Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 marzo 2006
Facultad de Medicina UNAM

Efemérides médicas de marzo

Lic. Gabino Sánchez Rosales
Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina

2 de marzo de 1726
El rey ordenó al virrey de la Nueva España que en la primera oportunidad fuera apresado y enviado a España el escocés Santiago Estevanzos o James Stevenson, por desacatar las leyes españolas que prohibían la estancia de extranjeros en las colonias españolas y por ejercer la medicina sin la autorización del Consejo de Indias y el Real Trinal del Protomedicato.

2 de marzo de 1791
María Antonia López, conocida como “la Beata”, fue condenada conforme a la ley española por el Tribunal del Protomedicato de la ciudad de México a pagar la cantidad de 55 pesos y 4 reales por incurrir en el tratamiento de “toda clase de enfermedades” sin tener el título adecuado para ejercer el oficio médico.

5 de marzo de 1931
El jefe del Departamento de Salubridad Pública, doctor Rafael Silva, en conferencia de prensa, luego de hacer un viaje por algunos estados del país, entre los que estuvieron Michoacán y Jalisco, indicó que había establecido convenios con algunos gobernadores tendientes a que se procediera a dotar de agua potable siquiera fueran las prin-cipales ciudades de la República, pues se tenía casi la abso-luta seguridad de que fuera de la ciudad de México, en ninguna otra se contaba con agua potable y si en algunas se podía encontrar ésta, serían muy raras, pues tal se desprendía de los informes que le habían rendido sobre el particular los delegados sanitarios.

9 de marzo de 1794
Las autoridades de la ciudad de México manifestaron a los interesados que la Ley 7 de Recopilación de Indias atribuía funciones a los virreyes, presidentes y gobernadores para mandar inspeccionar las boticas de sus distritos en los tiempos que consideraran pertinentes.

9 de marzo de 1585
En el valle de “Cuiseo y Poncitlán”, provincia de la ciudad de Guadalajara del nuevo reino de Galicia, Antonio Medina, alcalde mayor y corregidor, a petición del rey, indicó que las enfermedades que comúnmente sucedían entre los naturales del valle, en general eran calenturas, dolor de cabeza o bazo, dolores de bubas, cólera y frialdades. El alcalde indicaba que en los pueblos se usaban “purgas de raíces, y de brebajes de yerbas amargas y otros de beber vino blanco de maguey”, y otros se dejaban “estar ansí, sin hacer ningún beneficio más de aguantar a que la enfermedad haga lo suyo”.

12 de marzo de 1946
El doctor Darío Fernández Fierro, médico que nació en Puebla en 1884 y que, educado en la tradición francesa en medicina, con el paso del tiempo se volvió, al lado del doctor Aureliano Urrutia, en un brillante exponente de los avances de la cirugía en los inicios del siglo XX, murió en la ciudad de México. Entre sus aportaciones destacan el estudio y tratamiento del bocio, así como haber realizado en el país las primeras broncoesofagoscopias y gastroscopias, además de ser un cirujano que efectuó intervenciones en cerebro, cuello, abdomen y extremidades. En la Facultad de Medicina fue el fundador, al lado del doctor Julián González Méndez, de la cátedra denominada “Técnica quirúrgica en animales”, al comprender que era fundamental la práctica de los alumnos en el campo de la cirugía.

14 de marzo de 1793
Con motivo de una disputa judicial, el doctor Ignacio Lucero fue requerido por los jueces para que explicara por qué motivo se negó a atender en la noche a un herido. El doctor, en su defensa, indicó que no lo había hecho, pues había realizado una operación “en el hígado de un hombre llamado Manuel”, y como tal estuvo atendiendo al enfermo hasta muy noche.

19 de marzo de 1723
El Consejo de Indias solicitó al arzobispo de la ciudad de México, que vigilara al rector de la Real y Pontificia Universidad para que diera posesión de la cátedra de prima de medicina al doctor Marcos Salgado, y vigilara se le pagara su salario.

22 de marzo de 1878
El doctor Rafael Lavista practicó la primera histerectomia vaginal en un caso de epitelioma con prolapso uterino que marcaba el inicio de la moderna cirugía mexicana. Durante la intervención, Lavista fue auxiliado por Eduardo Liceaga, a quien correspondió el trabajo de “impedir la hernia intestinal” en la paciente. Al doctor Nicolás San Juan se le encargó “mantener separados los bordes de la herida conteniendo la sangre que escurriera, ya sirviéndose de las pinzas de Peán o de Verneuil, ya ligando, sí como puede suceder, hasta dividir el peritoneo se encontraran algún vaso grueso de los que se hallan en tejido celular, fofo, de su hoja parietal”. Los doctores Francisco Ortega y Pablo Martínez del Río fueron los encargados de “espongear continuamente la herida”. Ramón Egea con Sánchez Castillo fue el encargado de tener preparadas esponjas y lienzos limpios. El doctor José María Bandera tuvo a su cargo el exclusivo manejo de la anestesia, y Demetrio Mejía mantuvo listo el termocauterio de Paquelin. Por su parte, el doctor Lorenzo Chávez fue el encargado del funcionamiento del “spray de Lister”, y los doctores Gama y Aniceto Ortega fueron designados para cuidar las piernas de la enferma. Finalmente, el doctor Manuel Domínguez fue responsable de tener a mano las ligaduras de hilos metálicos y de seda para su uso.

23 de marzo de 1798
Miguel de Tapia y Palacios, boticario del Puerto de San Blas, en presencia de varios testigos entre los que se encontraban José García, José Pablo Reza y Cornelio Vergara, revisó y efectuó el inventario de las medicinas que había en el establecimiento. Después de separar y tirar al mar aquellas en que no concurrían las cuatro circunstancias efectivas que en la época se concedían a los fármacos -olor, color, sabor y consistencia-, concluyó por señalar que en la botica del puerto había en medicamentos 1 644 pesos.

30 de marzo de 1802
La botica del Hospital de San Andrés despachó una “memoria para el hospital provincial de Marina”, consistente en diversidad de medicinas, con el fin de atender las necesidades de los enfermos y tripulantes de las embarcaciones de la Marina Real Española.