Gaceta Facultad de Medicina UNAM 10 de junio 2003 Regresar al índice

Destacados profesores de la Facultad de Medicina
recibieron distinción por su labor docente

Entre 602 galardonados, el doctor Agustín Chardí recibió la medalla por sus 60 años al servicio de la enseñanza médica y un homenaje póstumo al doctor Enrique Graue por 55 años
Autoridades de la FM y profesores eméritos entregaron reconocimiento a quienes cumplieron desde 10 hasta 60 años de labor docente

"Ustedes han sido libres, han crecido con el magisterio y son ejemplo de esa lucha contra la ignorancia que ofende al individuo o debilita a la colectividad, por todo ello, a ustedes y a sus familiares, a quienes han restado tiempo y atención para dedicarlo a la Facultad de Medicina y a su noble cometido, agradecemos su esfuerzo", señaló el doctor José Narro, titular de la FM, durante la ceremonia en la que autoridades de la misma y profesores eméritos reconocieron la labor docente de 602 de sus más destacados profesores que cumplieron de 10 a 60 años de trabajo ininterrumpido.

Entre ellos destacan los doctores Agustín Chardí, Enrique Graue Díaz González y Ruy Pérez Tamayo (con 50 años); Manuel Barquín, Jorge Tay, Enrique Gijón Granados, y Rubén Lisker con 45 años; Carlos Olivares, Alejandro Díaz Martínez y Carlos Viesca Treviño con 35, mientras que con 30 años Joaquín Reyes Téllez y Leopoldo Vega Franco, y con 25 Joaquín López Bárcena, actual secretario general de la FM. Por 20 años recibió medalla el doctor Fermín Valenzuela, y por 15 años de trayectoria académica Guadalupe Ponciano y Gildardo Zafra de la Rosa, entre otras personalidades de la enseñanza médica.
En el auditorio Raoul Fournier, el titular de la Facultad reiteró que ésta cumple con una de sus responsabilidades: reconocer a sus más grandes profesores, aquellos que a lo largo de los años, como el doctor Chardí, han hecho del magisterio una parte básica de su tarea profesional y de su forma de vida, por ello, les agradeció el trabajo que desarrollan todos los días, por su compromiso y convicción permanentes.
Asimismo recalcó que la UNAM es una gran universidad por contar con los académicos, quienes constituyen su fortaleza; pero además es una universidad en la que la sociedad puede confiar, toda vez que son sus maestros un elemento que le da estabilidad y permanencia, así como la posibilidad de crecer y transformarse de manera sistemática.
Más adelante enfatizó que son los cerca de tres mil profesores que laboran en la Facultad de Medicina quienes enseñan a los estudiantes a ser buenos médicos, y con su ejemplo, a ser cultos, honestos, justos y libres; luchan en todo momento a favor de la razón y la ciencia, en contra del dogma y la cerrazón, al servicio de la inteligencia y en contra de la ignorancia. "Ustedes educan y se comprometen a motivar a los estudiantes para que en ellos se despierten sentimientos de interés por la profesión, compromiso al servicio de los pacientes y vocación por superarse. Ustedes son muchos de quienes se han atrevido a ampliar el conocimiento a través de la investigación, a evitar la repetición mecánica y la enseñanza de verdades inmutables e invariables, por todo ello, un merecido reconocimiento."
Finalmente, parafraseando a Ignacio Chávez, dijo que en la Universidad existe un grupo de hombres de espíritu libre en el que unos enseñan y otros aprenden, pero un grupo en el que todos estudian. En una ceremonia como ésta Chávez decía: "... envejecer en la cátedra es la prueba definitiva, sólo lo hacen los que sienten amor por la enseñanza, fervor por la tarea de modelar a la juventud, sin ese amor, la larga permanencia sería simplemente una forma de esclavitud", concluyó el doctor Narro.
Durante la entrega de medallas de 20 a 60 años, la mesa de premiación estuvo conformada por los profesores eméritos: Ruy Pérez Tamayo, Octavio Rivero Serrano, Rubén Lisker, Enrique Piña Garza y Fernando Ortiz Monasterio, quienes estuvieron acompañados por el director de la FM, y el secretario general de la misma, doctor Joaquín López Bárcena, mientras que en la ceremonia previa, donde se entregaron los reconocimientos por 10, 15 y 20 años, presidieron, además del director de la FM, María Eugenia Ponce de León, secretaria del Consejo Técnico; Javier Rodríguez Suárez, secretario de Educación Médica; Gloria Bertha Vega Robledo, coordinadora de Educación Médica Continua; Luis Felipe Abreu Hernández, secretario de Planeación y Desarrollo Institucional, y la licenciada Guadalupe León Villanueva, secretaria administrativa.
Después de la entrega de las medallas, los doctores Lisker y Angel Rodríguez Weber dirigieron unas palabras en nombre de los galardonados. En su oportunidad, este último, quien habló a quienes cumplieron 10, 15 y 20 años, en su mensaje hizo una retrospección histórica de la evolución de la Facultad de Medicina, la cual en 1854 se instaló en el Antiguo Palacio de Santo Domingo, denominada entonces Escuela de Medicina, que más tarde, en 1929, se convertiría en parte de la Universidad Nacional y que después (en 1956) se trasladó a la Ciudad Universitaria. "Aquí ha evolucionado y crecido permanentemente en su estructura arquitectónica, pero también en su quehacer de investigación y de difusión del conocimiento médico, hecho que es reconocido a nivel nacional e internacional y que le ha ganado la más grande tradición en el país dentro de las escuelas de medicina", afirmó.

Resaltó que es por conducto de su profesorado que la FM mantiene una sólida estructura, que en conjunción con los alumnos asegura la continuidad y el mejoramiento de la vida académica. "Hoy, como siempre, la FM cumple con sus propósitos por el hecho de formar recursos humanos en el área de la salud, y de acuerdo con el censo estadístico del año 2000, entre las 100 carreras que se ofrecen en la Universidad, esta Facultad atendía a 13 por ciento del total de los alumnos de licenciatura y posgrado, es decir, 11 mil 900 estudiantes; de éstos, 7 mil 291 alumnos son del posgrado de la FM y representan 44 por ciento de estudiantes de posgrado en la Universidad. Asimismo, la FM es la dependencia que cuenta con el mayor número de personal académico (2 mil 756 profesores)", afirmó.
Antes de concluir su presentación, el doctor Rodríguez Weber indicó que en la actualidad no sólo se requiere que el profesor cumpla con su compromiso institucional, sino que ofrezca en todo momento un valor agregado en su función para enfrentar con éxito el reto que la sociedad y el alumnado demandan, y agradeció tanto al director como a las autoridades universitarias por las distinciones.
Por su parte, Lisker, profesor emérito, dijo a los galardona-dos con medalla de 25 a 60 años de trabajo docente que su trayectoria como profesor universitario ha sido larga, variada y muy enriquecedora, y el enseñar a los más jóvenes ha sido satisfactorio en grado máximo; por ello, lo ha realizado con dedicación y empeño por considerar desde siempre que los médicos tienen la obligación de enseñar a los demás, y parafraseando al doctor Ruy Pérez Tamayo, recordó que es una obligación ética médica que no sólo termina con la instrucción al enfermo y a los familiares, sino que tiene que extenderse a quienes puedan beneficiarse de ella, como colegas, asistentes, residentes, enfermeras y estudiantes de cualquier nivel.
Además recalcó que debe existir una actitud permanente de docencia que permita aprovechar todas las oportunidades para difundir los conocimientos médicos al mayor número de gente posible, lo cual se logra con la participación en congresos, siendo maestro formal y escribiendo artículos en revistas y libros; también resaltó que esta obligación rebasa el ámbito médico y se debe tomar parte en distintas formas de divulgación del conocimiento, para que la sociedad en general esté correctamente informada de lo que sucede actualmente en el campo médico, finalizó el profesor e investigador.

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