Su pasión: la cirugía y el deseo
de servicio para aquellos que necesitan un tratamiento de calidad
El doctor Fernando Molina aplica con éxito
un procedimiento para elongar huesos faciales
En México se estima que de cada tres mil nacimientos,
uno es portador de microsomía facial, es decir, que presentan
asimetría en la cara, y aunque las causas de esta patología
no son conocidas, la atención médica y quirúrgica
de estos pacientes es una de las prioridades del doctor Fernando Molina
Montalvo, jefe de la División de Cirugía Plástica,
Estética y Reconstructiva, ubicada en el Hospital General “Dr.
Manuel Gea González”.
El Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva, fundado
en 1951 por el doctor Fernando Ortiz Monasterio, el doctor Molina expresa
que se trata de una unidad con prestigio nacional e internacional, lo
cual quiere decir que no existen muchos centros dedicados a la cirugía
de las alteraciones médicos-funcionales del cuerpo, por ello
se trata de un centro de referencia.
Durante una entrevista con el especialista originario de Guerrero, egresado
del Instituto Politécnico Nacional y profesor titular del curso
de la especialidad, él explica que su primer acercamiento con
la cirugía reconstructiva comenzó al atender a pacientes
quemados, y una vez en conocimiento de las contribuciones del doctor
Ortiz Monasterio se integró a su grupo de trabajo como residente,
donde obtuvo una gran riqueza intelectual.
Dr. Fernando Molina Montalvo |
Desde 1988 el doctor Molina ha participado en las unidades
móviles para el tratamiento de pacientes con labio y paladar
hendidos y anomalías craneomaxilofaciales en las áreas
rurales de México, ya que después de la especialidad hizo
un año más en cirugía craneal y facial, que dentro
de las diferentes áreas de la cirugía plástica
y reconstructiva es una de las más importantes por el tipo de
patología que trata: niños con problemas congénitos
a quienes faltan elementos anatómicos importantes en la cara
y el cuerpo, es decir, les puede faltar la nariz, una oreja o una órbita,
y la cirugía craneofacial se encarga de estas reconstrucciones
considerando que son niños que tienen deficiente anatomía,
pero que sin embargo el resto de ella, incluyendo el cerebro y la inteligencia,
es normal.
Debido a su pasión por la cirugía plástica adaptó
a los problemas óseos en la cara una técnica para elongar
los huesos de las extremidades. Con esa idea realizó un proyecto
de investigación en la década de los noventas, y diseñó
un aparato que pudiera, de la misma forma, alargar con éxito
mandíbulas, maxilares, u órbitas de niños con deficiencias
óseas, proyecto que a la fecha ha dado resultados muy satisfactorios.
En forma simultánea, la Universidad de Nueva York también
comenzó este protocolo, y actualmente son los dos servicios pioneros
en el mundo en el desarrollo de la técnica llamada “distracción
ósea del esqueleto craneofacial, y que hoy en día representa
el tratamiento de primera elección para muchas patologías
congénitas muy graves.
Los niños con mandíbula exageradamente pequeña
presentan problemas para respirar; por ello, se indica en forma tradicional
una traqueostomía para que pueda sobrevivir. Hoy día su
problema físico se resuelve elongando sus mandíbulas desde
los cinco días a las dos semanas de vida, lo cual mejora su respiración
y pueden alimentarse de manera normal, situación que al final
de cuentas les permite crecer en forma óptima.
El también investigador nacional señala que una de las
patologías con que se inició fue la microsomía
facial, con la que los pacientes presentan una marcada asimetría
de la cara que se caracteriza porque la mitad de la misma que se afecta
está constituida por la mandíbula, el maxilar, la glándula
parótida y los músculos masticatorios, que son muy pequeños
e hipoplásicos y en la mayoría de los casos no existe
la oreja. Se les trata con distracción ósea y se han beneficiado
desde el punto de vista funcional: pueden masticar, al mismo tiempo
que se les reponen las dimensiones óseas y se recupera la simetría
facial, lo que desde el punto de vista psicológico produce cambios
satisfactorios.
Durante un congreso al que el doctor Molina Montalvo asistió
recientemente en París, explicó que el servicio al que
está adscrito desde 1991, cuenta con la serie clínica
más grande de niños tratados con la distracción
ósea: “A lo largo de 12 años de seguimiento de la
técnica sabemos qué ha pasado con el crecimiento de esos
pacientes; por ello, esta unidad de cirugía plástica es
la que dicta el parámetro que se ha de seguir en otras unidades
de cirugía craneofacial del mundo.”
Cabe destacar que en 1995, año en el que fue publicada la investigación
sobre la distracción ósea de la cara en Clinic Plastic
Surgery, revista internacional, fue considerada el mejor trabajo publicado
en el mundo dentro de la especialidad y, por ello, se le dio el crédito
correspondiente, “lo cual nos hace sentir muy orgullosos de que
este trabajo clínico de investigación, originado en el
servicio universitario de un hospital de la SSa, pudiera ser distinguido
con ese premio, considerando que en la revista se publican trabajos
de prestigiadas universidades”.
El doctor Molina, también miembro de 14 sociedades científicas
nacionales e internacionales, explicó que en otro grupo de pacientes
adolescentes que presentaban ambos lados de la mandíbula pequeños
—no desarrollados— y habían sido tratados con técnicas
tradicionales o injertos óseos que nos les funcionaban del todo,
una vez tratados con distracción ósea, técnica
que es gradual y en estos casos se aplica haciendo un corte óseo
a la mitad de la mandíbula para luego colocar unos distractores
(aparato con tornillos externos), ya colocado, una vez al día
se le da una vuelta, lo que permite alargar el hueso un milímetro
diario. Se trata de un procedimiento gradual que en un promedio de tres
a cuatro meses logra elongar huesos, músculos, piel, nervios
y arterias.
“El grupo multidisciplinario del Gea González, donde participan
médicos, ortodoncistas, genetistas y otorrinolaringólogos
son el factor de éxito para el desarrollo de este protocolo de
investigación que todavía estamos ampliando para diferentes
patologías, observando que es posible aplicar la técnica,
ya que se obtienen algunas ventajas extras, sobre todo, en la disminución
de complicaciones postoperatorias. En este servicio el paciente es lo
más importante, todos estamos para brindarle nuestra atención,
nuestros conocimientos y habilidades.”
Otro servicio importante de la unidad es la enseñanza, aquí
se adiestran médicos en la especialidad. Tradicionalmente es
un servicio que ha sido muy generoso en ese aspecto, por esa razón,
desde que se inició el servicio se reciben visitantes de distintos
países, tanto para adiestrarse como para conocer las técnicas
quirúrgicas, los protocolos de tratamiento en las diferentes
patologías no solamente de cirugía craneofacial, sino
las que se realizan de mano, microcirugía, el tratamiento de
niños con fisuras labiopalatinas y cirugía plástica
en general, que incluye quemaduras, cirugías de piel y de estética,
que también es parte del programa académico universitario
para la formación completa de los residentes, explicó
el doctor Molina Montalvo, también miembro de comités
editoriales de diversas revistas internacionales y autor de 20 artículos
en revistas indizadas y de divulgación internacional.
“Tener pacientes y alumnos con ganas de conocimiento da la oportunidad
de hacer investigación clínica y básica, para lo
cual contamos con un área de investigación, bioterio,
y un laboratorio de microcirugía, donde podemos hacer otro tipo
de investigaciones.”
Al finalizar la entrevista, el doctor Molina señaló que
entre sus planes futuros se encuentra mantener en el nivel de excelencia
esta escuela mexicana de cirugía plástica, y lograr que
un grupo mayor de profesores cubran todas las áreas de la cirugía
plástica, crecer en la de mano y de quemaduras, y hacer más
investigación básica que permita conocer un poco mejor
el proceso de la cicatrización, porque “al final de cuentas,
los cirujanos somos los que curamos heridas, las cuales producen cicatrices;
entonces, para controlar ese proceso, lo debemos conocer muy de cerca”.
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