Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de noviembre 2003


Regresar al índice

Festejos en el Día del Médico

  • Organizan consejeros alumnos y jefes de grupo
  • Entre las actividades destaca la conferencia magistral de los doctores Carlos Viesca Treviño y
    Octavio Rivero Serrano

Con motivo del Día del Médico, consejeros, estudiantes y representantes de grupo de la Facultad de Medicina, apoyados por las autoridades de la institución, organizaron los días 23 y 24 una serie de actividades, entre las que destacó la conferencia de los doctores Carlos Viesca Treviño y Octavio Rivero Serrano con el tema “El médico y su esencia”.


Dr. Octavio Rivero Serrano

Con el Establecimiento de Ciencias Médicas, el 23 de octubre fue instituido como el Día del Médico, por ello, los organizadores consideraron que la mejor forma de lograr una sana convivencia era contar con torneos de ajedrez y dominó, la presentación de la cinta Nicotina en el auditorio “Dr. Raoul Fournier”, una conferencia magistral; así como venta de libros y material médico realizada en la explanada, y, para cerrar las actividades, una kermés y las presentaciones de la Rondalla de la FM y de la banda Rotopop, que amenizó la tarde del 24.

Durante la conferencia dictada por el profesor emérito Octavio Rivero Serrano y el titular del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, Carlos Viesca Treviño, estuvieron presentes los doctores Ramón Vázquez Ortega, decano del H. Consejo Técnico, y Édgar Zenteno Galindo, jefe del Departamento de Bioquímica, donde los ponentes hicieron consideraciones importantes sobre la esencia del médico y la ética médica.


Dr. Carlos Viesca Treviño

Reunidos en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza”, Viesca Treviño inició su exposición con el dicho “el que sólo sabe de medicina, ni de medicina sabe”, a partir de ello señaló que para ser un buen médico, moralmente lo único que hay que saber es medicina (con referencia a las palabras del doctor Ruy Pérez Tamayo), con lo cual no está de acuerdo porque un buen médico, en el sentido de la calidad técnica y de su conocimiento sobre la medicina, adicionalmente debe saber y reconocer los valores que encierra su esencia como profesional de la salud.
A la pregunta ¿qué necesita el médico para conocer su esencia?, la respuesta —dijo—se encuentra en los valores del profesional para considerarse como tal y no sólo ser técnico en medicina o salud; uno de esos valores es la virtud, traducida como la capacidad de desarrollar algo muy bien; en medicina, crear y promover el conocimiento en beneficio de los enfermos, lo cual se alcanza a través del aret, palabra griega que quiere decir hacer con excelencia una actividad, y en medicina no sólo saber de medicina, sino aplicar principios que permiten preguntar ¿qué hacemos con la medicina para ser mejores médicos?, “ése es el camino a la excelencia”.
Entre otras cosas, manifestó que los médicos deben plantear una estrategia para que se establezca más allá de la pura relación de oficio una relación de amistad con el paciente, aunque entre ambos existan diferencias; sin embargo, todo paciente que se acerca al médico es porque necesita algo de él y éste tiene la posibilidad de darle esa ayuda, lo cual es considerado como esencia de la medicina: beneficiar al enfermo.
En este punto, el doctor Viesca Treviño se refirió al precepto que dice que el médico no debe perjudicar, “no siempre podemos beneficiar, pero siempre podemos procurar no perjudicar”; estas reglas del pensamiento son un camino hacia la virtud del médico, al igual que la filia, considerada como la sensación de proximidad con el prójimo, quien es el que se parece a mí mismo, y con quien debe existir empatía; es decir, cuando el médico se plantea qué está sucediendo con el paciente, empezamos a hablar de cómo se pasa del desconocimiento al acercamiento con el prójimo, del planteamiento de una filia a la práctica de una empatía”.
Para cerrar su participación, señaló que es en la consulta médica donde se presentan las situaciones virtuosas del profesional de la medicina. “Lo primero que existe en esa relación durante la consulta médica es la empatía, el respeto, y la responsabilidad, todo esto en el marco de la pregunta que se haga el médico ¿cómo no perjudicar, cómo ayudar?”, finalizó el jefe del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina.

En su momento, el doctor Octavio Rivero, al hablar de ética médica, señaló que ésta debe ser laica, y sobre todo debe existir una gran división entre los temas de ética médica, ya que existen unos en esta área que todavía están en el análisis, como ejemplo: la medicina genómica, la medicina artificial, la eutanasia, etcétera.
Entre otros asuntos prácticos del ejercicio médico actual se encuentran: la educación médica, desde 1990, cuando la Asociación Mexicana de Escuelas y Facultades de Medicina propuso que se creara un mecanismo para certificar a estas escuelas, después de trece años sólo se han certificado entre 20 y 25 por ciento de las que existen en el país, lo cual —dijo— es un problema de ética de la sociedad en la que vivimos, porque no existe una ley o norma que impida que se abran escuelas de medicina en forma innecesaria.
En 1950 existían 12 en todo el país, en 1970 se contaban ya 60, mientras que en la actualidad existen más de 90. No sólo es que haya muchas, sino que además esta situación deriva en otro problema: cada año se gradúan entre 12 y 15 mil médicos, y sólo tienen acceso a una residencia médica entre tres mil 500 y cuatro mil, lo cual quiere decir que los ocho mil o 12 mil restantes se quedan sin otros estudios más que la licenciatura, entonces existe un abarrotado ejercicio de la medicina general, provocando que las instituciones de tercer nivel estén saturadas. Se trata pues de “un problema ético, ya que antes de estar pensando en el genoma y las células madre, éste es un problema de todos los días”, enfatizó el ex rector de la UNAM.
Entre otros comentarios, el doctor Rivero Serrano señaló que lo fundamental es que las nuevas generaciones van a ejercer una medicina más difícil, sin embargo, deben tener presente que ésta es la profesión más maravillosa que existe y sólo deben buscar el beneficio del paciente antes que otra cosa y, con ello, brincarán los obstáculos que surjan.
A los estudiantes presentes, dijo que en lo sucesivo “van a ejercer una carrera de impacto, porque cada día los obstáculos de la medicina serán mayores; se tropiezan cada vez más con una serie de personajes que obstruyen el ejercicio médico, pero si pueden hacer una medicina útil para el enfermo, en la cual la ética del médico lo deje contento, no tendrán más que satisfacciones, mientras que por el contrario el que trasgrede las leyes de su ética, se daña a sí mismo”, concluyó el también ex director de la Facultad de Medicina.

regresa...