Seminario
El Ejercicio Actual de la Medicina

Acta de la reunión del grupo de trabajo “El Ejercicio Actual de la Medicina”, celebrada en la sala de juntas de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Medicina el viernes 25 de Junio de 2004.

Regresa

El Dr. Octavio Rivero cedió la palabra al Dr. Leobardo Ruiz para la presentación del trabajo: “La Ética en el Manejo del Anciano y el Discapacitado”. Al terminar la lectura solicitó a los presentes, comentarios en relación al trabajo del Dr. Ruiz.

Dr. Vargas: Creo que hoy se tocan muchos temas fundamentales, pero uno de los que a mi me interesa más es el de la autonomía precisamente, porque resulta que el modelo de Bioética que estamos aplicando es un modelo que tiene su origen en Estados Unidos y en los países sajones y en México tenemos todavía una función de la familia distinta a la que se da en aquellos países, en el caso particular de los ancianos, pues la familia juega un papel fundamental y si no es la familia son los grupos de ayuda que se están creando institucionalmente. Creo que usted toca un punto fundamental que debemos revisar con cuidado: ¿a qué grado, en qué forma podemos aplicar este principio de autonomía ante una realidad distinta a aquella en la que se generó?.

Dr. Domínguez: En relación primeramente con lo que decía el doctor Ruiz, el problema es que todo esto cuesta mucho y que aquí estamos en pañales materialmente, es decir la cantidad de personas que quedan verdaderamente abandonadas, sin quien los pueda llevar o los dejan ahí en el hospital por ejemplo, es muy grande, entonces se necesita mucho dinero y ahí es donde realmente yo creo que va estar muy difícil que el gobierno se preocupe en serio por poner todo lo que se necesitaría para que tuvieran estas personas una vida más digna. Yo creo que el problema fundamental es financiero.

Dr. Franco: A través de las diversas platicas que he tenido oportunidad de estar con ustedes me he estado percatando de que nuestro ámbito de acciones es enorme, el hecho que señala el doctor Leobardo Ruiz es otro más que menciona con toda claridad cuales son los campos de acción del médico: el anciano, el discapacitado. Lo que me esta ocasionando inquietud es saber si vamos a contemplar el aspecto ético o el aspecto profesional, para tratar a la medicina de los discapacitados en el terreno del contrato médico, en el terreno de las virtudes en que se debe estar dando la atención médica o en el terreno de las actividades profesionales o actividades normativas. Eso quizá nos pudiera ayudar un poquito porque nos vamos de un campo a otro, pero como que no tenemos una sistematización, como que no nos dice: bueno las virtudes que tiene el personal de salud son tales, para que sean contempladas desde el punto de vista moral. Las relaciones que debe tener el contrato médico hablan sobre la capacidad que debe tener el médico y la responsabilidad que tiene de atender al paciente, las responsabilidades normativas dependen de cada una de las normas que usted específicamente habla y muy bien; quizás si pudiéramos poner un poquito de orden, de que tipo de ética vamos a tratar, se nos facilitaría lo que usted ya menciono, creo que si ordenáramos un poquito sus ideas, tendríamos todavía una comunicación aún más valiosa y que nos centraría en como debemos impulsar esto. Lo digo porque me gusta el trabajo, pero repito quizás necesitamos ordenar lo que todos ustedes señalan, nada más ponerlos en diferentes rubros que nos faciliten la lectura y la aplicación posterior de la creación de normas en el futuro.

Dr. Valenzuela: Yo tengo un poco de problemas con el trabajo. Reconozco que es un trabajo espléndido que revisa una gran cantidad de aspectos, pero mi pregunta es: ¿hasta dónde es biológicamente, médicamente, éticamente y filosóficamente válido englobar a dos poblaciones como son el anciano y el discapacitado dentro de un mismo grupo? No tengo respuesta, para mi es una preocupación. Yo creo que mientras que uno es un proceso natural de la vida y que deberíamos hacer un esfuerzo médicamente hablando y socialmente hablando para que este proceso sea lo más adecuado, agradable, satisfactorio posible, en el otro nos estamos encontrando ante una patología heredada, adquirida que esta impidiendo que se tenga una vida plena. Yo creo que así como de repente somos antropocéntricos y queremos que todo gire alrededor de uno, es decir con una visión alrededor del ser humano y queremos que hasta los perros y caballos se porten como seres humanos, yo creo que también estamos cayendo en un error gravísimo. Queremos que todo mundo se comporte como si fuera un adulto joven. Habrá que ir reconociendo que así como el niño tiene una serie de limitaciones para valerse a si mismo, pues el anciano también llega a una etapa donde va a tener una serie de limitaciones y que necesitara cuidados especiales como los necesita el niño, pero no necesariamente considerar esto como una minusvalía sino como una etapa en la vida. ¿En dónde se considera que el anciano o el adulto mayor es un minusválido? No, es un adulto mayor, que necesariamente va teniendo características biológicas especiales. No entiendo en un mismo grupo adultos mayores o ancianos, con discapacitados; a lo mejor porque me estoy sintiendo discapacitado o muy cerca, ya cojeo, en fin.

Dra. Rivero: Quiero decir algo en ese sentido, de que a mi también me saltaba a la vista la inclusión de dos categorías muy diferentes yo creo que podemos tener un chico de 19 años discapacitado y un viejo de 70 vigoroso.

Dr. Domínguez: Perdón pero la palabra es adulto mayor.

Dr. Rivero: Es más digna la palabra viejo, porque, que le digan anciano.

Dra. Rivero: Yo creo que también depende como percibamos la palabra viejo, que para mi es una palabra muy digna, pero le decimos como quieran. La otra cosa que le quería comentar es que al final de su escrito hay una frase de Oliver W. Holmes: “Mi vida es funcional, eso es todo lo que la vida es” yo nada más le quería hacer un comentario desde el ámbito que a mi me toca Gabriel Marcel que es un Filosofo cristiano, es un Filosofo Francés que ha hecho toda una filosofía en torno a la función, él ha insistido, se lo digo porque a lo mejor le interesa por la frase que puso en que las máquinas funcionan, la critica que él hace fundamentalmente es que hemos empezado a trazarnos nuestros destinos como máquinas, que nos preocupa mucho funcionar cuando realmente puede haber un paciente incluso minusválido que funcione y no sea feliz y puede haber una gente que no sea funcional en la vida y sea muy feliz; es diferente funcionar que existir. Hoy los psicólogos se preocupan mucho por las familias funcionales, pero puede haber familias que no sean tan funcionales y sin embargo son felices y funcionan medio mal en algunos ámbitos pero son familias con mucha comunicación, con mucho amor, con mucho afecto y en cambio puede haber familias muy funcionales que en el fondo llevan una vida muy estéril, muy fría y muy seca. Claro, ni siquiera leyó la frase estoy haciendo trampa pero como usted la puso me imagine que le interesaba saber esto.

Dr. Lifshitz: En relación a esto que plantea Fermín, de si valdría la pena mezclar en un mismo grupo a los discapacitados y a los ancianos, me parece que el trabajo tiene un tercer grupo que también habría que ver si debiera individualizarse que es el paciente terminal. No estoy seguro de que vaya en este trabajo, también el análisis puede ser muy complejo, muy difícil porque tiene sus peculiaridades. El otro comentario tiene que ver con lo que decía el doctor Vargas, tradicionalmente en México ha ocurrido que son las mujeres y creo que la tradición es que la más joven de las hijas es la que se queda soltera para cuidar al anciano. Por lo menos lo vi en “Como agua para chocolate” pero creo que si es así esa tradición y lo que esta ocurriendo es que la mujer ya no se queda en el hogar y mucho menos va a sacrificar su vida por atender a sus padres y tiene que realizarse y todo esto es muy legitimo en este movimiento de emancipación de las mujeres, pero esto plantea un problema muy grave que él ya hacía mención, que va a pasar a futuro cuando no hay programas y no hay dinero para atenderlos, me parece que por ahí anda el problema más importante en relación con los ancianos.

Dr. Kretschmer: Un punto quizá no de tanta trascendencia, pero me pregunto: ¿México tiene el número de Geriatras que necesita? ¿Las instituciones tienen conciencia de este problema? Porque si no, hay gran cantidad de improvisación, como hace muchos años se improvisaba en la Pediatría, a la mejor uno de los puntos a considerar es que hay que incrementar la especialidad de Geriatría. El otro punto es que debe haber cosas que los adultos mayores haga mejor que cualquier otro. Sobre todo en la esfera de raciocinio, de juicios serenos y demás, donde entusiasmos juveniles ya no juegan una parte tan importante y a lo mejor adscribirles a ellos esas funciones en la sociedad, muy valiosa, que bueno que tenemos viejos que puedan dedicarse a reflexionar con más serenidad en los problemas y ya no con estos impulsos de la juventud, dando una relevancia al adulto mayor en participación social. Esos son los dos puntos en la transmisión de conocimientos.

Dr. Fernández Varela: Yo creo que el énfasis del trabajo es fundamentalmente dirigido hacia el anciano, siento que si se toca la parte del discapacitado pero un poco en el contexto más bien del anciano. Yo en eso también coincidía con Fermín y con otros de que podría ser más adecuado concretarse a este grupo y dejar para la gran experiencia y conocimientos del doctor Ruiz otro trabajo sobre discapacitados. Siento que aquí si faltan muchas cosas que decir del manejo del discapacitado desde el punto de vista ético y aquí una precisión que quizás valga la pena porque si me queda la duda, en la página dos en el tercer párrafo en los dos últimos renglones dice: “de acuerdo a este estudio la edad promedio en 1910 era de 27.4 años o sea el promedio de los norteamericanos para las distintas edades varia 27.4 años, y luego dice: para el año 2000 ascendió a más de 74 años”. Si es el promedio, entonces 30 ó 40% de norteamericanos tiene más de 100 años. Yo no se si se este refiriendo a la edad o a la esperanza de vida al nacer en ese año de 1910 de los americanos, que se me hace corta o si es el promedio de 74 años, ahora necesitaría haber muchos, muchos millones de habitantes con más de 100 años.

Dr. Kretschmer: A lo mejor es una ironía, el día de ayer falleció una de las ancianas más extraordinarias en todo México y que hasta edad muy adelantada siguió siendo una contribución valiosísima en su campo, la señora Mariana Frenk. Habría que hacer una relevancia a esto. Otra, que también hemos vivido un periodo en donde uno de los más grandes discapacitados Joquin ha hecho unas contribuciones muy importantes al conocimiento, tenemos los extremos como ejemplos y no debemos generalizar demasiado, claro la ayuda que tiene Joquin para discapacidad ya la quisiera uno normal. Yo quisiera volver a subrayar el caso de Mariana Frenk una de las grandes ancianas de México.

Dra. Rivero: Nada más quisiera subrayar algo en lo que ya han insistido, en la posibilidad de que este trabajo sea más amplio de lo que aparenta, que estuviera tratando tres rubros: el anciano, el discapacitado y el enfermo terminal, ahora que dijo Roberto esto, me acorde que en la República de Platón hay un dialogo en donde un viejo precisamente esta diciendo: “bendita vejez, bendita vejez porque somos libres, porque el cuerpo se queda ya en un segundo plano y el alma es más libre para pensar”, y hace una alabanza de la vejez que inclusive da pie a que uno de los jóvenes le diga: “sí, tu puedes decir eso porque tienes dinero, para ti es fácil” y el tipo le contesta: “no, porque hay muchos que tienen dinero y no dicen esto. Entonces no es nada más eso, pero inicia muy bonito, arranca con una loa a la vejez, en ese sentido a lo mejor yo si creo que manejar al anciano junto al discapacitado puede hacernos a todos incurrir en un desliz porque que no necesariamente van de la mano.

Dr. Valenzuela: A la mejor el que en muchas de las filosofías orientales y en la literatura, la loa al anciano es algo importante o sea, llegar a la ancianidad a la vejez sin tenerle miedo a la palabra, esté al contrario como algo muy esperado, muy deseado como algo que no todos tienen y como llegar a la cumbre social, porque es el hombre que tiene el conocimiento, es el hombre que puede, o la mujer, el ser humano que puede en algún momento conocer y transmitir el conocimiento y hacer que ese conocimiento se perpetúe socialmente, entonces yo creo que hay muchas cosas que deberían abundarse si pudiéramos separar, aún cuando desde el punto de vista médico debo reconocer que ciertamente de repente están juntos, sobre todo para los rehabilitadores, atender al anciano y atender al discapacitado.

Dr. Aguirre Gas: El punto que quisiera tocar es referente al límite de edad que se le pone a un individuo para ser anciano, hace algunos años mi padre me decía: a mi me molestó mucho un día que vi en el periódico “un anciano de 60 años atropellado”. Los chamacos dicen que ahora ruco es todo aquel que tiene 20 años mayor que yo y a veces nos ponemos a pensar que tal vez así sea. Aquí el punto es que yo creo que no puede ni debe haber una edad para considerar a alguien como anciano o como viejo, puesto que hay muchas gentes arriba de 60 ó 65 años o de la edad que ustedes quieran, independientemente de que mantengan su autonomía o no, son capaces como decía Roberto, de aportar muchas más cosas a la humanidad o a su sociedad o a su familia o a quien sea, que los jóvenes y aquí el punto clave es la experiencia que se puede transmitir, que no es algo que se aprenda, que no es algo que se pueda obviamente comprar, sino que es algo que se adquiere únicamente con base al esfuerzo, los años de una vida aprovechada, una vida en la que se han captado las percepciones que la misma vida da, tanto en el aspecto social, como familiar y profesional y que en determinado momento el termino viejo no resulta ofensivo ni mucho menos, ni el de anciano tampoco, cuando ya empieza uno a depender de los demás por no poder bastarse a si mismo, extraordinaria muestra es una persona que tiene la experiencia, que tiene la veterania, esa veterania les da facultades y capacidades que pudieran ser muy ricas para la sociedad y no incorporarlo a un termino que pudiera ser peyorativo.

Dr. Álvarez: Yo quiero hacer dos comentarios, uno en relación a lo que dijo Roberto y que nació de una conversación elemental con mi papá; él tiene 91 años ahora y alguien llego a decirle lo que aquí se esta mencionando y que ahora en México el promedio de vida es 74 años, mi hermano y mi papá con esa economía de palabras que a veces se tiene contestaron ¿y?. Eso es bueno o es malo porque representa un hecho real, es cierto que hay más gente que llega a esa edad, lo que no hay son hospitales, ni instituciones, ni médicos, ni un sistema que le ofrezca a este señor que ya lleva más de 74 años una calidad de vida que sea digna. Creo que si se debe mencionar, posiblemente para pensar más en el posgrado en Geriatría, porque el Consejo Mexicano de Geriatría creo que tiene solo 18 miembros.

Dr. Rivero: Y casi todos muriéndose

Dr. Álvarez: La otra cosa una publicidad, tengo un libro que se titula “Vivir o durar”, precisamente habla de esa disyuntiva que tenemos, si me permiten les voy hacer llegar para la próxima vez un ejemplar a cada uno para que lo puedan leer, ya que es algo que todos tendremos.

Dr. Rivero: Bueno yo creo que ha sido muy interesante la presentación de Leobardo, hay un aspecto conceptual que a mi me preocupa mucho, en México las cosas se solucionan haciendo una Ley, en 83 sale una Ley que da derecho constitucional a la salud y ¿en qué ha cambiado la salud en México? El problema es que quisiéramos resolver los problemas con ordenamientos, yo creo que el trabajo cumple una función muy importante porque esta sensibilizando al problema, yo creo que mientras más hablemos de los problemas más se pueden crear los niveles adecuados, a mi no me molesta mucho la unión del discapacitado con el anciano, porque de alguna forma tienen algo en común, sobre todo en un país como México que tiene muy poco tiempo de tener viejos. En Europa no es un problema mayor ser viejo, porque tiene muchos años de tener un promedio de vida muy elevado y una gente a los 75 años puede ser un estupendo presidente de la República, en México no se nos ocurriría que esto pudiera suceder y es que todavía existe poca costumbre de entender al viejo y se le toma un poco como al discapacitado. Ojo con esto, por eso es muy importante a mi criterio, el que se mencione, probablemente habría que mencionarlo en este sentido en el trabajo, al viejo se le hace a un lado en un país en que todavía no se estima la experiencia del viejo y se le hace a un lado exactamente igual que se hace al discapacitado y es un error. Pónganse ustedes a pensar, analicen ustedes simplemente lo que ha pasado estos últimos 30 años que en México ha habido políticos malísimos, pero ha habido unos muy buenos y habitualmente a los muy buenos los hacen a un lado cuando pasó su periodo, cuando podrían ser los más útiles de todos. De las gentes que yo tuve la oportunidad de conocer cuando estuve en rectoría hubo algunos Secretarios de Estado que a mi me impresionaron por su capacidad, su inteligencia, su verticalidad, en fin muchos aspectos positivos y paso ese sexenio y el país se olvido de ellos por completo y esto no es solamente por un problema político, es un problema por el no reconocimiento de la capacidad del viejo, entonces de alguna forma la sociedad los discapacita. El hecho de que los englobe en el trabajo, si se hace esta aclaración, yo creo que tendría algo que ver. Es muy importante Leobardo usted que esta en posgrado, que se mencionara el aspecto de la Geriatría, porque la Geriatría en México, yo lo decía hace un momento en broma pero es cierto, algunos médicos al hacerse viejos creen que son geriatras, si ustedes analizan los geriatras que hay en México, todos son o un cardiólogo o un neumólogo o un no se que, que se volvieron viejos y con eso consideran que porque ellos toman tantas y tantas píldoras las pueden recetar, no hay un verdadero proceso de formación del geriatra, si vamos a las cifras que se plantean para el año 2020 sería tan importante como tener buenos pediatras el tener buenos geriatras, sobre todo si se va a tomar en consideración que ese grupo de gente va a servir todavía para el país y para su familia. El problema no es de leyes, es justamente a través de estos documentos donde hay sensibilidad. Es una responsabilidad individual, una responsabilidad de la familia, una responsabilidad de las instituciones y una responsabilidad de la sociedad el atender al viejo de una manera distinta a como se le esta atendiendo, porque eso que ustedes dicen es absolutamente cierto, no hay programas no hay hospitales, no hay ni siquiera facilidades como existen en otros lugares. Hay uno o dos camiones que circulan en la ciudad en donde la gente puede subir una silla de ruedas, ¡uno o dos camiones en toda la ciudad! y si ustedes observan en los centros comerciales no hay manera de que un sujeto pueda llegar en silla de ruedas, se necesita llegar al aeropuerto y tomar un avión internacional para que le pongan una silla de ruedas a la gente, yo creo que es muy importante la sensibilización en relación a este problema.

Dr. Domínguez: Yo quería hacer alusión a que ciertamente se le hace un poco de lado al viejo en las instituciones, porque no se quiere contratar a personas mayores de cuarenta y tantos años para no tener la posibilidad de que entonces se pague más de seguro, se pague más de gastos médicos etc. Entonces ese es otro problema político económico muy importante. Yo creo que mucho de eso es por lo cual se hace al lado gente muy valiosa que tiene mayor edad para no incurrir en gastos que posiblemente sean mayores que los de la gente de menor edad.

Dr. Rivero: Por ejemplo cuando se analizo la ley de los seguros médicos privados –que se aprobó entre Comercio y Hacienda sin tomar para nada en cuenta a los grupos médicos, ni siquiera a la Secretaría de Salud–, no se tomo en consideración las limitaciones que le ponen a un sujeto de cierta edad para tener un seguro médico y esto otra vez es una cierta forma de discriminación, de discapacidad del viejo por eso a mi la unión de las dos situaciones no me parece del todo inaceptable porque de alguna forma la sociedad discapacita al viejo.

Dr. Ruiz: Desde luego que les agradezco mucho sus comentarios porque al principio no encontraba cosas interesantes y de repente me llene de referencias bibliográficas y libros. El doctor Aréchiga publicó un libro hace un par de años “El envejecimiento retos y desafíos” y precisamente en ese libro él señala en el prologo que el anciano era el transmisor, el que llevaba la tradición y la memoria y ahora la memoria la tienen las computadoras, entonces al viejo ya no lo necesitan para recordar los hechos pasados, hay una serie de factores que han venido influyendo para hacer menos importante la presencia de los viejos. Yo creo que en lo que se refiere a la capacitación, a la preparación de especialistas en Geriatría la tenemos, y la tenemos ya desde hace varios años, es un grupo de jóvenes muy entusiastas, jóvenes que están dedicados y que después de hacer cuatro años de medicina interna hacen dos años de Geriatría, pero es totalmente insuficiente porque realmente no hay la oferta de becas, todo el mundo habla de que hay que reducir Gineco-obstetras y Pediatras y hay que aumentar Geriatras, pero no lo hacen y cuando salen no tienen trabajo, es muy problemático como que no hay una respuesta a lo que aceptan conscientemente. Por otro lado al Geriatra lo quieren hacer muy médico y quieren enseñar la Geriatría en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, lo quieren enseñar en el Hospital General o en el Hospital López Mateos o en el Hospital Inglés, yo les he insistido a ellos por mi experiencia en la asistencia social, que donde deben estar es en la comunidad, porque ahí vive la gran mayoría de los viejos, cuando en el DIF se crearon los Consejos de Ancianos, Desarrollo y Comunidad, ahí iban estas gentes, recibían atención médica, alimentaría, hacían deporte, porque es otra de las cosas, hay un movimiento muy fuerte para que la actividad física se incorpore a la vida total, por eso decía yo que tienen que hacer mucha actividad física para mantener un nivel funcional, yo si creo que nosotros en la vida nos relacionamos de acuerdo a nuestra capacidad funcional, que tanto podemos ser independientes y no ser una carga. Por otro lado la familia ha redistribuido las responsabilidades y ya no quieren a los viejos, como dice el doctor Domínguez, tampoco se quieren hacer cargo de los hijos, pero es que nosotros como médicos no hemos influido ni hemos orientado a la familia en esas responsabilidades, a mi me ha tocado ver por ejemplo, que cuando se incapacita la esposa el marido la abandona, pero si el marido es el discapacitado y ya no puede contribuir económicamente al hogar, se dedica entonces a organizar a la familia, se queda en la casa y la esposa sale a trabajar y a ser la contribuyente fundamental, pero para eso hay que cambiar la mentalidad de las personas, desafortunadamente en rehabilitación vemos que cuando la mujer se incapacita el hombre la abandona, mientras que cuando el hombre se incapacita la mujer se le pega y se le adhiere y lo mantiene, esas diferencias conceptuales que tienen del lugar que ocupan en la familia tenemos que de alguna manera de eliminarlas. Por otro lado la intención era realmente de combinar a los dos grupos fundamentalmente porque todos los que tenemos cierta edad empezamos a tener limitaciones, limitaciones que nos llevan a una discapacidad parcial quizás no grave pero para algunos si muy graves y todos eventualmente como el parapléjico llegan con insuficiencia renal y a la muerte cerebral por problemas médicos y a etapas terminales; los dos grupos llegan a etapas terminales y los médicos no sabemos manejar esa etapa, cuando se habla de aspectos espirituales no se trata de que le lleven al sacerdote para que le de la comunión, se trata realmente de fortalecer el espíritu de las personas a través de la comprensión y el apoyo. Esto de que el médico se ausenta una vez lo dijo muy bien el doctor Kumate en un discurso en el día de la enfermera, “el médico se aleja y deja a la enfermera con todo lo que va a suceder, no solo los cuidados del muerto, sino desde antes se va, cuando mucho pone su nota y hay que buscarlo para que de el certificado”, yo creo que los médicos tenemos que cambiar en ese sentido.

Dr. Kretschmer: Valdría la pena hacer un ejercicio histórico, a lo mejor Carlos se acuerda de esto; en los años ochentas me entere que con la entonces república democrática Alemana el Estado de México estaba dando vigor a un programa que iba a culminar con un Instituto Nacional de Geriatría, estaban becando médicos mexicanos para estudiar Geriatría en Alemania Oriental, cosa curiosa porque Alemania Oriental resolvió su problema de Geriatría permitiendo a los ancianos huir pero le quedaban muy pocos y tenían programas de Geriatría muy buenos pero tenían pocos viejos y habían reclutado al Estado de México y estaban mandando becados mexicanos y tenían la intención de formar un Instituto Nacional de Geriatría muy original que nadie había pensado en eso.

Dr. Rivero: Ya supieron lo que paso con la república democrática Alemana, el Estado de México sigue ahí.

¿Qué paso con ese programa?

Dr. Valenzuela: Termino en un pequeño centro en Valle de Bravo que luego lo tomaron las Vicentinas, se los digo porque cada que paso por ahí mis hijos me dicen que ahí es a donde me van a ir a dejar, y les digo que también a ellos eventualmente, pero mis hijo dicen que a mi me toca primero; el otro día me estaban amenazando con eso y decidimos pararnos para ir a conocerlo, es un centro muy bien puesto, muy chiquito, quedo en manos de las Vicentinas con mucho dinero, luego alguna fundación Alemana dono y le metió dinero, esta muy bien puesto y lo que la madre superiora o la encargada del lugar me decía que el problema es que no tenían geriatras, que algunos médicos filántropos de la zona o que recurren a la zona de manera periódica los fines de semana, voluntariamente le cedían el tiempo para atender a los ancianos y que se veían todos muy contentos, ahí se acabo el programa.

Dr. Ruiz: En este sentido es cosa de recorrer Tlalpan, hay varios, algunos muy malos, en muy malas condiciones con un grave abuso de los pacientes, otros que están bien cobran muy caro, “Mano amiga mano anciana” que esta ahí le robo un pedazo al Instituto de Psiquiatría pero ahí se quedo, esta también el de los españoles, en Periférico hay un buen número de casas, pero totalmente insuficiencias, inaccesibles para la gran mayoría de los ancianos. Creo que nosotros debemos, tomar una acción mucho más clara, más enérgica, paralizar esa curva para que no se de ni anticipada ni bruscamente.

Dr. Fernández Varela: Yo quisiera hacer un argumento más de la separación del trabajo, creo que el 70% del tiempo de la discusión lo hemos dedicado no a los discapacitados sino a los viejos, muy probablemente porque muchos estamos en esa edad y otros se están aproximando y en cambio, si los aquí sentados tuviéramos una discapacidad y no un problema de senectud, seguramente diríamos que falta en este trabajo mucho de lo que ellos sentirían que hace falta para atender al discapacitado y que el doctor Ruiz conoce perfectamente, yo insistiría en que hiciera otro trabajo.

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