Entrevista con el doctor Humberto Gasca González

Médico por vocación y convicción

 

"Me siento profunda y sanamente orgulloso y agradecido con la vida por haber sido médico, de abrazar esta hermosa profesión, además de haberme formado y permanecer en esta institución que, en su área, es la de mayor tradición y abolengo en el país: la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México''.

Hoy, después de haber sido nombrado cronista de la FM, el doctor Humberto Gasca González tiene que cumplir con múltiples compromisos que le incumben a su nombramiento, pero a pesar de ello, regaló a la Gaceta unos minutos de su tiempo para narrar parte de sus vivencias como niño y estudiante, las cuales lo llevaron a su profesión. Primero como alumno, después como profesor y funcionario de la Escuela Nacional de Medicina y, ahora, en su papel de cronista, a través de una visión sobre las transformaciones que se han dado en el ámbito de la carrera de médico cirujano, desde el punto de vista académico, social y administrativo.

Oriundo de León de los Aldama, estado de Guanajuato, el doctor Gasca González ingresó a la Escuela Nacional de Medicina en 1951. Desde entonces, con excepción de la época de residencia hospitalaria, ha permanecido en la Facultad tanto en la docencia como en actividades administrativo-escolares.

¿Por qué eligió la carrera de médico?

``Cursaba la primaria cuando fui llevado al sanatorio donde se internó un familar seriamente enfermo; las medidas conducentes dependían de la decisión que se tomara en reunión de médicos, los que fueron llegando uno a uno; mis ojos no perdían detalle y en mis adentros imaginaba su sabiduría, su enorme valor como depositarios de confianza absoluta. Creo que me dije: `quiero ser como ellos', y a partir de entonces, las acciones de mi vida giraron en torno al objetivo de ser médico; memorizaba especialmente lo que aprendíamos en anatomía humana; así, en la época de la enseñanza media superior, otros compañeros y yo, sin reparar en la crueldad, abrimos tórax y abdomen de un animal para observar órganos dentro de la cavidad, como en el caso del corazón en plena actividad. Me era gratificante cumplir con las indicaciones del médico tratante en casos de personas cercanas recuerdo una osteomielitis. Nunca dudé de la inclinación, menos al incorporarme a la Escuela Nacional de Medicina''.

¿En qué año ingresó como trabajador a la UNAM?

``En 1960, mi función era la de subcoordinador de la Enseñanza Clínica, aunque mi inicio en actividad docente ocurrió al principio del año escolar 1959, cuando fui debidamente nombrado como ayudante de profesor, sin sueldo''.

¿En cuántas dependencias se ha desarrollado y qué puestos ha desempeñado?

``Fundamentalmente en la Facultad de Medicina y en hospitales ligados a la docencia; así, independientemente de la designación oficial, cumplí, en su momento, con la responsabilidad de los servicios escolares, las secretarías de Clínica, Internado y Servicio Social, en las dos últimas trabajé con aspectos administrativo-escolares, y también con los correspondientes a los estudios de posgrado, que durante años fueron manejados directamente por la División. También tuve la responsabilidad de coordinar la aplicación del examen profesional objetivo y, con cuatro directores, fungí como secretario del H. Consejo Técnico de la FM, además de representar al rector en mi caracter de miembro de las comisiones dictaminadoras.

``A nivel de la Universidad, junto con los secretarios generales o de Servicios Escolares de Ingeniería, Contaduría y Administración y Química, fundamos la Reunión de Secretarios de Facultades y Escuelas de la UNAM.

``En cuanto a otras dependencias, fui residente y adjunto del servicio de Pediatría y coordinador del internado de los alumnos en el Hospital para los Trabajadores al Servicio del Estado; también médico fundador y, sucesivamente, por un tiempo, estuve al frente de los servicios de lactantes, preescolares y escolares de la Unidad de Pediatría del Hospital General de México. Además, me desarrollé como jefe de la Oficina de Atención Médica a Domicilio en el Distrito Federal, por parte del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores al Servicio del Estado''.

El doctor Humberto Gasca también fue subcoordinador de Enseñanza Clínica a partir del 1o. de octubre de 1960; el 15 de septiembre de 1961, asumió la coordinación del internado de un hospital del ISSSTE. Dos años después, el 1o. de noviembre de 1962, se le asignó una secretaría en la Facultad, con este nombramiento tuvo a su cargo la Enseñanza Clínica y los Servicios Escolares. A partir del 1o. de julio de 1976, continuó en funciones en la Secretaría de Servicios Escolares hasta el 14 de febrero de 1983, fecha en la que se le designó secretario de Planeación y Servicios Escolares hasta el 1o. de mayo de 1989. Fue simultáneamente secretario del H. Consejo Técnico de 1973 a 1990, y miembro de la Comisión Dictaminadora del área Clínica, de 1974 a 1998.

De los puestos universitarios que ha tenido, ¿cuál es el que más le ha gustado?

``A pesar de los intentos no logro encontrar una respuesta específica. Contestaría que ser profesor y secretario de la Facultad, porque he tenido el gusto y la satisfacción de servir en todos los puestos''.

¿Cómo profesor, qué ha significado la docencia para usted?

``Una pasión. Me soñaba dando clase; lo hacía en forma imaginaria cuando era estudiante de medicina. Todavía era médico residente cuando acudía a la clase de la Clínica de Pediatría, de acuerdo al nombramiento del año de 1959 antes referido, con la enorme fortuna de que el profesor titular, el doctor Efraín Nava Uriza, me hacía el encargo dar la clase con frecuencia estando él presente, lo que constituía una gran responsabilidad y motivación para prepararme, a la vez que podía asimilar sus orientaciones. Posteriormente, fui adjunto, luego titular de Nosología, de clínica de Pediatría; fui profesor de medio tiempo y luego de tiempo completo titular ``A''.

``Con verdadera devoción asumí la responsabilidad docente. En algunas ocasiones tenía a mi cargo grupos simultáneos de Nosología de Pediatría, lo que era muy grato, ya que tenía la oportunidad de emular a mis maestros que daban principio a su clase a la hora en punto, no pasaban lista, el salón repleto y el genuino intento de que cada alumno aprendiera la materia''.

De todos estos años en la Universidad, ¿cuál es la época que más recuerda y por qué?

``Tener la responsabilidad de la enseñanza de la clínica me dejó una huella indeleble, puesto que la expansión masiva de la población escolar me dio la oportunidad de alternar con autoridades, profesores y alumnos. No puedo excluir la época de las secretarías de Servicios Escolares y del H. Consejo Técnico''.

 

Nombramiento de Cronista

 

La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México debe fomentar el registro de los acontecimientos de su quehacer cotidiano para que, en su caso y tiempo, sean ponderados e integrados a la historia de la Facultad.

En la UNAM existen antecedentes en este sentido y la Facultad se ha sumado, de hecho, a esta actividad mediante la publicación de la Crónica de la Facultad de Medicina en la segunda mitad del siglo XX, de la que es autor el doctor Humberto Gasca González, cuyo primer tomo publicado conjunta la verdad documental con la verdad existencial.

Por ello, en la sesión del Consejo Técnico del 4 de marzo de 1993, el doctor Juan Ramón de la Fuente, quien la presidió, comentó que el doctor Gasca era la persona idónea para escribir la historia moderna de la Facultad, toda vez que los estudios sobre el tema han quedado hasta que se hizo el cambio a esta Ciudad Universitaria.

Por otra parte, el Comité Asesor de Publicaciones, en su sesión del 9 de diciembre de 1997, propuso nombrar al doctor Gasca como Cronista oficial de esta Facultad, en vista de la tarea que ha venido realizando para escribir la Crónica de la Facultad de Medicina, por lo que se decidió solicitar al director su acuerdo en este sentido.

En tal virtud, se hizo la propuesta formal para que el H. Consejo Técnico acordara la designación del doctor Humberto Gasca González como cronista de la Facultad de Medicina de la UNAM; así, en la sesión ordinaria del 4 de febrero pasado, el Consejo Técnico de esta Facultad aprobó por unanimidad su nombramiento, en reconocimiento a la actividad que ha realizado para escribir la Crónica de la Facultad de Medicina y que continuará, con toda seguridad, con el mismo entusiasmo y tenacidad.

Después de formalizar la tarea sobre la Crónica con el doctor Juan Ramón de la Fuente, en 1991 emprende la labor de recabar, a partir de numerosas fuentes de información, los datos más relevantes del quehacer universitario acontecido en la Facultad de 1950 a la fecha. De este acervo de información resultó el primer volumen de la Crónica de la Facultad de Medicina 1950-1971, obra impresa en noviembre de 1997 y que conserva y recrea la historia de nuestra Facultad.

Actualmente, el doctor Gasca prepara el manuscrito que será el segundo volumen de la Crónica.

¿De dónde nació la idea e inquietud de hacer una memoria de la Facultad?

``Cuando cursaba los estudios previos al nivel profesional en mi ciudad natal, ya existía en mis sueños la Escuela Nacional de Medicina. Al ser su alumno me identifiqué con ella y con mi Universidad. Continuar en contacto íntimo y permanente como profesor y en el desempeño de alguna función, me hizo pensar en plasmar en un documento el diario acontecer.

``Por otra parte, la concepción de la medicina y del médico en cuanto a sus facetas humanas, además de los componentes técnicos y científicos, puntos de vistas sostenidos por egregios maestros, me incrementó el impulso a realizar esta tarea''.

El doctor Gasca agregaría a lo anterior una particular inclinación a recordar tiempos pasados.

``Madurada la idea fue expuesta a un director, el doctor Fernando Cano Valle; se formalizó y desarrolló con el doctor Juan Ramón de la Fuente y el tomo I se concluyó y publicó con el doctor Alejandro Cravioto, quien está ahora al frente de la Facultad''.

¿Qué es lo que más le ha gustado de esta tarea?

``Poder establecer comunicación con un número ilimitado de personas, tanto en la elaboración de la obra como con presuntos lectores. La investigación documental conjugada con las vivencias la Crónica comprende el tiempo de contacto con la Facultad genera el interés por consultar, por investigar, por reflexionar, por analizar y de esta manera contribuir en el registro de datos útiles para la conformación de la historia de la Facultad''.

¿Anteriormente había escrito algún otro libro o participado en otras publicaciones?

``Independientemente de artículos de difusión, lo hice como colaborador en el libro: Pediatría, del doctor Julio Manuel Torroella; en el Prontuario de Administración Escolar, UNAM, presidiendo la comisión designadora para tal objeto; también como subdirector de Ticiotl, revista que trabajó por la Fraternidad Nacional de las Universidades, como gerente de Ecos Estudiantiles y director de En Lucha, las dos últimas, revistas editadas en León, Guanajuato''.

¿Para usted cuáles fueron y han sido los cambios fundamentales que ha sufrido la Escuela Nacional de Medicina en su transición a lo que es actualmente la Facultad?

``La Crónica de la Facultad de Medicina, cuyo tomo I se ha publicado, abarca de 1950 a 1971; esencialmente se hace referencia a esta época, correspondiente a los cuatro primeros directores en la segunda mitad del siglo XX; a la decisión de construir una nueva escuela, que luego de proponerse contigua a hospitales, ocurrió en la Ciudad Universitaria; a la incorporación de recursos para la docencia, como la televisión, aspecto en el que la Escuela fue pionera. En fin, se refiere a una institución que se ha visto precisada a operar cambios y búsqueda de soluciones ante el incremento de la población escolar, que posteriormente disminuyó. Abarca también un movimiento de practicantes y pasantes, en la década de los años cincuenta, que dio origen al decreto presidencial para que las instituciones diferentes a la entonces Secretaría de Salubridad y Asistencia absorbieran el excedente de alumnos.

``Fue la época en que se contempló el impulso decidido a la investigación. Se estableció formalmente el internado de un año de duración. Se crearon los departamentos de la Escuela, fundamentalmente en ciencias básicas. Después, el traslado a la Ciudad Universitaria y la conservación y utilización del Ex-Palacio de la Inquisición. La incidencia en aspectos académicos ha sido intensa y trascendente, como la creación de grupos piloto, que han sido modelo para experiencias posteriores. La conversión de la Escuela en Facultad, que marcó un antes y un después, ya que el médico requiere de permanente dedicación y preparación para el ejercicio responsable de la profesión. La Facultad se ha mantenido atenta para organizarse y ser congruente con los rumbos de la medicina y las necesidades del país, que requiere de médicos generales, especialistas, para el ejercicio institucional, para la investigación, etcétera.

``En la memoria también se tratan otros aspectos que también han influido en el desarrollo de la institución: la impartición del primer curso de redacción médica en México, el impulso al ingreso a las cátedras mediante oposiciones, la incidencia en la enseñanza del nivel medio superior, el concurso de selección para el ingreso a la Universidad, el proyecto concreto de organización de egresados para que contribuyan con su escuela.

``Además, podríamos referir el establecimiento de jefaturas de enseñanza en hospitales en los que existen actividades docentes para alumnos de la Facultad y en donde exista adscripción para los profesores, quienes recibieron cursos de formación.

``También se habla sobre el plan de estudios por semestres y créditos, con asignaturas obligatorias y optativas. El servicio social, con duración de un año y el informe correspondiente, debidamente reglamentado, con valor de tesis. Convenios interinstitucionales en el campo de la educación médica y un proyecto formal para que la Facultad dispusiera de su Reglamento, que tiempo después daría sus frutos.

``Los sucesos son tan numerosos, variados, relacionados entre sí y con el medio en el que ocurren, que muchos podrán ponderarse si son analizados en detalle; también se cita en la memoria la demolición del tercer piso del Palacio de la Medicina, el impulso de los eventos culturales, las tutorías familiares y muchos otros acontecimientos que indudablemente han influido en la vida de la Facultad de Medicina''.

Por otra parte, nuestro entrevistado agregó que todo su tiempo está ocupado por la medicina; su tiempo libre lo dedica a la Pediatría y, como pasatiempos, gusta de la lectura y el deporte; en alguna época jugó en las reservas de la liga mayor de fútbol; además le place mucho la música. Una de sus hijas toca el oboe y realiza estudios de post-licenciatura en música en el extranjero.

Finalmente, el doctor Gasca comentó que en un futuro piensa concluir la Crónica de la Facultad de Medicina. ``Relacionado con lo anterior, al asumir la responsabilidad de Cronista de la Facultad, con la que se me ha honrado por aprobación del H. Consejo Técnico, he declarado y lo reitero, que mi entrega a la causa será irrestricta'', concluyó.