Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
25 de noviembre 2000


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Primer premio al mejor trabajo de investigación clínica para médicos residentes

El doctor Francisco Téllez Zenteno, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán", recibió el premio al mejor trabajo de investigación clínica para médicos residentes, con el tema "Factores pronósticos para la timectomía en pacientes con miastemia gravis", que es otorgado por primera vez por la Facultad de Medicina de la UNAM, la Academia Mexicana de Cirugía y Boehringer Ingelheim-Promeco.

Entre los reconocimientos que ha recibido el galardonado se encuentran: segundo lugar en la carrera de Médico Cirujano 1990-1991, FM-UNAM; premio de investigación médica Louis Pasteur 1995; beca Fundación UNAM para alumnos de alto desempeño 1995; premio Gustavo Baz 1996, y premio de Investigación Médica Salvador Zubirán 1999.

En la actualidad, mencionó el doctor Alejandro Cravioto, director de la FM, existen siete mil alumnos en alguna especialidad de uno de los 75 programas aprobados por el Consejo Universitario. Esta cantidad de alumnado representa 40 por ciento del posgrado total de la máxima casa de estudios.

Por estos motivos expresó: "Es un gusto enorme poder participar en este tipo de programas, reconocer el apoyo de la compañía Boehringer Ingelheim y, sobre todo, por ser una muestra de cómo pueden trabajar juntas la industria y la academia en beneficio de nuestros alumnos y profesores."

El doctor Antonio Caso Marasco, secretario académico de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la FM, señaló que los cursos de especialización responden a la necesidad de profundizar en determinadas áreas de la medicina, cuya complejidad aumenta como consecuencia de los avances científicos y tecnológicos. Sus orígenes se pueden remontar a 1906, cuando en la Escuela de Medicina se realizó un curso para graduados de diversas especialidades. En 1933, siendo director el doctor Ignacio Chávez, se impartieron otros cursos de especialización. Los primeros hospitales en ofrecer este tipo de ciclos fueron el Sanatorio Huipulco, ahora conocido como INER; el Instituto de Salud y Enfermedades Tropicales, el Hospital del Niño, el Instituto Nacional de Cardiología y el Hospital de Enfermedades de la Nutrición (actualmente Instituto Nacional de la Nutrición "Salvador Zubirán").

Durante esa época, el médico residente se formaba al lado de un tutor, aún no se definían los contenidos académicos y el tiempo de duración. No existían criterios mínimos para ser considerado un especialista. Fue hasta 1942 cuando se adoptó el término "residente", por permanecer éste en el hospital 24 horas al día, mientras el personal médico de base laboraba en turnos de 4, 6 u 8 horas diarias; asimismo, en el Hospital General se crearon las primeras 22 plazas para residentes a instancias del doctor Aquilino Villanueva, entonces director del mismo.

En 1960 se le entregó reconocimiento universitario a la especialidad de cirugía plástica y reconstructiva, en 1969 el Consejo Universitario aprobó diversos cursos de especialización, cuyo requisito fue la realización de un internado rotatorio (Curso de Introducción a la Especialidad Médica). En 1970, la Facultad de Medicina definió el plan de estudio y la duración de cada especialidad. En 1972 se adoptó la frase "alumno de los cursos de especialización" para los residentes inscritos en los cursos reconocidos por la Facultad de Medicina, UNAM, diferencia importante entre el alumnado de especialización y el residente.

En ese mismo año y hasta 1975, la FM estableció convenios con las principales instituciones del sector salud en el ámbito nacional; los hospitales y los servicios que cumplían con características bien definidas se establecieron como sedes de los cursos. En 1975 existían 47 planes de estudio, cinco comités académicos, 317 cursos, 90 sedes hospitalarias, 4 mil 200 alumnos inscritos en todos los niveles y 800 profesores. Actualmente hay 75 planes de estudio, 37 comités académicos, 430 cursos en 90 sedes hospitalarias, 6 mil 800 alumnos inscritos en todos los niveles y 890 profesores, lo que representa 45 por ciento de la formación de especialistas en el país.

Tal es la importancia de estos cursos de especialización, que recientemente 14 mil 583 aspirantes presentaron su solicitud al Comité Interinstitucional de Formación de Recursos Humanos para la Salud; sin embargo, la capacidad es de 3 mil 778 plazas de primer ingreso para este año. Además, cada año se reciben más de mil solicitudes de aspirantes extranjeros que buscan realizar un curso de este tipo, la mayoría provenientes de América del Centro y del Sur. "El impacto del programa coadyuva a la formación de recursos humanos de muy buen nivel en el área de especialidades médicas, mejorando la calidad de la atención, y estimula la investigación clínica, lo que es congruente con uno de los objetivos del Plan Unico de Especializaciones Médicas: apoyar a las instituciones involucradas en el logro de sus objetivos educativos", finalizó el doctor Caso Marasco.

El presidente de la Academia Mexicana de Cirugía, César Athié Gutiérrez, dijo: "Estamos convencidos de que para mejorar la atención y la calidad médica se requiere estimular la investigación científica. Los médicos laboramos en hospitales de diferentes categorías, en los que tenemos un espíritu de servicio, una mística especial de trabajo que nos hacen diferentes al resto de las profesiones; tenemos a nuestro cuidado lo más sagrado: la salud. Ante esa objetividad lo único que nos queda es colaborar, trabajar y enriquecer los programas que van de la mano con este fin tan noble."

En lo que respecta a la AMC, señaló a los presentes, en un hotel del sur de la ciudad, la necesidad de fomentar la cultura de la investigación para beneficio de los pacientes. "El acervo cultural está en nuestras manos, podemos realizarlo pero necesitamos contar con ustedes; el estímulo al médico residente es fundamental para nuestro país porque será el futuro médico que nos atenderá, es el residente quien, con sus funciones, con su actividad y con su dinamismo jovial, representa la columna vertebral de los hospitales.

"El objetivo de este reconocimiento -apuntó- es estimular, fomentar y tener la cultura de investigar para mejorar la calidad del médico y ofrecer una mejor atención al paciente… para atender muchas de las cosas que en este momento simple y sencillamente desconocemos."

El doctor Carlos Sagasta Rumi, presidente y director general de Boehringer Ingelheim-Promeco expuso los alcances del Programa de Apoyo a Médicos Residentes, dentro de los cuales indicó que en la actualidad participan hospitales del IMSS, del ISSSTE, de los Institutos Nacionales de Salud, de los hospitales de la Secretaría de Salud, de Pemex y de la Cruz Roja. Se tienen mil 233 médicos residentes que abarcan 48 especialidades o subespecialidades. Se han entregado 112 becas (12 para eventos internaciones) y 32 suscripciones a revistas médicas de prestigio reconocido.

Entre las expectativas inmediatas del Programa, marcó la posibilidad de consolidarlo en los hospitales del Distrito Federal y zona metropolitana; incorporarlo a los hospitales de Puebla, Guadalajara y Monterrey; fortalecer la competitividad del médico residente mediante el desarrollo que considera el programa para la asignación de becas; continuar con la entrega del premio anual al mejor trabajo en investigación clínica; reforzar el apoyo directo a los servicios mediante la suscripción a revistas de reconocido impacto, así como fomentar el intercambio de experiencias de los médicos residentes participantes en este Programa, mediante presentaciones en reuniones médicas de alcance nacional e internacional.

Con relación al premio, dijo que espera contribuir a la formación del médico especialista mediante el estímulo de la competencia profesional, desarrollando el interés por la investigación. "La empresa tiene un compromiso formal con la investigación, para que ésta sea dirigida a satisfacer las necesidades terapéuticas no satisfechas o parcialmente satisfechas; por lo tanto, la vocación de Boehringer Ingelheim es la investigación, y por eso ponemos cierto énfasis en la formación y en el estímulo de la investigación del médico residente."

Por último, los doctores participantes, acompañados por los doctores José Eduardo Sanesteban, director de Enseñanza de la Ssa, y José Antonio Rojo Padilla, subdirector médico del ISSSTE, entregaron reconocimientos a los doctores José María Remes Troche, Rafael de Jesús Hernández Centeno y Juan F. Castrejón Chávez.