Ciencia y humanismo al servicio del enfermo El pasado 24 de agosto, los doctores Alejandro Cravioto, Carlos Viesca, Horacio Jinich, Ruy Pérez Tamayo y Arnaldo Kraus comentaron sobre los aspectos más sobresalientes del libro Ciencia y humanismo al servicio del enfermo, del doctor Fernando Martínez Cortés, trabajo en el que el autor expone conceptos como enfermedad y padecer, que han sido causa de confusión y olvido entre los médicos, quienes deben tener como finalidad fundamental y sagrada: dar alivio al sufrimiento humano.
 |
En esta ocasión el doctor Alejandro Cravioto habló de la importancia que tiene para la Facultad de Medicina la producción de libros de texto, especializados y humanísticos que son fundamentales para redondear el intelecto de los médicos en formación y de los profesores que llevan a cabo este proceso. "En los últimos años hemos reeditado libros como El arte de hacer clientela de Gonzalo Castañeda, algunos otros de Horacio Jinich, y temas de Historia y Filosofía de la Medicina con exponentes como Fernando Martínez Cortés y Carlos Viesca, entre otros". La idea de Martínez Cortés sobre el problema fundamental: enfermedad y padecer, ha quedado plasmada a lo largo de su obra literaria. Pero, ahora, con Ciencia y humanismo al servicio del enfermo, "el autor nos brinda un texto notable en el que los nuevos datos que aporta sirven para profundizar y redondear aquellos conceptos antes esbozados en otros de sus libros, para finalmente lograr una colección de nuevas aportaciones", dijo el doctor Horacio Jinich durante su intervención. Además, destacó que el lector tendrá la oportunidad de adentrarse en regiones no exploradas previamente del conocimiento profundo del ser humano, del hombre enfermo, todo lo cual le permitirá apreciar con mayor claridad la importancia de distinguir entre los conceptos: enfermedad y padecer. Así pues, todo el que lo lea será al final de la lectura un médico mejor, pues apreciará más que antes el valor de la palabra, de la mirada, del tacto, de la distancia, del entorno; y todo el que sin serlo, podrá entender su propio padecer y ayudará a su médico a comprenderlo mejor, "pues, después de todo, el paciente ha sido siempre el maestro del médico". Por su parte, el doctor Ruy Pérez Tamayo, se congratuló por que la postura humanista de Martínez Cortés representa el único camino para conservar la esencia del ejercicio de la medicina, como la concibió Hipócrates y como la necesita hoy el ser humano en- fermo. Además, el autor rechaza la restricción de la práctica de la medicina clínica al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, excluyendo al paciente de todo el proceso. "La relación que establece el médico no es con el paciente, sino con su cuerpo", esto es consecuencia en cierto grado del éxito que ha tenido el reduccionismo en el estudio científico de las enfermedades. Por ello, Pérez Tamayo considera al autor del libro como el campeón mexicano de la idea de humanismo médico, término que se refiere a una forma o estilo de ejercer la medicina, basada en el interés y la atención del médico con el enfermo como un individuo que padece y no como un caso que ejemplifica un camino específico de un texto de patología. Para finalizar, el doctor Arnaldo Kraus destacó que Ciencia y humanismo al servicio del enfermo denuncia algunas de las fallas de la medicina contemporánea, como lo es el abusivo reduccionismo del hombre a cuerpo, órganos, células y biomoléculas. "Así, al analizar la distancia entre médico y pacientes, no es posible que el científico presuma de ser objetivo, cubierto con un plumaje que no se ensucia con ningún lodo". Entremezclado en el libro, también emergen la enfermedad y el cuerpo humano, la persona, el modelo biológico lesional de la enfermedad, la novela contexto humanista, la mirada y muchos otros temas; de entre los cuales, se vislumbra que la salud sólo regresará si el enfermo y doctor hablan el mismo lenguaje, y es ahí donde surge la figura del médico humanista cuyas vértebras se exculpen en este texto. |