Primera edición del VAM Oftalmológico Único en su tipo
La oftalmología es una especialidad selectiva en sus fármacos por las características que tiene el ojo, por lo que el Vademecun Académico de Medicamentos (VAM) Oftalmológico debe ser accesible a un especialista y también a los residentes, porque muchos de los fracasos terapéuticos derivan de la ignorancia de los medicamentos”, aseveró la doctora Guadalupe Tenorio Guajardo. En días pasados los doctores Rodolfo Rodríguez Carranza, profesor de farmacología, y Guadalupe Tenorio Guajardo, jefa del Servicio de Oftalmología del Hospital General de México (HGM), presentaron la primera edición del VAM Oftalmológico, en el auditorio del Departamento de Medicina Experimental del HGM. Dicho libro es novedoso no sólo por la especialidad a la que está dedicado, sino porque cuenta con la opinión y los conceptos clínicos, además de los farmacológicos. Asimismo, pasa a formar parte del VAM tradicional que realiza el doctor Rodríguez Carranza con farmacólogos. El VAM Oftalmológico está constituido por 92
monografías de medicamentos que son para aplicación oftalmológica tópica
o inyectables, lo que hace que sean restringidas, pero si tomamos en
cuenta que son para una especialidad, son bastantes.
La doctora Tenorio Guajardo comentó que los oftalmólogos utilizan una serie de medicamentos antimicrobianos, analgésicos y muchos otros que forman parte del VAM tradicional, por lo que no es necesario integrarlos, y que los que constituyen el VAM Oftalmológico son suficientes aunque no son todos, pues actualmente hay nuevos medicamentos en el mercado que son similares a algunos que ya existían y que están en el libro. En opinión de la autora, cirujana oftalmóloga, el elemento clínico que presenta la obra implica una serie de ideas que llevó a los autores a muchas diferencias. “Yo quería introducir fármacos a los que les damos una aplicación que no está aceptada por los grandes centros de estudio de medicamentos y sobre todo de control de los mismos. Aquí empezó el primer punto crítico donde parecía que faltarían ideas, pero acertadamente el doctor Carranza decía que no podíamos integrar algo que no estaba aceptado, porque nos salíamos de la normatividad, de las leyes y principalmente nos comprometíamos a una serie de ideas que no tenían fundamento. Esto implica que el libro está fundamentado por publicaciones recientes, aceptados por los grandes centros de certificación de fármacos, tanto a nivel nacional como internacional, lo que hace que tenga más valor, porque la mayoría de los fármacos dejan información vaga y dispersa, de tal manera que se unificaron los criterios para no caer en el riesgo de emitir información no fundamentada.” El formato del VAM Oftalmológico muestra aspectos farmacocinéticos y farmacodinámicos, es decir, qué mecanismos de acción tienen y qué efectos producen éstos; abarca indicaciones en adultos y niños, elemento donde es necesario un criterio clínico; contraindicaciones, donde se habla de la íntima relación que tienen los aspectos farmacológicos a nivel local. A través del ojo una gota se absorbe por la nariz, vía lagrimal, y de ahí llega a todo el cuerpo produciendo efectos. Una gota puede ocasionar un estado grave en el paciente. “Aplicar gotas significa que no sólo podemos crear problemas en el ojo sino en todo el sistema. Este punto se abarca, tanto en el rubro de farmacocinética como en el de contraindicaciones, donde se sugiere vigilar estados del enfermo hipertiroideo, cardiópata o diabético, entre otros, porque todos estos pacientes pueden mostrar reacciones intensas y graves. De ahí que el libro cuente con una sección de advertencias para el enfermo. Este puede -si tiene acceso a este tipo de libros- saber cuándo se administra un medicamento y cómo se debe aplicar. Muchas fallas en la medicación oftalmológica son porque no se sabe aplicar el fármaco y ese error hace fallar la terapéutica e incide en la toma de decisiones. Finalmente, se mencionan los medicamentos por nombre comercial en orden alfabético, ya que su presentación se encuentra por nombre genérico.” Con respecto a este último punto, la doctora Tenorio agregó que esta clasificación es necesaria, pues constituye el principio básico de la farmacología, que hace buenos médicos al buscar la información correcta y no guiarse por comerciales, porque esto no hace al fármaco ni más ni menos efectivo. Otra característica que presenta es que analiza y clasifica los medicamentos de acuerdo con su mecanismo de acción, lo que da una primera enseñanza al médico, quien desde un principio lo ubica como antihistamínico, antiglaucomatoso o un fármaco especifico; a partir de esta clasificación puede escoger varias opciones. Finalmente, por ser un libro de bolsillo, lo hace accesible al médico en cualquier instancia, teniéndolo a la mano siempre en el escritorio o bolso de la bata. Al respecto, comentó la doctora Tenorio que con sólo hojearlo se encuentra el fármaco deseado y rápidamente la indicación, la dosis y las contraindicaciones, en comparación con los discos compactos donde siempre hay que contar con una computadora, o buscar dónde hay una y perder de 10 a 15 minutos. Durante la presentación estuvieron los doctores Jorge Villar Kuri, oftalmólogo; Fermín Valenzuela, en representación del doctor Cravioto y jefe del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina, y Francisco Higuera Ramírez, director del Hospital General de México.
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