Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de julio 2001


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Alumnos publicarán en Punto de Partida

Taller de Creación Literaria

El carácter multidisciplinario del Taller de Creación Literaria, a cargo del profesor César Arístides, ha llevado a que tres de sus integrantes, por la calidad de su trabajo poético y de cuento, publiquen en la revista universitaria Punto de Partida, en su nueva época, en la sección "Taller de Creación Literaria de la Facultad de Medicina".

Los alumnos del taller Miguel Otero, estudiante de medicina; Ramón Peralta, egresado de la Escuela Nacional de Trabajo Social, y Gustavo Martínez, estudiante de historia de la Facultad de Filosofía y Letras, han sido constantes, consiguiendo desarrollo y calidad, y serán los primeros en publicar sus trabajos.

La revista Punto de Partida ha abierto la posibilidad de acercamiento de los talleristas de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM y sus alumnos, para publicar en este importante medio universitario. Estos jóvenes alumnos de la Facultad tienen año y medio trabajando regularmente y sus logros son evidentes.
Miguel Otero, Ramón Peralta y César Arístides

 

Al respecto, el titular del Taller comentó: "Pienso que si por alguna razón no se continuara con el taller o el contacto con ellos, me los voy a encontrar, por lo menos a uno de ellos, en otra publicación, porque se ha visto el interés; las recomendaciones se han seguido y no por imposición, sino por un apego y disfrute de la literatura".

El Taller fue fundado hace tres años como apoyo cultural para los alumnos de la Facultad de Medicina y la comunidad universitaria, a iniciativa de la licenciada Leonora González Cueto, encargada del área de Actividades Culturales de esta dependencia, y con apoyo de la Dirección General de Literatura, cuando estaba el maestro Ignacio Solares como titular, quien invitó y asignó al profesor César Arístides a impartir el Taller.

En términos generales, la función del Taller de Creación Literaria es ofrecer las herramientas necesarias y esenciales para poder escribir con sencillez y claridad una composición literaria. Las sesiones son semanales y el desarrollo se da intercalando lecturas de autores conocidos, con la posibilidad de que los participantes recomienden también lecturas, además de revisar algunos escritos de los asistentes.

En entrevista, el profesor César Arístides aseveró que el ofrecimiento de la licenciada González Cueto de poder contar con una película al mes, con apoyo de la Filmoteca de la UNAM, de cine consagrado, transformó el taller en multidisciplinario y ello auspiciado por los mismos asistentes. Asimismo y en apoyo a los talleres de literatura, la Dirección de Literatura organizó el ciclo "Nuestros autores en la UNAM", donde literatos, ensayistas y poetas asistían a las diversas escuelas y facultades a charlar con la comunidad; dentro de este ciclo asistieron a la Facultad de Medicina Hugo Gutiérrez Vega y Guillermo Samperio.

"Por ejemplo hemos visto Los olvidados y La edad de oro, de Buñuel, y El compadre Mendoza, de Fernando de Fuentes, entre otras. Además tenemos una sesión a la semana muy entretenida, donde los trabajos de los jóvenes se leen y se analiza la obra de autores de gran reconocimiento en el ámbito internacional, como Fernando Pesoa y Octavio Paz, dentro de la poesía, o Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, autores de cuento o ensayo, que se discuten y comentan. Ello nos sirve como herramienta para referimos a las obras de los autores y ampliar nuestra bibliografía.

"Si en una sesión salta algún texto de Andre Bretón o Los cantos de Maldodor, del conde de Lautréamont hablamos de surrealismo, no lo buscamos, se da fortuitamente; entonces recordamos que en el acervo de la filmoteca están películas de Buñuel, que son fundamentales para la comprensión del tema y se habla un poco de pintura, de Salvador Dalí o Max Ernst, todo ello derivado de la conversación.

"Cuando vimos la película El compadre Mendoza, el tema tratado fue el de cuentos de la Revolución Mexicana, algunos aspectos de Francisco Urquiza y Martín Luis Guzmán, y nos dimos cuenta de que por ahí estaba esta película, que no es muy vista ni comentada ni reconocida dentro de la Epoca de Oro del cine mexicano y que sin embargo es muy buena. Algunas ocasiones éstos comentan sus intereses y se proponen lecturas sobre temas específicos, como pueden ser el erotismo, ficción o el terror. El taller se va dando de acuerdo con quienes leen, quienes escriben y ponen a consideración sus textos y quienes buscaban un aliciente o ampliar su bibliografía con respecto a temas determinados".

En cuanto a los alumnos, el profesor Arístides comentó que han sido pocos, pero de calidad, y ello a causa de la situación que enfrentan los estudiantes de medicina con relación a que en el tercer año salen de las instalaciones de la Facultad y se trasladan a los hospitales. Constantemente hay una renovación de asistentes al Taller y ello lo atribuye al horario, pero a la vez piensa que hay que dar oportunidad tanto a los jóvenes del turno matutino como a los del vespertino, de contar con una experiencia de este tipo. "Hay una irregularidad de asistencia, pero por otra parte, los que asisten se han integrado bien y podrán publicar sus textos; esto es motivante. Se comienza un grupo de amigos donde surgen ideas, se discute y se plantean cosas...

"Aquí no se hacen escritores, porque eso a lo mejor ya lo son... pero lo que sí se hace es trabajar y leer. La base del Taller es la lectura, con eso y de acuerdo con las recomendaciones, ellos ya saben qué buscar... no es que de aquí saquen tres poemas y a ver dónde los publico, sería mentirles con que sólo corrigiendo sus textos quedan listos. Aquí se dan las herramientas y a partir de eso el asistente sabrá que hacer, pues la base es la lectura y en una Facultad como ésta, donde se necesita mucha concentración, se busca que el Taller sea un lugar de esparcimiento, por lo que a veces se habla de películas, anécdotas cinematográficas, exposiciones, en fin, para que no sea nada más el trabajo obligado o de una materia más. En cada sesión se trata de ver el material de uno o dos de los compañeros a fin que no sea abrumador y pesado para aquellas personas que asisten nada más por el placer de escuchar un poema o cuento.

"Mi idea en cuanto al Taller es que se consolide aun con el obstáculo de que los alumnos no sean regulares, porque eso también es muy sano, y no porque yo lo diga, sino porque lo he escuchado de Guillermo Samperio, al igual que de Salvador Castañeda, excelentes talleristas: 'Un año es muy sano, mas las recomen-daciones se anquilosan, se enturbian y se vuelven acartonadas' y muchas veces pueden ser peligrosas, porque puedo hablar de mis preferencias y tal vez inconscientemente las transmita y trate de rescatar mis virtudes, pero también es importante que el trabajo se discuta en otros medios; por otra parte, tratamos de aprovechar esta condición para que al año entren los relevos, pues los cambios son interesantes".

Cabe mencionar que César Arístides es editor y tallerista de creación literaria y de literatura mexicana. Ha realizado dictámenes y trabajos como editor externo de literatura en la UNAM. Se considera autodidacta, aunque estudió dos semestres de estudios latinoamericanos en la Facultad de Filosofía y Letras y es un apasionado de la lectura. Trabajó de 1984 a 1992 como editor en el Fondo de Cultura Económica, donde conoció a Roberto Castañón, Christopher Domínguez, Francisco Hinojosa y José Luis Rivas, entre otros; además ha trabajado como corrector de pruebas de imprenta. Su gusto por la poesía lo ha llevado a publicar un libro de poesía en Sonora titulado Umbrales de la rabia y la convalecencia, dos antologías Bestiario inmediato. Muestra de poesía mexicana contemporánea y Vuelta a la casa en 75 poemas. Además, está a punto de publicar otros dos libros de poesía: Retablo y desconcierto sobre agosto y Devoción a la sepultura. Se ha hecho acreedor a las becas del Fonca y del INBA en poesía.

Por su parte, Ramón Peralta, egresado de la Escuela Nacional de Trabajo Social, comentó que su llegada al Taller fue por conducto de la revista Los Universitarios, la cual ha leído desde hace algunos años, y al encontrar la cartelera y percatarse de que en la Facultad de Medicina había un Taller, "me di cuenta que lo impartía César Arístides, a quien ya conocía por mi lectura de Los Universitarios y dije: 'Adelante, ésta es mi oportunidad', además de que no tiene ningún costo, lo cual es una gran ventaja para nosotros los estudiantes y para quienes nos interesa este tipo de actividades; pienso que es una buena oportunidad para quienes tienen interés por la literatura".

Miguel Otero Zúñiga, estudiante del primer año de la carrera de médico cirujano, expresó que la existencia de estos talleres es excelente y sobre todo en una facultad como la de Medicina donde considera que lamentablemente el humanismo se ha descuidado en la formación del estudiante y ello lo atribuyó al ritmo de trabajo.

Miguel Otero escribe poesía, narraciones cortas y cuento desde la preparatoria y sobre el Taller comentó que ya sabía de él pero no había tenido la oportunidad de integrarse. "Ahora, cuando me surge la inquietud de publicar, hablé con la coordinadora del Taller, le externé mis inquietudes incluyendo la de la posibilidad de publicar en la Gaceta de la Facultad, ella me invitó al Taller, conozco a César Arístides y me integró al Taller de lleno".

¿Cómo nace tu interés por la poesía?
"En lo personal muchos de los que estudiamos medicina tenemos una doble inclinación; por un lado, la cuestión humanista de la filosofía y el pensamiento del hombre y, por otro, la inquietud científica y académica de la anatomía. Yo soy de la idea de que la medicina, la enfermedad y el padecer humanos sólo se entienden somáticamente,no sólo dentro de la anatomía sino también dentro del arte, porque el hombre es creación, poesía, pintura, teatro, etcétera; en general, me gusta leer y aquí he comenzado con mis pininos en la escritura".

Respecto a la oportunidad que se le ha presentado de publicar, externó: "Siempre una publicación de carácter científico o cultural es importante y este caso no es la excepción, ya que publicar en revistas como Los Universitarios o Punto de Partida es importante y sobre todo para quienes nos gustan las letras, además porque lo que tú escribes lo lee otra persona y entonces percibe tus sentimientos".

Otero concluyó pidiendo a las autoridades de la Facultad se dé mayor difusión a los talleres culturales, así como se permitan los espacios y horarios de estas actividades para que los compañeros e inclusive académicos formen parte, porque los considera importantes en la formación del ser humano, como personas y como médicos.

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