Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de junio 2003

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Seminario Permanente sobre Medio Ambiente y Salud
¿Vacuna contra el tabaquismo?:
Un nuevo capítulo en la historia del tratamiento de las adicciones

Aún no se conocen datos experimentales en humanos
Dos compañías farmacéuticas extranjeras están por sacarla al mercado

"¿Vacuna contra el tabaquismo?" fue el título que en esta ocasión llevó el Seminario Permanente de Medio Ambiente y Salud, donde la maestra en ciencias Guadalupe Ponciano, titular de la Clínica contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina, apuntó consideraciones importantes sobre ese mal hábito, además de hablar de uno de los nuevos desarrollos terapéuticos en el área de las adicciones, y es precisamente la vacuna contra la nicotina, vacuna que también se está desarrollando contra cocaína y heroína, lo que significa un nuevo capítulo en la historia del tratamiento de las adicciones.
Al referirse a esta vacuna señaló que se trata de un nuevo método totalmente diferente a las vacunas tradicionales; en este sentido habló del proceso histórico para llegar a las vacunas, creadas para dar inmunidad contra ciertas enfermedades, y finalmente abordar el proceso de las diseñadas para las adicciones.
De esta manera, explicó que los objetivos de la vacunación son: inducir inmunidad específica contra el sarampión, la tuberculosis y otros padecimientos, para eliminar los microorganismos que ya han entrado en el huésped, o bien neutralizar las toxinas microbianas. Existen diferentes tipos de vacunas, entre ellas: las bacterianas (donde se inyecta el microorganismo atenuado, como en el caso de la tuberculosis y la poliomielitis), las de antígenos (como las de la difteria y la hepatitis B) o las de antígenos sintéticos (como la del herpes); también se pueden inyectar algunos vectores virales vivos, los cuales representan ciertos riesgos (como el de la gripe, que se maneja desde el punto experimental), vacunas de ADN, coadyuvantes e inmunomodeladoras (donde se administran bacterias muertas por calor que van a inducir cierta inmunidad) y la inmunización pasiva (como el suero antiveneno de alacrán o el de serpiente, que son los anticuerpos contra el veneno específico).
Asimismo, dijo que la epidemiología de las enfermedades infecciosas ha cambiado gracias a la vacunación, y en el caso de este nuevo recurso terapéutico, durante los setentas, en los inmunólogos comenzó a surgir la idea de inducir protección contra una sustancia adictiva.
El resultado fue que para 1974 se publicó el primer trabajo en donde se inmunizaba de manera pasiva a monos contra heroína (con el suero obtenido de conejos a los que se administró la droga), este trabajo también se desarrolló en monos pero de manera directa se les aplicó la droga y se les enseñó que con sólo apretar un botón recibían una microdosis, y en los inmunizados con el suero se observaron resultados prometedores, porque cuando se les ponía en contacto con heroína ya no tenían tantos cambios conductuales como cuando no estaban inmunizados.
En 1995 se hizo la inmunización en ratas pero con cocaína y se observó que la utilizada para sustancias adictivas podía ser una estrategia terapéutica muy promisoria para las adicciones. En estas ratas también se observó que su respuesta ante la cocaína, una vez inmunizadas, se reducía de manera muy importante.
En esos primeros trabajos se continuó investigando sobre cocaína y sorpresivamente los investigadores encontraron que cuando se inmunizaba a ratas contra esa droga se necesitaban dosis muy pequeñas de inmunoglobina G (que da la inmunidad), y éstas podía tener un buen efecto protector, lo cual dio pie a que se empezaran a formular hipótesis con nicotina (droga legal que es consumida por mil 250 millones de personas en el mundo), y así empezaron a realizar estudios con nicotina (la dosis de nicotina que llega al organismo es de 10 a 20 veces menor que la de cocaína), por lo tanto la hipótesis lógica era que probablemente con una concentración pequeña se pudiera inducir esa inmunización, dijo la titular de la Clínica contra el Tabaquismo.
Antes de proseguir con esta serie de experimentos y llegar a la producción de la vacuna contra el tabaquismo, la doctora Ponciano señaló que el proceso de adicción es muy complejo, porque los expertos la consideran una enfermedad del sistema nervioso central, padecimiento cerebral que es el resultado de factores biológicos, ambientales, culturales, sociales y genéticos, que se van a expresar de manera distinta a través del cerebro de cada individuo.
Más adelante, explicó que en un artículo publicado en octubre de 1999 se describe que en ratas a las que se inyecta en la yugular una sola dosis de nicotina (0.3 gramos por kilogramo) se producen anticuerpos, y en siete a diez días de inmunizadas, al estar en contacto con esa sustancia se dan cuenta de que se reduce hasta 64 por ciento la que llega al cerebro de los animales inmunizados. "Ésa es precisamente la idea de la vacuna contra la nicotina."
Existe un segundo trabajo publicado en 2000, en donde se administra en ratas anticuerpos obtenidos de conejos (a los que se les inyectó nicotina y ellos produjeron anticuerpos, los cuales se purificaron). En esas ratas se observó lo mismo, sólo que 30 minutos después de que les aplicó la dosis estuvieron en contacto con nicotina.
Además en estos experimentos también se les mide la presión arterial y la sorpresa es que no hay elevación, como se observa cuando se fuma, y tampoco estimulación locomotora. En este caso se apreció que la vacuna tuvo éxito porque lo que ocurrió es que los anticuerpos contra la nicotina no permitieron que tuviera un efecto cardiovascular y evitaron que llegara al cerebro.
En este punto, la doctora Ponciano explicó que en el organismo existe una gran cantidad de receptores para nicotina, como la acetilcolina; por ejemplo, el corazón tiene muchos receptores nicotínicos, por eso sube la frecuencia cardiaca cuando la gente fuma, lo que explica que cuando se deja de fumar empiezan a tener problemas de diversa índole, porque sus receptores estaban alterados por la nicotina.
En lo que se refiere al mecanismo de la vacuna, dijo: "Se introduce al organismo, y una vez que éste la reconoce se fabrican anticuerpos contra la nicotina." Aunque destacó que uno de los problemas técnicos con los que se luchó para crear esta vacuna fue que se trata de una molécula pequeña (tiene diez carbonos, 14 hidrógenos y dos nitrógenos) y que el organismo no la reconoce, por ello, los investigadores decidieron pegarla a una proteína grande, como la de la toxina del cólera (la parte inocua de la proteína) y entonces ya el organismo la puede reconocer. En el caso de las vacunas contra las adicciones se están utilizando moléculas.
Cabe destacar que la vacuna ya pasó la fase preclínica, y lo más probable es que para el próximo año se cuente con ella, sin embargo todavía se desconocen datos en humanos, aunque existe un grupo en Bélgica y otro en Estados Unidos a quienes se les administró y se está evaluando qué tanto dura la inmunidad y otros datos que son necesarios para su aplicación masiva.
En el caso de la producción de la vacuna, explicó que una firma farmacéutica en Estados Unidos, en combinación con las universidades de Houston y Minesota y con fondos del Instituto Nacional de Estados Unidos para el Abuso de Drogas, está produciéndola, y se va a llamar NicVax. Pero como en todos esos desarrollos hay competencia, los laboratorios Genova y Cantar en Inglaterra están trabajando con cocaína y nicotina, y en este caso la vacuna se llamará Tanic.
Finalmente en esta conferencia, la maestra en ciencias consideró que esta vacuna puede ser útil para la prevención, es decir, para aplicarla a los jóvenes antes de iniciar el hábito, y sobre todo a mujeres más que a hombres; además de funcionar bien como tratamiento, porque a una persona adicta se le aplica y cuando vuelve a fumar no va a tener la misma sensación, y será más fácil que deje de hacerlo.
"A futuro, se observa la evolución en el campo de las adicciones, vamos a poder contar con nuevas herramientas de tratamiento que incrementan las posibilidades de éxito, no es la vara mágica, pero es un nuevo recurso terapéutico que va ayudar en la lucha contra esta adicción y contra la cocaína. Por supuesto, debemos utilizarla mucho como una herramienta de prevención, dando al mismo tiempo a los jóvenes educación en el autocuidado de la salud, dado que tenemos nuevas herramientas que nos permitirán dar una lucha, que es la guerra contra el tabaquismo", concluyó la doctora Ponciano.

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