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La
estructura de la medicina actual es sin duda más sólida
de lo que era apenas hace cincuenta años. Esta solidez se
debe al gran incremento en los conocimientos de diversas materias
básicas que han trascendido en un mejor conocimiento aplicado
a la clínica.(2)
El
conocimiento de vacunas eficaces ha permitido la prevención
de enfermedades infantiles que ocasionaban mortalidad; ésta
ha disminuido considerablemente gracias al programa de vacunación
universal en niños.(1) En la actualidad se conocen mecanismos
para prevenir enfermedades graves. El cáncer de pulmón
se previene por programas de abandono del tabaquismo, las enfermedades
vasculares obstructivas por una mejor dieta, medicamentos hipocolesterolemiantes
y anticoagulación preventiva. Son estos dos ejemplos claros
de cómo el avance en el conocimiento permite ahora la prevención
de enfermedades graves. (8)
Los
diagnósticos son mas oportunos y precisos y el tratamiento
ha logrado la curación de padecimientos antes considerados
incurables. Muchas infecciones pueden controlarse. La tuberculosis
pulmonar se cura con medicamentos. La mortalidad por neumonías
ha decrecido. La úlcera péptica se cura con antibióticos
y medicamentos que controlan la acidez. Se trata con éxito
la hipertensión arterial y la diabetes. Estos son solo ejemplos
de lo mucho que se ha progresado.
El
promedio de vida ha aumentado de 50 a 75 años en unas cuantas
décadas, y 24 de estos años se deben principalmente
a medidas de prevención.
Los
métodos de exploración permiten por medio de endoscopios
flexibles estudiar directamente los tejidos del aparato respiratorio,
de las vías urinarias y del sistema digestivo desde la boca
hasta su porción terminal. Por medio de estudios de imagenología
se puede conocer la estructura y función del cuerpo humano
tal y como si se realizara una disección de la zona estudiada.
Por medio de catéteres se puede conocer la permeabilidad
de los vasos coronarios.
El
tratamiento quirúrgico por medio de endoscopía permite
extirpar una vesícula biliar o un útero, con dos incisiones
de un cm. en el abdomen y tener el paciente una recuperación
mas rápida y con menores molestias. Por medio de un catéter
se puede destapar una arteria coronaria y los tratamientos médicos
son sin duda más efectivos. (7) De menos de 50 sustancias
realmente activas de mediados del siglo XX, ahora se conocen alrededor
de mil sustancias activas de posible uso terapéutico.
La
estructura de la medicina de hoy permite prevenir y tratar enfermedades
y prolongar una vida sana mucho mejor de lo que lograba la medicina
de hace un siglo.
La
estructura de la medicina en México esta al parejo de las
mejores medicinas del mundo en lo que se refiere a conocimientos,
aplicación de recursos tecnológicos, prevención
de enfermedades, curación de ellas sin dañar y alargamiento
de la vida. Solo que esto lo ha logrado solo en un estrato económico
social, que desgraciadamente no es el mayoritario de la población
del país. (6)
Para
analizar porque la estructura de la medicina en México no
es igualitaria conviene analizar la estructura de nuestra medicina
en lo que se refiere a la formación de médicos y a
los diversos sistemas de salud que existen en el país. Conviene
analizar como se ha desarrollado nuestra medicina en un mundo globalizado
y analizar si existe realmente una Política de Salud que
el Estado haya impuesto en México.
La
globalización que en general tiende a la privatización
de los servicios de salud y de la educación no parece una
política inteligente en un país en que más
del cincuenta por ciento de sus habitantes vive en condiciones de
pobreza. La implantación de una política de globalización
en México, o es producto de la ignorancia, o de compromisos
del Estado con grupos de poder trasnacionales. La ONU en 2004 ha
hecho ver la necesidad de una globalización inteligente,
adaptada a las condiciones sociales de cada país. (5)
La
atención de la salud es una de las principales seguridades
que el Estado debe proporcionar a sus habitantes. En el entendido
que la seguridad de los habitantes es la principal razón
de existir del Estado como tal. 6
Para
analizar cómo el Estado en México cumple con este
cometido debo analizar dos aspectos muy importantes para reconocer
si existe una verdadera política de Estado en lo que se refiere
a la atención de la salud. La estructura en la formación
de médicos y en la atención de la salud. (6)
Puesto
que la formación de médicos es vital
para proporcionar una adecuada atención de la salud, hay
dos problemas que se han venido arrastrando desde hace décadas
y que parecen señalar que no existe esta política
de Estado en la atención de la salud: (3)
1.-
Hay más de 80 escuelas de medicina y cerca de la tercera
parte de ellas no ha cumplido con el proceso de acreditación
que garantice el cumplimiento de requisitos mínimos necesarios.
Y estas escuelas siguen funcionando.
2.-
Anualmente egresan cerca de 12000 nuevos médicos. Siete mil
o mas de ellos van hacia ejercer una medicina general sólo
con la preparación obtenida en sus estudios de licenciatura.
No hay un programa efectivo de certificación periódica
de conocimientos, destrezas y aptitudes. Parecería indispensable
un mecanismo nacional para tener la seguridad de que se están
formando bien los nuevos médicos.
Además
todas las escuelas de medicina del país tratan de formar
un médico general y el Estado en sus diversas instancias
de servicio privilegia la contratación de médicos
especialistas. Inclusive la medicina familiar, otra especialidad,
cuenta con escasas perspectivas de trabajo. Esta evidente incongruencia
se explica por la clara indefinición de una política
en materia de salud que incluya y oriente la formación de
recursos humanos en el área.
En
lo que se refiere a la estructura de la atención
médica debe analizarse lo que ocurre en los servicios
públicos de atención a la salud y en lo referente
a la medicina privada.
En
la estructura de la atención a la salud de organismos
públicos lo que priva es la gran diversidad de ellos:
- El
Instituto Mexicano del Seguro Social
-
El Instituto de Servicios de Salud y Seguridad de los Trabajadores
del Estado.
-
Los Servicios de Salud de la Secretaría de Salud.
-
Los Servicios Médicos del Distrito Federal.
-
Los Servicios Médicos de los Estados.
-
La SEDENA
-
Los Servicios Médicos de la Armada
-
Los Servicios Médicos de los Empleados Bancarios.
-
El Seguro Médico Popular.
La
resultante de estos servicios es la diversa posibilidad de accesibilidad,
diversos tipos de satisfactores de prevención y tratamiento
y no ofrecen una calidad uniforme. Se requiere una política
que garantice la equidad y calidad de estos servicios. (10)
Una
política de Estado para la atención de la salud debería
ofrecer lo mismo en todos los organismos existentes. Ni siquiera
sería necesario que existiera un servicio único, si
todos ofrecieran la misma accesibilidad, los mismos recursos preventivos,
de diagnóstico y de tratamiento. Una política de Estado
congruente debería al menos ofrecer una medicina general
de calidad igual en todos los organismos, con médicos generales
certificados. (6)
La
medicina privada ofrece también una gran
diversidad. Es indiscutible que los adelantos de la medicina actual
se encuentran también en este sector. Solo que también
en él hay diferencias que definen su calidad.
Existen
centros médicos privados que funcionan con un nivel de calidad
derivado de magníficas instalaciones físicas, equipos
de la más alta y moderna tecnología. A nivel nacional
son éstos la minoría. Cuando se hace un recuento de
las camas disponibles de este nivel resulta que apenas son el 15%
de todas las camas existentes.
La
mayoría de las camas en el sector privado se encuentran en
sanatorios pequeños, sin la estructura física adecuada,
sin recursos modernos de tecnología médica y con muy
variable calidad de los recursos humanos (médicos y enfermeras)
para la atención de los enfermos.
La
estructura física, los recursos tecnológicos y el
personal de los centros privados de excelencia atienden a una mínima
parte de la población; aquella que tiene recursos para pagar
una atención costosa o para comprar un seguro de gastos médicos,
atenidos a que la aseguradora cumpla con el pago de los servicios
sin regateo.
En
los sitios de excelencia la organización de los servicios
no esta en manos de médicos, o al menos de médicos
con un criterio médico. Esta en manos de administradores
con un criterio de “productividad” propio de empresas
mercantiles.
La
organización de la mayoría de estos centros obedece
al concepto antiguo de “sanatorio”. No están
organizados como hospitales, con servicios definidos y responsables
de todo lo que sucede en su área. Los comités son
de membrete y no hay reporte de indicadores para conocer los resultados.
En estos sitios la investigación que se realiza cuando mucho
tiene que ver con el análisis de medicamentos promovido por
la industria farmacéutica. No hay un presupuesto definido
ni para investigación ni para educación.
La
certificación de especialistas en la práctica se ve
limitada, pues al no existir servicios definidos, la atención
de los enfermos se da indiscriminadamente por especialistas certificados
en otra área distinta del caso que atienden. (11)
Un
problema de la estructura actual de la medicina, y este es un problema
que existe en todo el mundo, pero en nuestro medio tiene características
especiales es la sobre-administración. Al privilegiar la
administración, se ha hecho crecer este segmento de la atención
invirtiendo en ella más recursos de los indispensables en
detrimento del dinero dedicado a la atención médica
propiamente dicha. (11)
Este
es un problema mundial, lo cual no disminuye la importancia de lo
que en nuestro medio sucede aunque tenga características
muy distintas. El hecho de que una sola administradora de servicios
de salud en Norteamérica, en un año tenga ganancias
de dos mil millones de dólares, refleja como el dinero invertido
en salud no se va hacia la atención médica sino a
la administración de la misma. Y esto que menciono sucede
en el mismo estado de la Unión Americana donde un estudio
muestra la posibilidad de una alta mortalidad en los sitios de atención
médica y señala que no se debe a las acciones de los
médicos sino al sistema de administración de la medicina.
De
esta situación tengo ejemplos muy evidentes derivados de
mi participación en Juntas de Gobierno. Cuando fui miembro
de la Junta de Gobierno del Hospital General de la SSA en la década
de los noventa, pude enterarme del despliegue administrativo y de
la gran cantidad de recursos destinados a ello para un hospital
de alrededor de mil camas; comparando esta situación con
la que viví en ese mismo hospital cuando fui subdirector
médico del mismo en la década de los sesenta, época
en que el hospital –antes del temblor de 1985- tenía
dos mil camas y bajo la dirección del Dr. Clemente Robles
funcionaba como en sus mejores épocas con un equipo administrativo
muy pequeño pero muy eficaz. Otra experiencia al respecto
fue cuando fungí como representante de la SSA en la Junta
de Gobierno de los Servicios Médicos del Distrito Federal
en la década de los noventa y pude enterarme de que el presupuesto
para ropa del personal de intendencia en el año era superior
al destinado para la compra de medicamentos. Cuando en ese órgano
de gobierno hice ver lo absurdo de la situación, me contestaron
que era imposible modificar la situación pues era una conquista
sindical.
La
sobre-administración es en el fondo lo que tiene en graves
problemas al IMSS y al ISSSTE. En el fondo, sus limitaciones económicas
derivan en último análisis de decisiones administrativas
que han hecho crecer este aparato, que además del problema
financiero que ocasionan producen la burocracia en los trámites
que sufren quienes se atienden en estas instituciones.
En
la medicina privada ocurre algo semejante. Al estar en manos de
administradores los grandes centros médicos privados, este
sector crecido no solo ha encarecido la atención de la salud
propiamente dicha sino que además le ha dado el carácter
comercial que estos grandes centros tienen, donde la “productividad”
del médico, entendida esta como su capacidad de proporcionar
ganancias al consorcio por recurrir mas a los servicios de apoyo
del mismo y su capacidad de internamiento se privilegia sin consideración
de la capacidad académica del médico.
En
el futuro, si se quiere que todos los habitantes del país
gocen por igual de los grandes beneficios que la medicina actual
puede ofrecer, será necesario hacer los ajustes necesarios
para que la estructura de nuestra medicina responda mejor a las
necesidades de la sociedad. La medicina de las próximas décadas
seguramente progresará aún mas.
De
los adelantos en el conocimiento y en los recursos tecnológicos
para la atención de la población, algunos se prevén
y otros van a surgir como de ciencia ficción. Para nuestro
medio los beneficios serán tanto más positivos en
cuanto que exista una estructura de nuestra medicina que permita
un acceso igualitario a los satisfactores de la misma.
Para
el futuro es necesario que existan cambios en la estructura que
garanticen:
El
funcionamiento sólo de las escuelas de medicina que demuestren
calidad.
La
uniformidad de accesibilidad, satisfactores y calidad de los servicios
ofrecidos por los diversos segmentos del Sector Salud.
Una
estructura de medicina privada que garantice al paciente calidad
uniforme a través de la organización de estructura
del hospital moderno.
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Durante Montiel Irene “La Otra Historia de la Educación
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Musgrove P. Judging health systems: reflections on WHO’s
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-
Rivero SO, Paredes SR, Durante MI. “El futuro de la medicina
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-
Rivero S.O., Tanimoto M., Paredes R. “Los médicos
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Gaceta Med Mex. Vol 139, No. 3, pag 291, mayo-junio 2003.
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