Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
25 de octubre 2001


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Exposición científica y fotográfica:
Tomografías dinámicas del diagnóstico del alcoholismo

"Dejad que la linealidad y la no linealidad correspondan al mismo paradigma, pero bajo supuestos diferentes: la estabilidad explicada por la inestabilidad y el plano euclidiano visitando la magnificencia del espacio de las fases, que caracteriza el diagnóstico del alcoholismo”.

Una muestra, resultado de la búsqueda de la cuarta dimensión en imágenes de matemáticas fractales euclidianas computarizadas con colores y relieve, tomografías de alcohólicos que se muestran junto a pagodas, tótem, arquitectura antigua y moderna del Lejano Oriente, constituyeron la ex-posición científica y fotográfica Tomografías dinámicas del diagnóstico de alcoholismo, del profesor Klaus Dieter-Gorenc o Go-ren-Ko, que se realizó en el vestíbulo del auditorio “Dr. Raoul Fournier Villada”.

La idea del proyecto, presentado en el mes de septiembre, nació en Taiwán, a partir de la influencia china que tuvo Dieter-Gorenc y la búsqueda de embellecer el trabajo científico, por lo que comentó: “El proyecto nació en 1998, en Taiwán, Japón y Sudáfrica, pero es hasta el último viaje que realicé a Japón, donde comencé a trabajar con los modelos no lineales, aunque ya había realizado algunas pruebas en Taiwán. Estuve cuatro meses en el Oriente; cuando regresé complementé con el licenciado Eduardo Silva el proyecto de mostrar una exposición de fotografía, y decidí presentar esta analogía donde la ciencia y la estética arquitectónica oriental conjugan lo bello de la naturaleza y el producto humano.
Doctor Klaus Dieter-Gorenc

“En las primeras presentaciones utilicé imágenes del Oriente, lo que gusto mucho; así, cuando regresé de año sabático pensé que tenía que retribuir lo que había aprendido y logrado ver en Asia y, entonces surgió la idea de hacer una exposición de imágenes sobre fragmentos de los lugares donde estuve; asimismo, surgió otra idea que comencé a trabajar en Taiwán, de matemáticas fractales en el diagnóstico del alcoholismo. Trabajé las imágenes digitales, les saqué la parte más hermosa que tenían y su analogía de acuerdo con los países donde había hecho investigación. Las primeras se refieren a Japón y las últimas a Taiwán. El proyecto duró ocho meses desde que comenzó a planearse hasta su culminación”.

Durante la inauguración se realizó una presentación interactiva de cómo se genera una tomografía del diagnóstico, la cual es dinámica, no en un plano euclidiano como tal, sino que se ve en cuarta dimensión; se mostró cómo los atractores de la salud se van alineando con el impacto de consumo de alcohol, pero siempre buscando la parte más bella de las imágenes, mientras música de tambores tradicionales de Japón introducía al público asistente al mundo fantástico del Oriente.

Egresado de la carrera de medicina con especialidad en psiquiatría por la Facultad de Medicina y doctorado en Alemania, Dieter-Gorenc es profesor de seminario de investigación para posgraduados y una materia optativa titulada “Diseños de investigación sin estadística”, donde se enseña a los alumnos la parte teórica lineal y, como práctica, el desarrollo de la imagenología para que sepan de dónde surge el fenómeno e incitarlos a la investigación.

- ¿Podrías explicarnos más sobre tu línea de investigación?
“La idea de buscar la parte estética de las tomografías surgió de unos autores mexicanos de la Facultad de Ciencias, que decían que había que complementar la investigación de tipo lineal x-y con la experimentación de ecuaciones no lineales. Lo primero que hice fue ver la estructuración del diagnóstico a la forma clásica newtoniana y, posteriormente, lo que no era explicado por la linealidad dentro del diagnóstico, lo sometía a otras ecuaciones para ver qué paisajes había detrás, de lo que la linealidad no podía explicar como tal. El comportamiento dinámico que tienen las diversas entidades nogsológicas del alcoholismo, siempre contrastadas con sujetos no afectados que son bebedores sin problemas, pero no son abstemios, en contraste con sujetos que tienen sospecha de alcoholismo y no saben qué grado de afección tienen por el consumo de alcohol con los que padecen alcoholismo, se convierte en una dicotomía entre sujetos abusadores y adictos al alcohol. Lo interesante es que en la literatura no se había demostrado que el sujeto sano es muy complejo y dinámico, y cuando enferma va muriendo poco a poco. Mi trabajo consiste en demostrar el comportamiento con grupos estratificados. El sujeto sano tiene trayectorias complejas en contraste con los enfermos y, efectivamente, descubrí que existe un atractor sano conocido en la literatura, que caracteriza a los sujetos que no están afectados por el consumo de alcohol, el cual va perdiendo su complejidad, flexibilidad y adaptabilidad, y las imágenes demuestran que hay una pérdida de complejidad en todos los sentidos; la que a mí me interesa es la complejidad existencial. El alcohólico o dependiente pierde la complejidad del existir y de su gozo, de ahí la diferencia, que es lo que muestra esta exposición, de ver la calidad, de mostrar imágenes lineales para ver la contraparte de lo que tiene escondido el plano euclidiano en el espacio de las fases.

“El análisis fractal se me ocurrió en 1972, cuando vivía en Alemania; jugaba con la cámara, doblaba papel, lo aventaba e iluminaba y tomaba la foto como tal, entonces realizaba ensayos de esa naturaleza. Así eran mis fotografías cuando todavía no salía la investigación fractal, pero yo lo hacía a nivel fotográfico y eso lo utilicé en una publicación donde la hipótesis se anula”.

Al preguntarle de dónde nació la idea de fotografiar, dijo: “Desde los 12 años comencé a tomar fotografías con una pequeña cámara que con-seguí en el centro de la ciudad. Comencé con fotografías nocturnas, abría todo el diafragma; no tenía dinero, pero me las arreglaba para revelar. Después ahorré para comprar una cámara mejor.

“Cuando viví en Alemania, pensé en sacar la locura de los europeos sobre su miedo a los vampiros y a las brujas, toda esa etapa medieval. Tengo fotografías donde se ven esas caras que tratan de ahuyentar a las brujas o vampiros porque era una forma de defensa de acuerdo con las expresiones. Dichas imágenes muestran su pensamiento mágico- religioso al respecto, y posterior-mente hice más series. En Taiwán también realicé una pequeña ex-posición sobre la magnificencia del arte taiwanés”.

- ¿Dentro de todo esto, dónde entra la medicina?
“Cuando decidí estudiar medicina en 1967, llevaba anatomía e histología, y esta última me fascinaba, sobre todo el tejido colágeno, por la tensión que se hacía en las preparaciones de dicho tejido y no por lo que significaba la histología, sino las imágenes que me daban, y pensaba que si con esas imágenes diseñaba telas para vestido me volvería millonario; me admiraba de las figuras y efectivamente, sin comprenderlo, las estructuras fractales. Ahí empezó mi gusto por esta parte de la ciencia que no está bien delimitada, razón por la cual realicé mi especialidad en psiquiatría. Para mí, el resto de la medicina es mucha mecánica popular y su parte bella nace en los laboratorios. Comencé a trabajar en histología, a la fecha guardo algunas imágenes y ahora, con la experiencia ganada, pude armar la exposición”, concluyó el investigador Klaus Dieter-Gorenc.

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