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La capacitación en urgencias médicas, elemento vital para reducir la mortalidad en los pacientes accidentados, consideró el profesor Philippe Dabadie |
Se sabe que la medicina de urgencia, para que funcione bien y proporcione los resultados
esperados (salvar vidas), requiere que la labor se realice en equipo, tarea en la que
intervienen médicos, enfermeras, técnicos y paramédicos. "En Francia, las medidas que se
han tomado en este campo no son lo suficientemente amplias para poder atender con
satisfacción a la población en todos los casos de emergencia, toda vez que la formación de
los profesionales y la calidad de los servicios de urgencias, en lo que se llama la fase
prehospitalaria, tiene algunas deficencias".
En este sentido, al referirse a la formación académica, dijo que la medicina de urgencias no
constituye una especialidad cuyos límites estén bien definidos, pues la enseñanza en este
rubro varía mucho de una universidad a otra. Sin embargo, en los centros hospitalarios
donde existe un SAMU, esta medicina se ha desarrollado con bases sólidas. Además de que
en la actualidad, los médicos en su formación reciben cursos como el ATLS (Curso
Avanzado de Apoyo Vital en Trauma) que proporcionan los conocimientos básicos para el
mejor manejo de los pacientes.
Cabe destacar, que la organización de Servicio de Ayuda Médica de Urgencia Francesa se
instaló hace treinta años en varios hospitales públicos ubicados en las capitales de
departamento (unidad territorial política y administrativa), con el propósito de poner en
marcha ambulancias con médicos que atienden situaciones difíciles. Dicho organismo tiene
como misión estar pendiente de las alarmas con carácter médico, enviar recursos a las
situaciones de emergencia, verificar la atención del hospital que recibe al paciente y,
también, asegurarse de la posibilidad que tiene el hospital para recibir pacientes después de
una situación de crisis. De esta manera, organiza el transporte, elabora los planes de
emergencia, además de que capacita al personal de atención en urgencias médicas,
particularmente a los técnicos de ambulancia y a los que dan la respuesta de atención en
el centro de regulación, el cual cuenta con técnicos médicos en esta área, quienes colaboran
directamente con los médicos de atención primaria.
En este sentido, uno de los grandes avances en Francia, en medicina de urgencia, es el
contar con medios especiales: Unidades Hospitalarias Móviles (ambulancias de cuidados
intensivos) en la fase prehospitalaria, los cuales fueron instalados gracias al SAMU; esto
representa un beneficio para los pacientes, "ya que éste era considerado enfermo por los
médicos hasta que hacía su entrada en el hospital; en este momento, se considera que el
paciente está enfermo antes y después del accidente, lo que es una visión que implica que
los médicos y el personal de urgencias estén estrechamente unidos y capacitados para acudir
a la llamada de emergencia".
Como un ejemplo de la importancia que tienen estos servicios médicos de emergencia, el
ponente refirió que los servicios de urgencias franceses, específicamente en Burdeos, de
donde es originario el doctor Philippe Dabadie, están organizados bajo una red (de
urgencia) con distintos hospitales, los cuales se localizan a 60 o 200 kilómetros de distancia
alrededor de esta ciudad, lo que en ocasiones dificulta el servicio de organizaciones como
el SAMU, a pesar de que cuenta con unidades móviles ubicadas en los hospitales y a las que
se les reconoce como de tercer, segundo y primer nivel, según su capacidad de atención.
Sobre este aspecto, hizo hincapié en el tiempo que transcurre mientras llega el auxilio y la
gravedad de los pacientes, por lo que se hace necesario reducir ese tiempo, ya que durante
las primeras cuatro horas se presenta una mortalidad del 25 por ciento. "Sabemos que
después del accidente, en el trayecto al primer hospital, si no hay una coordinación entre
el tiempo que pasa y la atención del médico directamente en el lugar de los hechos, podrían
enfrentarse situaciones graves para el paciente; debido a esto estamos evaluando este tipo
de procedimientos en Francia, México y Estados Unidos", concluyó.
Finalmente, después de la sección de preguntas, en la que participaron activamente los
profesores y alumnos asistentes a la conferencia, el doctor Alejandro Cravioto entregó
medalla y reconocimiento al profesor Philippe Dabadie por su participación, además de
agradecer la presencia de Jean-Pierre Tihay, director del Centro Científico y Técnico en
México dependiente de la embajada de Francia.