Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
25 de junio 2002


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La Facultad de Medicina ante la problemática del tabaquismo


Con motivo del Día Mundial sin Fumar (31 de mayo), actividad que institucionalizó hace 15 años la Organización Mundial de la Salud con el objetivo de llamar la atención a los pueblos y a los gobiernos de todo el mundo sobre el tabaquismo, grave problema de salud pública, se llevó a cabo en la Facultad de Medicina un simposio en el que participaron los doctores Octavio Rivero Serrano, Guido Belsasso, Richard Hurt, Guadalupe de la Torre, Horacio Rubio Monteverde, María Teresa Cortés y Guadalupe Ponciano.

Reunidos en el auditorio “Fernando Ocaranza” de la Facultad de Medicina, los participantes abordaron la problemática del tabaquismo desde diferentes aspectos. En un enlace con jóvenes del Consejo Nacional Contra las Adicciones (Conadic) en Puebla, Querétaro y Morelos que duraría más de tres horas, Belsasso, comisionado del Consejo, habló el 29 de mayo sobre el Programa Nacional para el Control y Prevención del Tabaquismo.

 

Los doctores Guido Belsasso y Octavio Rivero Serrano

Señaló que esta adicción afecta a millones de personas, de las cuales 11 mil mueren diariamente por causa del tabaco, es decir, que en el mundo fallecen cuatro millones, y de acuerdo con la OMS, en 20 años, si no se frena esa situación, estarán falleciendo el doble: 8 millones de personas.

Además, apuntó que en nuestro país es un grave problema de salud pública; existen más de 13 millones de mexicanos que fuman activamente, más de 48 millones son sujetos pasivos a humo de tabaco y todos los días mueren 144 personas por enfermedades relacionadas con su consumo y al año más de 45 mil fumadores; esto representa uno de los porcentajes de costo de salud más graves en nuestro país.

En este sentido habló de los ejes del Programa Nacional Para el Control y Prevención del Tabaquismo, los cuales son básicamente tres: prevención, control y tratamiento. El comisionado señala como prioridad principal intervenir para que los adictos dejen de fumar y con ello prevenir que los niños se inicien tempranamente en el consumo de tabaco, para lo cual se consideran como medidas el incremento de los impuestos al tabaco y eliminar su publicidad; además de esto -dijo-, la información y la educación son aspectos fundamentales en lo que se refiere a la prevención.

Para el logro de estos objetivos existe una estrategia que contempla el apoyo a los fumadores para que dejen de serlo, mediante las clínicas contra el tabaquismo; otra acción está enfocada a la investigación reciente, donde se demuestra el impacto que el tabaco tiene sobre el no fumador y que igualmente éste absorbe la nicotina, que entra en su organismo y que le produce el mismo daño que al fumador activo; por ese motivo, el trabajo del Consejo se enfoca en la certificación y en la creación de clínicas contra esta adicción, aspectos contra la publicidad y modelos de atención con respecto a los medicamentos.

Doctora Guadalupe García de la Torre

 

Además, Belsasso señaló que para el tratamiento, el avance científico permite que hoy en día se conozca mucho más claramente en qué zona del cerebro se da el proceso adictivo y los neurotransmisores que están involucrados, gracias a lo cual se han podido desarrollar mecanismos alter-nativos al tratamiento; destacan los bloqueadores de los receptores nicotínicos que tiene el cerebro y el desarrollo de una vacuna que está en fase experimental en humanos, la cual crea anticuerpos contra la nicotina y en esa forma ayuda al sujeto fumador a dejar de serlo; no es poco lo que pueden hacer las alianzas y la participación social para combatir el tabaquismo.

Un aspecto importante que des-tacó el funcionario es el esfuerzo del gobierno de la República, quien firmó un convenio con las empresas tabacaleras trasnacionales para eliminar este fin de año la publicidad del tabaco, la reducción de una tercera parte de los espectaculares, y de las competencias deportivas y en revistas, así como otro tipo de medios de difusión.

En otro punto señala que hace un año existían en México 32 clínicas contra el tabaquismo, las cuales se crearon con el modelo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER); actualmente en un programa conjunto con ese Instituto y los Centros de Integración Juvenil se cuenta con 136 clínicas en las que participan el IMSS, el ISSSTE y el sector salud privado.

Por otro lado, señala que la muerte por tabaquismo es la causa prevenible número uno, por ello es la primera vez en la historia de México que existe una participación importante para tratar de contrarrestarla.

Al tomar la palabra el doctor Rivero, emérito de la Facultad de Medicina, se refirió al daño que ocasiona; de esa manera señaló que afecta a muchas porciones del organismo humano, ataca al sistema vascular, y en muchos aspectos, al respiratorio.

En este sentido señaló que en Estados Unidos esta enfermedad ocasiona gastos por más de 200 mil millones de dólares al año, y como un mensaje directo a los jóvenes les recomendó ponerse una defensa contra el tabaquismo, que no es un hábito, es una enfermedad. Explicó que los daños que ocasiona en el aparato respiratorio son: faringitis, sinusitis, bronquitis crónica, enfisema obstructivo y cáncer bronqueogénico, de laringe y de tráquea, así como de boca, vejiga, páncreas y esófago; también la enfermedad vascular del corazón y del cerebro, y la oclusión de las arterias periféricas, tienen relación con el tabaquismo.

 

Doctora Guadalupe Ponciano

Además, apuntó que la sinusitis ha adquirido una situación de gravedad que no tenía antes, y que la bronquitis crónica y el enfisema obstructivo son los daños más importantes al aparato respiratorio, pero no los únicos; existe otro gran problema que puede ocasionar cáncer del aparato respiratorio y que no debería existir, como son de laringe, tráquea y bronqueogénico, de los cuales los dos primeros son menos frecuentes que el último, que es la primera causa de mortalidad en adultos hombres en México.

En este sentido el doctor Rivero explicó que aparentemente no habría una relación muy estrecha entre la inhalación del humo y el cáncer en esos sitios, sin embargo con el tiempo se ha demostrado que la absorción por parte del torrente sanguíneo de las sustancias químicas del humo de tabaco (más de 4 mil cancerígenos) ocasiona la circulación de una serie de sustancias que impiden la acción natural de las células que trabajan en contra de las cancerosas que se pueden crear en el organismo, lo cual explica por qué pueden existir esos cánceres.

En Estados Unidos se calcula que existen 16 millones de enfermos de bronquitis crónica y que cada uno de ellos ocasiona al año un gasto de seis mil 500 dólares para su atención, por lo que si la enfermedad sigue el ritmo ascendente que tiene hasta el momento, para el año 2003 será la tercera causa de mortalidad en adultos; entonces, señala que es muy importante atender el problema de este padecimiento, ya que es el primer gran capítulo importante de daño al aparato respiratorio ocasionado por el humo del tabaco, y es el primero porque generalmente se pasa al enfisema pulmonar, el cual puede ser de dos tipos: centrolobulillar o centroacinar, este último es el que tiene relación con el tabaquismo, resultado de años de padecer bronquitis crónica.

Finalmente, el emérito de la FM concluyó acotando que no existe tratamiento para el enfisema pulmonar, y si lo hay, sólo tiene algún resultado en la etapa de bronquitis. En México es un problema de salud muy importante.

En esta reunión, que enlazó a jóvenes del Conadic con la Facultad de Medicina, el director de Cesación del Tabaquismo de la Clínica Mayo, también dio una charla en torno al consumo del tabaco, mientras que la doctora Guadalupe García de la Torre, investigadora del Departamento de Salud Pública, presentó un trabajo realizado con los estudiantes de la FM.

Antes de presentar los resultados señaló, retomando datos de la Encuesta Nacional de Adicciones de 1998, que la edad en la que hay más fumadores es entre los 18 y 29 años, de los cuales 38 por ciento fuman, además de que se calcula que 8.7 son menores de entre 12 y 17 años, lo que da como resultado que más de la mitad de los fumadores son menores de 40 años, los cuales están exponiéndose a este factor de riesgo que los va a llevar no sólo a enfermedades del aparato respiratorio y cadiovasculares, sino a otras que afectan su salud; por ello, dijo se hace necesario evitar que se siga consumiendo tabaco.

De los resultados del primer estudio donde se tomaron mil 158 estudiantes de la FM del ciclo escolar 1996-1997, de todos los años escolares e incluso de internado, surgió como dato importante que la mediana de edad a la que iniciaron el consumo de tabaco fue a los 20 años, aunque fluctuó desde los 17 a los 45 años. En esta muestra, más de la mitad había consumido tabaco alguna vez en su vida, y en ese mismo porcentaje fue más frecuente en las mujeres.

Al momento de la encuesta se preguntó también sobre el consumo de tabaco actual, resultando que 35.2 por ciento se mantenía fumando y de ellos 55.4 eran varones y 68.8 por ciento ex fumadores, la mayoría mujeres.

En estudiantes del ciclo 1997-1998, sólo participaron alumnos de primer ingreso, donde la prevalencia de fumadores actuales fue de 34.4 por ciento, mientras que los del ciclo siguiente fueron menos de 28.7. Más adelante, la investigadora señaló que la tendencia del inicio en el consumo de tabaco en el ciclo 1996-1997 fue de 78 por ciento los que habían iniciado antes de los 18 años; de los del ciclo siguiente, 92.3 por ciento iniciaron con tabaco antes de los 18 años de edad, mientras que en alumnos del ciclo 1998-1999 la cifra alcanza 93.9 por ciento, de manera que está en aumento el número de jóvenes que inician antes de la mayoría de edad.

Cabe destacar que el estudio reveló que los alumnos fumadores de la generación 1998-1999 combinan el consumo del tabaco con otras sustancias adictivas, como el alcohol en 83.3 por ciento en el caso de los hombres y 75.6 por ciento en mujeres. Asimismo, 10.6 por ciento de los primeros combina el uso de la marihuana con tabaco y las mujeres en 2.4 por ciento.

Para finalizar su exposición, la doctora García señaló que el tabaco forma parte de un estilo de vida “moderno”, permisible, que puede aproximar a los jóvenes y a la población en general al riesgo de otras enfermedades a corto plazo, y con base en ello no queda duda de la importancia que tiene el informar sobre los daños a la salud que esta adicción puede ocasionar.

Por su parte, el doctor Horacio Rubio Monteverde, vocal ejecutivo del Programa Contra el Tabaquismo del Consejo Nacional Contra las Adicciones, habló del modelo de tratamiento del tabaquismo, el cual constituye un instrumento orientador para la organización de los servicios que pueden ser destinados a población abierta, como a los derechohabientes de las instituciones de seguridad social a nivel nacional. Su objetivo general consiste en establecer un esquema para organización de los tres niveles de atención orientado al desarrollo de acciones de prevención, como establecimiento de clínicas de tabaquismo.

El modelo debe comprender los aspectos básicos: promoción de salud en población abierta y derechohabiente y prevención primaria en grupos de alto riesgo. El segundo y tercer niveles de atención deberán asegurar tanto la prevención primaria como la secundaria en usuarios de tabaco con daños moderados en su salud, así como atención especializada de acuerdo con los modelos de tratamiento y rehabilitación que existen en tabaquismo.

El equipo de salud debe tener una participación importante en la erradicación de esta adicción, comenzando por los estudiantes de medicina y en general con todos los médicos. En la terapia se utiliza la nicotina, métodos farmacológicos y aplicación de psicológicos, como el programa cognoscitivo conductual, para que de manera integral se ayude al paciente en el abandono del tabaco.

Al hacer uso de la palabra, la maestra en ciencias Guadalupe Ponciano, coordinadora de la Clínica Contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina, se refirió a la importancia de contar con esta clínica, toda vez que la misión de esta institución es la formación de médicos muy bien calificados; por ello, también es necesario que sean no fumadores, con actitudes favorables hacia estilos de vida saludables, libres de adicciones, porque es el médico uno de los pilares que permitirá con éxito la prevención y el control del tabaquismo.

Dijo que es una enfermedad, por lo tanto es necesario darle tratamiento como a cualquier otra, ya que dos de cada 100 fumadores van a dejar de fumar sólo con ayuda, lo cual representa un costo económico y social muy caro; en el caso de México, de los ex fumadores registrados en la Encuesta Nacional de Adicciones, se sabe que los que dejaron de fumar fueron apoyados en algún tratamiento y más de la mitad de esos ex fumadores temen volver a fumar.

Con esos antecedentes era importante que la principal formadora de médicos en el país, la FM, tuviera una clínica formada por un grupo multidisciplinario, entre químicos, médicos, biólogos, psicólogos, lo cual permite brindar ayuda profesional de gran calidad para promover y facilitar el abandono de la adicción al tabaco, apuntó la titular de la clínica. E

n esta clínica se emplean tratamientos farmacológicos y psicológicos, además de que su objetivo es prevenir los daños a la salud que produce el tabaquismo mediante diagnóstico oportuno, así como tratamiento tanto a los universitarios como a la población en general que acude.

“Este modelo es ideal para aplicarse en el primer nivel de atención y se basa en la capacitación intensiva y de gran calidad del personal. Se divide en tres etapas: pretratamiento, tratamiento y seguimiento, y se utilizan terapias de reemplazo de nicotina y no nicotínica, además del desarrollo de trabajos de investigación clínica, como estudios comparativos sobre la eficacia y la seguridad que tienen estos medicamentos.”

Al hablar de resultados, luego de un año de actividad de la Clínica Contra el Tabaquismo, la doctora Ponciano señaló que se han atendido alrededor de 265 pacientes, de ellos 60.24 de población general y 39 de universitarios, de manera que las edades varían entre 19 y 65 años, con un promedio de consumo de tabaco de 21, esto lo modifica la población general que ha fumado más de 30 años, comparativamente con los estudiantes que tienen pocos años de fumadores. Además, en el uso de la terapia no nicotínica, donde se ubican los pacientes con una alta adicción, con un promedio de 23 cigarros por día, obtuvimos una eficacia importante de 50 por ciento, mientras que con terapia con inhalador, la eficacia fue 78.7, finalizó Guadalupe Ponciano.

 

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