"Con la reducción del tiempo entre el suceso y la atención médica adecuada, como variable nodal,
la eficacia de los sistemas se ha visto reflejada en la disminución significativa de la mortalidad de
aquellos que han sufrido un accidente. Dichos sistemas abarcan cuatro componentes clínicos
básicamente: primero, la accesibilidad a la atención, que involucra la necesaria tecnología de
telecomunicaciones para solicitar ayuda y el conocimiento que tiene la población de los recursos
potenciales de atención; segundo, el manejo prehospitalario en manos de individuos entrenados,
incluyendo el transporte terrestre y aéreo, la clasificación correcta de las lesiones en el lugar del
accidente y el monitoreo de la calidad de su atención; tercero, la atención que se realiza por
especialistas entrenados y dotados del equipo y materiales necesarios a nivel hospitalario, así como
la existencia de una red de centros de atención al trauma, con tres niveles de atención, y con sus
respectivos protocolos de manejo; y cuarto, la rehabilitación como componente cuya importancia
ha sido usualmente valorada con menor importancia de la que realmente tiene.
Por otra parte, en cuanto a los diseñadores de estos sistemas, dijo el director de la FM, éstos han
utilizado un enfoque sistematizado y donde su razonamiento, muestra una falacia de composición;
es decir, "se confunde el diseño de un sistema de respuesta con el enfoque sistematizado del
problema, lo cual equivaldría a confundir el sistema de alarma sísmica con el estudio y abordaje
sistematizado de los terremotos".
De esta manera, "el enfoque de hoy en día para abordar este problema de salud, implica una
reconceptualización de la naturaleza del paradigma para concebir a la lesión como resultado de una
cadena causal, que involucra todos los subsistemas que condicionan la producción del accidente y
la respuesta. En el análisis de las cadenas causales de las lesiones accidentales encontramos una
corriente de predominio psicológico que postula dos estrategias -no excluyentes- para controlar los
accidentes; por un lado, las estrategias activas, en donde el individuo se involucra directa y
activamente; y, por otro lado, las estrategias pasivas que son intervenciones que requieren menos del
individuo y más del entorno".
Asimismo, el director de la FM resaltó ante los avances de la ciencia y la atención a la salud, que ha
llegado el momento en que se apliquen estos conocimientos a las lesiones accidentales y, a la vez,
acepten que existen dos tipos de causas que propician los accidentes: las activas, que son los errores
y violaciones de las normas de seguridad cometidas por los individuos que se hallan en la interfase
hombre-sistemas; y las causas latentes, que son consecuencias de la acción tardía de decisiones
tomadas por la organización o el sistema, las cuales condicionan un ambiente que favorece los
accidentes. Necesariamente, la prevención debe incluir por principio estas causas latentes.
``En conclusión, a fin de evitar la sobresimplificación, parcialización, desintegración y reducción
a lo evidente e inmediato del problema de los accidentes, es necesario un cambio de paradigmas para
contender con este daño a la salud", finalizó el doctor Alejandro Cravioto.
Más adelante, el doctor Octavio Rivero Serrano, quien preside el Consejo de Salubridad General
mencionó, en relación a este órgano desconcentrado, que una de las tareas importantes que tiene es
la de definir todo tipo de insumos para el manejo del sector salud, además de formar grupos de
especialistas para abordar los principales temas de salud pública y los problemas de patología más
importantes del país, con el objeto de coordinar a los expertos para proponer soluciones a las
autoridades correspondientes.
Por tal motivo, este año el Consejo ha considerado proyectos diversos, en cuanto a la certificación
o acreditación, impulsando los iniciados por la Asociación Mexicana de Escuelas y Facultades de
Medicina. Uno de ellos, el seminario de Salud y Medio Ambiente que se lleva a cabo en las
instalaciones de la FM y, recientemente del grupo que trabaja sobre accidentes formado a principios
de 1996, que tiene por finalidad publicar un libro que recoja la experiencia nacional sobre el tema
y pueda servir como un mecanismo inductor. También se espera que en un futuro este proyecto se
convierta en un seminario permanente, con el objeto de que estudiantes de la FM y de otras escuelas
de medicina estén enterados de un tema importante y, a la vez, presentar un programa a las
autoridades para establecer y entender la mejor forma de abordar este problema de salud pública.
Por otra parte, mencionó el doctor Rivero Serrano que los accidentes se ubican como la tercera causa
de mortalidad; sin embargo, estadísticamente en grupos etarios, por ejemplo en jóvenes, es la
primera causa de mortalidad, pero por regiones el accidente es frecuentemente mortal, de ahí la
preocupación, ya que todas estas cifras representan, de alguna forma, una subvaluación del
problema, puesto que no todos los accidentes se encuentran reportados; muchos son tratados a nivel
de la medicina privada y otros no llegan a formar parte de las estadísticas. El aumento de la
tendencia de los accidentes depende de diversos aspectos modificados en la vida actual, además
reflejan una gran cantidad de recursos desperdiciados por su alto costo económico y social. Por tal
motivo, "debemos proponer algunas medidas que permitan disminuir el problema antes de
convertirse en el más importante de la salud pública, como ya sucede en algunos países del mundo".
Finalmente, durante los días 21 y 22 de octubre se abordaron los temas: Enfoque actual del paciente
quemado, Intoxicaciones en nuestro medio, Trauma cráneo-encefálico, Lesión raquimedular;
Accidentes laborales, evolución del enfoque; Dolor crónico post accidentes, Trauma ocular,
Lesiones de Mano, entre otros; asi mismo, se realizaron las mesas de discusión: La vida moderna y
los accidentes y, Tecnología en los accidentes.