SEMINARIO PERMANENTE DE SALUD EN EL TRABAJO
Nuevas ecuaciones de predicción para los parámetros espirométricos
en población adulta mexicana
Durante la sesión, académicos de
la Coordinación de Salud en el Trabajo rindieron homenaje al
doctor Joel Velásquez González
“Las ecuaciones de regresión lineal son
una herramienta indispensable en el laboratorio de fisiología
pulmonar para evaluar el estado de la función broncopulmonar”,
señaló el doctor Eduardo Soto de la Fuente, master en
salud de los trabajadores y experto en fisiología pulmonar, quien
participó en la sesión del Seminario Permanente de Salud
en el Trabajo con el tema “Nuevas ecuaciones de predicción
para los parámetros espirométricos en población
adulta mexicana”.
En el auditorio “Fernando Ocaranza” el investigador indicó
que el término espirometría del prefijo “espiro”,
exhalación, y “metro”, medida, se debe al doctor
Antoine Laurent Lavoisier; así, por medio de esta prueba, que
es la medida de la exhalación, se pueden detectar alteraciones
en la mecánica ventilatoria de un paciente.
Señaló que la American Thoracic Society establece, en
cada uno de sus escritos de actualización y normatividad de las
espirometrías, la necesidad de actualizar de manera sistemática
las ecuaciones de regresión lineal, éstas son las que
emanan de poblaciones estudiadas desde el punto de vista clínico
y radiológico.
El también promotor científico del Instituto Nacional
de Salud de los Trabajadores de Cuba (Insat) habló de las investigaciones
en fisiología pulmonar que realiza junto con un grupo de expertos,
entre ellos los doctores Martha Méndez Vargas, Luis Maldonado
Torres, Aarón Cruz Mérida, e Ignacio Méndez Ramírez,
cuyo objetivo es elaborar las ecuaciones de predicción para los
parámetros espirométricos en población adulta mexicana.
Señaló que en la actualidad los parámetros de mayor
reproducibilidad aceptados internacionalmente son la capacidad vital
forzada (FVC, por sus siglas en inglés), el volumen espiratorio
forzado en un segundo (FEV1) y la relación entre ambos. “Los
norteamericanos utilizan estos tres parámetros, pero le confieren
poca importancia a los flujos periféricos porque depende de éstos
la cooperación y el esfuerzo constante durante la maniobra del
paciente en estudio”, apuntó.
La capacidad vital forzada va a censar el parénquima pulmonar
y por ende es un parámetro importante para poder detectar las
alteraciones de tipo restrictivo incipientes del aparato respiratorio.
El volumen inspiratorio forzado en un segundo es un indicador del estado
de las vías respiratorias centrales. El flujo espiratorio fijo
es también un índice importante en salud ocupacional porque
permite detectar y valorar la cooperación del paciente en la
espirometría.
Explicó que en países desarrollados como Estados Unidos
y algunos de Europa todos los pacientes con alteraciones broncopulmonares
tienen una correlación clínica radiológica, es
decir, cuentan con placa del tórax, un estudio clínico
acucioso y el de la mecánica ventilatoria; los tres elementos,
en conjunto, apoyados por gasometría o por oximetría,
permiten establecer un diagnóstico certero.
Al dar una breve reseña histórica de la fisiología
pulmonar, el doctor Soto de la Fuente señaló que John
Hutchinson diseñó en 1800 el primer espirómetro
y fue quien le dio el nombre al concepto de capacidad vital forzada.
Antes, en 1681, el doctor Borelli, de nacionalidad italiana, fue el
primero en medir el volumen de aire inspiratorio.
Soto de la Fuente indicó que la aportación de Tiffeneau
para el volumen espiratorio forzado en un segundo es el parámetro
de mayor reproducibilidad dentro de la espirometría. Otras de
sus aportaciones fueron diseñar un aparato de aerosol y la curva
que lleva su nombre, conocida por los estadounidenses con el nombre
de curva-volumen-tiempo.
Al culminar la conferencia del doctor Soto de la Fuente, académicos
de la Coordinación de Salud en el Trabajo del Departamento de
Salud Pública, encabezados por la titular del área académica,
doctora Lilia Macedo de la Concha, entregaron un reconocimiento al doctor
Joel Velásquez González por su destacada labor en la formación
de profesionales en medicina del trabajo. Estuvieron presentes, además
de la doctora Macedo de la Concha, los doctores Rodolfo Nava, coordinador
de Salud en el Trabajo; Antonio Aguilar, médico especialista
en audiología, y familiares del homenajeado.
El doctor Velásquez González es especialista en medicina
del trabajo y en 1964 hizo la especialidad en audiología. Es
miembro activo de la Sociedad Mexicana de Medicina del Trabajo, de la
que fue presidente de 1974 a 1975, y en 1983, y de la Asociación
Mexicana de Audiología, Otoneurología, Foniatría
y Comunicación Humana, así como miembro del Colegio Hispanoamericano
para el Estudio de los Problema de Audición, Voz y Lenguaje.
Dentro de su trayectoria profesional destaca que de 1989 a 1991 ocupó
el cargo de jefe de la Unidad Departamental de Medicina e Higiene del
Trabajo en la Dirección General de Trabajo y Previsión
Social, y de 1992 a 1997 fue subdirector de Asistencia Técnica
e Inspección del Trabajo.
En el ámbito de la docencia se desempeñó como profesor
adjunto de anatomía clínica y disecciones de 1961 a 1965,
y fue profesor de la Universidad Anáhuac de 1973 a 1977. Ha dirigido
seis tesis a nivel de pregrado y siete de posgrado sobre temas de medicina
del trabajo y de audiología. Ingresó a la Dirección
General de Medicina y Seguridad en el Trabajo de la Secretaría
del Trabajo y Previsión Social como profesor titular del curso
de medicina, higiene y seguridad industrial y los cursos monográficos
sobre audiología laboral avalados por la UNAM. Es autor de 30
trabajos de divulgación sobre medicina del trabajo y audiología,
y coautor de seis. Asimismo es autor principal de 20 obras de investigación
y divulgación sobre medicina del trabajo y audiología,
presentados en eventos científicos y técnicos nacionales
e internacionales. Desde hace varios años es profesor del Diplomado
y de los Cursos de Especialización de Salud en el Trabajo de
la Coordinación de Salud en el Trabajo del Departamento de Salud
Pública de la UNAM. regresa...
|