en ese momento, se definió como la más reciente rama de la medicina que
nace por derecho propio, conjuntando aspectos pediátricos, obstétricos y de salud pública
sobre la base de la investigación; permitiendo atender mejor el proceso reproductivo con
la mira fundamental de trabajar con el enfoque de riesgo, como estrategia de gestión y para
detectar qué núcleos poblacionales están en riesgo de tener: prematuros, recién nacidos con
peso bajo al nacer o de sufrir de toxemia o hemorragia para atenderlos. El Instituto se crea
sin pretender aplicar la tecnología moderna a todas las embarazadas o a todos los recién
nacidos, pues considera el doctor Jurado que esto es un gasto inútil, ``hay que gastar los
recursos de que se disponen para atender a los que se encuentran en riesgo o tienen el
problema, pero no a toda la población'', apuntó el doctor Jurado.
En la creación del Instituto se volcaron todas las ideas que tenía el doctor Jurado,
trabajando sobre la base de educar a la pareja para la reproducción. De inicio, se
institucionalizó la psicoprofilaxis, creada en Rusia y diseminada en Europa rápidamente
como un sistema educativo para la mujer, orientando a controlar el dolor en el trabajo de
parto; ``nosotros -dice el doctor Jurado-, lo adoptamos, modificamos y ampliamos a un
sistema educativo para la pareja en el proceso de reproducción humano, llegando así a la
psicoprofilaxis obstétrica, complementada con campañas de salud: `Señora, si va a tener un
hijo no fume; no ingiera bebidas alcohólicas ni siquiera como aperitivo; no consuma
medicamentos que no le recete el médico'; porque todas estas son sustancias que interfieren
en el proceso de desarrollo del feto, provocando malformaciones, no sólo anatómicas, sino
también funcionales; de los órganos, aparatos y sistemas y entre otras cosas condiciona
prematurez y peso bajo al nacer''.
Se recurrió al enfoque de riesgo como estrategia de gestión; ``¿qué hacíamos?,
estudiábamos a la población y la clasificábamos de acuerdo con sus características como
mujer en alto riesgo de embarazarse; es decir, la mujer que llega a la pubertad y que por
su educación o por sus hábitos o costumbres tiene alto riesgo de embarazarse''.
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El parto en posición vertical: Es la costumbre ancestral de la especie humana para dar a luz
en cuclillas, de rodillas o sentadas, indicó el doctor Eduardo Jurado. ``Las razones son
sencillas -agregó-, el útero ocupa un volumen que va creciendo frente a la columna
vertebral, donde también se encuentran situadas dos grandes venas, la aorta que distribuye
la sangre oxigenada a todos los órganos, aparatos y sistemas, y la vena cava inferior, que
asciende llevando la sangre al corazón para su oxigenación. Entonces, si el útero se apoya
contra la columna dorsal comprime estos vasos, lo que impide el paso adecuado de la
sangre; esto se demuestra a partir del cuarto mes de embarazo; cuando la mujer se acuesta
boca arriba, el feto comienza a moverse desesperadamente porque demanda oxígeno que
no le llega en cantidades adecuadas. Esta falta de oxígeno o hipoxia transitoria durante el
trabajo de parto es condicionante de daño neurológico, que puede ser inadvertido cuando
nace y no tener consecuencias aparentes, pero sin dañar centros nerviosos importantes''.
Ante dichas razones el Instituto diseñó sillas especiales para que la mujer se sentara con
toda comodidad y el obstetra tuviera los menores problemas para recibir al niño. ``Los
niños que nacieron en la IMAN durante nuestra gestión eran orgullosamente llamados
`niño-perinato', porque nacían completamente sanos''.
La participación y presencia del padre durante todo el proceso, fue otro de los logros del
Instituto de Perinatología. Se invitó al padre ha reconocer y estimular a su feto durante el
embarazo y a participar durante el parto, dando apoyo moral y psicológico a la mujer, lo
cual dio excelentes resultados.
La estimulación temprana: Su importancia radica en que durante el proceso de desarrollo
embrionario y el primer año de vida, los órganos, aparatos y sistemas, sobre todo los
órganos de captación de información funcionan cuando son estimulados; el tacto, el sabor,
el olor, la visión y la audición trabajan cuando tienen los estímulos necesarios, los cuales,
una vez que llegan al sistema nervioso central hacen que la neurona emita mayor número
de dendritas (conforman sinapsis y generan neurotrasmisores), y mientras más estímulos
reciba el niño mejor perfeccionará su funcionamiento. En cuanto al feto, comentó que éste
es estimulado desde el embarazo por los sonidos del latido cardiaco de la madre,
estimulando su vía auditiva e incluso la mielimización; también percibe luces y colores que
se transmiten por la pared abdominal que entrenan su sentido visual. El trabajo
perinatológico consistió en sistematizar estos elementos.
En los primeros cuatro años el recién nacido restructura su sistema nervioso en forma global
y si durante ese tiempo se estimula, se demuestra que la estimulación es temprana; esto se
comprueba con los niños que padecen síndrome de Down, pues recuperan muchas funciones
si son educados al respecto.
La alimentación inmediata del recién nacido: Posterior a la revisión del pediatra; el niño
es entregado inmediatamente al seno materno. Esto permite que el feto reciba el alimento
que está diseñado por la naturaleza para la especie humana, con todos sus elementos
inmunológicos o inmunogénicos que tiene el calostro y todos los elementos nutritivos que
la leche natural trasmite; además, se propuso la obligatoriedad de prolongar por lo menos
tres o cuatro meses el amamantamiento del niño; posteriormente, se usará el proceso de
ablactación y el destete al final del primer año de vida incorporando al niño a la
alimentación familiar. Al respecto el doctor Jurado consideró que este elemento constituye
otro aspecto importante de desarrollo en la vida humana, que se ha perdido actualmente.
``El acto de comer, que ahora en las grandes ciudades se ha perdido como la reunión
familiar, no sólo es ingerir el alimento sino degustar, conversar, platicar y cambiar
impresiones, acto que complementa el desarrollo del infante'', aseveró.
El doctor Eduardo Jurado manifestó que todas estas iniciativas fueron con el propósito de
disminuir el número de prematuros y de recién nacidos con bajo peso, al tiempo de
recuperar a los niños que nacen con problemas.
Hasta 1982 nuestro personaje dirigió el Instituto de Perinatología, posteriormente se
desempeñó en el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología para la Salud del Niño del DIF
(1982-86), hoy parte del Instituto Nacional de Pediatría, donde trabajó con el doctor
Joaquín Cravioto, realizando investigaciones sobre la influencia del alcohol en el desarrollo
del sistema nervioso del feto. Trabajos que han valido invitaciones en el extranjero, ya que
no es un tema al que la ciencia médica recurra con frecuencia. Los resultados de dichos
estudios han expresado que el alcohol ingerido durante el embarazo interfiere con el
desarrollo del sistema nervioso central porque causa muerte de neuronas e interfiere con
el proceso de sinaptización. El recién nacido de madre alcohólica tiene un 54 por ciento de
probabilidad de nacer con el síndrome del feto alcohólico.
Posteriormente, el doctor Leobardo Ruiz, director del DIF, invitó al doctor Jurado a
participar y fungir como director del Instituto de Salud Mental para transformarlo en un
centro de investigación, y con la idea de determinar cuál era la demanda de atención y
servicio que prestaba el Instituto. ``Encontramos que la mayor parte de pacientes era de
tipo pediátrico, ya que se atendían desde infantes hasta jóvenes de 18 años; ahí encontramos
que la principal causa de atención eran los trastornos de aprendizaje, de conducta, de
lenguaje, epilepsia, trastornos mixtos y, por último, una amplia gama de trastornos
patológicos de tipo psiquiátrico'', comentó. Del conjunto de problemas, las investigaciones
mostraron que un alto porcentaje de éstos procedían desde la etapa perinatal, comprobando
y afirmando las bases de las que había partido para la creación del Instituto de
Perinatología.
Con este último puesto administrativo, el doctor Eduardo Jurado García, decide jubilarse;
sin embargo, sus inquietudes lo llevan a unirse a un grupo privado, al Grupo de Estudios
del Nacimiento (Grupo GEN), donde realizó investigaciones sobre cómo influir para educar
mejor sin dejar de lado la prematurez, sumando un nuevo concepto: defecto al nacimiento.
Ni tardo ni perezoso, dio a la luz su definición que fue avalada por los doctores José
Manuel Alvarez Manilla, Ernesto Díaz del Castillo y un grupo de 30 especialistas más que
integraban el Grupo GEN:
``Un defecto al nacimiento es toda aquella condición presente al momento de nacer, en
forma notoria o latente, que afecta el proceso de adaptación del feto al medio extrauterino,
provocando la muerte del niño o lesiones permanentes. Ante tal conclusión, el Grupo GEN
decidió que podría ser un gestor entre la población y los servicios de salud. El trabajo
comenzó con una serie de conferencias en 22 estados de la República Mexicana, en
universidades, hospitales y centros de salud, donde se difundían estos conocimientos de
defectos al nacimiento y sus consecuencias en los aspectos genéticos. Dichas acciones
llevaron al grupo a crear un centro que ofreciera atención primaria a la salud perinatal y
enfocado a nivel de contacto con la gente de bajos recursos económicos, principalmente.
Dicho centro se llamó Centro de Investigación Materno-infantil del Grupo de Estudios del
Nacimiento (CIMIGEN), que recogió mucho de lo que se dijo en el Instituto de
Perinatología -comentó el doctor Juradono para duplicarlo sino como una consecuencia
lógica. Con ello se sentaron las bases para estructurar un programa que buscara establecer
un módulo de atención materno-infantil que tuviera las características que demanda el
programa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de `Salud para Todos en el
Año 2000': atención primaria en el sentido de que tiene todas las bases científicas para
hacerse, es aceptada por la población y ésta participa en el programa, baja en costo y
eficiente, además, de equitativa''.
-De todas estas experiencias ¿Recuerda alguna anécdota?
``Recuerdo que estudiando en la Escuela Médico Militar un grupo de cadetes del cuarto
año discutíamos regresando del cine, rumbo a la escuela, cuál sería el futuro de la medicina
en México (en 1943), estábamos Joaquín Cravioto, Jaime Melgar, Bartolomé Pérez Ortiz,
Romeo Velázquez Valdivieso, Jorge Velasco Alzaga y un servidor. Veíamos la necesidad
de que hubiera mayores especialistas en salud pública, porque el enfoque tenía que hacerse
con base en la atención de los problemas de salud de la población; no podíamos formar
recursos humanos para atender enfermedades que no teníamos o problemas que no
existieran, necesitábamos conocer nuestra problemática para poder resolverla; para ello,
demandábamos centros de investigación, que en ese entonces eran escasos; entonces
proponíamos la creación de un instituto de investigación en el sur de la República, donde
el problema médico era más intenso, y sigue siendo. Proponíamos Oaxaca o Guerrero,
donde Valdivieso, oaxaqueño de origen, decía que crearíamos el Instituto de Investigación
Médica del Sureste, ¡le tenía hasta nombre!. Andando el tiempo, de los tres que discutíamos,
el doctor Joaquín Cravioto, Jorge Velasco Alzaga y un servidor, creamos los institutos del
DIF: el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología para la Salud del Niño (INCYTAS), que
fue idea y creación del doctor Cravioto; el Instituto de Salud Mental que creó y dirigió
Jorge Velasco Alzaga, y el Instituto de Perinatología, que estuvo a mi cargo. Creo que
hemos sido congruentes con nuestra idea de estudiantes para intervenir de algún modo en
la mejoría de la salud mexicana, que es lo que nos interesa'', expresó. Y en la formación del
médico ejemplificó con un texto dedicado a los estudiantes de medicina por parte del doctor
Ruy Pérez Tamayo, que para su gusto resume los elementos éticos para la formación de un
médico: ``El ejercicio de la medicina es cumplir con tu obligación para con la colectividad;
investiga y educa, pero atiende a la colectividad''.
A su parecer, 17 años de investigación y otros tantos de administración le han dado una
clara visión de lo que la medicina significa y lo que más o menos se esbozaba en su época
de estudiante, y lo que la persistencia, en su caso, le dio para tener la oportunidad de servir
a la carrera médica y a su país.
-¿Qué le ha dado su nuevo puesto?
-``A partir del 20 de marzo del año en curso un reto, ya que tenía tiempo de no sentirme
útil; ahora siento que otra vez entro a la batalla y que hay mucha responsabilidad al manejar
e intervenir de alguna manera en la formación de maestros y doctores. Es una tarea muy
importante, ya que la necesidad de crear maestros y doctores en ciencias básicas y en
ciencias médicas y de la salud, que tengan a su cargo la investigación de frontera, es una
gran responsabilidad y una gran necesidad del país'' concluyó.
Cabe señalar que el doctor Eduardo Jurado García fue becario del gobierno francés y de
los laboratorios Carnot en el Centro de Investigaciones Neonatales de la Clinicque
Baudelocque de la Universidad de París; además, cursó un Fellowship in Neonatal Research,
en Boston Lying-in Hospital, en el Children's Hospital de Harvard University.