Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de mayo 2001


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Servicios médicos en México

Aumentar el presupuesto en el sector salud:
Doctor Manuel Barquín Calderón

“De acuerdo con un estudio realizado por un grupo de investigadores de la OPS, en la década de los ochentas se desperdiciaron aproximadamente 10 mil millones de dólares por una mala administración de los hospitales en América Latina”, expresó el doctor Manuel Barquín Calderón, coordinador académico de Pro-gramas Interdepartamentales de la FM, al dar un panorama general de los servicios de salud en México durante una conferencia de prensa llevada a cabo en el auditorio “Dr. Alberto Guevara Rojas” el pasado 5 de abril.
El doctor Manuel Barquín y la licenciada Guadalupe Díaz, durante la conferencia de prensa

Barquín Calderón reconoció que existe escasez de medicamentos en las unidades hospitalarias debido a que falta dinero para comprarlos. Además, señaló que en México los que dirigen la administración en unidades hospitalarias canalizan una gran parte de sus recursos a rubros que no tienen nada que ver con infraestructura médica, lo que va mermando el capital de las instituciones que caen en la insuficiencia de los recursos. Comentó que, según los economistas, México tiene el gasto más pequeño en medicinas en América. Costa Rica invierte más que México en la compra de fármacos. Propuso incrementar el gasto en el sector salud. “Se tendrá que aumentar el gasto para comprar medicamentos, con o sin la reforma se tiene que aumentar el presupuesto a este sector”, comentó.

Sin embargo dijo que a pesar de las carencias que existen en el sector salud, el promedio de vida de los mexicanos ha aumentado de 40 a 80 años para las mujeres y casi igual para los hombres, lo que quiere decir que vivimos mejor. Al mismo tiempo sostuvo que ha mejorado el medio urbano porque ahora se cuenta con servicios públicos como agua potable y drenaje. El agua potable llega a 90 por ciento de la población del país y el drenaje a 80 por ciento.

El funcionario de la FM se refirió a la aplicación del IVA en los medicamentos y advirtió que si se asigna el gravamen a los fármacos que compra la gente de escasos recursos se reduce la posibilidad de que ese sector pueda obtenerlos y sobreviva a los padecimientos. Señaló que los medicamentos que permitan curar las enfermedades del subdesarrollo y las cronicodegenerativas, como el SIDA, la hipertensión, la diabetes, y la artritis se deben de exentar del IVA. “La hipertensión y la diabetes, si no tienen un trata-miento oportuno y completo, acaban con la vida de la persona; el diabético que no lleva un tratamiento adecuado puede tener una embolia, un problema cerebral o una parálisis, de manera que ninguno de estos enfermos puede quedar al margen”, manifestó.

Comentó que no se deben quitar los medicamentos de la canasta básica, ni los que controlan las enfermedades del subdesarrollo. Estas se pueden erradicar de dos formas: por una parte, el saneamiento de la población, y por otra, la prescripción de fármacos, por lo que se pueden erradicar desde el punto de vista operativo.

El médico cirujano, en compañía de la directora de enlace y relaciones públicas de la Dirección de Comunicación Social de la UNAM, Guadalupe Díaz, dijo que el charlatanismo se ha convertido en una amenaza para la medicina debido a que ésta cada día es más cara. “El placebo sólo puede curar enfermedades sencillas -que no existen- pero las verdaderas no se curan ni con placebos ni con acupuntura”, añadió el doctor Barquín.

Asimismo, el doctor Barquín mencionó que la atención médica tiene que ser oportuna, humana e integral. En este último aspecto agregó que debe ser preventiva, curativa y que trate a todas las clases sociales. “Las personas de la tercera edad son de los grupos más afectados porque reciben pensiones muy raquíticas que no les permiten solventar sus gastos en medicamentos, ya que gastan diez veces más que las de 20 o 30 años”.

Se refirió a la automedicación como un fenómeno que se presenta no por el hecho de que tenga que ver con el costo de los fármacos, sino porque para el pueblo es más fácil conseguir cualquier medicamento consultando al boticario que al médico. “Recurrir a los servicios de un farmacéutico y de comadres medicantes es una costumbre que tenemos los mexicanos para automedicarnos”, explicó. El titular de Programas Interdepartamentales dijo que para eliminar la automedicación se debe regular la forma de adquisición de fármacos a través de recetas expedidas por el médico. “No se debe despachar una receta si no viene prescrita por un doctor”, afirmó.