Seminario Permanente sobre Medio Ambiente y
Salud
Panorama del trastorno por déficit de
atención e hiperactividad
En México dos y medio de millones de personas
padecen este trastorno
El trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH) es una perturbación del sistema nervioso
que afecta a un alto porcentaje de la población, produce una
serie de molestias en el individuo que le provocan una mala calidad
de vida en el ámbito académico, social, familiar y laboral;
los médicos especialistas podemos incidir en el problema y mejorar
la vida de estas personas”, señaló el doctor Eduardo
San Esteban, profesor de tiempo completo de la Fes-Zaragoza de la UNAM
y miembro de la Asociación Mexicana para el Déficit de
Atención, Hiperactividad y Trastornos Asociados, A.C., al dar
un panorama general de este padecimiento.
El investigador, al participar en el Seminario Permanente sobre Medio
Ambiente y Salud junto con Regina Ferrari, psicóloga de la UAM-Xochimilco
y presidenta y fundadora de la Sociedad Mexicana de Déficit de
Atención e Hiperactividad, y Adriana Pérez Legaspi, licenciada
en psicología, puntualizó que si bien en México
existen dos millones de personas con este padecimiento, el TDAH es un
trastorno permanente y no una enfermedad, ya que se trata de un padecimiento
genético no muy grave que genera una forma distinta de comportamiento,
“estas personas son así, pueden mejorar su problema desarrollando
estrategias y vivir mejor”, afirmó.
Señaló que está mediado por neurotransmisores porque
investigaciones recientes han apuntado que se trata de una alteración
en los mecanismos de trasporte de la dopamina en la sinapsis y que tiene
que ver con la forma en que este neurotransmisor se pega a la membrana
postsináptica; esto ocurre cuando el número de receptores
para la dopamina, que se encuentran en el espacio sináptico,
es reducido, o bien cuando el número de receptores es suficiente
pero de poca eficacia.
Aclaró que el TDAH no sólo genera problemas de conducta,
sino cognoscitivos o del aprendizaje, sobre todo en algunas funciones
que el cerebro realiza denominadas ejecutivas.
Por su parte, la fundadora de la Sociedad Mexicana de Déficit
de Atención e Hiperactividad explicó que según
cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía
e Informática (INEGI) en México hay 15 millones de niños
inscritos en el nivel primaria, de los cuales anualmente desertan 150
mil estudiantes y reprueban 900 mil. En el nivel secundaria, de una
población nacional de 5 millones y medio que reporta el INEGI,
al menos desertan medio millón y reprueban más de un millón
de jóvenes, lo cual significa que el sistema de educación
primaria y secundaria pierde más de dos millones de alumnos.
“Las razones —indicó— son multifactoriales,
sin embargo la razón que explica este alto índice de reprobación
es el hecho de que padecen TDAH”, sostuvo.
Este trastorno se manifiesta con la dificultad de iniciar y terminar
cualquier actividad, mantenerse concentrado en ella, y dificultad en
las transiciones y el seguimiento de instrucciones, tanto escritas como
orales. En cuanto a la hiperactividad la especialista señaló
que se acentúa ante tareas difíciles que requieren periodos
largos de trabajo y cuando hay poca supervisión.
Ante esta situación, la psicóloga indicó como estrategias
el trabajo con grupos pequeños: instrucción individualizada,
periodos breves de trabajo y actividades motivantes para el niño.
“El tratamiento multidisciplinario es lo que puede ayudar a la
persona con déficit de atención, donde se involucre al
paciente, a la familia, a la escuela, al médico y a los terapeutas”,
expresó.
Señaló que dentro de las estrategias para el manejo de
la hiperactividad destaca permitir al niño que trabaje de pie,
si es que lo necesita; otorgar pequeños recesos; si realiza tareas
muy prolongadas dividirlas y que también tenga varios recesos,
así como asignar objetos para que pueda manipularlos y disminuir
su ansiedad.
Durante su participación la licenciada Pérez de Legaspi
centró la charla en los impactos psicosociales de las personas
con trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
La especialista expresó que el niño con TDAH que sufre
el rechazo en la escuela e incluso en la familia, es una persona que
adopta conductas de asilamiento, “porque lo único que ha
recibido es una constante ‘marca’ o ‘etiqueta’
de inquieto”.
Señaló que tener un miembro de la familia con TDAH tiene
impacto económico y social muy grande, es decir, la dinámica
de la familia se ve alterada y el apoyo es restringido, por lo que la
madre tiene que dejar de trabajar para cuidar al niño con TDAH
y esto tiene un impacto económico; las relaciones sociales y
de los miembros de la familia se ven minimizadas, existe incomprensión
y la escala de tensión familiar es cada vez más alta,
“el tratamiento médico es costoso y no es accesible a todo
el mundo”, afirmó.
Finalmente señaló que los encefalogramas deben ser frecuentes,
no porque este estudio sirva para el diagnóstico, sino para poder
detectar fracturas en el cráneo, debido a que a menudo hay accidentes;
además no hay cobertura de seguros de gastos médicos para
esta enfermedad.
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