Académicos de la FM rinden homenaje al
doctor Hugo Aréchiga
En una breve y emotiva reunión celebrada en el
aula “Dr. Octavio Rivero Serrano”, académicos de
la División de Estudios de Posgrado e Investigación (DEPI);
de los Departamentos de Fisiología, Farmacología, Embriología
y Bioquímica; de la Coordinación de Ciencias Básicas
y de otras áreas rindieron un homenaje a la memoria del doctor
Hugo Aréchiga Urtuzuástegui, quien fuera jefe de la DEPI,
además de presidir diversas asociaciones científicas y
que fue designado recientemente coordinador electo del Consejo Consultivo
de Ciencias (CCC) de la Presidencia de la República.
En la reunión, celebrada el pasado 25 septiembre, los doctores
Fidel Ramón Romero, jefe de investigación de la DEPI;
Beatriz Paredes Pardo, profesora e investigadora del Departamento de
Fisiología, y Leonardo Rodríguez-Sosa, en la actualidad
profesor de la DEPI, abordaron algunos aspectos de la vida académica,
científica y personal del investigador sinaloense, quien se graduó
como médico cirujano en la FM de la UNAM en 1964, para más
tarde obtener el grado de doctor en ciencias fisiológicas y biofísicas
en el Cinvestav en 1977.

Dr. Hugo Aréchiga |
El doctor Ramón Romero evocó la personalidad
del joven estudiante de medicina Hugo Aréchiga, que cursó
toda la carrera de medicina, pero a quien le interesó la fisiología
y “cada vez que tenía un tiempo libre asistía al
Departamento de Fisiología, donde trabajaba en el laboratorio
que el doctor Carlos Alcocer Cuarón le facilitaba para realizar
experimentos, era bueno para disecar y hacer preparaciones”, comentó.
Por medio de una presentación en diapositivas donde mostró
fotografías del científico sinaloense, reveló que
en 1970 Aréchiga fue a ver al doctor Ramón Romero, quien
trabajaba en el Laboratorio de Biología Marina en los Estados
Unidos con el propósito de reproducir los experimentos de Huxley
y Hodgkin, “lo primero que me dijo Aréchiga fue: ‘quiero
ver el axón gigante, disecarlo y hacer lo mismo que hicieran
Huxley y Hodgkin’”, rememoró.
Con la presencia de académicos, entre ellos los doctores Carlos
Alcocer Cuarón, Rosalinda Guevara, Agustín Chardí
Córdova, Enrique Gijón Granados, Dalila Martínez
y Alicia Ortega, el doctor Ramón Romero señaló
que una característica del que fuera vicepresidente de la Third
World Network of Scientific Organizations en 1990 fue su carácter
de conciliador, “porque era capaz de reunir a investigadores con
grandes discrepancias, siempre encontraba las palabras adecuadas para
que esas dos personas trabajaran de forma conjunta en un ambiente de
cordialidad”, expresó.
Señaló que el doctor Aréchiga era poseedor de una
memoria extraordinaria, lo que le permitió realizar diversas
actividades al mismo tiempo, pero también destacaba su capacidad
de lectura rápida, “podía leer una página
escrita en fracción de segundos, entenderla y luego recordarla;
trabajaba en forma intensa, se levantaba a las cinco de la mañana
y se acostaba hasta las doce de la noche y lo hizo por lo menos durante
30 años.
Por su parte, la doctora Fuentes Pardo, profesora e investigadora del
Departamento de Fisiología, calificó de entrañable
la relación de trabajo con el doctor Aréchiga, de quien
le sorprendió su extraordinaria capacidad y percepción
de lo que era el trabajo día con día. “… Fue
una relación tan entrañable como pudo haber que-dado en
un par de jóvenes que iniciaban en forma casi simultánea
una carrera en la fisiología, en la que se compartieron épocas,
profesores que dejaron una huella y que desde luego significaron un
camino tomado por Hugo de acuerdo con sus propias características,
obviamente diferentes a las mías, pero que tuvieron una raíz
común en muchos aspectos; para mí la presencia, la cercanía
de Hugo, me influyó profundamente”, expresó
“Lo conocí cuando se inició el Curso de Formación
de Profesores, durante este convivimos con personas muy queridas, como
el doctor Roberto Folch, quien era la antítesis del investigador
sinaloense en lo que a formas de trabajo se refiere, eran absolutamente
diferentes, pero los dos tenían una idea en común de lo
que era el trabajo científico”, indicó.
El doctor Leonardo Rodríguez Sosa cerró el homenaje al
hacer una semblanza del investigador integrante del Departamento de
Fisiología, de quien dijo, retomando las opiniones de los doctores
Marcelino Cerejido y José Narro Robles: “fue un profesor
y un líder nato”.
Rodríguez Sosa señaló que el doctor Aréchiga
se inició tempranamente en la investigación científica
dentro este Departamento de Fisiología de la FM y cuando estudiaba
el segundo año de la carrera de médico cirujano se incorporó
a un proyecto de investigación. Desde ese entonces le interesaron
los temas de fisiología. “En esa época, el jefe
del departamento era el doctor José Joaquín Izquierdo,
uno de los pioneros de la fisiología en México; también
conoció y trató a los doctores Alberto Guevara Rojas,
José Puche, y a Carlos Alcocer Cuarón, este último
le dirigió la tesis de licenciatura en 1964. A todos ellos les
reconoció su amplio bagaje intelectual, así como su profunda
dedicación en la enseñanza de la fisiología”,
expresó.
Comentó que conoció a Aréchiga en 1974 por medio
del doctor Bonfiglio Muñoz Bojalil, “El doctor Aréchiga
me invitó a visitar su laboratorio en el Cinvestav y un día
fui en compañía de Jesús Rodríguez Aranda,
un amigo mío; a los dos nos interesaron los temas en que trabajaba,
así conocimos de cerca el trabajo experimental que desarrollaba
en los acociles con los doctores Víctor Anaya, Fernando Fernández
Quiroz y Teodoro Villanueva, quienes se formaban en el laboratorio del
investigador sinaloense.
Además, indicó que llegó a formar parte del equipo
del doctor Aréchiga y logró elaborar presentaciones en
congresos y publicar algunos trabajos junto con tesistas de licenciatura,
maestría y doctorado. “A lo largo de todo este tiempo advertí
la cualidad del doctor Aréchiga para convocar y orientar a jóvenes
en la investigación de las neurociencias, otorgándoles
una libertad creativa y una sutil dirección para transitar por
el camino adecuado”, afirmó.
Terminó su mensaje al externar que el grupo de colaboradores
lamenta profundamente la pérdida del doctor Aréchiga,
quien fuera un gran lector de distintos géneros literarios, gustaba
de la música, el teatro y el cine, y era un buen conversador
y escritor de diversos temas, ejemplo de ello es su obra Ciencia, universidad
y medicina, donde compila 53 ensayos desde 1985 a la fecha.
Finalmente, la doctora Rosalinda Guevara, coordinadora de Ciencias Básicas,
expresó que esta pequeña ceremonia es una muestra del
cariño, estimación y admiración que el doctor Aréchiga
despertó “en todos los que lo conocimos, convivimos, y
trabajamos con él, y al mismo tiempo agradeció a los asistentes
por su presencia en la ceremonia.”
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