Metildopa

Tabletas

Antihipertensivo

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada TABLETA contiene:

Metildopa........................................................................ 250 mg

Excipiente, c.b.p. 1 tableta.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS:

Hipertensión arterial leve, moderada o intensa.

CONTRAINDICACIONES:

METILDOPA está contraindicada en pacientes con enfermedad hepática activa (como hepatitis aguda o cirrosis activa), personas con hipersensibilidad a cualquiera de los componentes de este producto (incluyendo trastornos hepá­ticos asociados con la administración previa de METILDOPA) y en aquellos pacien­tes que estén bajo terapia con inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO).

PRECAUCIONES GENERALES:

En raros casos durante el tratamiento ha aparecido anemia hemolítica adquirida. Si los síntomas indican la posibilidad de una anemia, se deben medir la hemoglobina y/o el hematócrito.

En caso de haber anemia, se deben hacer los estudios de laboratorio apropiados para determinar si existe hemólisis.

La presencia de anemia hemolítica es una indicación para interrumpir la administración del medicamento. La sola suspensión del tratamiento con METILDOPA o la administración de corticosteroides generalmente produce una rápida remisión de la anemia. Sin embargo, en raros casos se han reportado fallecimientos por esta causa.

En algunos pacientes bajo tratamiento prolongado con METILDOPA se vuelve positiva la prueba de Coombs directa. La frecuencia con que diferentes investigadores han encon­trado positiva la prueba de Coombs ha sido en promedio de 10 a 20%. Raramente se encuentra una prueba de Coombs positiva durante los seis primeros meses de tratamiento con METILDOPA y si no aparece en un término de 12 meses es improbable que lo haga al seguir administrando el medicamento. Este fenómeno está también relacionado con la dosis; tiene su frecuencia más baja en pacientes que reciben 1 g o menos de METILDOPA por día. La prueba de Coombs vuelve a hacerse negativa semanas o meses después de suspender la administración del medicamento.

Si surge la necesidad de una transfusión de sangre, el conocimiento previo de que el paciente presenta una prueba de Coombs positiva ayudará a valorar las pruebas cruzadas. En los pacientes que tienen positiva la prueba de Coombs en el momento de efectuar las pruebas cruzadas puede resultar incompatible la prueba cruzada menor. Cuando ocurra esto se debe hacer una prueba de Coombs indirecta. Si ésta es negativa, se puede transfundir la sangre que por otro lado haya resultado compatible en la prueba cruzada mayor. En cambio si la prueba de Coombs indirecta resulta positiva la conveniencia de transfundir la sangre que resultó compatible en la prueba cruzada mayor deberá ser determinada por un hematólogo o un experto en problemas de transfusión.

En raras ocasiones se ha observado una reducción reversible del número de leucocitos que afecta principalmente a los granulocitos. El número de éstos se normalizó rápidamente al suspender la administración de METILDOPA. En raros casos ha aparecido una trombocitopenia re­versible.

Ocasionalmente ha aparecido fiebre dentro de las tres primeras semanas de la administración de METILDOPA. En algunos casos la fiebre se ha acompañado de eosinofilia o de anormalidades en una o más de las pruebas de funcionamiento hepático. También puede aparecer ictericia con o sin fiebre, generalmente en los primeros dos o tres meses de tratamiento. En algunos pacientes los datos anormales concuerdan con los de una colestasis. Han habido raros casos de necrosis hepática mortal. La biopsia de hígado practicada en varios de los pacientes con disfunción hepática mostró una necrosis focal microscópica compatible con hipersensibilidad al medicamento.

Se deben hacer pruebas de funcionamiento hepático, recuento de leucocitos y cuenta diferencial de éstos periódicamente, durante las primeras seis a doce semanas de tratamiento o cuando aparezca fiebre sin causa aparente.

Se debe suspender el tratamiento con METILDOPA si aparecen fiebre, anormalidades de las pruebas de funcionamiento hepático o ictericia, mismas que desaparecen al interrumpir la administración del medicamento, por lo que se recomienda no volver a administrar METILDOPA en este tipo de pacientes. METILDOPA se debe usar con precaución en ­pacientes con antecedentes de enfermedad o disfunción hepáticas.

Los pacientes bajo tratamiento con METILDOPA pueden necesitar dosis menores de anestésicos. Si durante la anestesia ocurre hipotensión, generalmente se puede controlar ésta con vasopresores.

Los receptores adrenérgicos conservan su sensibilidad durante el tratamiento con METILDOPA. La diálisis extrae METILDOPA de la sangre por lo que la hipertensión puede reaparecer en los pacientes sometidos a ese procedimiento.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:

METILDOPA ha sido empleada bajo estrecha supervisión médica y obstétrica en el tratamiento de la hipertensión durante el embarazo y no hubo ningún indicio clínico de que causara anormalidades fetales o afectara al recién nacido.

Los reportes publicados sobre el uso de METILDOPA durante todos los tri­mestres del embarazo indican que si este medicamento se administra durante el embarazo, es remota la posibilidad de daño fetal.

En los estudios clínicos el tratamiento con METILDOPA no se ha asociado con daño al desarrollo fetal. La mayoría de las mujeres de estos estudios se encontraban en el tercer trimestre de su embarazo cuando la terapia con METILDOPA fue ini­ciada.

METILDOPA atraviesa la barrera placentaria y aparece en la sangre del cordón umbilical. Aunque no se ha registrado ningún efecto teratógeno evidente, no se puede excluir la posibilidad de causar algún daño al feto.

El empleo de METILDOPA en mujeres embarazadas que pueden embarazarse o que están amamantando requiere comparar los beneficios que se piensa obtener con los posibles riesgos.

METILDOPA aparece en la leche materna. Por ello se recomienda precaución si se administra METILDOPA a una madre lactante.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:

Al principio del tratamiento o cuando se aumenta la dosificación puede ocurrir sedación, generalmente transitoria. También pueden aparecer cefalea, astenia o debilidad como síntomas tempranos pero pasajeros.

Generalmente METILDOPA es bien tolerada y sus efectos colaterales han sido poco frecuentes. Sin embargo, se han observado las siguientes reacciones:

Sistema nervioso central: Sedación (generalmente pasajera), cefalea, astenia o debilidad, parestesias, parkinsonismo, parálisis de Bell y movimientos coreoatetósi­cos involuntarios.

Asimismo, pueden presentarse trastornos psíquicos que incluyen pesadillas, disminución de la agudeza mental y psicosis, o depresión leves y reversibles. Síntomas como el vértigo, aturdimiento y síntomas de insuficiencia cerebrovascular pueden deberse a la disminución de la presión arterial.

Cardiovasculares: Bradicardia, hipersensibilidad prolongada del seno carotídeo y agravación de la angina de pecho. En caso de presentarse hipotensión ortostática puede reducirse la dosificación diaria. Edema y aumento de peso, que suelen ceder al administrar un diurético.

En caso de aumentar el edema o aparición de signos de insuficiencia cardiaca, se deberá suspender la administración de METILDOPA.

Gastrointestinales: Náusea, vómito, distensión abdominal, estreñimiento, meteorismo, diarrea, colitis ligera, sequedad de boca, lesiones linguales o “lengua negra”, pancreatitis y sialadenitis.

Hepáticas: Trastornos hepáticos incluyendo hepatitis, ictericia y anormalidades de las pruebas de funcionamiento hepático.

Hematológicas: Prueba de Coombs positiva, anemia hemolítica, depresión de la médula ósea, leucopenia, granulocitopenia, trombocitopenia y eosinofilia. Los pacientes bajo tratamiento con METILDOPA pueden dar resultados positivos en las pruebas de anticuerpos antinucleares de células L.E. y de factor reumatoide.

Alérgicas: Fiebre medicamentosa, síndrome lupoide, miocarditis y pericarditis.

Cutáneas: Erupción eccematoide o liquenoide y necrólisis epidérmica tóxica.

Otras: Obstrucción nasal, aumento del nitrógeno ureico, aumento del volumen mamario, ginecomastia, secreción láctea, hiperprolactinemia, amenorrea, impotencia, disminución de la libido, artralgias leves con o sin inflamación articu­lar y mialgias.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO:

Litio: Si se administran al mismo tiempo METILDOPA y litio se debe vigilar cuidadosamente la aparición de síntomas de toxicidad del litio.

Otros medicamentos antihipertensivos: Cuando se emplea METILDOPA en combinación con otros fármacos antihipertensivos se puede potenciar la acción antihiper­tensiva. Se debe vigilar cuidadosamente a esos pacientes para detectar reacciones colaterales o manifestaciones poco comunes de idiosincrasia medicamentosa.

Hierro: Varios estudios han demostrado que disminuye la biodisponibilidad de METILDOPA cuando se ingiere con sulfato ferroso o gluconato de fierro. Esto puede afectar el control de la presión arterial en los pacientes tratados con METILDOPA.

Inhibidores de la monoaminooxidasa: Véase Contraindicaciones.

PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD:

No se observaron efectos tumorigénicos cuando se administró METILDOPA durante dos años a ratones a dosis superiores a 1,800 mg/kg/día, o a ratas dosis superiores a 240 mg/kg/día.

METILDOPA no fue mutagénica en la prueba de Ames y no aumentó la aberración cromosómica o el intercambio de cromátides hermanas en células de ovario de hámster chino.

La fertilidad no fue alterada cuando se administró METILDOPA a ratas machos y hembras a dosis de 100 mg/kg/día. METILDOPA disminuyó la cantidad y la motilidad de los espermatozoides el número de espermátidos tardíos y el índice de fertilidad en ratas machos cuando se administró a dosis de 200 y 400 mg/kg/día.

Los estudios de reproducción realizados con METILDOPA con dosis orales superiores a 1,000 mg/kg en ratones, 200 mg/kg en conejos y 100 mg/kg en ratas no mostraron daños al feto.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:

Oral.

METILDOPA es excretada en gran parte por el riñón y los pacientes con deterioro de la función renal pueden responder a dosis menores. El síncope en pacien-
tes de edad avanzada puede estar relacionado con una mayor sensibilidad y con la presencia de enfermedad arteriosclerótica avanzada y es posible que se evite utilizando dosis me­no­res.

Cuando se interrumpe la administración de METILDOPA, la hipertensión reaparece generalmente en un término de 48 horas. Esto no se ve complicado por un fenómeno de rebote de la presión.

En la mayoría de los pacientes que ya están bajo tratamiento con otros agentes antihipertensivos se puede iniciar el tratamiento con METILDOPA.

También se puede administrar METILDOPA al mismo tiempo que agentes bloqueadores beta.

Cuando se administra METILDOPA a pacientes que ya están tomando otros antihipertensivos, puede ser necesario ajustar la dosificación de estos últi-
mos para lograr una transición suave. Si está indicado la suspensión del tra­tamiento con esos otros antihipertensivos se debe hacer de manera gradual (véanse las recomendaciones de cada fabricante).

Cuando se administre METILDOPA después de haber empleado otros antihipertensivos, se debe limitar la dosificación inicial a no más de 500 mg diarios y después aumentarla según sea necesario a intervalos no menores de dos días.

Adultos: La dosificación inicial usual de METILDOPA es de 250 mg dos o tres veces al día durante las primeras 48 horas.

Después se puede aumentar o disminuir la dosificación diaria de preferencia a intervalos no menores de dos días hasta obtener una respuesta adecuada. La dosificación diaria máxima recomendada es de 3 g.

Muchos pacientes experimentan sedación durante dos o tres días al iniciar el tratamiento o al aumentar la dosificación de METILDOPA.

Por consiguiente, al aumentar la dosificación puede ser recomendable aumentar primero la dosis de la noche.

Niños: La dosificación inicial es de 10 mg/kg de peso corporal al día distri­buidos en dos a cuatro dosis. Después se aumenta o se disminuye hasta obtener una respuesta adecuada. La dosificación máxima es de 65 mg/kg o de 3.0 g al día (la que resulte menor).

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL:

La sobredosificación aguda de METILDOPA puede producir hipotensión aguda
y otras respuestas atribuibles a disfunción cerebral y gastrointestinal (sedación excesiva, debilidad, bradicardia, mareo, aturdimiento, estreñimiento, disten-
sión abdominal, meteorismo, diarrea, náusea y vómito).

En caso de sobredosificación se deben aplicar medidas sintomáticas y de sostén. Si la ingestión ha sido reciente, el lavado gástrico o el vómito pueden disminuir la absorción.

Si ha pasado más tiempo desde la ingestión, la administración de soluciones intravenosas puede ayudar a aumentar la excreción urinaria.

El tratamiento incluye también la atención especial de la frecuencia y gasto cardiacos, volumen sanguíneo, balance de electrólitos, íleo paralítico, función urinaria y actividad cerebral.

Puede estar indicada la administración de medicamentos simpaticomiméticos (como levarterenol o epinefrina).

METILDOPA es dializable.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:

Consérvese a temperatura ambiente a no más de 30°C y en lugar seco.

LEYENDAS DE PROTECCIÓN:

Su venta requiere receta médica. Literatura exclusiva para médicos.
No se deje al alcance de los niños.

NOMBRE Y DOMICILIO DEL LABORATORIO:

Véase Presentación o Presentaciones.

PRESENTACIÓN O PRESENTACIONES:

Fuente: S.S.A. Catálogo de Medicamentos Genéricos Intercambiables para farmacias y público en general al 3 de agosto de 2007.
Con el objeto de demostrar la intercambiabilidad a que se refiere el artículo 75 del reglamento de Insumos para la Salud, los medicamentos que integran
el Catálogo de Medicamentos Genéricos Intercambiables han sido comparados, siguiendo los lineamientos indicados por la NOM-177SSA1-1998,
contra los productos innovadores o de referencia enlistados en las págs. 11 a 22 donde usted lo podrá consultar.