestras conductas y actitudes. El medio social que
nos rodea refuerza algunas de estas mientras que rechaza otras y
de esta manera vamos cambiando y ajustando nuestro comportamiento.
Hacia
los 20 años de edad un estudiante de medicina ingresa al
ambiente hospitalario. Ingresa en un momento de su vida en donde
se es un adolescente maduro o, si se quiere, un adulto inmaduro.
Ingresa a una nueva escuela de la vida que por sus características
esta cargada de emociones. Ahí, en la vida hospitalaria,
ese adulto inmaduro se ha de desarrollar primero, como estudiante,
posteriormente como interno, y finalmente como residente.
Durante
casi una década, desde su ingreso hasta su incorporación
al mercado laboral, la vida hospitalaria dejará en ese médico
un aprendizaje social que será determinante en su vida. Aprenderá
valores, conductas y actitudes que determinarán su vida profesional.
Este es el currículo oculto de la carrera de Medicina y de
las especialidades médicas y es el propósito de este
capítulo el exponerlo como parte integral de la educación
médica.
El aprendizaje social.
La
teoría del aprendizaje social fue desarrollada por Bandura
en 1986 (Referencia 1 y 2) Para él, nuestro comportamiento
es el producto de tres grandes fuerzas que interactúan casi
en iguales circunstancias:
- Las
personales, en donde se incluyen el conocimiento que tenemos de
las cosas, las emociones y el temperamento.
- Los
factores ambientales, que engloban ; las conductas y consejos
de la gente a nuestro a nuestro alrededor, los factores institucionales,
profesionales o físicos que estimulan o impiden ciertas
acciones y;
- Los
conocimientos previamente aprendidos.
El
Aprendizaje Social |
Conocimientos
previamente adquiridos |
Factores
personales e influencias ambientales |
Conductas
personales |
Hacer
una gráfica distinta
Por
efecto de estas tres fuerzas tenemos una cierta conducta social
siempre sujeta a nuevas influencias externas, particularmente durante
el proceso de maduración. De acuerdo a la propia teoría
del aprendizaje social este se va modificando por:
- Lo
que el individuo cree que va a resultar de sus acciones. es decir
la expectación que uno tiene del comportamiento que asume
- La confianza
que cada individuo tiene de lograr los objetivos a través
de ciertas actitudes y conductas , y:
- La aceptación
o rechazo que resulta del comportamiento asumido ( reforzamiento)
El
Aprendizaje Social |
Conocimientos
previamente adquiridos |
Factores
personales e influencias ambientales |
Conductas
personales |
|
Expectación
personal, Confianza y autoestima , aceptación social
y reforzamiento |
Hacer
una gráfica distinta. Mas dinámica
De
acuerdo a la propia teoría de aprendizaje social, un factor
muy importante en la modulación de conductas ( por las influencias
ambientales y el constante reforzamiento ante las conductas adoptadas)
Es el aprendizaje observacional esto es el aprendizaje de
que hacer , como hacerlo y que esperar de las acciones hechas, por
lo que hacen y han hecho otros y lo que obtienen por las acciones
y conductas efectuadas por ellos . Ha esto se le ha denominado la
conducta modelo o Rol model (Referencia 3)
El
aprendizaje observacional.
Mucho
del aprendizaje social y de las modificaciones que eventualmente
hacemos de el, lo hacemos observando lo que otros hacen y obtienen
de sus acciones. Estas observaciones hechas en forma inconsciente
las incorporamos en nuestra memoria visual, las almacenamos, las
modificamos de acuerdo a nuestras propias experiencias, las practicamos
y si son reforzadas con aceptación, las refinamos y las actuamos
para modelar conductas de otros. (ref. 4)
El
aprendizaje observacional sucede constantemente en el modelo de
educación que se practica en medicina. El estudiante aprende
modelos del interno y este a su vez de los residentes y ellos de
los médicos adscritos o del jefe del curso correspondiente.
El aprendizaje observacional es una práctica constante y
cíclica: somos lo que nos enseñaron ser. Fuimos modificándonos
de acuerdo a nuestros éxitos y fracasos y así enseñamos
a otros. Este ciclo de enseñanza – aprendizaje no solo
existe para la adquisición de conocimientos y destrezas sino
para todo el modelo educacional que se espera adquiera un médico
o un especialista.
El
modelo educacional del médico o el especialista en formación.
Existen
un sinnúmero de modelos educacionales pero todos ellos tienen
en común, independientemente del modelo de que se trate,
el formar un profesionista de múltiples capacidades, entre
las que sobresalen:
-
La capacidad clínica y en destrezas
- El
desarrollo profesional continúo y una socialización
positiva al medio que lo rodea y
- Su
desarrollo como educador potencial.
Si
se observan detenidamente estos tres objetivos se apreciará
que para lograr estas metas el currículo de los planes de
estudio rara vez contempla este tipo de formación integral.
Sin embargo, a lo largo de los años hemos producido una gran
cantidad de médicos, que sin expresamente instruirlos en
desarrollo profesional, socialización, liderazgo o educación,
si han cumplido a satisfacción los objetivos que se esperaba
de ellos. Sin duda, muchas de las funciones enunciadas son parte
del currículo oculto de la formación de los médicos
y que adoptamos y aprendemos en forma observacional.
No
cabe duda de que para ser un médico eficiente, hay que tener
conocimientos abundantes; habilidades clínicas y de diagnóstico;
destrezas en procedimientos; actualización continua etc.
Pero también, para conseguir lo anterior, se requiere tener
una organización intelectual y del tiempo empleado, liderazgo
en el grupo y habilidades de comunicación hacia los pacientes,
los familiares y hacia el resto del personal de salud. Todo lo último
no se enseña en ningún lado, lo aprendemos y reproducimos
por aprendizaje social médico, observando como lo hacen otros
y adoptándolo y reproduciéndolo como parte de nuestro
comportamiento profesional y social.
Lo
mismo sucede con la actitud que se asuma hacia la educación.
El comportamiento que desarrollemos como educadores hacia nuestros
educandos, independientemente del nivel jerárquico que ocupen,
modulará sus conductas hacia ella y la intentarán
reproducir hacia generaciones futuras. (6, 7, 8, 9, 10,11)
La enseñanza y el aprendizaje del papel modulador de la conducta.
No
existe un solo responsable de modelar todas aquellas conductas y
actitudes no establecidas dentro del currículo de la carrera
o de una especialidad y que son en gran la determinante del desarrollo,
social, profesional y educacional del médico o del especialista
en formación. Todos lo involucrados en el proceso de enseñanza,
son de alguna forma, responsables de ello.
Como
atendemos un paciente, como nos relacionamos con los familiares
o con nuestros compañeros de trabajo y con las autoridades
, o con nuestros residentes y estudiantes son constantemente modelos
potenciales a seguir.. De una u otra forma existe en cada educador
un modelo a ser imitado o rechazado por quienes dependen educativamente
de nosotros.
Sin
duda, la cabeza del equipo de salud hospitalario o el responsable
final de la atención de los pacientes y de la formación
de los médicos es quien tiene la mayor responsabilidad en
modular el papel del este aprendizaje, pero es imposible, para alguien,
poder vigilar y supervisar el papel, que como ejemplo de conductas
tiene cada uno de los integrantes del equipo de salud. Por lo que
es importante entender este proceso y procurar crear, en todos los
actores de la atención, médica modelos a seguir que
permitan constantemente mejorar los procesos educativos y profesionales
en la actividad cotidiana del servicio asistencial-educativo.
Casi
todos nosotros conocemos el ejemplo de un hospital, servicio o departamento
de especialidad o algún grupo médico, que fue de gran
importancia científica y un gran centro formador de recursos
humanos para la salud y que dejó de serlo a pesar de tener
los recursos materiales para continuar siéndolo. Lo que le
sucedió es que se perdieron, de alguna forma, los ejemplos
de modelos a seguir, con ello se deterioró la práctica
de la medicina y en consecuencia la enseñanza que en esa
unidad médica se prestaba. Factores para explicar estos círculos
viciosos hay muchos; exceso de carga de trabajo, insatisfacción
salarial, imposiciones autoritarias etcétera. Pero a fin
de cuentas, al margen de esos factores externos, lo que ese hospital
o ese grupo médico perdieron fue el papel modulador de conductas.
No
puede dejarse de enfatizar la importancia del Rol modeling
en la educación y en el desarrollo profesional de los médicos
pues muchas de las expectativas que se desean en la formación
de un profesional de la medicina se fundamentan en este tipo de
aprendizaje. . Esta demostrado que esta modulación ocurre
desde la carrera de Medicina y que los estudiantes se ven fuertemente
influenciados al escoger una especialidad por el papel modulador
que tuvo sobre ellos un determinado profesor ( Ref , 12 , 13 14,
15,16, 17, 18 , 19,20 ), Lo es también en las actitudes y
conductas hacia el trabajo, en el desarrollo profesional y en los
valores éticos adquiridos ( (4,21 , 22, 23) , Así
como en las actitudes y destrezas en la educación y en la
reproducción de educadores médicos.(6, 24,25,26).
A
pesar de la gran importancia que tiene el modelo a seguir en la
formación de profesionistas de la salud, la gran dificultad
se presenta en la caracterización de estos personajes y en
encontrar cuales son las cualidades que debe tener este tipo de
educadores para fortalecer todo el proceso relacionado a la atención
médica, al desarrollo profesional y a la educación.
Para el efecto se han encuestado estudiantes ( 15), residentes(16
) y médicos adscritos ( 27 )en los distintos hospitales escuela
en una búsqueda de los atributos personales que debe de tener
el modulador. Los resultados, como era de esperarse, son disímbolos
y no totalmente concluyentes: Los residentes y estudiantes identifican
los atributos que debe de tener un excelente modulador de conductas
se refieren en gran medida a las cualidades personales del educador
y las relacionan a: su sentido humanitario y compasión por
el enfermo, a su integridad profesional, a su sentido del humor,
a sus habilidades y destrezas clínicas, a sus habilidades
de comunicación con los pacientes y sus familiares y a su
capacidad de explicar temas difíciles de forma coloquial
y sencilla ( 16,28,4,15), atributos que no siempre son considerados
por sus pares . Wright ( 27 ) en un estudio de casos control investigó
lo que otros miembros del equipo de salud piensan de sus pares como
excelentes moduladores de conductas y entre los atributos que identificaron
los propios responsables de la formación de médicos
y especialistas eran: Dedicar mas tiempo a la enseñanza que
el promedio de los médicos que trabajaban en el hospital;
haber sido jefes de residentes o tener alguna formación en
enseñanza médica; tener una actitud positiva hacia
la enseñanza ;una buena relación hacia sus compañeros
de trabajo y socializar , fuera de las actividades hospitalarias,
con sus compañeros de trabajo y residentes a su cargo.
Como
se observa la caracterización del personaje es difícil
de definir y tal vez se traduzca simplemente a entender la responsabilidad
que cada miembro del equipo de salud tiene en este sentido. Sin
duda para un servicio hospitalario y sobre todo, si es responsable
de formar recursos humanos para la salud, sería muy importante
contar con médicos que sirvan de moduladores de conductas
y obviamente, entre más existiesen: mejor. (28). Sin embargo,
desde el punto de vista laboral, aunque se tenga la intención
de contar con ellos, las políticas institucionales para conservarlos
o contratarlos no se encuentran bien establecidas (29)
Como
ser un modelo a seguir.
No
existe una definición clara de lo que debe de ser un modelo
a seguir y con toda seguridad, nuestro aprendizaje social, hace
que cada uno de nosotros identifique un modelo en particular. Sin
embargo, de los resultados de los diferentes estudios, puede uno
desprender que todas estas cualidades que se atribuyen a los moduladores
de conductas, son finalmente actitudes que pueden ser cambiadas
y conscientemente orientadas a conseguirlo. Por lo que el asumir
con responsabilidad este papel, en cualquier nivel, es responsabilidad
de todos los miembros del equipo de salud.
La
medicina la ejercen seres humanos, llenos de errores y defectos
y la intención de un capítulo como éste no
es el brindar una serie de consejos moralistas y ejemplificadores.
Pero si, el subrayar el papel que el médico juega en el aprendizaje
de una serie de conductas, que por observación, modularán
el desarrollo profesional de los médicos de menor jerarquía
en el escalafón hospitalario. Para el efecto algunas recomendaciones
se deben tener presentes:
-
Se debe estar consciente del papel que el médico juega
como un ejemplo a seguir entre quienes los observan y asimilan
sus actitudes y conductas. De ellas, dependerán el desarrollo
profesional del educando y su futura actitud hacia la educación
médica.
- El Interno
o residente de menor jerarquía es un ser en proceso de
maduración profesional y social. Aprenderá actitudes
negativas particularmente si es reforzado en ellas.
- Este atento
a las desviaciones conductuales de los médicos a su cargo,
corríjalas cuando las observe. En la medida de sus posibilidades,
sirva de ejemplo.
- Asuma una
actitud positiva al practicar la medicina y al enseñar.
Inicie un ciclo virtuoso. Recuerde que esta siendo observado y
asimilado.
- Procure
tratar correctamente al personal de salud lleve una relación
amistosa o respetuosa (según sea el caso) hacia sus compañeros
de trabajo y autoridades. Sus actitudes hacia ellos serán
reproducidas en un futuro por sus estudiantes.
- Procure
mantener una posición ética e independiente en sus
juicios. Hará mejores médicos entre quienes lo observan.
- Sea respetuoso
y amable hacia los pacientes, enseñe los derechos de los
pacientes en la práctica cotidiana. Corrija inmediatamente
desviaciones que en este sentido ocurran entre los residentes
o internos a su cargo.
- Mantenga
disciplina laboral y liderazgo en su ámbito de acción.
El orden es necesario para una buena enseñanza de la medicina
y práctica profesional.
- Cree la
expectación entre los residentes e internos a su cargo
de un desarrollo profesional y educativo de excelencia. Genere
orgullo institucional.
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