Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de julio 2003

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Curso “Atención adecuada y oportuna al que sufre un accidente”

El politraumatizado: Estado actual. Problemática y reto en su atención

  • Conferencia dictada dentro del curso organizado por el doctor Agustín Chardí y la DEPI
  • El director del Hospital Universitario “Doce de octubre” fue profesor invitado

“El politraumatizado es la primera causa de muerte en menores de 40 años, tiene mayor incidencia entre los individuos de 18 a 44 años; es la segunda causa de muerte de la población y en los accidentes laborales ocupa siete por ciento de las muertes”, aseveró el doctor Antonio Sierra García, director del Hospital Universitario “Doce de octubre” de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, y quien fuera el invitado especial en el curso “Atención adecuada y oportuna al que sufre un accidente”, durante su intervención en la conferencia El politraumatizado: Estado actual. Problemática y reto de su atención.
Considerando que los accidentes ocupan un lugar importante entre los problemas de salud pública y que ocasionan pérdidas graves no sólo en vidas humanas, sino económicas, morales y familiares, con importante repercusión social, se llevó a cabo este curso, en el que el doctor Sierra dictó tres conferencias.
“Entendemos por politraumatizado a aquel sujeto que recibe dos o más lesiones bruscas de forma simultánea, que lo ponen en riesgo de perder la vida por la pluralidad de las lesiones, la rapidez de su instauración y la brusquedad de las mismas.”


Dr. Antonio Sierra

El también presidente de la Sociedad Médica Hispano-Mexicana, Capítulo Español, afirmó que la muerte del politraumatizado es de 50 por ciento en el lugar del accidente, 30 por ciento durante el primer día y 20 por ciento en la primera semana después del accidente.
La mortalidad de este tipo de pacientes cuenta con tres picos de incidencia en relación con la magnitud del accidente y el tiempo trascurrido entre éste y la atención. La mortalidad inmediata se da en los primeros minutos después de ocurrido el accidente y difícilmente se salva el individuo, ello se debe al tipo de lesiones, que pueden ser medulares y cardiacas, o por la ruptura de vasos. La mortalidad intermedia se da dentro de la “hora de oro”, y agregó que es en este momento en el que va a imperar lo que el médico hace o no hace para salvar al accidentado, o de la suerte que tenga el sujeto de caer en manos de un médico que sepa hacer las cosas bien. En este caso generalmente la muerte ocurre en 60 por ciento por hemorragias intercraneales, neumotórax profuso, o rupturas esplénicas o hepáticas. Por último, la mortalidad tardía ocurre pasadas varias semanas o días y suele ser por sepsis o fallo multiorgánico.

Pasos para atender al politraumatizado

Explicó que son cuatro etapas de atención en las que se encuentra el politraumatizado: una, la atención en el lugar; dos, durante el traslado; tres, el tratamiento hospitalario, y cuatro, su incorporación a la sociedad.
“Al ocurrir el accidente, enseguida se comunica a la central, se informa de las características del mismo, y con estos datos la central manda al equipo correspondiente: unimóviles, ambulancias simples tipo A (paramédicos o médicos generales), ambulancias con médicos tipo B (paramédicos o médicos especializados) o busmóvil (en caso de ser colectivo el accidente), pero además pueden asistir helicópteros o lanchas según el medio en que se haya desarrollado el accidente y no sólo eso, dependiendo de las características de los accidentados se mandarán a un hospital determinado. En ese momento serán muy importantes los medios de comunicación y el arribo al accidente.
“En el lugar del evento debemos contar con medidas de seguridad y evaluación del entorno, ver cómo es el acceso, en dónde están las víctimas y estación de las mismas; tenemos que hacer valoración de los daños y asistencia in situ. Una vez que se tiene esto se pasa a la siguiente etapa, que es el trasporte asistido al hospital adecuado y trasferencia al mismo.”
Durante esta etapa afirmó que las maniobras deberán enfocarse a mantener la vía respiratoria libre, dinámica cardiovascular aceptable con respiración artificial y masaje cardiaco, cohibir las grande hemorragias por compresión o con torniquete, inmovilizar y alinear las fracturas y sedar el dolor.
Durante la transportación se realizan las medidas de reanimación, se monitoriza, se coloca suero, oxígeno, etcétera. Para esta etapa se debe contar con una logística territorial, tipo de ambulancia, posición del paciente, que tiene que ser en decúbito lateral preferentemente y la práctica de auxilio durante el traslado.
Tercera etapa, atención hospitalaria: la institución ha de tener un soporte estructural, una planificación organizativa y logística, personal adiestrado y un jefe responsable que es quien coordinará todo. Afirmó que la planificación organizativa significa que no hay que pensar cuando llega el traumatizado a los hospitales, todo debe estar pensado, dicho y organizado con antelación. Todos los pasos tienen que seguirse y nadie puede opinar porque ya estará todo previamente establecido y el jefe será el encargado.
El centro debe ser adecuado, con acceso directo a urgencias, una normativa establecida para la llegada del politraumatizado, en la que se haga el diagnóstico de las lesiones, la valoración de las mismas y el balance, así como un equipo médico formado por internistas, cirujanos, traumatólogos, especialistas de diagnóstico por imagen, anestesistas e intensivistas, y el coordinador en jefe que es quien va a mandar lo que se tiene que hacer en todo momento. Las misiones de éste solamente las sabe la persona que tiene experiencia y conocimiento.
“El sujeto va a llegar muchas veces con pérdida de conciencia, y otras en estado de muerte aparente. El jefe tiene que hacer una valoración inmediata y un diagnóstico de las lesiones y el estado general; ha de apreciar la gravedad de las mismas y dar prioridad de actuación, instaurar las medidas de reanimación urgentes, indicar la terapia y coordinar a todos los especialistas.”
Comentó que la valoración inicial antes del traslado a un hospital no es una tontería y que en muchas ocasiones se tiene que operar en hospitales pequeños con la idea de establecer al accidentado para poder ser trasladado a otro lugar en donde se le den más garantías.
Con relación a una intervención quirúrgica, el director del Hospital Universitario “Doce de octubre” aseveró que el politraumatizado se puede encontrar en situación de cirugía inmediata; urgente pero diferida, que permita administrar suero y antibióticos; cirugía definitiva, que es la que va actuar sobre órganos, o ante una cirugía reparadora, que se hace días después cuando el sujeto ha salvado la vida, y que consiste en la colocación de prótesis e implantes.
La cuarta etapa y última se da cuando ha pasado el peligro y el sujeto sale del hospital para reincorporarse a la vida cotidiana, y agregó: “Habrá casos en los que quede parapléjico, con alguna amputación o minusvalía importante, entonces figurarán los tratamientos para las secuelas y limitaciones con que ha quedado. En esta etapa se colocarán las prótesis, los psicólogos entrarán a trabajar y se le incorporará a su nueva vida”, concluyó.
Dicho curso fue organizado por el doctor Agustín Chardí Córdova, profesor con más de seis decenios de actividad docente, y la División de Estudios de Posgrado e Investigación (DEPI); se realizó el pasado mes de mayo, en el auditorio “Dr. Ramón de la Fuente” del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina.

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