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Prosiguiendo con una costumbre que la Gaceta ha venido sosteniendo para dar a
conocer a los miembros de la comunidad de la FM: administrativos, trabajadores,
docentes e investigadores que le dan vida, y que ahora contribuyen con su trabajo
ante la honrosa designación de la Organización Mundial de la Salud, al nombrarla
``Centro Colaborador para la Formación de Recursos Humanos'', presenta en esta
ocasión al doctor Enrique Pinzón Estrada y a su equipo de colaboradores, jefe y
responsables de la Unidad de Bioterio.
Al referirse a aquella inundación, en entrevista, el doctor Pinzón nos dice: ``Después
de aquella emergencia se realizó una obra muy costosa, que consistió en la fabricación
de una enorme lumbrera, para permitir el libre flujo del agua, si hubieran abundantes
lluvias''. Sin embargo, considerando que el Bioterio es un lugar donde todo puede
ocurrir, el doctor Pinzón agregó que procuran prevenir todo tipo de accidentes;
muestra de ello es su participación como miembro de la subcomisión Mixta de Higiene
y Seguridad de la FM; ``por ende, nos dijo, procuramos que nuestros empleados sean
los mejor equipados dentro de la institución, ejemplo de ello es que cuentan con
gorros, botas, overol, cubrebocas, equipo que están obligados a utilizar,
independientemente de que se les exige una rigurosa higiene personal para evitar
problemas de alergia o salud en general. Nos adelantamos a las circunstancias; por
ejemplo, en casos de siniestros el Bioterio cuenta con dos salidas de emergencia,
independientemente de la entrada principal, una en medio del pasillo, que nos permite
salir rápidamente a las áreas de resguardo. En general no tenemos problemas y el que
consideramos más grave es el de que algún trabajador se sensibilizara a cierto tipo de
material o al pelo de los animales''.
Este Bioterio es el más grande de la UNAM, no en extensión, pero sí en capacidad de
producción. ``Producimos esencialmente animales para la investigación", comentó el
doctor Pinzón; ``existen Bioterios más grandes y de mayor producción, como los de
la Secretaría de Salud, pero con la diferencia de que su producción es meramente para
pruebas como la constatación de medicamentos, pruebas biológicas y vacunas; es
decir, que no se producen con tanta especificidad como los que se requieren para la
investigación, por ejemplo: el investigador, de acuerdo con su proyecto, decide sus
necesidades; así, puede pedir animales de 180, 200 o más gramos de peso; de
diferentes edades, que pueden variar entre recién nacidos, jóvenes o maduros''. Las
especies que se producen son cepas de ratón Balb/c, Cd-1 y Taconic; rata Wistar,
conejo de Nueva Zelanda blanco y cobayo Hartley, albino y de color.
Animales, cuadros, pinturas, dos pequeñas peceras y un lugar impecablemente limpio
y acogedor constituyen el ambiente de trabajo del doctor Enrique Pinzón en la Facultad
de Medicina y hacen posible su participación dentro de una de las tareas
fundamentales de la Universidad: la investigación.
-¿Cuál es el proceso que se sigue para la producción de los animales?
-``Nuestro principal objetivo es obtener una producción de animales de laboratorio y,
para su obtención, se sigue un proceso riguroso que se decide a partir de la especie
del animal y de la cepa. En la especie tenemos que considerar los tiempos de
producción; por ejemplo, un ratón tiene 19 días de gestación, el conejo entre 28 y 30
días y un cobayo hasta 63; en el caso de las cepas se requieren variantes, como la
reproducción con mínima consanguinidad o la consanguinea, que es mezclar hermanos
con hermanos, lo que en humanos está considerado como aberración, pero en el caso
de los animales sólo se trata de aspectos de investigación. El proceso concluye con
un método en el cual se lleva un registro en tarjetas, libretas y en la misma oreja del
animal. Ahora, en donde no nos interesa la consanguinidad se crean grupos
especiales, para obtener una producción de animales sanos a través de procesos de
reproducción y alimentación vigilada en cada especie. El ambiente para los animales
requiere de condiciones especiales, hasta el grado de prohibir que los empleados
escuchen música, o fumen dentro de las salas; además, existe la necesidad de manejar
todo con un estricto control higiénico. Con estos elementos, el Bioterio lleva un severo
control de los animales, con una calificación que los mantiene produciendo o, llegado
el momento, los da de baja''.
La cepas son resultado de una variedad dentro de las especies, genéticamente se
hacen modificaciones para obtener características específicas, cruzando los animales
en busca de las características genéticas que se desean, hasta llegar a ejemplares con
elementos constantes, esto para evitar variantes en los resultados de la investigación.
Los grupos de animales de laboratorio, que en otras especies como los perros, pueden
llamarse razas, aquí se denominan cepas. Al respecto de las cepas, el doctor Pinzón
opina que con el tiempo no es posible mantenerlas intactas y es necesario recurrir a
la compra de animales, por lo menos cada cinco o seis años. Explicó que la compra
de animales se realiza en los Estados Unidos, debido a que los que ahí se utilizan se
usan en todo el mundo. Sobre este aspecto el doctor Pinzón abundó: ``Difiero con
personas que dicen que no hay que traer cepas sino crear exclusiva, pienso que por
lo menos hay que sustituirlas cada cinco o seis años. Este año, pensábamos
sustituirlas. pero llegamos a la conclusión de esperarnos hasta que se instale un
autoclave y posiblemente este se realice para el mes entrante o a más tardar a
principios del año próximo; una vez que lo implantemos y manejemos''.
El objetivo del Bioterio es producir únicamente para la investigación y para programas
de docencia de la FM; entonces, ``¿Por qué damos animales a otras instituciones o
instancias universitarias? A veces, cuando contamos con excedentes o cuando los
animales sufren alguna variante de peso; o cuando por alguna razón el investigador
no utiliza el 100 por ciento de lo requerido, se apoya con material biológico a
instituciones como el ISSSTE, IMSS, Facultad de Química, Facultad de Veterinaria,
Zoológico de Chapultepec, el herpentario de la Facultad de Ciencias, al Museo
UNIVERSUM, etcétera.
En 1971 cada departamento de la Facultad contaba con su propio y pequeño Bioterio,
aunque no se les llamaba así, sino granjas. De esta manera cada departamento
producía sus animales, algunos con cierta noción de los requerimientos; a su cargo se
encontraban biólogos o cirujanos que producían sus propios animales, pero sin una
uniformidad en la producción; a su vez, cada departamento contaba con su método,
equipo y cajas de madera.
En 1972 se creó el Bioterio de la División de Investigación, donde se comenzó a dar
uniformidad a la producción de los animales, posteriormente se conformó el Bioterio
Central, lugar en el que participó el doctor Pinzón hasta 1975, pues en ese año ingresa
al Centro Médico Nacional como coordinador de la sección de cirugía experimental y,
posteriormente, como responsable del bioterio de la misma institución hasta 1985.
Después del terremoto de 1985 y de los deterioros que sufrieran las instalaciones del
Centro Médico Nacional, parte del personal al que el doctor Pinzón perteneciera viene
a la FM, a través de un convenio IMSS-FM en 1986. Trasladan sus oficinas y es
cuando las autoridades le piden seis meses de asesoramiento para trasladar el bioterio.
En 1986 el Bioterio producía cerca de 21 mil animales anualmente; para 1992, la
producción llega a su máxima capacidad al obtener 43 mil animales al año;
actualmente se producen alrededor de 40 mil 500, y se prevé reducir la producción
el año entrante, con la esperanza de aumentar la calidad porque se han reducido las
prácticas docentes, pero se han aumentado los pedidos de investigación.
El Bioterio cuenta con dos salas para ratones, una de producción y otra de crecimiento
para cada una de las cepas; para las ratas se tienen dos salas de producción, dos de
desarrollo, una de hembras y otra para machos. Para conejos y cobayos cuenta con
una sala para cada una de las especies, acondicionadas para su reproducción y
desarrollo. En cuanto a la entrega de su producto, éstos giran entre la edad de recién
nacidos hasta ancianos, según los proyectos de investigación. Todo depende del
investigador, quien decide las características del animal que desea, predominando para
su trabajo los adultos jóvenes, es decir, alrededor de los tres meses de vida.
En su estructura administrativa, actualmente la Unidad de Bioterio depende de la
Secretaría General de la FM; internamente cuenta con un jefe, el doctor Pinzón, y 15
personas más, entre ellas los médicos veterinarios Ismael Torres Saldaña y Víctor
Manuel Salgado Alfaro; asimismo, José Antonio Campos León, Víctor Cortés Blanco,
Mario Cruz Reyes, Miguel A. Hernández Oyola, José López Nieto, Rafael Mendoza
González, Sergio Sánchez Estrada, Edgar Nájera Romero, Constantino Sánchez
Sánchez, Hilario Felipe Sánchez Sánchez, Carlos Reséndiz Alvarez y Víctor López
Fernández como técnicos, auxiliares laboratoristas e intendentes. Cabe mencionar que
el doctor Enrique Pinzón Estrada es egresado de la Facultad de Veterinaría y Zootecnia,
especializado en cirugía experimental y bioterios, además de ser inspector de
productos de origen animal.
-¿El equipo humano se actualiza para realizar su trabajo?.
-``Sí; el personal académico, constituido por los doctores Pinzón, Salgado y Torres,
asiste a recibir cursos y a dar pláticas; en cuanto al personal administrativo, debo decir
que es muy bueno; pues además de que con ellos mantenemos una comunicación
estrecha, varios cuentan con más de veinte años de trabajo. Puedo afirmar que cuento
con el mejor equipo de trabajo''.
-¿Qué beneficios da tener un bioterio?
-``Muchos, principalmente cuando se cuenta con equipos de trabajo tan grandes
como los de la FM. Por ejemplo, si un investigador pide 100 ratas y no se le dan, el
equipo queda paralizado; en consecuencia, se da una pérdida económica y humana
considerable. Al respecto, debe decirse que existen casas comerciales que venden
animales con una calidad muy heterogénea y que no cumplen cuando se solicitan
grandes cantidades. Hasta hace poco y por influencia del Tratado de Libre Comercio
(TLC) se manejaba la idea de que convenía más comprar directamente los animales en
Estados Unidos, pero ello representa un gran problema, el viaje daña a los animales
y más cuando el vuelo es retrasado, pues éstos tienen que permanecer en el
aeropuerto en condiciones de insalubridad. Nosotros mandamos anualmente un
formulario que programa las necesidades de la comunidad y las características de los
animales; con base en esto, se lleva un control computarizado de producción y tasa
de utilización, con el cual podemos indicarles a los investigadores si la cantidades
requeridas son las adecuadas.
-¿Cuándo estudiaba pensaba dedicarse a esto?
-``No existía la producción de animales de laboratorio en la carrera de veterinaria y
mi idea era trabajar en las áreas de investigación, de hecho tenía contacto con gente
de investigación en el Instituto Nacional de Cardiología; pero la carrera algunas veces
nos lleva por lugares que no conocemos, me gusta mucho el área de cirugía
experimental, al grado de adiestrarme con el doctor Cortés y médicos cirujanos
durante seis años, pero para mí los bioterios son el trabajo más agradable, aunque es
difícil, es un ambiente en el que todos los días hay que trabajar desde temprano,
haciendo guardias los domingos, días festivos, periodos vacacionales, paros;
trabajando los 365 días del año, y ahora 366 por ser bisiesto; siempre estamos aquí,
pero es muy gratificante, lo más importante es que nos gusta nuestro trabajo. En lo
personal, pienso que hay que trabajar en lo que a uno le gusta y a mí me agrada
mucho mi trabajo, claro está que no sólo de trabajo tenemos que vivir y hay que
disfrutar; comparto esta decisión con mis compañeros y realmente nos extrañamos
cuando por alguna circunstancia alguno no asiste, por ser día de descanso o periodo
vacacional. Hemos hecho un buen equipo, somos muy buenos amigos; personalmente,
además de mi trabajo, tengo otras aficiones, que son leer y jugar tenis.
-¿Qué le ha dado la docencia?
-``Es curioso, pero al respecto, el único lugar donde no he trabajado formalmente es
en la Facultad de Veterinaria, siempre he trabajado fuera de ella, con médicos
cirujanos y en la Facultad de Química. Personalmente, cuando se imparten clases,
pienso que es una forma de mantenerme actualizado, activo mentalmente y me
permite convivir con los alumnos, que es lo más importante, la gente joven es muy
exigente; por otra parte, se convive con investigadores, yo me jacto de tener una gran
cantidad de amigos, he dedicado casi trece años a la FM, lo que ha sido muy
agradable, mis mejores amigos están aquí, son una fuente inagotable que recompensa
y da satisfacciones''.
-¿Cuáles son sus planes a futuro?
-``Tengo mil planes, el inmediato es el traer una autoclave para comenzar a
revolucionar nuestro trabajo. Con el apoyo del señor director vamos a reemplazar las
cepas, de hecho lo importante de un trabajo es no caer en la rutina; además, estamos
comenzando a colaborar en otras áreas de investigación, ya no solamente produciendo
animales, sino integrándonos a grupos de investigación, es interesante y bonito'',
concluyó.