Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de marzo 2001


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Seminario Permanente de Medio Ambiente y Salud

El carcinoma epidermoide en la cavidad bucal


"Factores ambientales relacionados con el cáncer de cavidad bucal en México", fue la interesante temática que abordaron en la primera sesión del año en el Seminario Permanente de Medio Ambiente y Salud, las doctoras Beatriz Aldape Barrios, jefa del Departamento de Patología Clínica de la División de Estudios Superiores e Investigación de la Facultad de Odontología, y Elba Rosa Leyva Huerta, profesora e investigadora de la División de Estudios Superiores e Investigación de la misma Facultad.

El pasado 14 de febrero, en el auditorio Fernando Ocaranza, las doctoras Aldape Barrios y Leyva Huerta presentaron a estudiantes de medicina, mediante imágenes, algunos casos clínicos de cáncer en la cavidad bucal, con el propósito de difundir amplios conocimientos sobre este padecimiento que ha tenido repercusión en la salud de algunos pacientes.

 
Doctoras Beatriz Aldape Barrios y Elba Rosa Leyva

Al hablar del panorama epidemiológico y clínico del cáncer de la cavidad bucal en México, la doctora Aldape Barrios señaló que ese cáncer es poco frecuente, pero desde el punto de vista biológico de la lesión, son tumores muy agresivos. Algunos estudios muestran que de todos los crecimientos malignos, 5 u 8 por ciento se manifiestan en la cavidad bucal. De acuerdo con la doctora Aldape, 90 por ciento del cáncer de boca corresponde esencialmente a carcinoma epidermoide, por lo que puede haber distintos tipos de este padecimiento.

La doctora Aldape Barrios mostró imágenes en diapositivas, donde presentó diversos casos de carcinoma epidermoide, los cuales pueden identificarse como lesiones blancas con bordes indurados, con superficie granular en el borde lateral de la lengua; en las encías surgen úlceras con orillas induradas que pueden manifestar un crecimiento endofítico y exofítico. El carcinoma epidermoide puede tener meses o años de evolución.

Investigadora de la Facultad de Odontología, la doctora Aldape señaló que el tabaquismo y el alcoholismo son dos agentes que representan factores de riesgo para el desarrollo del carcinoma epidermoide. Comentó que si un paciente fuma y bebe en forma constante, aumenta de 17 a 30 veces las posibilidades de desarrollar el padecimiento, porque el alcohol sirve como factor disolvente de los carcinógenos del tabaco. El tabaco industrializado contiene 19 carcinógenos y más de 2 mil químicos. Entre más industrializado sea el tabaco, consecuentemente tendrá más químicos y carcinogénicos. El tabaquismo, considera la investigadora, no sólo ocasiona cáncer broncogénico, sino alteraciones como enfermedades coronarias, úlceras pépticas, reflujo esofágico, hipertensión, pérdida de peso en los niños cuando nacen y por supuesto la muerte. Además, este hábito produce una tumorgénesis a través de la mutación específica del gen supresor P 53.

Al tratar sobre las lesiones más importantes para diagnosticar el cáncer bucal, la doctora Aldape afirmó que las leucoplasias y las eritroplasias son lesiones premalignas o cancerizables; este tipo de heridas se caracterizan por ser rojas, planas, de bordes irregulares y pueden ser únicas o múltiples, o lesiones blancas que se presentan difusas, de bordes mal delimitados. Las leucoplasias suelen tener bordes irregulares, se incrementan en forma de hongo, por lo que su crecimiento se denomina fungante y comúnmente aparecen en la zona ventral de la lengua.

Finalmente, la doctora Leyva Huerta dedicó su exposición a hablar del ambiente y la genética del cáncer de la cavidad bucal. Reiteró que si bien el cáncer es el desarrollo anormal de células de diferentes tejidos que llevan consigo una deformación en su estructura bioquímica molecular, el carcinoma es una enfermedad definida en función de las leyes de la herencia, si no está determinada genéticamente, ninguna persona podrá contraer cáncer.

Para que se desarrolle el cáncer en la cavidad bucal es necesaria la presencia de dos factores genéticos: por un lado, que la enfermedad esté determinada genéticamente, y por otro, la presencia de un agente promotor carcinogénico para que surjan cambios en el genoma de las células. Para que aparezca cualquier tipo de cáncer es necesaria la presencia de oncogenes, los cuales se encuentran en los cromosomas; para que haya cáncer tiene que haber una alteración en el genoma.