Conferencia magistral
La medicina y los valores humanos
En el marco de las actividades de bienvenida, el director
de la Facultad de Medicina, José Narro Robles, hizo la presentación
de la conferencia magistral a cargo del maestro Ramón de la Fuente
Muñiz, formador de numerosas generaciones de psiquiatras del
país y profesor de pregrado y posgrado, un personaje de la vida
universitaria que ha dado aportes importantes en su área, ha
recibido numerosas distinciones y ha participado en la creación
de instituciones; por ello, dijo el titular de la FM, es, en suma, un
maestro de la medicina mexicana y está aquí para hablar
de un tema importante que irán descubriendo en su adiestramiento.
La medicina y los valores humanos fue el tema de exposición del
doctor De la Fuente, quien explicó a detalle la relación
de ambos asuntos; para ello inició diciendo a la nueva generación
que los problemas éticos de la medicina contemporánea
relacionados con los avances tecnológicos y los cambios en la
sociedad y en la cultura han atraído de tiempo atrás el
interés de filósofos, teólogos, abogados y de los
mismos médicos.
Dr. Ramón de la Fuente Muñiz |
Asimismo, señaló que la medicina ha experimentado
más extensos y profundos cambios en los últimos años
que en cualquier otra época de su historia. En lo que se refiere
al cuidado de la salud, el péndulo ha oscilado de lo individual
a lo social, del énfasis en la curación al de la prevención,
del ciudadano y la comunidad como sujetos pasivos a su participación
activa, y del trabajo individual al trabajo en equipo y, por último,
de la autonomía del médico a su sujeción a las
normas establecidas por las instituciones en las que desempeña
sus tareas.
Por otra parte, los avances técnicos han incrementado el poder
de los médicos y hoy sus decisiones tienen sobre la vida de las
personas mayores consecuencias que en el pasado. Además, la relación
del profesionista con los enfermos experimenta cambios irreversibles,
uno de ellos es que tanto los médicos como los pacientes han
perdido la libertad de escoger. Los primeros confrontan nuevos problemas
y también viejos en circunstancias nuevas, por ejemplo: las intervenciones
relacionadas con la iniciación, prolongación y terminación
de la vida; procedimientos de diagnóstico y tratamiento más
eficaces pero también más peligrosos; uso de fármacos
que alteran la conciencia, el humor y la conducta, y, entre otros, las
implicaciones de la experimentación clínica en humanos.
Estos cambios y las demandas que se generan en el seno de la sociedad
han afectado profundamente la práctica de la medicina y hacen
necesario que se comience una revisión crítica de sus
metas y los valores que la rigen; para ello es importante un diálogo
con la filosofía del hombre, como una reflexión ordenadora
de la experiencia.
De esta manera, el maestro señaló que una crítica
que frecuentemente se le hace a la medicina es que como consecuencia
del énfasis desmesurado en los aspectos técnicos se han
descuidado los valores y las virtudes que se habían considerado
inherentes a la profesión, los cuales se han desgastado. En otras
críticas se dice que la medicina ha sido percibida como deshumanizadora:
“Al examinar qué es lo que falló en la medicina
después de que dejó de ser una profesión profundamente
ignorante y se convirtió en una tecnología basada en la
ciencia, también se culpa a la burocratización de haber
tenido efectos negativos en la práctica moderna, se argumenta
que la colectivización de la medicina ha generado una maquinaria
burocrática impresionante con la consecuencia de que el médico
se ha visto despojado de su individualidad; por ello, ha perdido interés
en su trabajo y por lo tanto su sensibilidad en el trato con los pacientes
se ha erosionado.”
Más adelante, De la Fuente explica que un hecho que no ha sido
tomado en cuenta es que las acciones médicas rebasan continuamente
los límites convencionales de la ciencia y la técnica,
y que hay factores que desempeñan un papel importante en la salud
y en la enfermedad, a los cuales no se les ha atribuido la importancia
que tienen, tales como factores psicológicos, sociales y éticos;
en otras palabras, que la medicina es también, en su esencia,
una ciencia centrada en la persona, es decir, una ciencia humana.
En este orden de ideas el ponente manifiesta que quienes ven en el humanismo
el remedio para evitar los excesos del tecnicismo piensan que si los
valores humanos fueran comprendidos y aceptados por los médicos,
éstos tendrían una actitud más critica en el uso
de los recursos técnicos y mayor sensibilidad para ver a sus
pacientes como personas. “El principio es que cada estado de enfermedad
y decisión médica tiene un aspecto técnico y uno
ético, que ambos están ligados y no pueden ser ignorados
sin que esto tenga consecuencias muy desfavorables.
“Destacar la importancia de los valores de la medicina clínica
no implica restar importancia a los aspectos técnicos, de hecho
puede sostenerse que el desgaste de la medicina en su dimensión
humana no radica en la técnica sino en el espíritu con
el que se le ha aplicado y en el hecho de que absorbe la tensión
de muchos médicos, quienes como consecuencia descuidan otros
aspectos de sus enfermos.”
Después de esbozar algunos conceptos de humanismo, el doctor
De la Fuente también señaló que las obligaciones
del médico con sus pacientes se derivan del impacto de la enfermedad
sobre la condición humana, la vulnerabilidad del paciente y su
necesidad de ser amparada, y de la naturaleza intrínseca de su
relación con el médico, “a nuestro juicio, la base
más auténtica y objetiva de la ética profesional
es la obligación que trasciende cualquier derecho y privilegio
que los médicos puedan tener”.
Para finalizar dijo que hoy en día la medicina tiene necesidad
de examinar críticamente sus metas y normas para conciliar los
avances de la técnica con las necesidades del hombre y de la
sociedad.
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