"Un encuentro con la Medicina Familiar: mi experiencia en la Universidad de Nuevo México, Albuquerque" Iris Enriqueta Martínez Juárez*
Nunca me había cuestionado la importancia y la función del médico familiar, hasta que tuve la oportunidad de trabajar como uno de ellos. Durante los meses de septiembre a diciembre de 1996 participé en el Programa de Intercambio Académico con la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque; en mi estancia ahí, realicé tres rotaciones cl¡nicas que fueron: ginecolog¡a oncológica, neuropediatría y medicina familiar, de esta última voy a referir mi experiencia. La responsabilidad del médico familiar incluye no solamente manejar problemas de primer nivel, el equipo de Medicina Familiar participa directamente en el cuidado de pacientes hospitalizados, en donde le corresponde la vigilancia continua de los pacientes, tanto en su estancia hospitalaria como en su casa o asilo, ya que se realizan visitas domiciliarias para seguimiento de los pacientes, conocimiento de las condiciones del lugar que habitan y valoración de los riesgos de accidentes que se pueden presentar en el hogar, pero las visitas no se limitan a entregar un reporte sino que se toman acciones para mejorar las condiciones en que viven los pacientes, mostrando en todo momento interés por la salud y no únicamente por la enfermedad. En el hospital también el médico familiar es responsable de admitir y atender pacientes en la sala de urgencias, incluyendo casos médico-quirúrgicos y de trauma, esto tiene la ventaja de que conoce a su paciente y promueve la vigilancia continua, que es el objetivo que tiene el programa. Se trabaja con un equipo interdis-ciplinario formado por estudiantes, residentes, médicos de base, trabajadores sociales y enfermeras; en algunas ocasiones se interconsultaba a médicos u otros profesionales de la salud para el manejo coordinado de los pacientes, estando el paciente siempre bajo el cuidado del médico familiar. La prevención es un aspecto que no se descuida, por lo que las condiciones sociales y ambientales del paciente, son siempre conocidas por el médico familiar para poder intervenir oportunamente, ya sea antes de que se presente la enfermedad o bien alguna exacerbación si es que la enfermedad ya está presente. Semanalmente se acude a sesiones generales sobre diferentes temas de interés para el médico familiar; además, en el equipo en que trabajé se discutían artículos sobre las enfermedades de los pacientes hospitalarios y llevé a cabo presentaciones de artículos. El programa también incluye el trabajo en clínicas que se localizan en reservas indias y otros lugares de Nuevo México. Esta rotación me permitió tener mayor contacto con el paciente en la esfera personal y social y no sólo en el aspecto médico. Agradezco la oportunidad que se me brindó de formar parte del Programa de Intercambio Académico y considero que es un programa motivante como alumno de nuestra Facultad.
"Cada vez sé menos de las enfermedades y cada vez sé más acerca de los enfermos" Raoul Fournier *Carta de la alumna Médico Interno de Pregrado Facultad de Medicina, UNAM |