Participan universitarios en la Feria Internacional del Libro
Dentro de las actividades programadas se llevó a cabo la Jornada de Lucha contra el SIDA, coordinada por la Organización de las Naciones Unidas; además de jornadas juveniles, exposiciones, cursos y talleres. En esta ocasión se rindió homenaje por el bicentenario de su expedición científica a México, en 1803, a Alexander von Humboldt, así como a los poetas Salvador Díaz Mirón y José Martí, y por el centenario de Xavier Villaurru-tia, Jorge Cuesta y Max Aub, para lo cual se han organizado recitales, presentaciones de libros y programas musicales.
También, entre libros, se entregó el premio Primera Novela UNAM-Alfaguara 2002 al joven escritor argentino Maximiliano Matayoshi, quien obtuvo el galardón por unanimidad de entre 97 participantes. La inauguración de la Feria fue ocasión en la que el rector Juan Ramón de la Fuente señaló que esa actividad, como la Universidad Nacional en su conjunto, es un foro plural, abierto a las manifestaciones de la sociedad contemporánea.
Cabe destacar que el Palacio de Minería es uno de los más representativos de la tradición y el orgullo universitarios, ya que fue asiento del Real Seminario de Minería, del Establecimiento Mayor de Ciencias Físicas y Matemáticas, de la Escuela Nacional de Ingenieros, y dio cobijo en el siglo pasado tanto a los institutos de Física y de Matemáticas como a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional. |
Entre
las más de 500 actividades de ciencia, literatura, música, fotografía
y cine que se realizaron en el marco de la XXIV Feria Internacional
del Libro, celebrada del 20 de febrero al 2 de marzo, y en la que participaron
más de 500 editores, el Palacio de Minería recibió la visita de universitarios
y público en general.
Asimismo
se recordaron los ochenta años del nacimiento del narrador Ricardo Garibay,
y los setenta y cinco años de Jorge Ibargüengoitia, así como la figura
del crítico de cine Emilio García Riera, recientemente fallecido.
Además
subrayó que el libro y la lectura son el principal camino para el desarrollo
de los pueblos, porque desde las páginas de un libro se transmiten conocimientos
e ideas, emociones y vivencias que aportan siempre nuevas perspectivas
para el mejoramiento de los individuos y el avance de las sociedades.
Se abren, dijo, las puertas a la participación de la sociedad en la
construcción de una nueva cultura de lectores.