1. LA MEDICINA COMO UNA COMUNIDAD DEDICADA AL APRENDIZAJE
La medicina se ejerce en el marco de una comunidad dedicada
al aprendizaje, a la enseñanza y a la práctica clínica
continua, en donde todos los elementos encargados de la atención
del enfermo deben comunicarse entre sí para poder desarrollar
interrelaciones coherentes. El clínico como integrante
de esta comunidad destaca por la precisión con la que es
capaz de prever el curso de la enfermedad, sus peripecias y su
eventual desenlace, sea este favorable o desfavorable. En su primera
etapa formativa el medico va exponiéndose a información
y datos previamente desconocidos, fundamentalmente teóricos
que supone le serán posteriormente muy útiles cuando
pase a la etapa de la “aplicación practica de estos
conocimientos” podríamos decir que este proceso de
aprendizaje en el que se va formando el medico implica pasar de
un conocimiento tácito a un conocimiento practico. Independientemente
del sistema educativo en el que se forma, el medico va desarrollando
un método propio de organización en el que cada
vez mas tiene que ir aceptando su propia responsabilidad en su
proceso de aprendizaje que implica desarrollar autonomía
y preferencias educativas personales. Debe desarrollar la habilidad
de ser metódico, disciplinado, lógico, analítico,
curioso, creativo, motivado persistentemente, responsable, para
convertirse en un médico competente. Parte fundamental
del desarrollo del medico es la transición de la teoría
a la practica, es decir “al mundo real”, ¿Quién
le enseña eso? Indudablemente los maestros en la Facultad
son elemento muy importante, sin embargo al llegar a la practica
se ve confrontado con toma de decisiones que quizá ha escuchado
pero nunca ejecutado ¿Quién se lo enseña?
muchas veces, si no la mayoría, sus propios compañeros,
previamente expuestos al mismo proceso. Lejos esta en ocasiones
de saber que en ese momento en que se esta formando como medico,
también se esta convirtiendo en profesor, que esta aprendiendo
y a la vez enseñando, no en balde en varios de los juramentos
médicos, el medico se compromete no solo a atender a sus
pacientes sino a transmitir sus conocimientos, por eso es que
la medicina al cerrar el circulo se ejerce en el marco de una
comunidad dedicada al aprendizaje, a la enseñanza y a la
práctica clínica continua.
La enseñanza teórica , la adquisición de
conocimientos es finalmente un proceso que esta bien integrado
y que responde a distintas técnicas de aprendizaje que
cada escuela de medicina toma la decisión de poner en practica,
sin embargo el paso de lo teórico a lo practico es mas
difícil, empezando por definir que es la eficacia ; la
eficiencia teórica puede medirse mas fácilmente
a través de distintas modalidades de exámenes, pero
la practica incluye otros aspectos de mucho mas difícil
evaluación como son por ejemplo, comportamiento, observaciones
de otra gente, persuasión verbal, estado psicológico,
relación medico paciente, acciones todas ellas que nada
tienen que ver con la teoría . En este proceso de transición
de la teoría a la practica, el medico tiene no solo que
desarrollar la habilidad de autoeducarse, plantearse las preguntas
adecuadas, decidir críticamente como obtener la información
y algo muy privado que es evaluarse a si mismo en cuanto a su
conocimiento y habilidades para conocer de sus deficiencias y
tratar de corregirlas.
2. EL MEDICO RESIDENTE EN SU PAPEL DE PROFESOR
Hay mucha información disponible en la literatura
médica sobre el papel que los residentes médicos
tienen en la enseñanza de la medicina y como obtener el
máximo beneficio de este proceso (1-3). Varios estudios
evidencian que los médicos residentes a menudo son los
profesores primarios de los estudiantes de medicina e internos
o bien residentes de ingreso posterior al de ellos y en ocasiones
pasan hasta 20-25% de su tiempo en actividades de enseñanza
(4-5), algunas encuestas reportan que 2/3 de los residentes reportan
haber recibido mas del 40% de su enseñanza por compañeros
residentes (6) Parte de este currículum informal de aprendizaje
ocurre durante las noches y guardias de fin de semana cuando las
médicos de base no están presentes. En forma importante
estas actividades de enseñanza a menudo las llevan a cabo
sin ninguna instrucción formal a pesar de su papel crítico
como educadores. Estudios de distintas especialidades indican
que a pesar de las intensas presiones de tiempo, a los médicos
residentes en general les gusta enseñar y valoran su rol
como maestros, quizá una de las motivaciones para ello,
es que a través de este proceso mejoran sus conocimientos
clínicos, sus habilidades, su estima y desarrollan su propio
método de aprendizaje (7-8). Hay estudios que indican que
algunos de los médicos residentes quisieran incluso aumentar
su compromiso de enseñar, sin embargo no lo hacen por distintos
factores, como son precisamente la falta de tiempo, pero hay otras
razones como son la poca confianza en sus habilidades para enseñar,
la falta de conocimientos clínicos y el insuficiente entrenamiento
en técnicas de enseñanza (9). Hay que comprender
las dificultades en supervisar y educar a los estudiantes de medicina,
internos u otros residentes en momentos en que el médico
residente per se tiene que aprender y además atender enfermos
en ocasiones muy graves.
La mayoría de los médicos que enseñamos
hemos tenido poco o nulo entrenamiento formal en técnicas
de enseñanza y utilizamos las habilidades que hemos ido
adquiriendo mediante experiencias obtenida durante nuestra rotación
como internos o residentes, en la practica clínica cotidiana,
a menudo a través del proceso de prueba y error, a través
de la observación, adoptando ejemplos positivos y rechazando
efectos negativos, que para ser útil generalmente debe
de ocurrir dentro del contexto de una institución académica,
sin embargo conviene aclarar que el ser un buen clínico
no siempre se traduce en ser un buen maestro, el conocimiento
de la materia o la técnica a impartir, aunque indispensable
no es suficiente y debe de acompañarse del proceso de transferencia
y recepción del mismo conocimiento, eventos que son muy
importantes y pertinentes para la enseñanza. Los médicos
residentes al enseñar lo hacen distinto a los médicos
de base, con menor frecuencia r citan la literatura médica,
hacen preguntas u obtienen retroalimentación acerca de
la enseñanza impartida. En general el medico residente
no enseña tan frecuentemente como lo hace el medico de
base el desarrollo de habilidades para resolver los problemas
o para abordar aspectos psico-sociales de los enfermos. Los mecanismos
y la dinámica utilizados en este proceso de enseñanza
son conceptos que el currículum estándar de la formación
del medico residente debería incluir
3. LA ENSEÑANZA COMO PARTE DEL CURRICULUM DE ENTRENAMIENTO
DEL MEDICO RESIDENTE
En las últimas dos décadas, los contenidos
de los cursos de entrenamiento de médicos residentes han
sido modificados radicalmente, este hecho es significativo porque
ha ocurrido tanto en los países en desarrollo como en países
con una robusta cultura científica y sistemas avanzados
de atención médica. A nivel mundial persiste la
impresión de que la sobrecarga en contenidos en la mayoría
de los programas clínicos, no deja tiempo para la inclusión
de temas sobre técnicas de enseñanza y aprendizaje
, sin embargo esto no es completamente cierto. En los EUA en una
encuesta efectuada en 2001, se encontró que un 55% de los
programas de médicos residentes se incluyen actividades
dirigidas intencionalmente a impartir técnicas de enseñanza
(10) (medicina pediátrica (88%), medicina interna (65%),
psiquiatría (62%), medicina familiar ( 52%), obstetricia
y ginecología (38%) cirugía (31%). Estos datos contrastan
con una encuesta similar llevada cabo en 1993 (11), en donde solo
el 20% de los programas de entrenamiento incluían técnicas
de enseñanza en el currículum de los médicos
residentes. Los programas varían en los distintos centros
hospitalarios, los hay a base de talleres, seminarios, rotaciones
electivas, reuniones de fines de semanas, conferencias etc , en
promedio 11.5 horas dedicadas en forma anual a distintas técnicas
de enseñanza y de aprendizaje.
4. ENSEÑAR MEJORA LAS COMPETENCIAS CLINICAS DEL
RESIDENTE?
La responsabilidad primaria del medico residente es precisamente
como medico, con el propósito de poder brindar una buena
atención medica a los pacientes. Durante su residencia
como medico en formación esta aprendiendo en el practica
clínica, dentro del proceso de llevar a cabo sus actividades
profesionales, utilizando los conocimientos teóricos adquiridos
previamente, durante este proceso se exponen a distintas actividades
en donde asumen indistintamente ambos papeles el de alumno y el
de profesor, durante el paso de visitas medicas, la guardia y
la entrega de la guardia, la presentación de casos clínicos,
sesiones bibliográficas etc., todos estos acto educativos
que se llevan a cabo dentro de un proceso de enseñanza-aprendizaje
de la medicina que incluyen interacciones alumno-alumno, alumno-profesor
y alumno-pacientes. El residente al exponer sus criterios sobre
el caso estudiado, retroalimenta a otros residentes, alumnos y
personal de base docente, sobre el nivel en que se encuentran
sus conocimientos y como ha llegado a ellos, lo que utilizan los
demás para modificar o no su actuación, abordando
el tema desde otros puntos de vista hasta cerciorarse que ha sido
debidamente incorporado al quehacer del estudiante, el cual de
esta manera paso a paso, ha contribuido a construir su propio
conocimiento. La educación en el trabajo constituye una
forma importante de docencia en las especialidades de Ciencias
Médicas, en la cual el médico residente participa
a su vez como miembro del equipo de salud, convirtiéndose
así en un proceso donde se integra la docencia, la asistencia
médica y la investigación, y en el que el receptor
(estudiante) tiene un carácter participativo y activo.
Durante este proceso son objetivos fundamentales la formación
y desarrollo de habilidades y destrezas que garanticen la función
profesional especializada, así como la adquisición
de métodos de trabajo y de rasgos de personalidad propios
de un especialista. Se trata de que estas actividades se desarrollen
con una secuencia lógica e interactúen entre sí.
El medico residente que enseña estimula el pensamiento
clínico y la reflexión sobre el conocimiento, el
hacerlo es un estimulo constante de autoaprendizaje. En general
se asume que aquellos residentes que se involucran en actividades
de enseñanza mejoran sus habilidades clínicas. Griffith
y col. en la Universidad de Kentucky (12) correlacionaron las
evaluaciones de los “estudiantes” sobre las actividades
de enseñanza de los residentes y las compararon con las
obtenidas por los mismos estudiantes, observando que aquellos
estudiantes que tuvieron mejores maestros residentes, demostraron
tener un mejor desempeño clínico . En un estudio
de Weiss y Needkeman (13) que involucro a 43 residentes pediátricos
de un programa universitario, en el que un grupo tuvo que dar
una platica sobre rehidratación oral y otro solo asistir
a unas platica sobre el tema, al cabo de 8 semanas aquellos que
prepararon la platica, respondieron mejor a un examen sobre el
tema, Litzelman y col en la Universidad de Stanfford (14) reportaron
que aquellos residentes que asistieron a un programa de retiro
de fin de semana para estudiar técnicas de enseñanza
se reflejo al final de la residencia en una mejoría en
la evaluación de sus habilidades clínicas. Existen
sin embargo otros estudios que indican no todos los programas
de enseñanza de técnicas de educación a los
médicos residentes son exitosos (15-16), lo que lleva a
la necesidad de analizar las características que determinan
las posibilidades de éxito de un programa. A continuación
señalo algunas de las características identificadas
en la literatura médica (17) para que estos programas de
entrenamiento a médicos residentes tengan un impacto positivo
en los residentes:
-
oportunidades de aprendizaje activo
-
diseñados en las experiencias de
los propios residentes
-
que permitan la practica de nueva habilidades
técnicas
-
que diseñen un sistema de retroalimentación,
que promuevan la auto-evaluación y el ponerse metas
-
que aborden cuando la teoría se aplica
en escenarios reales
-
que el contenido sea relevante para las
necesidades de los residentes
-
que considere la formación de grupos
pequeños de discusión, que permitan el aprendizaje
activo y favorezcan las relaciones entre profesores y alumnos
y entre alumnos y alumnos que tome en cuenta las restricciones
en tiempo de los residentes
-
que haya tiempo para discutir problemas
de confianza y de posible conflicto
Es recomendable que estas actividades sean cubiertas
por especialistas en educación o médicos con entrenamiento
especifico en técnicas de educación no solo por médicos
dedicados, el objetivo es lograr una estandarización de la
enseñanza de la enseñanza y que se establezcan estrategias
de evaluación de eficiencia
5. EL PROCESO CULTURAL
Como ejercer la responsabilidad de aprender-enseñando, ante
todo entendiendo que la medicina es una profesión que requiere
o implica colaboración e interdependencia. El medico debe
procurar establecer un ambiente de enseñanza afectivo tanto
en su función de maestro y alumno que le permita ejercer
la profesión con confianza y confort de expresión,
debe involucrar ambas en la planeación de acciones y empleo
de métodos de diagnostico, el ambiente debe fomentar la motivación
interna, entendiendo que cada quien debe de formular sus objetivos
de aprendizaje, es decir, ir asumiendo el control de su educación
medica continua. Eventualmente el medico debe de aprender y de enseñar
el proceso que conduce a la toma de decisiones que conviertan su
ejercicio de la medicina en una practica de reflexión continua.
Como aplicar lo que he aprendido, como aplicar las experiencias
que he vivido, reflexionar con acción, cual fue el resultado
de una experiencia pasada, que acciones tome entonces y cual fue
el resultado.
Se puede ser maestro con el ejemplo, con la demostración,
con la identificación de metas, con la habilidad de corregir
y sobretodo dándole al estudiante la oportunidad de reflexionar
sobre su propio proceso de aprendizaje. No se puede olvidar la necesidad
de educación médica continua por distintos métodos,
pero esta mezcla de teoría y práctica es lo que conduce
al buen juicio o arte de la práctica de la medicina
Como se relacionan los datos la información
y el conocimiento, evidentemente no lo hacen en una forma unidireccional
sino que lo hacen en forma circular retroalimentándose. Las
decisiones se basan en el conocimiento previo y en los nuevos conocimientos
adquiridos. La experiencia participa siempre y cuando se halla adquirido
en el contexto de un proceso de enseñanza, análisis
y reflexión que por si mismo da lugar a la adquisición
de nuevos conocimientos. Se cierra entonces otro círculo,
adquisición de conocimientos, análisis, creación
y diseminación de conocimientos que redundan en beneficio
de los pacientes. Se pasa entonces de lo tácito a lo explicito,
de un conocimiento superficial a un conocimiento profundo.
Todo este proceso de enseñanza debe enmarcarse
en un proceso cultural en donde se reconozca la
necesidad del hábito de la transmisión de enseñanzas,
en el que la supervisión no sea solo por nombramiento sino
mas bien parte de la actividad cotidiana. Otro defecto es la falta
de sistemas de evaluación de la enseñanza práctica
que muchas veces transcurre sin ninguna supervisión y conduce
al desarrollo de hábitos erróneos. La cultura entonces
tiene que desarrollar libertad en la expresión y tolerancia
a los errores, la cultura de no culpa es muy importante al igual
que la cultura de responsabilidad. Al final de cuentas todo medico
desea atender de la mejor manera a su pacientes por lo tanto la
cultura de aprendizaje y de enseñanza debe de acompañarse
de la del buen manejo de los pacientes
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