Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
25 de noviembre 2003


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Inicia la primera sesión anatomoclínica de medicina interna

Forma parte del Programa Permanente de Casos Anatomoclínicos dirigido a estudiantes y profesores de la FM

A fin de que los alumnos de los primeros años de la carrera de medicina tengan un pronto acceso no sólo a los conocimientos biomédico básicos que la Facultad de Medicina les proporciona de forma expedita y completa, sino para involucrarse en la atención de los enfermos, se llevó a cabo el 31 de octubre pasado la primera sesión anatomoclínica de medicina interna, reunión que fue organizada de manera conjunta entre la FM y el Hospital Juárez de México.
La sesión, que forma parte del Programa Permanente de Casos Anatomoclínicos, proyecto que se llevó a cabo por iniciativa del doctor José Narro Robles, se realizó en el auditorio “Raoul Fournier” y contó con la asistencia de los doctores Octavio Rivero Serrano, profesor emérito de la FM y coordinador del Programa; Arturo Ruiz Ruisánchez, titular de la Coordinación de Servicios a la Comunidad; Aquiles R. Ayala, médico endocrinólogo y director de Investigación y Enseñanza del Hospital Juárez de México de la SSa; Jorge A. del Castillo Medina, jefe de la División de Enseñanza; Evelyn Cortés Gutiérrez, jefa del Servicio de Patología, y Eva Guadalupe López, médica adscrita a este mismo servicio.
Analizar de forma conjunta un caso de medicina interna fue el principal objetivo de la sesión, que congregó a profesores y alumnos. La lectura del caso clínico corrió a cargo del doctor Del Castillo Medina, después el doctor R. Ayala hizo el comentario clínico; los hallazgos anatomopatológicos fueron abordados por la doctora Guadalupe López, y la doctora Cortés Gutiérrez habló de las correlaciones anatomoclínicas del expediente.

El caso clínico analizado fue el siguiente:


De izq. a der., los doctores Aquiles R. Ayala, Octavio Rivero y Arturo Ruiz

Antecedentes: Mujer de 62 años; dos meses previos a su ingreso, tras una caída, sufrió traumatismo de la cadera izquierda que repercutió inicialmente con dolor moderado en la región lumbar. Un facultativo le practicó radiografía de pelvis y columna, descartándose la existencia de fractura por lo que recibió analgésicos, antiinflamatorios (AINES) y reposo, sin llegar a experimentar mejoría clínica, dado que en un lapso de 20 días el dolor lumbar y de cadera fue aumentando progresivamente en intensidad y duración, obligándole a usar muletas inicialmente hasta requerir silla de ruedas. Se añadió astenia, adinamia e hiporexia. A su ingreso al hospital refirió nueva caída al intentar ambular, con impacto sobre la misma cadera izquierda; se le internó para resolver su afección.
Entre los antecedentes destacó un hermano con diabetes mellitus tipo 2 y en lo personal habérsele diagnosticado diabetes mellitus tipo 2 con 20 años de evolución, tratada con insulina rápida, según fue requerido, así como hipertensión arterial de 10 años tratada irregularmente con inhibidores de la ECA. Fue apendicetomizada a los 38 años de edad.
Exploración física: Peso de 126 kilos, talla 160 centímetros, TA: 130/60mm/Hg, frecuencia cardiaca: 98 pm, respiraciones: 26 pm, y temperatura de 36.3º C. La paciente estaba consciente, inquieta, bien orientada, con ligera palidez de tegumentos, bien hidratada. El cráneo se apreció normal, pupilas con reflejos normales y fondo de ojo sin alteraciones. Cuello sin datos de ingurgitación yugular y tórax con murmullo vesicular sin fenómenos agregados. Abdomen globoso a expensas de panículo adiposo externo sin alteraciones, miembros pélvicos con úlceras en ambas extremidades sobre tercio distal. En región de la cadera izquierda se observó úlcera de un centímetro de diámetro con material purulento; había además edema pretibial con pulsos pedios y tibiales posteriores presentes. Los arcos de movilidad no fueron valorables debido a dolor intenso. Dos días posteriores a su ingreso apareció dolor abdominal generalizado e intenso acompañado de vómito con contenido biliar, cierta hipotensión (100/70 mm/Hg), sin fiebre y con dificultad respiratoria. El examen de abdomen demostró ausencia de ruidos intestinales, y al trasladársele a cirugía cayó en paro cardiorrespiratorio, se practicaron medidas de reanimación por espacio de 30 minutos al término de los que fue declarado su deceso.
Exámenes de laboratorio y gabinete: Al ingreso fueron practicados gasometría (pH 7.47, PCO2 29, PO2 50, saturación 86 %, HCO 321); glucosa 253 mg/dl; urea 181, creatinina 1.5, Na 132, K 5.3, Ca 8.9, TP13.1, TPT 26 segundos. Una radiografía de la región lumbosacra exhibió formación de puentes intersomáticos con disminución del espacio intersomático en toda la extensión de la columna lumbar. Otra placa de pelvis reveló osteofitos en cresta iliaca, disminución del espacio coxofemoral izquierdo, con esclerosis subcondral y osteopenia. Una radiografía de tórax mostró imagen hipodensa en región de perfil cardiaco izquierdo (probable disección aórtica).
Al término del análisis del caso clínico, en el que participaron de forma alterna los ponentes y algunos académicos con comentarios y cuestionamientos, entre ellos los doctores Fernando Villegas, jefe del Departamento de Cirugía, y Leobardo Ruiz, jefe de la Subdivisión de Especialidades Médicas, el doctor Rivero Serrano destacó a los alumnos que este ejercicio brinda la oportunidad de obtener información a partir de un análisis. Exhortó a los estudiantes a que informen a los demás profesores y compañeros sobre estas sesiones anatomoclínicas, que se llevarán a cabo el último viernes de cada mes, y aclaró que todos los casos de los hospitales metropolitanos que serán analizados en las siguientes sesiones permitirán profundizar aspectos de la patología que son importantes.
Finalmente, el doctor Rivero Serrano recomendó a los estudiantes que cuando realicen la residencia o el internado lo hagan en un hospital público, “… porque es el único sitio donde pueden tener la correlación anatomopatológica, en cambio en los hospitales privados nunca encontrarán esa correlación entre lo que sucede en la clínica y lo que después se observó en el examen anatomopatológico”, concluyó.

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