Gentamicina

Solución inyectable

Antibiótico

FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:

Cada ml de SOLUCIÓN INYECTABLE contiene:

Sulfato de gentamicina equivalente a... 10, 20, 40, 80 y 160 mg
de gentamicina base

Vehículo, c.b.p. 2 ml.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS:

GENTAMICINA es un antibiótico aminoglucósido de amplio espectro. Actúa sobre bacterias gramnegativas aerobias, incluyendo enterobac­teriáceas, Pseudomonas y Haemophilus. Actúa también sobre estafiloco­cos (Sta­phy­lococcus aureus y Staphylococcus epidermidis) incluyendo cepas productoras de penicilinasa, tiene actividad muy limitada sobre estrep­tococos. Carece de actividad sobre bacte­rias ana­erobias.

GENTAMICINA inyectable está indicada en infecciones causadas por gérmenes sensibles:

Infecciones abdominales.

Infecciones de piel y tejidos blandos.

Infecciones gastrointestinales.

Infecciones biliares.

Infecciones genitourinarias que incluye infecciones complicadas y recidivantes.

Infecciones óseas.

Infecciones en quemaduras.

Otras infecciones: Meningitis, septicemia, peritonitis, listeriosis, peste, ­neumonía (Klebsiella-Pseudomonas) granuloma inguinal.

CONTRAINDICACIONES: Antecedentes de hipersensibilidad o reacciones tóxicas graves a GENTAMICINA u otros aminoglucósidos.

PRECAUCIONES GENERALES: Los enfermos tratados con aminoglucósidos deberán estar bajo observación clínica estrecha debido a la posible toxicidad asociada a su uso. Los aminoglucósidos son antibióticos neurotó­xicos y nefrotóxicos que se absorben en cantidades importantes en las superficies corporales después de la irrigación o la aplicación local. Se deberá considerar el potencial del efecto tóxico de los antibióticos administrados de esta manera.

Se ha reportado un aumento en la nefrotoxicidad después de la administración concomitante de los anti­bió­ticos aminoglucósidos y las cefalos­porinas.

Debe determinarse periódicamente el nitrógeno ureico en sangre, la creatinina sérica o la depuración de creatinina.

Las concentraciones séricas máximas o mínimas de aminoglucósidos pueden aumentar el riesgo de toxicidad renal y del octavo par craneal.

Los aminoglucósidos se deberán utilizar con precaución en pacientes con enfermedades neuromusculares como miastenia gravis, Parkinson o botulismo infantil, ya que estos medicamentos pueden agravar la debilidad muscular debido a sus efectos potenciales curariformes en la placa neuromuscular.

Durante o después del tratamiento con GENTAMICINA, se han descrito parestesias, teta­nia, signo positivo de Chvostek y Trousseau y confusión mental en pacientes con hipomagnesemia, hipocalcemia e hipo­caliemia. Cuando esto ocurre en lactantes, se ha observado tetania y debilidad muscular. Se requiere tanto en niños como en adultos de una terapia electrolítica adecuada.

Se debe evitar el uso sistémico o tópico concomitante, y/o secuencial, de otros medicamentos neurotóxicos y/o nefrotóxicos como cisplatino, cefa­loridina, kanamicina, amikacina, neomicina, polimixina B, colistina, paromo­micina, estrepto­micina, tobramicina, vancomicina y vio­micina. Otros factores que pueden aumentar el riesgo de toxicidad para el enfermo son la edad avanzada y la deshidratación.

Se debe evitar el uso concomitante de GENTAMI­CINA con diuréticos potentes como el ácido etacrínico o la furo­semida, ya que ciertos diuréti­cos son per se ototóxicos.

Además, cuando los diuréticos se administran por vía intravenosa pueden potenciar la toxicidad del ­aminoglucósido, alterando la concentración del antibiótico en el plasma y en los tejidos.

Los pacientes ancianos presentan una reducción en la función renal que puede no ser evidente en los resultados de los análisis de rutina, como nitrógeno ureico o creatinina sérica.

Puede ser más útil la determinación de la depuración de crea­tinina. La vigilancia de la función renal durante el tratamiento con GENTAMICINA, como con otros aminoglucósidos, es particularmente importante en ­estos pacientes.

Se ha reportado un síndrome parecido al de Fanconi con aminoaciduria y acidosis metabólica en algunos adultos y niños que recibieron inyecciones con GENTAMI­CINA. Se ha demostrado alergenicidad cruzada entre los ami­noglucósi­dos. Durante el tratamiento, los pacientes deben estar bien hidratados. Aunque la mezcla in vitro de GENTAMICINA y carbenicilina resulta en una inactivación rápida e importante de GENTA­MI­CINA, esta inte­racción no se ha demostrado en pacientes con función renal normal que recibieron ambos medicamentos por diferentes vías de administración.

Se ha reportado reducción de la vida media sérica de GENTAMICINA en pacientes con insuficiencia renal grave y que recibieron carbeni­cilina concomitante.

Algunas marcas de sulfato de GENTAMICINA inyectable contienen bisul­fito de sodio, el radical sulfito puede causar reacciones de tipo alérgico, incluyendo síntomas anafilácticos y episodios asmáticos graves y potencialmente fatales en pacientes susceptibles.

No se conoce la prevalencia de la sensibilidad al sulfito en la población general, aunque probablemente sea baja. La sensibilidad al sulfito es más frecuente en personas asmáticas.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:

Categoría de riesgo C: Los antibióticos amino­glu­có­sidos atraviesan la barrera placentaria y pueden oca­sionar daño fetal si se administran en mujeres embarazadas. Existen varios reportes de sordera congénita total bilateral irreversible en niños cuyas madres recibieron estreptomicina durante el embarazo.

No se han reportado efectos colaterales graves a la ma­dre, feto o recién nacido durante el trata­miento en mujeres embarazadas con otros amino­glucósidos.

Se desconoce hasta donde el sulfato de GENTA­MICINA puede causar daño fetal cuando se administra a una paciente embarazada, o si puede afectar la capacidad de reproducción.

Si se usa GENTAMICINA duran­te el embarazo, o si la paciente se embaraza durante la administración de GENTAMICINA, se le debe informar del potencial daño al feto. En mujeres que están amamantando, GENTA­MICINA se excreta en cantidades mínimas a través de la leche materna.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:

Nefrotoxicidad: Los efectos renales adversos como se demuestra por la presencia de cilindros, células, proteína en la orina, por un aumento en el nitrógeno de la urea, nitrógeno no proteico, creatinina sérica u oliguria, han sido reportados y con mayor frecuencia ocurren en pacientes con una historia de disfunción renal y en los tra­ta­dos por largos periodos con dosis mayores a las ­recomendadas.

Neurotoxicidad: Se han observado efectos adversos graves en las ramas vestibular y auditiva del octavo par craneal, en especial, en pacientes con deterioro renal (en particular si requieren diálisis) y en los tratados con altas dosis y/o terapia prolongada. Los síntomas incluyen mareo, vértigo, ataxia, tinnitus, pér­dida auditiva, la cual como sucede con otros amino­glu­cósidos puede ser irreversible. En general, la pérdida auditiva se manifiesta en su inicio con una disminución de la audición de altas frecuencias.

Otros factores que pueden aumentar el riesgo de toxicidad incluyen las dosis excesivas, deshidratación y la exposición previa con otros medicamentos ototóxicos.

Se han reportado neuropatía periférica o encefalopatía, incluyendo adormecimiento, hormigueo de la piel, fasciculaciones musculares, convulsiones y un síndrome similar a miastenia gravis.

Nota: El riesgo de reacciones tóxicas es bajo en pacientes con función renal normal que no reciben sulfato de GENTAMICINA inyectable a altas dosis, o por periodos más largos a los recomendados.

Otras reacciones adversas reportadas que posiblemente están relacionadas con GENTA­MICINA incluyen, depresión respiratoria, letargia, confusión, depresión, alteraciones visuales, disminución del apetito, pérdida de peso, hipotensión e hipertensión, erupciones cutáneas, prurito, urticaria, ardor generalizado, edema larín­geo, reacciones anafilácticas, fiebre y cefalea, náusea, vómito, aumento de salivación y estomatitis; púrpura, seudotumor cerebral, síndrome orgánico cerebral agudo, fibrosis pul­monar, alopecia, dolor de articulaciones, hepatomegalia transitoria y esplenomegalia.

Mientras que la tolerancia local del sulfato de GENTA­MI­CINA in­yectable es en general excelente, existen reportes ocasionales de dolor en el sitio de la inyección. También hay reportes ocasionales de atrofia subcutánea o ne­crosis lipoídica que sugieren irritación local.

Se ha reportado evidencia de disfunción del octavo par craneal, cambios en la función renal, calambres en las piernas, erupción cutánea, fiebre, convulsiones, y un aumento en la concentración de proteínas en el líquido cefalorraquídeo en los pacientes tratados de manera concomitante con la inyección intratecal de sulfato de GEN­TAMICINA y la preparación parenteral de GEN­TA­MICINA.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO:

No se han reportado a la fecha.

PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS, TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD:

No se han reportado a la fecha.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN: El sulfato de GENTAMICINA inyectable puede administrarse por vía intramuscular o intravenosa. Se debe obtener el peso del paciente antes del tratamiento, para el cálculo correcto de la dosificación.

La dosificación de aminoglucósidos en pacientes obesos se deberá basar en un estimado de la masa corporal magra. Es recomendable limitar la duración del tratamiento con aminoglu­cósidos a un corto tiempo.

Se recomienda realizar la determinación de las concentraciones séricas de GENTAMICINA, para asegurar nive­les adecuados pero no excesivos. Después de la admi­nistración intravenosa o intramuscular de GENTAMICINA inyectable, dos o tres veces al día, la concentración máxima, medida entre 30 minutos a 1 hora después de la administración, se espera que esté entre 4 a 6 mcg/ml.

Con la administración de una dosis diaria, se pueden anticipar concentraciones pico elevadas pero transitorias. Con todos los esquemas se deberá ajustar la dosis para evitar concentraciones prolongadas por arriba de 12 mcg/ml. ­También se deben evitar niveles máximos mayores de 2 mcg/ml, medidos justo antes de la administración de la siguiente dosis. Para determinar si un nivel sérico es adecuado para un paciente en par­ticular, se debe considerar la sensibilidad del germen causal, la severidad de la infección y el estado inmunológico del ­paciente.

La duración del tratamiento para todos los pacientes es de 7 a 10 días. En infecciones por complicaciones se pueden requerir periodos más largos de ­terapia.

Administración intramuscular:

Adultos:

Para los pacientes con infecciones graves y función renal ­normal: La dosis recomendada de sulfato de GENTAMICINA inyectable es de 3 mg/kg/día, administra­dos en tres dosis iguales cada 8 horas, o dos dosis iguales cada 12 horas, o bien, una dosis diaria.

En enfermos con infecciones que amenazan la vida: Se les puede administrar una dosis hasta de 5 mg/kg/día, repartidos en tres o cuatro dosis iguales. Esta dosificación se deberá reducir a 3 mg/kg/día, tan pronto como esté indicado clínicamente.

En enfermos con infecciones urinarias: En particular si son crónicas o recurrentes, y sin evidencia de insuficiencia renal, que pesen 50 kg o más, GENTAMICINA pue­de administrarse por vía intramuscular en una dosis de 160mg una vez al día durante 7 a 10 días.

Para adultos que pesen menos de 50 kg: La dosis diaria única deberá ser de 3.0 mg/kg de peso corporal.

Cuando sea posible, es recomendable determinar periódicamente las concentraciones séricas pico y mínimas de GENTAMICINA durante el tratamiento, para asegurar niveles adecuados pero no excesivos del medicamento.

Cuando se determinen las concentraciones pico después de la administración intramuscular o intravenosa, la dosificación se deberá ajustar para evitar niveles prolongados por arriba de 12 mcg/ml.

Cuando se determinen las concentraciones mínimas (justo antes de la siguiente dosis), se deberá ajustar la dosificación para evitar niveles por arriba de 2 mcg/ml.

La determinación de un nivel sérico adecuado, para un paciente en particular, considera la susceptibilidad del organismo etiológico, la severidad de la infección y el estado inmunológico del paciente.

Pacientes pediátricos:

Prematuros o recién nacidos de 1 semana o menos: 5-6 mg/kg/día (2.5-
3 mg/kg cada 12 hrs).

Recién nacidos de más de una semana y lactantes: 7.5 mg/kg/día (2.5mg/kg administrados cada 8 hrs).

Niños: 6-7.5 mg/kg/día (2.0 a 2.5 mg/kg administrados cada 8 hrs).

La duración usual del tratamiento para todos los pacientes es de 7 a 10 días. En infecciones difíciles y complicadas puede ser necesario un curso más prolongado de tratamiento.

En estos casos se recomienda la vigilancia de la función renal, auditiva y vestibular debido a que la toxicidad es más probable que ocurra con el tratamiento por más de 10 días.

La dosificación se debe reducir si está clínicamente indicado.

Enfermos con insuficiencia renal: Se deberá ajustar la ­dosificación en los pacientes con deterioro de la función renal para asegurar una terapéutica adecuada, pero sin alcanzar niveles sanguíneos excesivos. Siempre que sea posible, se deberán determinar las concentraciones séricas de GENTAMICINA.

Un método de ajuste de dosificación es aumentar el intervalo entre la administración de las dosis usuales. Debido a que la concentración de creatinina sérica tiene una alta correlación con la vida media sérica de GEN­TAMICINA, esta prueba de laboratorio puede servir como guía para el ajuste del intervalo entre las dosis.

En el adulto, el intervalo entre las dosis (en horas) se puede calcular al multiplicar el nivel de creatinina sérica (mg/100 ml) por 8. Se debe considerar esta guía cuando se trate de lactantes y niños con deterioro grave de la función renal.

En los pacientes con infecciones sistémicas graves y deterioro de la función renal, puede ser necesario administrar el antibiótico con mayor frecuencia, pero con una dosis reducida.

En estos pacientes, las concentraciones séricas de GENTAMICINA se deberán determinar para obtener niveles adecuados, pero no excesivos.

Las concentraciones pico y mínimas determinadas de manera intermitente durante el tratamiento pueden proporcionar una guía óptima para el ajuste de la dosificación. Después de la dosis inicial usual, una guía para determinar la dosis reducida a intervalos de 8 horas es dividir las dosis normalmente recomendadas entre el nivel de creatinina sérica.

Se debe hacer notar que el estado de la función renal puede cambiar durante el curso del proceso infeccioso.

Administración intravenosa: La administración intrave­nosa de GENTAMICINA puede ser particularmente útil para el tratamiento de pacientes con septicemia bacte­riana o en choque. También puede ser la vía pre­ferida para algunos pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, alteraciones hemato­lógicas, quemaduras severas, o en aquéllos con una reducida masa muscular.

Para la administración intravenosa intermitente en adultos, la dosis única de sulfato de GENTAMICINA inyectable, puede diluirse en 50 a 200 ml de solución salina isotónica estéril o en una solución estéril de dextrosa al 5% en agua; en lactantes y niños, el volumen de diluyente debe ser menor.

La solución puede administrarse por infusión en un periodo de 30 minutos a dos horas.

La dosis recomendada para la administración intravenosa e intramuscular es la misma.

El sulfato de GENTAMICINA inyectable no deberá pre­mezclarse con otros medicamentos, deberá ser admi­nis­trado por separado de acuerdo con la vía de administración recomendada en los esquemas de dosificación.

En pacientes con insuficiencia renal en hemodiálisis, la cantidad de GENTAMICINA eliminada de la sangre puede variar dependiendo de varios factores que incluyen el método de diálisis utilizado.

Una hemodiálisis de 8 horas puede reducir las concentraciones séricasde GENTA­MICINA en aproximadamente 50%. La dosificación ­recomendada al final de cada periodo de diálisis es de 1 a 1.7 mg/kg, dependiendo de la severidad de la infección.

En niños, la dosis recomendada al final de cada periodo de diálisis es de 2.0 a 2.5 mg/kg, dependiendo de la severidad de la infección.

Los esquemas de dosificación arriba mencionados no tienen la intención de ser recomendaciones rígidas, pero pueden utilizarse como guías para la dosificación cuando no son posibles las determinaciones de los niveles séricos de GENTAMICINA.

Una variedad de métodos están disponibles para medir las concentraciones de GENTAMICINA en los líquidos corporales: éstos incluyen métodos microbiológicos, enzimáticos y técnicas de radioinmunoanálisis.

Administración intratecal: La inyección intratecal de sulfato de GENTAMICINA está indicada para la administración directa en los espacios del LCR del sistema nervioso central.

La dosificación varía dependiendo de factores como edad, peso del paciente, sitio de inyección y grado de obstrucción del flujo del LCR y de la cantidad estimada de LCR.

En general, la dosis recomendada para los lactantes de 3 meses de edad y mayores, y en niños es de 1 a 2 mg una vez al día.

Para adultos, 4 a 8 mg pueden administrarse una vez al día.

La administración de la inyección intratecal de sulfato de GENTAMICINA se deberá continuar hasta que el microorganismo susceptible resulte negativo en los estudios del LCR, debido a que la dosis intralumbar o intraven­tricular son administradas inmediatamente después de la toma de muestras para estudios de laboratorio.

El tratamiento debe continuar por lo menos un día después de que se hayan obtenido resultados negativos en los cultivos de LCR y/o los estudios de ­citología.

El método sugerido para la administración de la inyección intratecal de sulfato de GENTAMICINA en el área lumbar es el siguiente: Se retira de la ampolleta la cantidad de medicamento deseada para la inyección ­intratecal.

Una cantidad de líquido cefalorraquídeo (apro­ximadamente 10% de volumen total de LCR) se deja fluir dentro de la jeringa para mezclarse con la inyección intratecal de sulfato de GENTAMICINA.

La solución resultante se inyecta en un periodo de 3 a 5 minutos con el bisel de la aguja hacia arriba. Si el líquido cefalorraquídeo es purulento, o si no se obtiene LCR, la inyección intratecal de sulfato de GENTAMICINA puede diluirse con solución salina estéril antes de la inyección.

La inyección intratecal de sulfato de GENTAMI­CINA también puede administrarse directamente en el espacio subdural o directamente en los ventrículos, incluyendo para su uso un “reservorio implantado”.

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL: En el evento de una sobredosis o reacciones tóxicas, la hemodiálisis pue­de ayudar en la elimi­nación de GENTA­MICINA de la sangre, y es especialmente importante si está comprometida la función renal.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:

Consérvese a temperatura ambiente a no más de 30° C y en lugar seco. No se garantiza la esterilidad de este medicamento en caso de que la jeringa o el envase tenga señales de haber sufrido rotura previa. Almacenar a 2º y 30ºC.

Nota: Algunas preparaciones intratecales no contienen ningún preservador.

Una vez abierta la presentación, el contenido se debe utilizar de inmediato y las porciones no utilizadas deben desecharse.

LEYENDAS DE PROTECCIÓN:

Literatura exclusiva para médicos.
No se deje al alcance de los niños.

NOMBRE Y DOMICILIO DEL LABORATORIO:

Véase Presentación o Presentaciones.

PRESENTACIÓN O PRESENTACIONES:

 Fuente: S.S.A. Catálogo de Medicamentos Genéricos Intercambiables para farmacias y público en general al 3 de agosto de 2007.
Con el objeto de demostrar la intercambiabilidad a que se refiere el artículo 75 del reglamento de Insumos para la Salud, los medicamentos que integran
el Catálogo de Medicamentos Genéricos Intercambiables han sido comparados, siguiendo los lineamientos indicados por la NOM-177SSA1-1998,
contra los productos innovadores o de referencia enlistados en las págs. 11 a 22 donde usted lo podrá consultar.