Programa Universitario de Derechos Civiles Concluye la presencia del PUDC en Ciudad Universitaria La Facultad de Medicina, última sede
Concluyó la presencia del Programa Universitario de Derechos Civiles (PUDC) en Ciudad Universitaria con la exposición “Cámaras Lúcidas” y la mesa redonda Derechos Civiles, con la participación de Marta Lamas y Fernando Escalante, miembros activos de La Ronda Ciudadana y cofundadores del PUDC, en la Facultad de Medicina. “Cámaras Lúcidas” es la respuesta de alumnos universitarios aficionados a la fotografía a la convocatoria emitida por el Programa Universitario de Derechos Civiles a formar parte de Espacio imagen joven. La respuesta no se hizo esperar, estudiantes universitarios
de bachillerato, licenciatura y sistema incorporado, unidos por el deseo
de revelar sus visiones, enviaron sus propuestas. Fue entonces cuando
se descubrió el interés de abordar temas sobre la realidad social de
nuestro país y se decidió conformar una exposición que fuera el resultado
de las inquietudes, interrogantes y preocupaciones.
La muestra colectiva de fotografía recibe entonces el nombre de “Cámaras Lúcidas” y en ella los jóvenes plasman sus anhelos de igualdad, libertad, tolerancia, pluralismo y justicia; la visión, la iniciativa, la perspectiva, las esperanzas y la crítica se hacen acompañar por aforismos que conciben los ideales, las luchas y las convicciones de grandes pensadores, y representan una propuesta para inaugurar el Programa Universitario por los Derechos Civiles, en memoria de aquellos grandes hombres y en homenaje a los jóvenes que se debaten por una sociedad más justa. Durante la mesa redonda, realizada en el auditorio “Fernando Ocaranza”, participaron Fernando Escalante Monsalvo y Marta Lamas, decididos defensores y promotores de los derechos civiles, que han contribuido de forma fundamental en el diseño e implantación en la UNAM del Programa Universitario de Derechos Civiles. Fernando Escalante Monsalvo, licenciado en relaciones internacionales y doctor en sociología por El Colegio de México, dijo a los jóvenes galenos que en su práctica diaria van a enfrentar todo el tiempo a personas con conciencia, autonomía, voluntad y privacidad, que tienen que decidir sobre su propia vida y hay que dialogar con ellos; de ahí la importancia de los derechos civiles en su formación. El distinguido investigador dijo que los derechos civiles definen y amparan el ámbito mínimo de autonomía personal exigido por el respeto a la dignidad. Los definió como un conjunto simple para amparar la autonomía personal sobre la libertad de conciencia, de expresión y de asociación; la igualdad de derechos ante la ley, a la privacidad y a la intimidad. El conjunto de derechos necesarios de todas las personas que se reconozcan para poder decidir acerca de nuestra vida en conciencia y libertad. Comentó que para iniciar la Campaña Nacional por los Derechos Civiles se realizó un diagnóstico verdaderamente sombrío que, sin embargo, presentó luces esperanza-doras. Dicho diagnóstico resaltó dos elementos: la desigualdad y la debilidad de un Estado. Una desigualdad que no es solamente económica y que marca una distancia de dos siglos entre los recursos de comunicación, salud y demás servicios entre los diversos grupos sociales. El segundo rasgo, un Estado débil como estado de derecho. “Contamos con un Estado caro, costoso y metiche, pero extremadamente débil a la hora de cumplir con la ley o hacer que sus funcionarios la cumplan. El resultado de ambos elementos es que nadie cree, hay corrupción e ineficiencia y la consecuencia es una actitud generalizada de desconfianza e inseguridad, que no se debe solamente a la delincuencia, sino a que no hay una expectativa de que las leyes se cumplan. Cuando decidimos lanzar la campaña partimos de una serie de encuestas y el dato que saltaba más, es que no hay en México la expectativa de que la ley se vaya a cumplir, por lo que en esa medida hemos perdido la capacidad de indignación. Las leyes pueden violarse y suelen suceder violaciones que en cualquier país del mundo provocarían la caída de un gobierno o un par de ministros; en este país llegan a la página 14 de un periódico y al siguiente día nadie se acuerda. La iniciativa de la campaña por los derechos civiles parte de una conciencia realista, sabemos que no podemos transformar al Estado, pero lo que sí podemos hacer es influir en las expectativas, recuperar la capacidad de indignación y exigir que se cumpla la ley.” Aseveró que su lucha se centra en los derechos civiles porque son el fundamento de todos los demás; que la lucha por los derechos colectivos se ha defendido desde hace más de un siglo y que esto tiene como base los derechos civiles, pues de nada serviría la libertad de voto y expresión si no tenemos todos los mismos derechos. Afirmó que si se quiere que en la UNAM sobreviva la idea de un país mejor, tiene que volver a ser ese espacio donde los derechos se cumplan y discutan, de ahí que el Programa Universitario de Derechos Civiles le parece una iniciativa loable en ese sentido, para que se convierta en el emblema de la convivencia y la libertad. Por su parte, Marta Lamas, periodista defensora de los derechos reproductivos en este país, comentó sobre su experiencia y cómo la Campaña Nacional por los Derechos Civiles dio luz a su conflicto. “Tengo años luchando por los derechos sexuales y reproductivos y hace dos, cuando un grupo de amigos convocó a que uniéramos las luchas individuales y hablamos sobre derechos civiles, me di cuenta de que nunca se me había ocurrido pensar que la condición que permite estructurar la lucha por los derechos sexuales y reproductivos es la misma de los derechos civiles, los cuales aparecen en la Constitución como garantías individuales, y con respecto a mi lucha, sólo hay que hacerlas valer; con esto evidentemente mi lucha va a tener un fundamento distinto y la de los derechos sexuales y reproductivos será una realidad en nuestro país.” La cofundadora del Grupo de Información de Reproducción Elegida (GIRE), directora de Debate Feminista e integrante del consejo consultivo del Programa de Estudios de Género de la UNAM, comentó que los derechos civiles son inalienables e inherentes al libre albedrío, que su única limitación es el respeto a la libertad ajena, pero para que esta libertad se pueda ejercer se requiere que la ley funcione y que las instituciones no se inmiscuyan arbitrariamente en la vida y las decisiones de los ciudadanos. Dijo a los estudiantes de medicina que ellos, como médicos, van a enfrentar pacientes con diversidad sexual, con quienes la posibilidad de establecer un diálogo no es más que el del respeto a sus decisiones éticas con respecto a su cuerpo, pues hay un debate internacional sobre la sexualidad y las formas culturales de cómo se valoran, ya que éstas están cambiando. Aseguró que en el futuro algunos de ellos se apasionarán con el tema de las valoraciones culturales respecto a las conductas sexuales, es decir, obtendrán un marco ético desde donde poder respetar la pluralidad y la diversidad sexual de los seres humanos en términos del respeto a las decisiones de las personas sobre su vida privada y su intimidad, siempre y cuando no afecten a terceros, concluyó. Estuvieron presentes, además, la doctora María Teresa Cortés, secretaria general de la Facultad de Medicina, y Jaime Martuschelli, titular de la Dirección General de Atención a la Comunidad Universitaria. |