Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de septiembre 2003


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Conferencia magistral
La medicina y los valores humanos

En el marco de las actividades de bienvenida, el director de la Facultad de Medicina, José Narro Robles, hizo la presentación de la conferencia magistral a cargo del maestro Ramón de la Fuente Muñiz, formador de numerosas generaciones de psiquiatras del país y profesor de pregrado y posgrado, un personaje de la vida universitaria que ha dado aportes importantes en su área, ha recibido numerosas distinciones y ha participado en la creación de instituciones; por ello, dijo el titular de la FM, es, en suma, un maestro de la medicina mexicana y está aquí para hablar de un tema importante que irán descubriendo en su adiestramiento.
La medicina y los valores humanos fue el tema de exposición del doctor De la Fuente, quien explicó a detalle la relación de ambos asuntos; para ello inició diciendo a la nueva generación que los problemas éticos de la medicina contemporánea relacionados con los avances tecnológicos y los cambios en la sociedad y en la cultura han atraído de tiempo atrás el interés de filósofos, teólogos, abogados y de los mismos médicos.


Dr. Ramón de la Fuente Muñiz

Asimismo, señaló que la medicina ha experimentado más extensos y profundos cambios en los últimos años que en cualquier otra época de su historia. En lo que se refiere al cuidado de la salud, el péndulo ha oscilado de lo individual a lo social, del énfasis en la curación al de la prevención, del ciudadano y la comunidad como sujetos pasivos a su participación activa, y del trabajo individual al trabajo en equipo y, por último, de la autonomía del médico a su sujeción a las normas establecidas por las instituciones en las que desempeña sus tareas.
Por otra parte, los avances técnicos han incrementado el poder de los médicos y hoy sus decisiones tienen sobre la vida de las personas mayores consecuencias que en el pasado. Además, la relación del profesionista con los enfermos experimenta cambios irreversibles, uno de ellos es que tanto los médicos como los pacientes han perdido la libertad de escoger. Los primeros confrontan nuevos problemas y también viejos en circunstancias nuevas, por ejemplo: las intervenciones relacionadas con la iniciación, prolongación y terminación de la vida; procedimientos de diagnóstico y tratamiento más eficaces pero también más peligrosos; uso de fármacos que alteran la conciencia, el humor y la conducta, y, entre otros, las implicaciones de la experimentación clínica en humanos. Estos cambios y las demandas que se generan en el seno de la sociedad han afectado profundamente la práctica de la medicina y hacen necesario que se comience una revisión crítica de sus metas y los valores que la rigen; para ello es importante un diálogo con la filosofía del hombre, como una reflexión ordenadora de la experiencia.
De esta manera, el maestro señaló que una crítica que frecuentemente se le hace a la medicina es que como consecuencia del énfasis desmesurado en los aspectos técnicos se han descuidado los valores y las virtudes que se habían considerado inherentes a la profesión, los cuales se han desgastado. En otras críticas se dice que la medicina ha sido percibida como deshumanizadora: “Al examinar qué es lo que falló en la medicina después de que dejó de ser una profesión profundamente ignorante y se convirtió en una tecnología basada en la ciencia, también se culpa a la burocratización de haber tenido efectos negativos en la práctica moderna, se argumenta que la colectivización de la medicina ha generado una maquinaria burocrática impresionante con la consecuencia de que el médico se ha visto despojado de su individualidad; por ello, ha perdido interés en su trabajo y por lo tanto su sensibilidad en el trato con los pacientes se ha erosionado.”
Más adelante, De la Fuente explica que un hecho que no ha sido tomado en cuenta es que las acciones médicas rebasan continuamente los límites convencionales de la ciencia y la técnica, y que hay factores que desempeñan un papel importante en la salud y en la enfermedad, a los cuales no se les ha atribuido la importancia que tienen, tales como factores psicológicos, sociales y éticos; en otras palabras, que la medicina es también, en su esencia, una ciencia centrada en la persona, es decir, una ciencia humana.
En este orden de ideas el ponente manifiesta que quienes ven en el humanismo el remedio para evitar los excesos del tecnicismo piensan que si los valores humanos fueran comprendidos y aceptados por los médicos, éstos tendrían una actitud más critica en el uso de los recursos técnicos y mayor sensibilidad para ver a sus pacientes como personas. “El principio es que cada estado de enfermedad y decisión médica tiene un aspecto técnico y uno ético, que ambos están ligados y no pueden ser ignorados sin que esto tenga consecuencias muy desfavorables.
“Destacar la importancia de los valores de la medicina clínica no implica restar importancia a los aspectos técnicos, de hecho puede sostenerse que el desgaste de la medicina en su dimensión humana no radica en la técnica sino en el espíritu con el que se le ha aplicado y en el hecho de que absorbe la tensión de muchos médicos, quienes como consecuencia descuidan otros aspectos de sus enfermos.”
Después de esbozar algunos conceptos de humanismo, el doctor De la Fuente también señaló que las obligaciones del médico con sus pacientes se derivan del impacto de la enfermedad sobre la condición humana, la vulnerabilidad del paciente y su necesidad de ser amparada, y de la naturaleza intrínseca de su relación con el médico, “a nuestro juicio, la base más auténtica y objetiva de la ética profesional es la obligación que trasciende cualquier derecho y privilegio que los médicos puedan tener”.
Para finalizar dijo que hoy en día la medicina tiene necesidad de examinar críticamente sus metas y normas para conciliar los avances de la técnica con las necesidades del hombre y de la sociedad.

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