Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
25 de junio 2003

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Andrés Castell Rodríguez:
Un profesor comprometido con su trabajo en las aulas y en el laboratorio

Con 18 años de labor académica, el profesor-investigador del Departamento de Biología Celular y Tisular, Andrés Castell Rodríguez, en entrevista para este medio informativo da a conocer su trabajo tanto en las aulas como en el laboratorio, donde sin duda ha dedicado esfuerzo y pasión a la investigación, que lo han llevado a estudios importantes en el tratamiento del melanoma.
Su historia académica y científica comenzó en 1985, al iniciar como ayudante de profesor en el Departamento de Anatomía, gracias al programa de maestría en ciencias biomédicas, donde estudiaba aspectos morfológicos. Más adelante, la inquietud por hacer investigación y la invitación del doctor Joaquín Carrillo, quien en esos años era jefe del Departamento de Biología Celular, propició ciertos cambios en su tesis, de asesor, y de departamento, así como de alumnos; todo sucedió en 1987, y a partir de entonces, además de concluir la maestría y con ella recibir mención honorífica en su examen, finalizó el doctorado en ciencias biomédicas, pero ahora con el tema de células presentadoras de antígenos (de la piel) o de Langerhans, el doctor Castell arraigó sus raíces tanto en la docencia como en la investigación dentro del Departamento de Biología Celular y Tisular.


Dr. Andres Castell Rodríguez

Actualmente es investigador nacional I y profesor asociado “B” de tiempo completo definitivo, con estudios de posgrado dedicados a la filogenia de las células de Langerhans, es decir, a la búsqueda de estas células en varias especies de invertebrados, ya que se trata de iniciadoras de la respuesta inmunológica.
“Las células de Langerhans (descritas en 1868 por Paul Langerhans) están ampliamente distribuidas no sólo en la epidermis sino en la córnea, el esófago, los epitelios respiratorio y del tubo digestivo; es decir, son la primera barrera del sistema inmunológico; también se encuentran en vasos y ganglios, entre otros sitios. Estas células forman un sistema de inmunovigilancia que se encuentra en el organismo, y son importantes porque además de reconocer lo que es propio del sistema de lo que no lo es, también lo son en padecimientos como el cáncer y en trasplante de tejidos.”
En cuanto al trasplante de tejidos el investigador señala que se ha observado que cuando las células de Langerhans están presentes en un trasplante, éste es rechazado por el organismo, mientras en el caso contrario, cuando no están presentes, el injerto es aceptado con más facilidad. Además, estas células se están utilizando como vacunas contra melanoma (cáncer), modelo que se está trabajando en su laboratorio del 6º piso del edificio “A” de la Facultad de Medicina.
Con muchos años de estudio sobre este tipo células, recientemente, junto a su equipo de trabajo, compuesto por tres alumnos de maestría y dos técnicos, el doctor Castell se enfoca en el papel que desempeñan las células Langerhans en diferentes patologías, una de ellas, la tuberculosis; en otros trabajos observan cómo se modifican con el ozono, por ejemplo en la córnea, en el árbol respiratorio, o el papel de las mismas en el cáncer. A este respecto, dijo que lo que interesa de ellas es utilizarlas como vacunas o coadyuvantes que sirvan para que provoquen respuestas inmunológicas en el caso de cáncer, especialmente del melanoma, pues se trata, dijo, de un tumor muy agresivo, porque tan sólo se necesitan tres milímetros de profundidad y la sobrevida a cinco años es de 50 por ciento.
En el modelo de melanoma que actualmente estudia se comenzó por aislar algunas proteínas que estas células puedan reconocer para que el sistema inmunológico se active y, una vez activado, reconozca las células de melanoma como extrañas y pueda desecharlas. “Estamos en la fase experimental en ratones y verificando la respuesta; la idea es que de tres a cinco años podamos hacerlo en humanos y así ofrecer una cura.”
En lo que se refiere a la docencia, como se dijo antes, primero como profesor de anatomía y desde 1990 de histología, el primer año como profesor adjunto y después como titular de grupos de primer año, y desde hace tres años integrado a grupos NUCE, explica que una de sus tareas es enseñar a los alumnos a ser responsables de su propio aprendizaje.
En su clase no se trata de aprender por aprender, “Lo que les inculco es que sean equilibrados y razonen ante todo. La materia de histología se presta para hacer integraciones con otras materias, por ello, lo primero es que los alumnos tengan un visión integradora de la misma y, en general, de la medicina, y en segundo lugar, que tengan una formación científica de ésta, no empírica, es decir la medicina científica debe ser aquella en la que el médico esté consciente de sus limitaciones y, hasta dónde sabe, mientras que el médico empírico no conoce los alcances, por qué se produce la enfermedad. No es aprender por aprender, sino razonar.”
Este joven docente manifiesta que los alumnos de histología aprenden desde la constitución de una célula y ascienden a otros niveles de organización más complejos: tejidos y órganos, actividad que disfruta mucho, además de proyectar en los estudiantes la responsabilidad que tienen de su propio aprendizaje, ya que el maestro atiende la función de guía, de apoyo; para ello, su método es establecer una base de confianza y así poder influenciarlos para el estudio constante, y aunque en muchos casos sea exigente, también entiende la situación de cada uno de sus alumnos.
Este acercamiento con quienes guía en el estudio de la medicina le han permitido al profesor Castell ayudar a sus alumnos con clases fuera de las aulas y una vez graduados, para realizar estudios de posgrado en su laboratorio, o bien para hacerlos partícipe de logros personales como la inauguración de consultorios, lo cual sigue siendo motivo de satisfacción para el que enseña.
Para finalizar la entrevista, en los próximos años, este profesor-investigador de la Facultad de Medicina, quien está por escribir un capítulo sobre la evolución o filogenia de las células de Langerhans, para el libro Skin immune system, tiene la oportunidad de realizar una estancia de investigación en la Clínica de Dermatología del Hospital Universitario de la Universidad Erlangen, Alemania, lo cual significa para el doctor Castell: “aprender más sobre las células de Langerhans, pero ahora con ensayos clínicos en melanoma”, lo cual podrá aplicar a su regreso a nuestro país.”

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