Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de mayo 2001


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Directores de Hospitales

El doctor Juan José Mazón y el Hospital General “Dr. Manuel Gea González”

“El reto de nuestro hospital es concluir su integración como unidad de segundo nivel de atención médica, en el sistema de salud del sur de la ciudad con el primer nivel de atención representado por los centros de salud del gobierno de la ciudad, y con el tercero representado por los institutos nacionales de salud de la SSa”, comentó el doctor Juan José Mazón Ramírez, director del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”.

A dos años de haber asumido la dirección del hospital, el doctor Juan José Mazón, egresado de la Facultad de Medicina de la UNAM, ha mostrado que su cargo consolida una larga y dedicada carrera, pues desde que era médico residente ha pertenecido a este hospital, por lo que conoce su funcionamiento, su fuerza y sus debilidades, motivos que lo llevan a reflexionar sobre la importancia que tiene y puede tener su nosocomio dentro del sistema de salud, más ahora que, con la descentralización de los servicios de salud, se busca entrelazar todos los sistemas asistenciales del país.

 
Dr. Juan José Mazón

“Mi historia es la historia común de muchos provincianos que venimos a estudiar o a radicar en el Distrito Federal. Soy de Iguala, Guerrero; nací el 23 de junio de 1951. Cuando me animé a venir a la ciudad, lo hice con el afán de seguir estudiando. Mi familia fue campesina hasta que mi padre se dedicó al curtido de pieles, mi madre murió cuando yo tenía 18 años y soy el mayor de 11 hermanos.

“Llegué a la ciudad con estudios de secundaria, y lo primero que hice fue buscar cómo sobrevivir; encontré trabajo como obrero en una fábrica por el rumbo de Iztapalapa; eso me dio seguridad, un ingreso y un horario fijos. Con un ingreso seguro enseguida me inscribí en una preparatoria particular incorporada a la UNAM.

“Ingresé a la Facultad de Medicina en 1974, aunque mantuve mi trabajo de obrero hasta el tercer semestre. Mi internado de pregrado lo realicé en el Hospital de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el servicio social en el poblado de San Pedro Tzilzacoapan, municipio de Ixhuatlán de Madero, Veracruz, donde estuvieron a mi cargo siete pueblos, de tepehuas, otomíes y totonacos.

“Vale la pena mencionar que como estudiante de medicina fui representante de grupo, miembro del consejo de mi generación, llegando a ser consejero universitario alumno. Esas experiencias fueron fabulosas, porque conocí a la Facultad y a la Universidad desde otra perspectiva; además, mi vida académica y personal se vio enriquecida por el estudio en grupo, la permanente discusión de los temas de clase, la sana competencia y la convivencia, tanto en la Facultad como fuera de ella, con excelentes compañeros, de grupo y de generación; todos ellos son actualmente buenos amigos y destacados médicos. Como médico familiar no puedo dejar de señalar que he formado una feliz familia nuclear, integrada por Lupita mi esposa y Betania y Oriana mis hijas”.

-¿Cómo se dio la vocación por la medicina?
“Durante la preparatoria tuve mis dudas y me fue difícil decidir entre medicina y derecho, eran las dos carreras que me atraían, lo que se debe a que en mi familia paterna no existía ningún profesionista, soy el primero en toda la historia familiar. Opté por la medicina, creo que motivado por todo lo que ésta conlleva: el conocimiento del cuerpo humano, lo maravilloso de él, así como de sus enfermedades; la gran carga humanista que tiene la práctica de la medicina, en fin, el poder ayudar a los demás; éstas fueron las motivaciones que me movieron en ese tiempo y que aún son parte de mi emoción actual.

“En la etapa del servicio social también tuve mis dudas sobre qué especialidad realizar. Recuerdo qué platicando en una de las sesiones del Consejo Universitario con el doctor Octavio Rivero, entonces director de la Facultad de Medicina, sobre qué especialidad haría, le comenté que no terminaba por decidirme entre ginecoobstetricia y salud pública, él me dijo que platicara con el doctor José Narro Robles, me puso en contacto con él y a partir de entonces tuve varias entrevistas con el doctor Narro, que fueron modificando mi perspectiva profesional; decidí entonces ser médico familiar, tuve la fortuna que el mismo doctor Narro fuera mi profesor, fui de la primera generación de médicos familiares de la Secretaría de Salud, mi sede académica fue el centro de salud Portales y la subsede fue este Hospital General ‘Dr. Manuel Gea González’”.

-¿Cómo se dio su desarrollo profesional?
“Al egresar de la residencia me integré al proyecto que la Secretaría de Salud y la UNAM tenían en el Centro de Salud ‘Dr. José Castro Villagrana’, proyecto que tenía como objetivo establecer un modelo de atención primaria; como médico familiar fui responsable de las familias sin seguridad social de las colonias Peña Pobre, La Fama, La Lonja y parte de la Miguel Hidalgo, en la delegación Tlalpan. En este mismo centro de salud iniciamos en 1984 el curso de especialización en medicina familiar, integrándome a la plantilla de profesores. Haber laborado en un centro de salud cercano a este hospital general, con la ventaja de haber egresado de él, me permitió demostrar que la atención integral del paciente y de su familia se pueden llevar a cabo, que puede ser una realidad, si así lo queremos.
Hospital General "Dr. Manuel Gea González"

“En 1986 el doctor Federico C. Rhode me invitó a hacerme cargo de la subdirección de Enseñanza de este Hospital, este hecho tuvo un gran impacto en mí, ya que regresaba al hospital en el que me formé, este cargo lo desempeñé hasta 1991 cuando al ser designado director de la Facultad de Medicina el doctor Juan Ramón de la Fuente me invitó a hacerme cargo de la jefatura del Departamento de Medicina Familiar de la propia Facultad. Esta fue otra experiencia maravillosa, recuerdo con satisfacción el programa que establecimos con el ISSSTE, para que por medio de un curso semiescolarizado de enseñanza, los médicos generales del instituto se transformaran en médicos familiares, fortaleciendo así la medicina familiar y la calidad de la atención en esa institución; creamos también la biblioteca y la radioteca del Departamento de Medicina Familiar y desde ahí contribuimos a impulsar nuestra disciplina reiniciando lo que hoy ya es una tradición, los congresos nacionales de medicina familiar.

“En 1995 fui invitado a hacerme cargo de la Dirección de Servicios de Salud de los Servicios de Salud Pública en el Distrito Federal, igualmente la experiencia de este nuevo encargo fue estupenda, al coordinar la atención médica en el primer nivel a través de 222 centros de salud distribuidos en las 16 jurisdicciones sanitarias de la Ciudad de México, así como ser el responsable de la operación de los programas sustantivos de salud pública: vacunación universal, enfermedades diarreicas, infecciones respiratorias agudas, salud perinatal y de la mujer, rabia, tuberculosis, enfermedades de transmisión sexual, sanidad internacional, etcétera. En 1997 fui nombrado director general de Servicios de Salud Pública del D.F., correspondiéndonos implementar lo establecido en el Decreto de Descentralización de los Servicios de Salud para Población Abierta del Distrito Federal.

“Durante 1998 me integré a la Dirección General de Extensión de Cobertura de la SSa, donde tuve la oportunidad de colaborar con el equipo de trabajo responsable de los programas en Chiapas, en particular en la Jurisdicción Sanitaria de San Cristóbal de las Casas. En marzo de 1999 la H. Junta de Gobierno de este hospital, tuvo a bien designarme director general del mismo”.

-¿Cuáles son los antecedentes históricos de este hospital?
“Los orígenes del hospital se remontan a las primeras décadas del siglo XX. La tuberculosis en esos años representaba un problema de salud pública para nuestro país, de ahí que el Departamento de Salubridad Pública y la Sociedad Mexicana de Tisiología establecieran un programa para abatir la tuberculosis; esto llevó a la creación del Comité Nacional de Lucha contra la Tuberculosis en 1940. Apenas se organizó el comité, se elaboró su programa de trabajo inmediato, en éste se incluyó la construcción de lo que sería inicialmente el Sanatorio Hospital ‘Dr. Manuel Gea González’.

“En noviembre de 1946 se publicó el decreto presidencial que creó el Sanatorio Hospital ‘Dr. Manuel Gea González’, con personalidad jurídica y patrimonio propios. Se inauguró el 19 de mayo de 1947 y comenzó a recibir pacientes el 1° de septiembre del mismo año. Su objetivo fue la reclusión indefinida de enfermos tuberculosos incurables. Cuando se demostró que la tuberculosis pulmonar era curable, se pasó de las medidas terapéuticas de la tisiología clásica (reposo, alimentación, clima y colapso pulmonar), a las medidas terapéuticas de la naciente neumología (cirugía especializada), esto llevó a propugnar por la transformación del sanatorio hospital en un centro de investigación. La institución recibió un vigoroso impulso, por lo que cinco años después de su creación se transformó por decreto presidencial de noviembre de 1952 en el Instituto Nacional de Neumología. El tratamiento de los enfermos tuberculosos se fue modificándo de manera progresiva, la nueva era antibiótica permitió que el tratamiento fuera ambulatorio, transformando radicalmente el perfil epidemiológico de la tuberculosis. Se abatió de manera importante el número de pacientes hospitalizados, con la consecuente disminución del índice de ocupación de camas; esto llevó a reflexionar en la necesidad de cambiar la estructura y los objetivos de la institución y ampliar los servicios médicos para que adquirieran un carácter general. Así pues, un nuevo decreto presidencial del 26 de julio de 1972 transformó al Instituto Nacional de Neumología en el actual Hospital General ‘Dr. Manuel Gea González’.

-¿Quién fue el doctor Manuel Gea González?
“El doctor Manuel Gea González, nació en Tantoyuca, Veracruz, el 2 de junio de 1869. Egresó de la Escuela Nacional de Medicina, por ser estudiante destacado fue premiado en 1891 por el general Don Porfirio Díaz. Ejerció la medicina en Huejutla, Hidalgo. Apoyó a Madero y en 1912 fue elegido diputado federal. Al caer Madero, Gea González, junto con la bancada maderista, fue encarcelado en la penitenciaría.

“En 1915 fue nombrado director del Hospital de Ferrocarriles Nacionales de México y en 1917, profesor de Clínica Quirúrgica en el Hospital General de México, cátedra que impartió hasta unos días antes de su muerte. De 1923 a 1924 fue director de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Fundador de la Academia Mexicana de Cirugía; secretario del Consejo de Salubridad General donde organizó la sección de enfermedades tropicales.

“Entre sus principales obras: erigió y dirigió la campaña antituberculosa, creó el código sanitario, estableció la reglamentación de alimentos y medicinas, organizó las campañas contra las enfermedades venéreas, impuso el certificado prenupcial, recibió la medalla ‘Eduardo Liceaga’ por ‘amalgamar en un solo concepto, los datos de la clínica y los datos del laboratorio’.

“En la comunicación que el doctor Ismael Cosío Villegas le hace al doctor Gea González, informándole por qué ésta institución llevaría su nombre, sobresalen las siguientes razones: ‘Considerarlo como uno de los más importantes iniciadores de la Campaña contra la Tuberculosis, ser uno de los defensores del criterio fisiopatológico en la Facultad de Medicina, que actualmente está aceptado después de lucha vigorosa y sistemática; ser, sin duda alguna, el mejor profesor de Clínica Quirúrgica en toda la historia de la Facultad de Medicina’. El doctor Manuel Gea González, murió el 30 de junio de 1950.

“Por cierto uno de los hechos que demuestran sus convicciones, fue haber sido él quien aplicó por primera vez la vacuna contra la tuberculosis en México, precisamente a su hija Edelmira y a la hija del entonces presidente de la República, Plutarco Elías Calles”.

-¿Cómo es la relación del hospital con la Facultad de Medicina?
“Desde que abrió por primera vez sus puertas en 1947, el Sanatorio Hospital recibió también a los primeros estudiantes de posgrado que acudieron para realizar la especialidad en tisiología. El pregrado médico inició en 1948 con el curso de enfermedades del aparato respiratorio, en estrecha colaboración con la Facultad de Medicina. Ya como Instituto Nacional de Neumología, igualmente en colaboración con la Facultad de Medicina, se modificó el programa de la tisiología clásica estableciéndose la especialidad de neumología, igualmente dio inicio la especialidad de anestesia. En esta etapa, en el marco de la enseñanza de pregrado, la institución recibió los llamados cursos pilotos de neumología y se iniciaron los cursos de otorrinolaringología.

“Desde su creación en 1972 como Hospital General, la relación con la Facultad de Medicina se ha hecho más estrecha. Actualmente, el hospital cuenta con 11 especialidades médicas, tres subespecialidades y cinco cursos de posgrado para médicos especialistas, con reconocimiento académico de la Facultad de Medicina, así como una especialidad odontológica (Ortodoncia), con el reconocimiento de la Facultad de Odontología de la UNAM. En el pregrado el hospital actualmente es sede para alumnos del tercer y cuarto años de la carrera y para alumnos del internado médico.

“A partir de 1996 nuestro Hospital fue acreditado por la Facultad de Medicina como Centro Académico de Educación Continua; en junio de 2000 la Facultad renovó dicha certificación”.

-En este momento ¿en qué situación se encuentra el hospital?
“Nuestro hospital vive actualmente momentos de gran pujanza y gran optimismo hacia el futuro, experimenta una reorganización de sus servicios; recientemente se crearon las subdirecciones de áreas críticas y de epidemiología, se establecieron nuevos servicios como el de cuidados paliativos y clínica del dolor; ingeniería biomédica, infectología, medicina crítica pediátrica, medicina transfusional, apoyo metabólico y nutricional y terapia respiratoria. Se han fortalecido las especialidades básicas (medicina interna, pediatría, ginecoobstetricia y cirugía general), se continúa impulsando a las subespecialidades entre las que destacan, por su gran desarrollo e innovaciones en la asistencia médica en la enseñanza y en la investigación: la endoscopía diagnóstica y terapéutica, la cirugía endos-cópica, la dermatología, la oftalmología, la otorrinolaringología y la cirugía plástica y reconstructiva, entre otras.

“Se ha impulsado y se ha logrado un gran avance en el sistema de referencia y contrarreferencia de los pacientes. Se ha fortalecido la vigilancia epidemiológica hospitalaria, lo cual nos ha permitido abatir las infecciones nosocomiales y reforzar la comunicación con la jurisdicción sanitaria de Tlalpan para el cumplimiento de los objetivos de los programas de salud pública que le corresponden a esta institución.

“Igualmente se han reestructurado en su totalidad las direcciones de enseñanza e investigación, con lo cual estamos confiados que continuaremos cumpliendo con los objetivos que en estos rubros nos hemos propuesto alcanzar.

“En la reciente evaluación de los indicadores estratégicos de nuestro hospital, encontramos que las metas han sido cumplidas con creces, de ahí el optimismo, ya que a pesar de los problemas de infraestructura, de actualización de equipo y de presupuesto, que toda institución de este tipo tiene, el Hospital General ‘Dr. Manuel Gea González’ cumple con la misión que el pueblo de México le ha encomendado a través del gobierno federal, gracias al entusiasmo, dedicación y capacidad de su personal médico, paramédico y administrativo. Finalmente quisiera reconocer el interés del personal médico en mantener su alto grado académico por medio de la certificación y recertificación que cada uno realiza dentro de su especialidad”.