Diagnóstico molecular y terapia génica de enfermedades genéticas en humanos

Dr. Jesús Kazuo Yamamoto-Furusho
Pasante de Servicio Social. Programa AFINES.

Las enfermedades genéticas se clasifican en tres categorías:

El diagnóstico de las enfermedades genéticas se realiza inicialmente tomando como base los antecedentes familiares y la exploración clínica. Existen tres categorías para el diagnóstico molecular de diversas alteraciones genéticas: la primera, consiste en determinarlo bioquímicamente, previo al análisis del DNA, cuya meta principal es predecir la severidad de la enfermedad basada en las mutaciones presentes. La segunda, está basada en la sospecha de un diagnóstico específico de la alteración genética. En caso de desórdenes autosómicos dominantes o ligados al cromosoma X, el diagnóstico se establece por la demostración de la deleción del DNA. Para trastornos autosómicos recesivos, la identificación de mutaciones patológicas en ambos genes establece el diagnóstico; la identificación de una mutación incrementa la probabilidad que el fenotipo sospechoso esté relacionado a la mutación pero no lo comprueba. La tercera categoría utiliza estudios a nivel del DNA de la población, este tipo de estudio es útil en la detección presintomática de la enfermedad, pruebas prenatales y consejo genético.

El diagnóstico molecular se establece por diversas técnicas:

La TERAPIA GENICA es un método mediante el cual se introduce material genético exógeno dentro de las células de un individuo, constituye un avance directo en el tratamiento de enfermedades genéticas. La introducción de un gen funcional tiene el objetivo de reemplazar la actividad de un gen alterado. Hay dos tipos de terapia génica: La primera de ellas, se realiza en células germinales y la segunda en células somáticas. En el modelo de células germinales, el DNA es introducido al cigoto en etapas tempranas del desarrollo, con el fin de que el nuevo material genético introducido contribuya en la línea celular germinal. La terapia génica en células germinales se ha desarrollado en ratones trasgénicos, este tipo de terapia ha tenido poco éxito en relación a la expresión génica y la patogénesis de la enfermedad genética, el método es ineficiente ya que sólo el 15-20% de los huevos produce animales transgénicos y, por lo tanto, este tipo de terapia no es aplicable a los humanos.

Por otro lado, en la terapia génica en células somáticas, el material genético es introducido sólo a células somáticas y no a las células germinales. Los métodos para la introducción de material genético depende de la enfermedad. Actualmente se están utilizando retrovirus que permiten la introducción del DNA exógeno, con alta eficacia en células que se encuentran en división mitótica; existen otro tipo de virus (adeno-virus) que no requieren que la célula se encuentre en división celular activa. El método (ex vivo) consiste en obtener una muestra de células del individuo a ser tratado, proveniente de médula ósea, hígado, células endoteliales, fibroblastos, mioblastos y células epiteliales, las cuales son candidatos ideales para esta técnica. Posteriormente, se cultivan células extraídas y se clonan con los virus que contienen el nuevo material genético que será donado, se cultivan las células que expresan el gen exógeno y, finalmente, son introducidos al individuo por vía parenteral como se utiliza en médula ósea e hígado. La técnica (in vivo) es aquella en la que se introduce el agente viral clonado con el gen donado a la circulación general del paciente, con el objeto de que el virus se integre específicamente a las células blanco.

Las estrategias de la terapia génica incluyen la alteración de células cancerosas u otro tipo de células que produzcan citocinas que modifiquen la respuesta del huésped; la expresión de antígenos (proteínas HLA-alogénicas) en células cancerosas que induzcan respuesta inmunitaria del huésped; inserción de secuencias de genes supresores del crecimiento celular; y la introducción de genes resistentes a drogas en células normales que faciliten una quimioterapia más agresiva.

En la actualidad, existen numerosos protocolos para el tratamiento de numerosas enfermedades como el cáncer, SIDA, arteroesclerosis, fibrosis quística, hemofilia A y B, fenilcetonuria, distrofia muscular de Duchene y enfermedad de Huntington, entre otras.

En resumen, el diagnóstico molecular y genético incrementa la detección de enfermedades a nivel prenatal y periodo presintomático de diversas enfermedades hereditarias. La aplicación de la terapia génica significará el curar padecimientos genéticos intratables en otras épocas pasadas y por ende, produciría un gran avance en la medicina actual. Otro aspecto importante es la evaluación del riesgo-beneficio de los pacientes al aplicar este tipo de terapia y, finalmente, tomar en consideración los aspectos de tipo ético y económico que produciría el empleo de la terapia génica en los seres humanos.