Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de julio 2002


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Seminario Permanente sobre Medio Ambiente y Salud

“Hombres y mujeres... viva la diferencia”

Diferencias anatómicas cerebrales en ambos sexos


Con el propósito de analizar las diferencias a nivel cerebral entre el hombre y la mujer, se efectuó, dentro del marco del Seminario Permanente de Medio Ambiente y Salud, el simposio denominado “Hombres y mujeres... viva la diferencia”, temática que abordó la doctora Beatriz Georgina Montemayor Flores, investigadora del Departamento de Anatomía de esta Facultad.

A la pregunta de quiénes son más inteligentes, los hombres o las mujeres, la doctora Montemayor presentó una serie de datos basados en investigaciones en poblaciones abiertas con objeto de conocer los contrastes en las habilidades cognoscitivas de ambos sexos. “Las habilidades cognoscitivas son los instrumentos que utiliza el cerebro para la construcción del conocimiento y uno de ellos son las capacidades verbales. El tamaño del cerebro no va en función de la capacidad intelectual, el cerebro del científico Albert Einstein no era grande en comparación con el del poeta Lord Byron, el primero manejaba abstracciones muy complejas y el segundo no lo hacía.

“Los datos de las investigaciones -afirma Montemayor- indicaron que desde la infancia los cerebros femeninos están más dotados para los procesos verbales y esta capacidad continúa durante toda la vida de la mujer. Las manifestaciones van desde un mejor rendimiento en las pruebas de afluencia verbal, mayor habilidad para deletrear las palabras, más velocidad y mejor comprensión de lectura, y mayor facilidad para aprender otro idioma.”

Médica y anatomista de formación, indicó que las evidencias sobre el manejo del lenguaje en las mujeres se manifiestan en etapas muy tempranas, ya que las niñas poseen superioridad verbal sobre los niños porque maduran antes en todas las funciones de fluidez del lenguaje; cuando se realizan estudios sobre maduración cognoscitiva entre los infantes, las niñas muestran diferencias sutiles aun en etapas de lactancia. Asimismo, estas capacidades verbales son producto de un estado de maduración cerebral distinto al de los varones. “Un ejemplo es que las niñas gatean más rápido y aprenden a caminar más temprano que los niños. En cambio, a ellas les cuesta más trabajo independizarse de las personas que las rodean y en el caso de los niños sucede que rompen más rápidamente el vínculo familiar”.

Catedrática de la FM, la doctora Montemayor explicó que el cerebro de la mujer envejece más lentamente, cuando no está afectado por enfermedades como la demencia senil, y se mantiene conservado más tiempo en comparación con el de los hombres.

Aclaró que existen diferencias cerebrales entre ambos sexos en cuanto al tamaño de algunas zonas anatómicas; como son el surco lateral, el plano temporal y el espesor del istmo del cuerpo calloso.

“El tamaño del surco lateral, que es la hendidura profunda situada en las caras inferior y externa del hemisferio cerebral, y separa el lóbulo temporal del frontal, está en relación con la preferencia manual; en los varones diestros el surco del lado izquierdo es de mayor tamaño que en los zurdos. En cambio en los cerebros femeninos el surco lateral es del mismo tamaño en ambos hemisferios sin importar la preferencia manual, lo cual significa que el cerebro masculino está lateralizado para las funciones de dominio manual y de habilidades verbales, mientras que las mujeres presentan bilateralidad de las funciones cerebrales, es decir, menor lateralización cerebral.”

Montemayor apuntó que si bien el cerebro está integrado por dos hemisferios, éstos realizan funciones específicas, el izquierdo está especializado para realizar las funciones relativas al lenguaje e incluso es considerado el dominante en el sentido de que presenta lateralización preferente; en la mayoría de los seres humanos el hemisferio izquierdo procesa y almacena la información relacionada con el lenguaje, los números y la identificación derecha izquierda, así sucede al menos en las personas diestras y en la mayor parte de los zurdos, afirmó.

Al hemisferio derecho se le conoce como de lateralización preferente para el almacenamiento y procesamiento de información visuoespacial, las dimensiones de los objetos y su emplazamiento en el espacio, las relaciones espaciales de los objetos entre sí, la identificación de nuestro cuerpo e, incluso, la conciencia de ciertas situaciones. “Ambos hemisferios son capaces de realizar estas funciones, sólo que no tienen el mismo grado de dominio”, precisó.

“Los resultados de las investigaciones apuntan a que en los varones las funciones de los hemisferios están lateralizadas y cada uno de ellos cumple las funciones asignadas de manera preferente; en el caso de las mujeres esta asimetría no está presente, por lo que sus hemisferios pueden estar participando al mismo tiempo en el cumplimento de las funciones cognoscitivas, preferentemente en lo que a memoria y habilidades verbales corresponde.”

De acuerdo con la doctora Montemayor el cerebro femenino es más simétrico porque sus dos hemisferios están más conectados y menos especializados en lo visuoespacial, por eso tienen menos desarrollada la parte posterior del surco lateral izquierdo y es más grueso el istmo del cuerpo calloso.

Finalmente Montemayor citó que los cerebros masculinos están más lateralizados y son asimétricos para el dominio de habilidades verbales.

El simposio “Hombres y mujeres... viva la diferencia”, se efectuó el pasado 12 de junio en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza” de la FM.

 

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