Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
25 de junio 2002


Regresar al índice

Seminario Permanente de Lesiones por Accidentes

Rescate en espacios confinados


La Brigada Internacional de Rescate 19 de Septiembre (Topos BR-19) se formó durante los sismos de 1985 en la ciudad de México; a partir de esa fecha esta organización independiente tiene como actividad principal resguardar la vida de quienes se encuentran en peligro a causa de algún desastre natural o humano. Son creadores del Programa de Auxilio para la Mitigación de Desastres y del Plan de Reestablecimiento para Damnificados; imparten también campañas de cultura de protección civil entre los ciudadanos. Las experiencias adquiridas durante el rescate de cientos de personas en los edificios demolidos motivaron a Juana Buitrón Islas a conformar un grupo especializado en donde se contemplara la investigación y la capacitación.

Fundadora de la agrupación, la señora Buitrón y técnicos en urgencias médicas, en alta montaña, y en espacios confinados, todos ellos integrantes del equipo Topos, visitaron el pasado 22 de mayo la FM a fin de tratar aspectos relacionados con su experiencia en el salvamento de personas afectadas por desastres naturales y causados por la mano del hombre.

Buitrón Islas señaló que cuando ocurre un desastre producido por un sismo se presenta la desorganización social que afecta los trabajos de rescate, “… todos queremos ayudar pero no sabemos cómo hacerlo, es por eso que se debe discutir en las reuniones cómo se va a plantear el sistema de trabajo para informar a los voluntarios con qué recursos materiales, equipo y herramientas se debe contar, así como la formación de brigadas que laboren en diferentes turnos”, destacó.

A manera de testimonio, la señora Buitrón comentó que su primera experiencia como rescatista voluntaria surgió cuando se colapsó el edificio Nuevo León de la Unidad Habitacional Tlatelolco, en el cual perecieron dos mil 500 personas, la mayoría de ellas vecinos. “Nos dimos cuenta de que después de tres horas de haber ocurrido el sismo se carecía de recursos materiales como suero, material de curación, hubo incluso que romper los cristales de una farmacia para sacar el material almacenado ahí. La Clínica 27 del IMSS y la Escuela Secundaria Núm. 106 se habilitaron como hospitales; los médicos con los que contábamos durante las primeras horas eran insuficientes, después fueron llegando estudiantes de medicina de la UNAM y del Politécnico”, relató.

Buitrón participó en labores de rescate durante los terremotos que sacudieron Turquía en agosto de 1999, la ciudad de Estambul sufrió daños en casi 70 por ciento de sus edificaciones. “Se nos dio la facilidad para poder trasladarnos a ese sitio y estuvimos presentes dos organizaciones mexicanas en la capital turca. El rescatista tiene que hacer uso de los sentidos del oído, el olfato y la vista para poder encontrar a las personas que se encuentran bajo los escombros; en esa ocasión se procedió seccionando las losas cuidadosamente para poder penetrar en el interior de los inmuebles”, explicó.

La experiencia que ha desarrollado el grupo que dirige Buitrón Islas ha permitido su participación en labores de salvamento y rescate de personas en 17 países del mundo, entre ellos Colombia, El Salvador y Estados Unidos. En este último, colaboró en dos ocasiones durante el desastre que ocasionó el terremoto de San Francisco en 1989 y en los daños provocados a las Torres Gemelas. A nivel nacional ha coordinado brigadas de voluntarios durante los desastres que ocasionó el huracán “Gilberto” en los estados de Nuevo León y Quintana Roo; en Guadalajara, en las explosiones del sector Reforma; en Oaxaca y en Guerrero su trabajo estuvo dirigido a la localización y el salvamento de personas afectadas por el huracán “Paulina”.

Por su parte, Carlos Fonseca, especialista en alta montaña y técnico en urgencias médicas, habló de un sistema de clasificación de lesionados denominado Triage de acuerdo con el tipo de catástrofe. “Dentro de un desastre sabemos que por la naturaleza del mismo se verá sobrepasada la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia, motivo por el cual es muy importante clasificar a todos los lesionados a consecuencia del siniestro”, indicó.

Explicó que el Triage es un procedimiento médico consistente en realizar una clasificación de víctimas en categorías, de acuerdo con su gravedad y su pronóstico vital, para obtener un orden de prioridades en su tratamiento; lo integran cinco tipos de Triage y se identifican mediante un color, en primer lugar el rojo, que se refiere a aquellas víctimas que deben recibir atención de manera inmediata; el amarillo, que son personas que han de recibir atención de forma mediata; el verde, son pacientes con lesiones mínimas; el negro son personas que fallecieron, están decapitadas, no presentan pulso por más de 20 minutos, tienen descenso de temperatura y lesiones, ausencia de respiración, incineradas o toda persona que clínicamente no tenga vida, y el azul son aquellos individuos contaminados por radiación, que presentan una contaminación ambiental potencial y requieren de un proceso para descontaminarse y evitar que contaminen otras áreas.

Fonseca subrayó que en la prioridad amarilla a los pacientes se les da atención en los puestos de socorro ambulatorio que se encuentran cerca de las zonas de desastre. En cambio en la prioridad roja, las personas son trasladadas a los centros hospitalarios de manera inmediata. En el caso de la prioridad verde los pacientes por lo general son ambulatorios y no tienen que estar necesariamente acostados en camillas o dentro del puesto de socorro, ellos pueden ir al centro hospitalario por sus propios medios.

Especialista en espacios confinados, afirmó que la Secretaría de Gobernación se ha dado a la tarea de implementar normas, procedimientos y manuales para la uniformidad de las brigadas internas de protección civil, así como la capacitación de éstas. Al mismo tiempo es necesario el diseño de normas y especificaciones para la construcción de edificios en el Distrito Federal, debido a que se encuentra ubicado en una zona de gran sismicidad.

Concluyó que todo inmueble y toda comunidad deben contar con planes de emergencia y consideró necesario que cada familia tenga un botiquín de primeros auxilios, que debe incluir también un galón de cinco litros de agua, comida enlatada, un abrelatas, y tener los documentos personales a la mano.

La agrupación Topos BR-19 está formada por 120 personas que desempeñan distintas funciones, entre ellas se encuentran técnicos de alta montaña, en urgencias médicas, en volcanes, en espacios confinados, y grupos de buceo.

Miguel García, técnico en urgencias médicas, explicó a este medio informativo que la forma de sobrevivencia de la agrupación es por medio de las aportaciones de sus integrantes. “Somos un grupo de voluntarios, no recibimos ningún apoyo del gobierno”, sostuvo.

“Nosotros costeamos nuestros viajes, hemos tenido apoyo de algunas instituciones sólo en el transporte y hemos asistido a realizar labores de rescate en 17 países; nuestra posición es siempre de ayuda y de brindar apoyo a la gente que lo necesita siempre y cuando nosotros respetemos los lineamientos que cada gobierno nos indica”, concluyó.

El Seminario Permanente de Lesiones por Accidente es organizado por el doctor Antonio Caso Marasco, secretario académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina, y coordinado por la doctora Laura Bonilla y la enfermera Eloísa Gómez.

 

Regresa...