El bioquímico alemán Konrad E. Bloch (n. 1912) fue el primero en evidenciar que el
colesterol es el precursor directo de una hormona sexual, descubrimiento que ha
dejado abierto el campo de la biosíntesis hormonal en conexión con las enfermedades
circulatorias. Además, por sus descubrimientos sobre el mecanismo y la regulación del
colesterol y el metabolismo de los ácidos grasos fue galardonado junto con su
compatriota, Feodor Lynen. Dichos conocimientos han demostrado cómo se forma el
colesterol en el organismo, permitiendo predecir que el ciclo de la vida del hombre será
ampliado al producir nuevos medicamentos para combatir las enfermedades
circulatorias y del corazón.
La estructura química del colesterol fue descubierta por Wicland y Windaus en 1928,
en trabajos realizados sobre la estructura de los esteroides. Pero el mecanismo
bioquímico integrado por más de treinta procesos químicos que controla su formación
y metabolismo de estas moléculas tan complejas en la célula viva, fueron descubiertos
por Bloch y Lynen.
Lynen aisló por primera vez los dos compuestos que se forman a partir del ácido
acético a través de un hidrocarburo que contiene treinta átomos de carbono que es
ciclizado por un nuevo tipo de reacción transformándolo en esterol de cuatro ciclos,
y tras una compleja serie de reacciones y predisposiciones expulsan tres átomos de
carbono obteniendo el colesterol, estos últimos conocimientos son producto de su
trabajo con Bloch. La importancia de su trabajo radica en la localización de un átomo
que controla la velocidad del proceso. Dicha reacción entre la arteriosclerosis y el
colesterol, por una parte, y entre la arteriosclerosis y los ácidos grasos, por otra, han
eclipsado la útil función del colesterol y los ácidos grasos en la célula humana. Pero
el hecho es que graves dolencias del hombre son causadas por modificaciones
patológicas del metabolismo de esos lípidos.
Asimismo, Lynen contribuyó a dilucidar cuáles son las diferentes reacciones
enzimáticas de la formación de los ácidos grasos, así como la acción de la
vitamina-biotina cuando se introduce ácido carbónico en diferentes moléculas, y que
es de fundamental importancia para el metabolismo de los cuerpos grasos.
John Carew Eccles (n. 1903), neurólogo australiano de gran valía. Sus trabajos han
clarificado y orientado los estudios en este campo por sus conclusiones acertadas
sobre la naturaleza física y química de los impulsos nerviosos. Junto con los doctores
Alan Lloyd Hodgkin (n. 1914) y Andrew Fielding Huxley (n. 1917) obtuvo el Premio
Nobel 1963 ``por sus descubrimientos concernientes a los mecanismos tónicos
relacionados con la transmisión de la corriente nerviosa'', según declara el veredicto
del Consejo Nobel del área.
Con sus investigaciones se especializó en el estudio del carácter fisicoquímico del
impulso del nervio, y sus conclusiones son valiosos aportes al conocimiento del
proceso translativo de los iones a través de la membrana celular durante el proceso
de despolarización y de repolarización, trabajos concomitantes con los realizados por
Hodgkin y Huxley.
La técnica que empleó destaca y facilita el proceso de los análisis sobre la membrana
celular. En una entrevista Eccles explicó que el trabajo de sus compañeros se basó en
el estudio de los impulsos nerviosos, mientras que él se abocó al proceso que ocurre
cuando un mensaje llega al término de la fibra nerviosa.
El carácter físico-químico de los impulsos nerviosos se da a través de una corriente
eléctrica producida por una fibra nerviosa en el momento en que la misma se halla
sometida por una acción natural o artificial, pues la fibra contiene iones de potasio,
que retiene la membrana. Entre el interior y el exterior de la fibra nerviosa existe una
diferencia de potencial eléctrico, debido al potasio que los nervios poseen en su
interior.
Por su parte, los británicos Hodgkin y Huxley descubrieron en 1939 que el impulso
tiene una intensidad superior en el treinta y cinco por ciento del valor del potencial
restante. La prueba se realizó con fibras de gran volumen, de 0.700 mm de diámetro,
que existen en los pulpos, en lugar de utilizar las de 0.15 mm de los vertebrados. La
introducción de electrodos en esas fibras para producir el estímulo interior y exterior,
ha permitido producir voltajes definidos. Este impulso nervioso tiene una duración de
una milésima de segundo y es portador de cien mil voltios. Dicho impulso comunica
las células nerviosas entre sí y transmite las órdenes destinadas a las células motrices
y de secreción.
La distinción se les otorgó a estos ilustres científicos por los descubrimientos
realizados en los procesos iónicos de la excitación e inhibición en las membranas
periféricas y centrales de la célula nerviosa, resolviendo un importante problema en la
fisiología.