Seminario Permanente sobre Medio
Ambiente y Salud
¿Vacuna contra el tabaquismo?:
Un nuevo capítulo en la historia del tratamiento de las adicciones
Aún no se conocen datos experimentales
en humanos
Dos compañías farmacéuticas extranjeras están
por sacarla al mercado
"¿Vacuna contra el tabaquismo?" fue
el título que en esta ocasión llevó el Seminario
Permanente de Medio Ambiente y Salud, donde la maestra en ciencias Guadalupe
Ponciano, titular de la Clínica contra el Tabaquismo de la Facultad
de Medicina, apuntó consideraciones importantes sobre ese mal
hábito, además de hablar de uno de los nuevos desarrollos
terapéuticos en el área de las adicciones, y es precisamente
la vacuna contra la nicotina, vacuna que también se está
desarrollando contra cocaína y heroína, lo que significa
un nuevo capítulo en la historia del tratamiento de las adicciones.
Al referirse a esta vacuna señaló que se trata de un nuevo
método totalmente diferente a las vacunas tradicionales; en este
sentido habló del proceso histórico para llegar a las
vacunas, creadas para dar inmunidad contra ciertas enfermedades, y finalmente
abordar el proceso de las diseñadas para las adicciones.
De esta manera, explicó que los objetivos de la vacunación
son: inducir inmunidad específica contra el sarampión,
la tuberculosis y otros padecimientos, para eliminar los microorganismos
que ya han entrado en el huésped, o bien neutralizar las toxinas
microbianas. Existen diferentes tipos de vacunas, entre ellas: las bacterianas
(donde se inyecta el microorganismo atenuado, como en el caso de la
tuberculosis y la poliomielitis), las de antígenos (como las
de la difteria y la hepatitis B) o las de antígenos sintéticos
(como la del herpes); también se pueden inyectar algunos vectores
virales vivos, los cuales representan ciertos riesgos (como el de la
gripe, que se maneja desde el punto experimental), vacunas de ADN, coadyuvantes
e inmunomodeladoras (donde se administran bacterias muertas por calor
que van a inducir cierta inmunidad) y la inmunización pasiva
(como el suero antiveneno de alacrán o el de serpiente, que son
los anticuerpos contra el veneno específico).
Asimismo, dijo que la epidemiología de las enfermedades infecciosas
ha cambiado gracias a la vacunación, y en el caso de este nuevo
recurso terapéutico, durante los setentas, en los inmunólogos
comenzó a surgir la idea de inducir protección contra
una sustancia adictiva.
El resultado fue que para 1974 se publicó el primer trabajo en
donde se inmunizaba de manera pasiva a monos contra heroína (con
el suero obtenido de conejos a los que se administró la droga),
este trabajo también se desarrolló en monos pero de manera
directa se les aplicó la droga y se les enseñó
que con sólo apretar un botón recibían una microdosis,
y en los inmunizados con el suero se observaron resultados prometedores,
porque cuando se les ponía en contacto con heroína ya
no tenían tantos cambios conductuales como cuando no estaban
inmunizados.
En 1995 se hizo la inmunización en ratas pero con cocaína
y se observó que la utilizada para sustancias adictivas podía
ser una estrategia terapéutica muy promisoria para las adicciones.
En estas ratas también se observó que su respuesta ante
la cocaína, una vez inmunizadas, se reducía de manera
muy importante.
En esos primeros trabajos se continuó investigando sobre cocaína
y sorpresivamente los investigadores encontraron que cuando se inmunizaba
a ratas contra esa droga se necesitaban dosis muy pequeñas de
inmunoglobina G (que da la inmunidad), y éstas podía tener
un buen efecto protector, lo cual dio pie a que se empezaran a formular
hipótesis con nicotina (droga legal que es consumida por mil
250 millones de personas en el mundo), y así empezaron a realizar
estudios con nicotina (la dosis de nicotina que llega al organismo es
de 10 a 20 veces menor que la de cocaína), por lo tanto la hipótesis
lógica era que probablemente con una concentración pequeña
se pudiera inducir esa inmunización, dijo la titular de la Clínica
contra el Tabaquismo.
Antes de proseguir con esta serie de experimentos y llegar a la producción
de la vacuna contra el tabaquismo, la doctora Ponciano señaló
que el proceso de adicción es muy complejo, porque los expertos
la consideran una enfermedad del sistema nervioso central, padecimiento
cerebral que es el resultado de factores biológicos, ambientales,
culturales, sociales y genéticos, que se van a expresar de manera
distinta a través del cerebro de cada individuo.
Más adelante, explicó que en un artículo publicado
en octubre de 1999 se describe que en ratas a las que se inyecta en
la yugular una sola dosis de nicotina (0.3 gramos por kilogramo) se
producen anticuerpos, y en siete a diez días de inmunizadas,
al estar en contacto con esa sustancia se dan cuenta de que se reduce
hasta 64 por ciento la que llega al cerebro de los animales inmunizados.
"Ésa es precisamente la idea de la vacuna contra la nicotina."
Existe un segundo trabajo publicado en 2000, en donde se administra
en ratas anticuerpos obtenidos de conejos (a los que se les inyectó
nicotina y ellos produjeron anticuerpos, los cuales se purificaron).
En esas ratas se observó lo mismo, sólo que 30 minutos
después de que les aplicó la dosis estuvieron en contacto
con nicotina.
Además en estos experimentos también se les mide la presión
arterial y la sorpresa es que no hay elevación, como se observa
cuando se fuma, y tampoco estimulación locomotora. En este caso
se apreció que la vacuna tuvo éxito porque lo que ocurrió
es que los anticuerpos contra la nicotina no permitieron que tuviera
un efecto cardiovascular y evitaron que llegara al cerebro.
En este punto, la doctora Ponciano explicó que en el organismo
existe una gran cantidad de receptores para nicotina, como la acetilcolina;
por ejemplo, el corazón tiene muchos receptores nicotínicos,
por eso sube la frecuencia cardiaca cuando la gente fuma, lo que explica
que cuando se deja de fumar empiezan a tener problemas de diversa índole,
porque sus receptores estaban alterados por la nicotina.
En lo que se refiere al mecanismo de la vacuna, dijo: "Se introduce
al organismo, y una vez que éste la reconoce se fabrican anticuerpos
contra la nicotina." Aunque destacó que uno de los problemas
técnicos con los que se luchó para crear esta vacuna fue
que se trata de una molécula pequeña (tiene diez carbonos,
14 hidrógenos y dos nitrógenos) y que el organismo no
la reconoce, por ello, los investigadores decidieron pegarla a una proteína
grande, como la de la toxina del cólera (la parte inocua de la
proteína) y entonces ya el organismo la puede reconocer. En el
caso de las vacunas contra las adicciones se están utilizando
moléculas.
Cabe destacar que la vacuna ya pasó la fase preclínica,
y lo más probable es que para el próximo año se
cuente con ella, sin embargo todavía se desconocen datos en humanos,
aunque existe un grupo en Bélgica y otro en Estados Unidos a
quienes se les administró y se está evaluando qué
tanto dura la inmunidad y otros datos que son necesarios para su aplicación
masiva.
En el caso de la producción de la vacuna, explicó que
una firma farmacéutica en Estados Unidos, en combinación
con las universidades de Houston y Minesota y con fondos del Instituto
Nacional de Estados Unidos para el Abuso de Drogas, está produciéndola,
y se va a llamar NicVax. Pero como en todos esos desarrollos hay competencia,
los laboratorios Genova y Cantar en Inglaterra están trabajando
con cocaína y nicotina, y en este caso la vacuna se llamará
Tanic.
Finalmente en esta conferencia, la maestra en ciencias consideró
que esta vacuna puede ser útil para la prevención, es
decir, para aplicarla a los jóvenes antes de iniciar el hábito,
y sobre todo a mujeres más que a hombres; además de funcionar
bien como tratamiento, porque a una persona adicta se le aplica y cuando
vuelve a fumar no va a tener la misma sensación, y será
más fácil que deje de hacerlo.
"A futuro, se observa la evolución en el campo de las
adicciones, vamos a poder contar con nuevas herramientas de tratamiento
que incrementan las posibilidades de éxito, no es la vara mágica,
pero es un nuevo recurso terapéutico que va ayudar en la lucha
contra esta adicción y contra la cocaína. Por supuesto,
debemos utilizarla mucho como una herramienta de prevención,
dando al mismo tiempo a los jóvenes educación en el
autocuidado de la salud, dado que tenemos nuevas herramientas que
nos permitirán dar una lucha, que es la guerra contra el tabaquismo",
concluyó la doctora Ponciano.
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