La llegada de los Rayos X a la República Mexicana
Dr. Gerardo Loyo Gómez
Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina
Segunda y última parte

Es muy probable que en la ciudad de San Luis Potosí se utilizaran, por vez primera, los rayos X para el diagnóstico de una lesión por proyectil de arma de fuego. No hay la fecha precisa; se dice que el ingeniero Luis Espinosa y Cuevas llevó a San Luis Potosí un equipo de Rayos X, por los primeros meses del año de 1896, que al decir de su hermano Javier, lo puso generosamente a disposición del cuerpo médico potosino.

Se le adjudica al doctor José Quijano y Ramos el uso del equipo por primera vez en un enfermo quirúrgico, al cual mediante la localización fluoroscópica, le extrajo un pequeño proyectil, que d rante varios días, le había provocado notable inflamación de la mano izquierda, aunado a un estado febril -signos claros de grave infección-, que le hizo pensar al cirujano sobre la amputación de la mano izquierda. Semanas después de la extracción del proyectil, siguiendo los métodos antisépticos listerianos de la época, el paciente, totalmente resablecido, regresó a sus ocupa- ciones habituales.

Huelga decir la resonancia que hubo entre la clase médica por el éxito obtenido por el doctor Quijano Ramos. A éste, siguieron muchos más, con publicaciones de los mismos. El aparato referido fue empleado el 16 de enero de 1897 por el doctor Antonio F. López, para el estudio de una probable fractura en el brazo del niño Gabriel Ruelas; asimismo el 24 de abril del mismo año, por medio del mismo aparato de los Espinosa y Cuevas, se localizó una bala incrustada en el cuello del doctor González Amezcua.

Los casos anteriores nos de- muestran el afán del programa de la clase médica potosina por estar actualizada en cuanto descubrimiento fuera de utilidad y beneficioso al paciente.

En la ciudad de México, con un equipo similar al usado por Röntgen, en la sala 11 del antiguo Hospital Juárez, se tomó una radiografía a un paciente con luxación del codo, por el doctor Tobías Núñez, profesor del primer curso de Clínica Quirúrgica.

A modo experimental, el doc- tor Daniel García hizo una arteriografía a un brazo amputado. Al doctor Roberto Jofre se le considera el primer radiólogo mexicano y tuvo en sus aportes: la creación de un Instituto de Electricidad Médica en el año de 1890; haber realizado las primeras radiografías en 1896; las primeras investigaciones sobre estereoscopía en 1896-1899, y haber sido radiólogo del primer servicio hospitalario en el Hospital General de México en 1905.

Años después, y ya con amplia experiencia en el manejo de los Rayos X, encontramos que el doctor Mariano García Somonte probablemente fue el primero que los aplicó en la ciudad de México. Nació en el pueblo de Ampuero, Provincia de Santander (España). Hizo sus estudios de "Electrorradiología y Cáncer" en el Hospital de la Pitie, en París. En 1924 el doctor Manuel Alemán Pérez llegó a la ciudad de Madrid en busca de un médico especialista en radiología para que trabajara en el Sa- natorio Moderno que el doctor Alemán Pérez manejaba. Durante los aproximadamente diez años que residió el doctor García Somonte en la ciudad de México, fue secretario de la Sociedad Mexicana de Electrorradiología junto con el doctor Manuel Madrazo como Presidente; publicó, en esa época, un libro que se llamó Lo que necesita saber el médico práctico sobre la electrorradiología. Fue jefe del Departamento de Radiología de la Beneficencia Española y del Departamento de Radiología del Hospital General. De esa época comentaba que en el Hospital General los estudios de fluoroscopía los hacían con un visor de mano, prácticamente acostados debajo de la mesa de Rayos X (en 1897, el célebre inventor norteamericano Thomas Alba Edison, El Mago de Menlo Park", había patentado un fluoroscopio). El doctor García Somonte dejó la ciudad de México entre los años 1935-36 y se estableció en la ciudad de Monterrey. Fue un personaje polifacético, un tanto introvertido, aunque ello no le impedía la polémica. Asiduo aficionado a las letras, a las crónicas deportivas, etcétera, falleció en Monterrey en el año de 1971.

La propagación de este método de diagnóstico, y aun terapéutico contra el cáncer, fue llegando a todas las principales ciudades de la República, y así, en Mérida, Yucatán, tenemos los siguientes datos aparecidos en la Revista de Mérida. La publicación que apareció en el número de fecha 9 de mayo de 1899, dice: "El doctor Teodosio S. Pérez Peniche se ha servido obsequiarnos con una preciosa radiografía tomada por él en la mano del profesor D. Pablo Pinto Pérez; es la primera radiografía que se trabaja en Mérida". En la misma revista, con fecha 10 de mayo de 1899, nuevamente se hace referencia a la radiografía tomada por el doctor Teodosio S. Pérez Peniche.