Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
25 de noviembre 2001


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La medicina contemporánea: Testimoniales

  • Mensajes de bienvenida a los alumnos de primer ingreso
  • Los doctores José Narro, José Rodríguez y Teresa Cortés, inician el ciclo de conferencias magistrales

El ciclo de conferencias magistrales sobre el tema de la medicina contemporánea pretende ofrecer a los alumnos de primer ingreso las experiencias de los médicos forjadores de la medicina contemporánea con el propósito de orientar su formación y práctica futuras.

El ser universitario

"La preservación de la salud y abatir las enfermedades requiere y demanda de una vocación de servicio en sí misma y de una dedicación total por parte de sus practicantes, tanto en el aspecto de las relaciones con los pacientes como en una preparación y actualización constantes. El ser universitario aspira al uso de la razón porque este es el mecanismo idóneo para enseñar, aprender, investigar, difundir y acceder a la cultura y sobre todo para no desviar el rumbo en la búsqueda de la verdad", así lo consideró el doctor José Narro Robles durante su mensaje de bienvenida que dirigió a estudiantes de primer ingreso de la carrera de medicina, en el marco del ciclo de conferencias magistrales sobre la medicina contemporánea.

El coordinador general de la Reforma Universitaria, en compañía de la doctora María Teresa Cortés, secretaria general de la FM, habló de la esencia del universitario, quien es capaz de desarrollar en su ser el sentimiento de pertenencia y vocación de servicio. "El ser universitario implica deberes éticos de fortaleza y generosidad, la fortaleza como deber, el deber ético de la generosidad no simplemente enunciado como acto altruista sino como vocación de servicio y este último constituye uno de los fines últimos que distinguen su formación", señaló.

Respecto a la profesión médica, el doctor Narro reveló que en 1998 la carrera de medicina era la cuarta licenciatura más poblada, detrás de las de derecho, contaduría pública y administración, con una matrícula de 62 mil 63 estudiantes. "En el país contamos con cerca de 170 mil médicos universitarios, la mayoría de ellos laborando en las instituciones públicas de salud", comentó.

Ante aproximadamente mil estudiantes que llenaron el auditorio "Dr. Raoul Fournier", indicó que la Facultad de Medicina cuenta con un total de 5 mil 600 alumnos en el nivel licenciatura; laboran cerca de 3 mil académicos entre profesores de asignatura, profesores de tiempo completo y técnicos académicos. "Esta es una Facultad que tiene 275 profesores de carrera que desarrollan 250 líneas de investigación y una parte de ellos son miembros del Sistema Nacional de Investigadores, de las academias: Nacional de Medicina y Mexicana de Cirugía y de El Colegio Nacional, hombres y mujeres comprometidos con la medicina, con la atención a la salud pública de nuestro país".

Asimismo mencionó que los pasantes de la carrera realizan su servicio social distribuidos en el territorio nacional para atender anualmente a unas 850 comunidades en 17 entidades federativas y preservan la salud de más de un millón 200 mil habitantes.

Al referirse a los elementos con que cuenta la UNAM, el doctor Narro explicó que la comunidad universitaria está integrada por 260 mil alumnos, en los niveles de bachillerato técnico, licenciatura y posgrado; más de 30 mil profesores, investigadores y técnicos académicos, y 25 mil trabajadores administrativos, los cuales apoyan la realización de las funciones sustantivas como docencia, investigación, difusión y extensión de la cultura.

Al ser cuestionado por los estudiantes acerca de la organización del Congreso Universitario, el doctor Narro reiteró que la UNAM es el proyecto educativo y cultural más exitoso de México por lo que consideró necesario renovar la formación en el nivel medio superior y superior mediante la organización de un Congreso Universitario que sea democrático, plural, académico, participativo y resolutivo.

"Un congreso donde tomemos acuerdos y resoluciones bajo tres aspectos: consolidar lo mucho y muy bueno que tiene la Universidad; cambiar aquello que a lo mejor funcionó en su momento pero que hoy ya no funciona y poder anticipar las necesidades que en materia de educación superior tiene nuestra sociedad en los años por venir, y poner a la UNAM al frente de esas necesidades".

Finalmente aseguró que en el trascurso del próximo año se podrá llevar a cabo el Congreso Universitario. "El Consejo Universitario aprobó recientemente los lineamientos para la configuración de la comisión especial que habrá de organizar este Congreso y la cual deberá estar integrada en un plazo de tres meses, con la representación de toda la comunidad universitaria, los estudiantes y los académicos", sostuvo.

La medicina general

Al hablar de la medicina general, el doctor José Rodríguez Domínguez enfatizó que se decía que el médico, aun cuando la medicina no había cambiado tanto, implicaba que éste era el responsable de la atención médica general, integral y continua a todos los miembros de una familia. El médico era un profesional que asistía a sus pacientes en el sanatorio, hospital, consultorio privado y a domicilio. Incluso ejercía la profesión en un plano de altura, combinando con criterios y buen juicio lo que de ciencia y arte existía en la práctica médica, y se actualizaba según los progresos de la propia ciencia médica.

Así inició su intervención el doctor Rodríguez, coordinador del Centro Colaborador de Recursos Humanos de la OMS/OPS en la Facultad de Medicina, e invitó a los futuros médicos a analizar el compromiso de conocer sus límites. Para explicar este punto, dijo que el médico general, para que su práctica sea óptima, debe estar consciente de los límites de su capacidad y encontrar el espacio adecuado sin ir más allá.

Además, al reflexionar sobre el deseo que motivó a la generación de nuevo ingreso, subrayó que se trata no sólo de una profesión, sino de su destino, de manera que debe existir siempre en los alumnos la intención de ser médicos, aun sin saber qué significa serlo, porque eso lo irán descubriendo poco a poco y a lo largo de la vida.

Esa intención de querer ser médicos, dijo, representa un deseo profundo de cada uno; es decir, el hombre es parte de la medicina, cuerpo, mente y espíritu, y el espíritu es el ser, el cual tiene al cuerpo como medio para expresarse, y ese ser es quien tiene el deseo de ser médico. "Ustedes son su más profundo deseo de querer ser, lo demás viene por añadidura. De manera que su voluntad vencerá todo obstáculo, y si su voluntad los trajo aquí, ustedes serán médicos; para lograrlo, cada uno de sus actos será para comprometerse con ese deseo. La Facultad de Medicina cuenta con los medios necesarios para adiestrar a ésta y a las siguientes generaciones como médicos generales; lo único que deben de mantener ustedes mismos es esa voluntad.

El doctor Rodríguez, también fundador del Departamento de Medicina Familiar de la FM, más adelante, en su diálogo con los galenos del primer año, recordó que el médico -como se concibe actualmente-, es un personaje que aparece en el siglo XII; antes, el arte de curar era desempeñado por los sacerdotes, pero la Iglesia prohibió esta práctica. La necesidad de esta profesión hizo que surguiera la Escuela de Salermo, en Italia, donde se formaron los primeros médicos.

En ese tiempo, la universidad medieval contaba con tres espacios que había que controlar o gobernar: el universo, el mesocosmos -estado, nación o comunidad- y el microcosmos -cuerpo- de manera que sólo se impartían las cátedras de teología, derecho y medicina. El nacimiento de la Universidad Pontificia de México responde a ese concepto medieval.

Señala el doctor Rodríguez que en México, el médico era autónomo, ejercía su medicina en la confianza del juramento, aunado al poder de su ciencia y la seguridad de su moral y de su ética, no tenía un amo ni jefe, él establecía un contrato individual con los pacientes, no había una tarifa: al rico le cobraba como rico y compartía con el pobre lo que tomaba del rico, lo que le daba poder y reconocimiento, pero eso se acabó poco a poco, aunque se ha decretado que terminó hace 50 años, cuando se descubrió el ADN, desapareciendo toda una mitología.

De esa manera, con el pasar del tiempo, el médico se transformó en asalariado, con compromisos que incluso lo hacen responsable ante la ley. La pérdida de su estatus provoca otras conductas y el médico debe ajustarse a las nuevas reglas del juego, donde encuentra límites en su trabajo relacionados con calidad, costos y otros elementos que hacen diferente la práctica de la medicina. Por ello, corresponde al estudiante trascender la mediocridad contemporánea y esforzarse por vivir una vida más culta, para que su práctica los conduzca a una mejor relación con el paciente, como antaño, concluyó el doctor José Rodríguez Domínguez.

El maestro y el alumno

"Educar es mucho más que proporcionar información y transmitir contenidos, es forjar seres humanos libres, sensibles, autónomos, críticos y comprometidos con la comunidad a la que pertenecen, aptos para el ejercicio de su profesión; por eso el maestro debe preocuparse para que el alumno adquiera la disciplina científica que le permita completar, rectificar y actualizar su formación"; éstas fueron las palabras de la doctora María Teresa Cortés Gutiérrez durante la conferencia magistral que dirigió a alumnos de primer ingreso de la carrera de medicina y que tuvo como escenario el auditorio "Dr. Raoul Fournier" de la Facultad de Medicina.

Al hacer una reflexión acerca de cómo debe ser un maestro de la FM y cuál debe ser su papel actual, la doctora Cortés puso especial énfasis en que si bien los avances tecnológicos permiten el acceso a los sistemas de información, éstos nunca podrán ser sustituto del docente. "Los simuladores clínicos seguramente son de gran ayuda, pero la experiencia del maestro y su guía son indispensables", destacó.

Especialista en gineco-obstetricia y con maestría en salud pública, la doctora Cortés señaló en su mensaje que muchos de los profesores que integran la planta docente de la FM han sido pioneros de disciplinas médicas en México, innovadores en los campos de la prevención, diagnóstico y tratamiento, con adiestramientos en el país y en el extranjero, además de ocupar cargos de dirección en institutos de salud, y ser autores de libros de texto y literatura especializada, de consulta frecuente, no sólo a nivel nacional sino internacional. "Algunos docentes alternan su ejercicio profesional con la docencia, mientras que otros son profesores de tiempo completo que hacen docencia e investigación. La mayoría de ellos forman parte del Sistema Nacional de Investigadores, de la ANM, la AMC y de El Colegio Nacional, y han sido galardonados con premios y distinciones", comentó.

Con 28 años de experiencia como docente y dedicada a la investigación en el área clínica, la doctora Cortés dedicó parte de su ponencia a hacer una retrospección histórica de la evolución de la enseñanza de la medicina en México y evocó la obra de algunos renombrados médicos, quienes están incluidos en la historia de la medicina mexicana.

La integrante del Consejo Editorial de la Revista de la Facultad de Medicina explicó que el 7 de enero de 1579, en la Real y Pontificia Universidad, se impartió la primera cátedra de medicina.

Las clases se daban en latín y su estudio se basaba en la lectura y el comentario de tres obras de Hipócrates y de cinco libros de Galeno.

Posteriormente, cuando México logró su independencia en 1821, pudieron entrar obras que eran consideradas prohibidas por la Inquisición. El gobierno clausuró la Real y Pontificia Universidad y creó en su lugar seis establecimientos de instrucción pública, entre ellos el de Ciencias Médicas, el 23 de octubre de 1833. El centro de Ciencias Médicas, indicó la doctora Cortés, reunía a la Facultad de Medicina de la Universidad Pontificia y a la Real Escuela de Cirugía, hecho que instituía la carrera de médico cirujano.

La doctora Cortés se refirió a la obra del doctor José Ferrer, quien introdujo el método científico en el estudio clínico de los enfermos, además de establecer dentro de la clínica médica el rigor en las exploraciones, la lógica en los razonamientos, la crítica severa en los juicios y la disciplina rigurosa en los estudios.

"Los cambios de la medicina en la época contemporánea se iniciaron poco después de 1920, con el advenimiento de las especialidades médicas y la investigación científica. Ante este suceso la medicina general quedó en segundo plano con el arribo de éstas al Hospital General de México. La primera especialidad fue cardiología, a cargo del doctor Ignacio Chávez; le siguieron la gastroenterología, orientada por Abraham Ayala González, y la urología, conducida por el doctor Aquilino Villanueva", expuso.

Comentó que en un lapso de 30 años las especialidades que se iniciaron en el Hospital General se extendieron a todo el país, creándose así hospitales especializados e institutos, y se fomentó la investigación y la formación de grupos de investigadores. Ejemplo de esto fue la participación del doctor Manuel Barquín Calderón en el diseño y construcción del Centro Médico Nacional y del Centro Médico "La Raza".

"Bajo las direcciones de los doctores Fernando Ocaranza e Ignacio Chávez, la Escuela de Medicina pasó por un proceso de reformas con objeto de modernizar el edificio y renovar los planes de enseñanza, para posteriormente llevar a cabo la reforma técnica. Bajo la dirección del doctor Raoul Fournier, la Facultad de Medicina se trasladó del histórico edificio de Santo Domingo a esta flamante Ciudad Universitaria el 17 de marzo de 1956", indicó.

La doctora Cortés rindió su reconocimiento a la labor del doctor José Laguna García, quien además de haber ocupado la dirección de la FM, fue el creador del Programa de Medicina Integral, conocido como A36 y considerado como un modelo en educación médica tanto a nivel nacional como internacional. El pasado 23 de octubre el doctor Laguna recibió del Presidente de la República el premio al Mérito Médico por su contribución a la educación médica.

Finalmente, la doctora Cortés invitó a la nueva generación de estudiantes a mantener una educación continua, lo que con-lleva -dijo- un compromiso personal.

En el ciclo de conferencias magistrales sobre la medicina contemporánea participarán también próximamente los doctores: Alejandro Cravioto, Ruy Pérez Tamayo, Donato Alarcón Segovia y Guillermo Soberón Acevedo, y la Gaceta de la FM publicará sus ponencias.

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