Con 47 años de trabajo docente y muchas ganas de seguir impartiendo
clases, la bióloga María Elena Castillo Romero, jefa del
Departamento de Embriología y profesora de la asignatura de Biología
del Desarrollo, comentó que antes de retirarse, le gustaría
dejar instalados dos nuevos laboratorios para dicha materia y mejorar los
espacios de trabajo para el personal docente y de investigación.
Ubicada en el Departamento de Embriología, en la planta baja del
edificio "A", destinado a las áreas de investigación, la
maestra Castillo concedió una entrevista a este medio informativo
donde platicó del origen, el desarrollo y evolución de su
departamento; de sus mejores amigos y recuerdos de sus compañeros
de trabajo que han dado todo su apoyo al departamento que dirige.
En 1950 la maestra María Elena se inició como alumno-ayudante
de embriología. Años después se desempeñó
como docente en diversas especialidades, impartiendo cursos basados o relacionados
con la embriología en diferentes hospitales e instituciones; asimismo
ha colaborado con diversas universidades del interior de la República.
Dentro de la UNAM, ha sido maestra en la Facultad de Ciencias; consejera
técnica en tres ocasiones, miembro de la Comisión Dictaminadora
de Ciencias Básicas y primera jefa del área de Morfología
en la FM.
Ha impartido clases en hospitales a nivel de especialidad, como en el Hospital
"Adolfo López Mateos", Centro Médico Nacional ``20 de Noviembre'',
en el Hospital General de México, donde por varios años estuvo
a cargo de la clase de embriología para los gineco-obstetras, y
en el Instituto Mexicano del Petróleo donde tuvo como alumno al
ex presidente de la Academia Nacional de Medicina, Pelayo Vilar Puig.
``Ingresé a la Facultad de Medicina hace 47 años, en la Escuela de Santo Domingo, aún siendo estudiante de la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias. En aquel entonces los estudios de embriología en la Facultad de Ciencias eran superiores a los de la Escuela de Medicina; éramos pocos biólogos pero contábamos con una excelente maestra, la doctora Amelia Sámano Bishop y en la FM eran muchos los estudiantes y pocos los profesores, ninguno especialista en embriología entonces, el doctor González Herrejón pidió a la maestra Sámano que formara un departamento de Embriología -no como se encuentra actualmente-, y fue cuando, como jefa del mismo se comenzó a trabajar sobre la introducción de las prácticas y a modernizar el programa. En 1948, la maestra Sámano me invitó a hacer unas láminas para ilustrar las clases, pues en aquel entonces no se contaba con medios económicos para adquirir proyectores. Pintaba las láminas con temas embriológicos, por los cuales me pagaban 20 pesos incluyendo el material; así fue mi entrada a la FM. Posteriormente, fui ayudante de prácticas y profesora de teoría; entré junto con Ana María de Buen y, entre las dos, impartíamos las prácticas de toda la generación. Desde que Ana María contrajo nupcias, la maestra Sámano eligió al mejor de sus alumnos en ese año, el doctor Gildardo Espinosa de Luna, y desde entonces estamos juntos.
``En aquella época sólo había
cinco profesores: la doctora Sámano; el doctor Jesús de Miguel
y Lancho, un gineco-obstetra y pediatra español; el doctor Nieto
Roaro, al que le gustaban los estudios embriológicos, pero se dedi-
caba al análisis clínico; el doctor González Aguilar,
quien era cardiólogo; después,entró e ldoctor
Hermilo
Castañeda Velasco, por haber presentado la primera tesis sobre temas
de embriología humana. Así, fuimos creciendo; ahora
somos alrededor de 25 profesores titulares para 37 grupos; es decir, hay
profesores que atienden hasta tres grupos, aunque por fortuna, la mayoría
tiene a su cargo uno solo, ya que atender a más es muy desgastante".
En ese tiempo, las prácticas se realizaban cada 15 días,
debido a que los grupos eran demasiado numerosos y sólo se contaba
con un laboratorio, ``nuestras sesiones -nos dice la maestra Castillo-
eran de dos horas con grupos de 60 alumnos.
Esta situación duraría hasta que nos cambiaron a Ciudad
Universitaria donde había 2 laboratorios, ubicados donde ahora se
localiza la hemero-biblioteca `José Joaquín Izquierdo', donde
por fortuna, los microscopios ya no eran de desecho, sino nuevos y el número
de ayudantes y profesores había aumentado".
Nuestra entrevistada mencionó que una de las características que tiene su departamento es que todos aman su asignatura y han hecho lo que se llama una carrera docente.
Con relación a sus cátedras, comentó que los cambios no han sido fáciles. Ella inicia impartiendo embriología; después, cuando se cambió el plan de estudios de la asignatura de Embriología y Genética, todo el grupo de profesores de su departamento tuvo que prepararse con cursos impartidos por genetistas para poder abordar la materia de manera ``digna''. Cuando cambió la asignatura a Embriología del Desarrollo, ``no fue sólo un cambio semántico -aseveró la bióloga María Elena Castillo-, no se trataba de poner sólo un nombre más moderno sino de un cambio renovador; basta con ver los libros de biología del desarrollo, donde se tratan aspectos experimentales a nivel molecular, tendiendo a experimentar la causalidad de los cambios morfológicos y fisiológicos, pero sin olvidar su proyección en los aspectos clínicos''.
Como anécdota la maestra María Elena Castillo añadió
que durante un tiempo se desempeñó como profesora de la Facultad
de Ciencias, pero a raíz del movimiento del 68 y sobre todo cuando
se pidió al doctor Ignacio Chávez su renuncia a la rectoría,
se hicieron asambleas para discutir el hecho y ofrecer apoyo al doctor
Chávez. En la Facultad de Ciencias se condicionaba excesivamente
el apoyo periodístico a través de desplegados, mientras en
la FM todo el profesorado renunciaba en masa. Esa actitud me inclinó
a aceptar el nombramiento de profesor de tiempo completo en esta Facultad''.
-¿Qué le ha dado la docencia?
``Muchas satisfacciones, es una parte muy importante de mi vida. Nunca
he dejado de estar en la escuela, desde la secundaria algunos profesores
me mandaban alumnos para preparar y ayudarlos a aprobar. Desde entonces
ya ganaba unos `pesitos'. Impartí biología, anatomía,
botánica, zoología e higiene a nivel de secundarias y preparatorias,
especialmente en el Colegio Francés del Pedregal, en el Motolinia,
en el Montegnac y también en una escuela que dirigía el hermano
del rector Antonio Caso; así es que toda mi vida he sido maestra''.
Aprecio mucho esta medalla porque no es sólo sindical, sino porque
fue propuesta de los representantes de los colegios de la FM y de otras
áreas". -¿Cómo se ha desempeñado en la investigación?
``Hice la investigación en el inicio de mi carrera, durante 15 años
como alumna del doctorado y tesista en el Instituto de Biología.
Cuando llegué a la Facultad de Medicina la carga docente era demasiada
y como sólo éramos tres personas a cargo del departamento,
la maestra Sámano, una secretaria y yo, dejé la investigación.
En aquel tiempo no se contaba con los apoyos técnicos como los de
ahora, pues dependía del sistema de estudios, pues para hacer la
maestría y el doctorado se exigía, además de acreditar
las materias, realizar una tesina.
Por ejemplo, la primera materia que cursé, fue el tema `El estudio
biológico y sistemático de algunos lepirópteros de
Cuautla', trabajo que requirió de una introducción, varios
capítulos, conclusiones, mapas y fotografías, además
de la bibliografía. Nunca me doctoré, mis compañeros
preguntaban qué si no me iba a dedicar a la investigación
por que cursaba el doctorado, pero siempre he dicho que un profesor debe
estar al día para poder enseñar e incitar al alumno a buscar
conocimientos; así como el haber realizado alguna investigación.
Aunque tengo la satisfacción, ya que la tesis de maestría
me había llevado 15 años hacerla, trabajo extenso que me
llevó a descubrir las características del aparato impulso
conductor en pollo, que no había sido descrito anteriormente; es
decir, fue una investigación original''.
Dentro de su carrera ha obtenido diversos pre- mios y reconocimientos;
entre ellos, recibió uno por 24 años de trabajo en el Colegio
Francés del Pedregal, el cual tiene para la maestra Castillo un
gran significado por ser la Medalla de las Alumnas, que representa para
ella ser como hija del colegio; la Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla le entregó un diploma en reconocimiento por su colaboración
en las reuniones de morfología, ``otra que aprecio mucho y que no
la esperaba -comentó emocionada la maestra Castillo- es la de la
Universidad de Zacatecas, que me distinguió como profesora invitada
y como formadora de personal académico de alta calidad. Por parte
de la UNAM he recibido tres medallas al mérito académico".
En 1991, fue reconocida por su labor ciudadana como académica universitaria
con la presea y diploma Ciudad de México, otorgados por el XXXIV
Consejo Consultivo de la Ciudad de México, de manos del Presidente
de la República, en la residencia oficial de Los Pinos.
La maestra María Elena Castillo nació en Tacámbaro,
pueblito de Michoacán, ``lugar con un delicioso clima y una vegetación
muy variada'' y al cual regresa durante sus vacaciones; posteriormente
comentó haber radicado en Morelia y, finalmente, vive en la ciudad
de México desde el año de 1934.
-¿Qué hace en su tiempo libre? ``Por muchos años fui
deportista y me encantaba jugar frontenis, llegué a ser campeona
de mi club, hasta que una lesión me retiró. También
jugué pongallo, un deporte muy bonito, del cual fui campeona nacional;
además por muchos años pinté acuarela. He tenido la
oportunidad de hacer viajes muy interesantes incluyendo una vuelta al mundo.
El próximo fin de año tengo el propósito de ir al
Río Negro del Amazonas, a las Cataratas de Iguazú, a La Tierra
del Fuego y a las ruinas de Machu Pichu''. Además, la maestra Castillo
Romero gusta del ambiente familiar, el cual cultiva con frecuen- cia y
por lo mismo procura hacerlo lo más posible. Finalmente, comentó
estar orgullosa de pertenecer al primer departamento que tuvo un programa
por objetivos y que realizó evaluaciones departamentales.