Medalla al Merito “Docto Ignacio Chávez La transferencia de tecnología salva vidas, mejora la salud y asegura resultados más satisfactorios
El doctor Francisco Cigarroa, rector del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en San Antonio, y acreedor al reconocimiento del H. Consejo Técnico de la Facultad de Medicina, la Medalla al Mérito “Doctor Ignacio Chávez”, dictó la conferencia magistral: “La investigación de hoy - Las curas del mañana: El poder de la transferencia de tecnología”. Antes de desarrollarla, comentó que con la Facultad de Medicina su familia tiene muchos vínculos. “Mi abuelo siempre se sintió orgulloso de haberse graduado en esta escuela. La educación que recibió aquí le proporcionó las destrezas necesarias para convertirlo en un gran médico. Él fue un modelo ejemplar no sólo para mí, sino para muchas personas tanto en México como en Texas y, gracias a él, mi padre también es médico. Tengo tres hermanos y una hermana que también lo son. Así pues, la tradición en mi familia inició gracias a la Escuela de Medicina de la UNAM. “Sigo ejerciendo la cirugía, porque amo la relación médico-paciente y por el beneficio que se obtiene al estar en contacto con nuestro notable cuerpo docente y estudiantil. “Al trabajar muy de cerca con los profesores puedo ver la vida desde su punto de vista. Los problemas que enfrentan y los milagros que logran cada día; pero, además, veo claramente la importancia de apoyar los maravillosos resultados de la investigación que llevan a cabo. La investigación que da como resultado un dispositivo médico que salva vidas, mejora la salud, asegura resultados finales más satisfactorios, y crea, además, nuevos trabajos e industrias.” Reconoció que tanto en Estados Unidos como en nuestro país los avances médicos más relevantes son producto del trabajo realizado en los recintos universitarios, y los beneficios son muchos, pues se traducen en mejores medicamentos y métodos quirúrgicos, cirugía menos invasiva, tratamiento menos costoso y más efectivo. “Los avances médicos ocurren porque nunca estamos satisfechos. El día de hoy compartiré con ustedes algunos de los grandes avances que proceden de mi propia escuela de medicina en San Antonio. Son extraordinarias historias de éxito y notarán que todas ellas comparten un tema en común: Los éxitos siempre comenzaron con un médico deseoso de lograr mejores resultados finales.” Dispositivo stent El doctor Palmaz es un radiólogo, originario de Argentina, que llegó a los Estados Unidos para recibir capacitación adicional y se integró a la Universidad de Texas como miembro del cuerpo docente. “Cuando era un joven médico residente, escuchaba al doctor Andrés Gruentzig, radiólogo famoso, hablar de los problemas causados por la obstrucción de las arterias. A medida que atendía la plática empezó a concebir un dispositivo metálico que pudiera mantener abiertas las paredes de la arteria. Pero... ¿cómo sería posible insertar un andamio en el interior de la arteria? Se le ocurrió que si se pudiera introducir el dispositivo desinflado, tal vez se podría inflar cuando estuviera adentro de la arteria.” Afirmó que el doctor Palmaz comenzó a trabajar hasta que diseñó el stent, que se expande mediante un balón: un tubito diminuto de tela de alambre enrollado para formar un resorte introducido a través de un vaso sanguíneo, con una sonda de balón. “Después de que el balón se desinfla y se extrae, el stent queda como un andamio permanente que mantiene abierto el vaso.” Aseveró que ahora se usa en todos los vasos del cuerpo, incluidas las arterias carótidas y coronarias, pero uno de los primeros usos fue abrir las arterias obstruidas para restaurar la sangre a la arteria femoral. Cabe mencionar que actualmente el stent se ha convertido en uno de los dispositivos médicos de mayor éxito en la historia y se usa en más de 2 millones de pacientes al año. “Sin embargo, no se sabe que originalmente se inventó por un radiólogo muy joven que trabajaba por las noches en la cochera de su casa, con equipo que compró en una tienda electrónica cercana. “Hoy en día, el doctor Palmaz utiliza equipo mucho más sofisticado y está diseñando nuevas generaciones del stent.” Por todo lo anterior, agregó que, en unas cuantas semanas, el doctor Palmaz será incluido en el Salón Nacional de la Fama de Inventores y se declarará al stent como una de las 10 patentes que cambiaron el mundo, por lo cual está orgulloso. La costilla de titanio Otro ejemplo de transferencia tecnológica es un dispositivo que inventaron dos médicos que se negaron a dejar morir a un pequeño. “Como saben, cuando la pared torácica de un niño no crece, los pulmones no pueden expandirse y, a la larga, el paciente muere. El doctor Robert Campbell, cirujano ortopedista que antes de formarse como tal estudió ingeniería, y un colega del hospital infantil local, se encontraron ante niños cuyo tórax no crecía, enfermedad llamada “síndrome de insuficiencia torácica”. No había nada que se pudiera hacer, salvo ayudarlos a ellos y a su familia durante el largo proceso de muerte. “El doctor Campbell empezó a pensar: ¿cómo crece una caja torácica normal? Y comenzó a trabajar con algunas piezas metálicas; se preguntaba por qué una caja torácica no podría expandirse artificialmente imitando el crecimiento con un dispositivo metálico.” El resultado a este problema fue la “costilla de titanio”, que se inserta en la caja torácica de un niño desde los seis meses de edad y, a medida que él crece, el cirujano expande la costilla dos veces al año durante el transcurso de varios años hasta que la caja torácica alcanza el tamaño normal. Comentó que la costilla de titanio también es de gran utilidad para las costillas fusionadas y la escoliosis. Esta técnica ahora se está llevando a cabo en 134 hospitales infantiles en todo el mundo; el mismo doctor Campbell ha viajado para enseñar a otros cirujanos a usar este dispositivo. Instrumento intraóseo de uso fácil Otro dispositivo que se inventó en San Antonio se utiliza actualmente en los campos de batalla, en la Casa Blanca, y se le encuentra como parte de los materiales para emergencias médicas en todo Estados Unidos. Lleva el nombre de “EZ I0”, instrumento intraóseo de uso fácil. En este caso —narró—, el doctor Larry Millar, médico de urgencias que se había enfrentado a este problema miles de veces, comenzó a trabajar con los investigadores en un dispositivo que insertaría un portal de entrada directamente en la tuberosidad de la tibia. En unos segundos se conecta a una sonda para líquido, por la que se introducen sangre, medicamentos o líquidos inmediatamente a un paciente que podría morir en espera de una sonda intravenosa tradicional. “Como saben, una víctima de traumatismo con frecuencia necesita líquidos vitales en cuestión de minutos, porque muy a menudo resulta en venas colapsadas y aun el mejor técnico médico no puede instalar una sonda intravenosa en una vena colapsada, especialmente en la oscuridad y en condiciones difíciles.” Este dispositivo fue recibido con entusiasmo por el personal médico militar y actualmente se usa en los campos de batalla. Afirmó que además el personal técnico de emergencias médicas está tan convencido de su uso en el manejo de traumatismos que ahora se encuentra en cada vehículo de emergencia de las principales ciudades. El injerto óseo sintético Es un tapón de injerto óseo sintético que permite que el cuerpo regenere cartílago. Funciona cuando éste se gasta alrededor de la rodilla, lo cual no sólo es doloroso, sino que también lleva a otros problemas graves. Los médicos ahora pueden introducir este tapón a la articulación y el cuerpo puede, de hecho, regenerar su cartílago. Después de explicar algunas transferencias tecnológicas que ha llevado a cabo el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, apuntó que el común denominador en todos estos adelantos y hallazgos médicos no es más que una cultura del descubrimiento y la investigación, que cuenta con el apoyo de una escuela de medicina, un centro académico de ciencias de la salud o un instituto de investigación. “Hemos logrado muchos maravillosos descubrimientos y la UNAM también. El mundo de la biomedicina es afortunado de contar con los descubrimientos de la UNAM: el dispositivo que se introduce en el tejido celular subcutáneo para estimular la formación de fibrocolágena, los antígenos que ayudan a diagnosticar la enfermedad de Chagas, el equipo de capacitación para la cirugía laparoscópica, los antivenenos que pueden ser tan benéficos para salvar vidas. Sin embargo, cada vez es más difícil que los médicos de nuestro cuerpo docente tengan tiempo para hacer esta investigación, a menos que la Universidad les brinde un ambiente de apoyo. Por lo tanto, comentó que un poco después de ser nombrado rector estableció la Oficina de Especulación en Tecnología, cuyo propósito es animar y apoyar al cuerpo docente que tenga ideas que podrían resultar en la creación de un nuevo dispositivo médico. “Nuestro sistema cuenta también con incentivos económicos para el inventor. El docente recibe 40 por ciento del ingreso de una patente o licencia y la escuela de medicina también se beneficia. Hemos recibido 15 millones de dólares de 56 patentes y establecido 68 acuerdos de licencia.” Para finalizar, animó a la comunidad de la Facultad a que nunca olviden una buena idea sin antes discutirla y ver si tiene potencial para desarrollarse completamente. “La reputación e historia de esta gran escuela de medicina se conoce en todo el mundo. La grandeza de alma representada por el personal docente y la extraordinaria investigación que procede de instituciones tales como nuestra Universidad y la UNAM, nos inspiran a todos. Juntos, estamos haciendo del mundo un lugar mejor y más sano.” Esta conferencia fue dictada el pasado 20 de febrero, en el auditorio “Alberto Guevara Rojas”, momentos antes de que el doctor Francisco Cigarroa recibiera de manos del rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, la Medalla al Mérito “Doctor Ignacio Chávez”. |