Recibe el doctor Juan Ramón de la Fuente el premio Ricardo J. Zevada-Conacyt Urge una política de Estado integral que apoye la ciencia, sostuvo En emotiva ceremonia llevada a cabo en el auditorio “Jaime Torres Bodet” del museo de Antropología e Historia, el pasado 19 de febrero el doctor Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM, recibió el premio Ricardo J. Zevada-Conacyt, distinción que se otorga a aquella persona que haya realizado una contribución notable al desarrollo de las ciencias exactas, naturales o sociales en México. Después de obtener el reconocimiento que recibió de manos de Ofelia Alfaro López, secretaria ejecutiva del Fondo de Estudios e Investigaciones “Ricardo J. Zevada”, el doctor De la Fuente pronunció un mensaje donde sostuvo que la ciencia recibe más maldiciones que apoyo. “Hablamos de los alimentos transgénicos con superficialidad. Nos interesa prohibir la clonación en vez de entenderla, regularla y aprovecharla”, expresó.
“Frente a estos temas México tiene un rezago preocupante. A ello se suman las fuerzas oscurantistas que aprovechan todos y cada uno de los avances que ocurren en el mundo, para lanzar embestidas contra la ciencia como si fuera nuestra adversaria, pero es nuestra mejor aliada”, indicó. El funcionario hizo un llamado a pensar en grande y al mismo tiempo informó de la creación del Instituto de Medicina Genómica y la licenciatura en esa área, “que es fundamental para el desarrollo de la ciencia y la medicina en México, pero además son proyectos de alta envergadura que necesitamos”, destacó. “No estamos entendiendo lo que es una política de Estado para la ciencia, y ésta tiene que brindar mayor difusión de lo que es y significa la ciencia”, sostuvo. Declaró que una política de Estado “no puede ni debe estar sustentada en un generoso capital privado que va a aparecer espontáneamente para resolvernos el problema, pues para eso está el Estado, para financiar la ciencia, la educación, la cultura, la salud.” Señaló que lo que parece ser verdaderamente importante para la administración actual es lo inmediato, lo mediático, la coyuntura, la encuesta o las elecciones del mes de julio, lo que deja entrever que el gobierno ni siquiera entiende lo que es una política científica. El funcionario universitario expresó que se ha caído en la trampa de suponer que con la presentación de cifras estrictamente coyunturales, que además pueden acomodarse de un lado o de otro, se resolverá la grave situación que enfrenta la ciencia. “El tiempo avanza —declaró De la Fuente— y vemos cómo las cifras que fueron promesas se desdibujan y con ello se entiende que no fueron meditadas ni como parte de una política de Estado ni de una reflexión responsable. Ni el presupuesto ni el número de investigadores ha aumentado, pero lo que sí se ha incrementado es la producción de la comunidad científica.” Concibió que el primer mandamiento de una verdadera política es proteger a las instituciones educativas y no plantear, como a veces se sugiere, que hay que quitarle recursos a las que tienen un poco más. De la Fuente propuso establecer la relación entre el sistema de ciencia y tecnología y el de educación superior, pues, dijo, es impensable concebirlos uno sin el otro. El premio Ricardo J. Zevada-Conacyt consistió en un estímulo de 200 mil pesos, y la mitad fue aportada por el Conacyt; esta cantidad fue donada por el rector a Fundación UNAM para apoyar el programa de becas. |